Antología de Textos
para la oración y la meditación
Autor: Francisco Fdez-Carvajal
Ediciones Palabra
ACCIÓN DE GRACIAS - ADULACIÓN - AFABILIDAD - ALEGRÍA - AMISTAD - AMOR - AMOR A DIOS - AMOR DE DIOS A LOS HOMBRES - ÁNGELES CUSTODIOS - APOSTOLADO - ARIDEZ - AVARICIA - AYUNO - BAUTISMO - BIENES TEMPORALES - BUEN PASTOR - CARIDAD - CASTIDAD - CIELO - COMPRENSIÓN - COMUNIÓN - COMUNIÓN DE LOS SANTOS - CONCIENCIA - CONFESIÓN - CONFIANZA EN DIOS -CONFIRMACIÓN - CONOCIMIENTO PROPIO - CONTEMPLACIÓN - CONTRICIÓN - CONVERSIÓN - CORAZÓN - CORRECCIÓN FRATERNA - CORRESPONDENCIA A LA GRACIA - COSAS PEQUEÑAS - CRISTIANOS - CRUZ - DEMONIO - DESCANSO - DESPRENDIMIENTO - DEVOCIONES - DIFAMACIÓN - DIFICULTADES - DIRECCIÓN ESPIRITUAL - EJEMPLARIDAD - ENFERMOS - ENTREGA - ENVIDIA - ESCÁNDALO - ESPERANZA - ESPÍRITU SANTO - ETERNIDAD - EUCARISTÍA - EXAMEN DE CONCIENCIA - FAMILIA - FE - FELICIDAD - FIESTAS Y TIEMPOS LITÚRGICOS - FILIACIÓN DIVINA - FIN DEL HOMBRE - FLAQUEZAS - FORMACIÓN DOCTRINAL - FORTALEZA - FRUTOS - GENEROSIDAD - GRACIA - HUMILDAD - IGLESIA - INFIERNO - INSTRUMENTOS DE DIOS - IRA - JESÚS - JUICIO - JUICIO TEMERARIO - JUSTICIA - LECTURA ESPIRITUAL - LIBERTAD - LIMOSNA - LUCHA ASCÉTICA - LUGARES Y OBJETOS DE CULTO - MAGNANIMIDAD - MANSEDUMBRE - MILAGROS - MISA - MISERICORDIA - MISERICORDIA DIVINA - MORTIFICACIÓN - MUERTE - OBEDIENCIA - OFRECIMIENTO DE OBRAS - OMISIONES - ORACIÓN - ORACIÓN DE PETICIÓN - PACIENCIA - PAZ - PECADO - PECADO VENIAL - PEREZA - PERSEVERANCIA - PIEDAD - PREDICACIÓN - PREMIO - PRESENCIA DE DIOS - PRIMEROS CRISTIANOS - PROVIDENCIA - PRUDENCIA - PURGATORIO - PURIFICACIÓN - RECOGIMIENTO - RECTITUD DE INTENCIÓN - REDENCIÓN - RESPETO A LA PERSONA - RESPETOS HUMANOS - RESPONSABILIDAD - ROMANO PONTÍFICE - SABIDURÍA - SACERDOCIO - SACRAMENTOS - BAUTISMO - CONFIRMACIÓN - PENITENCIA - SACRAMENTO DEL ORDEN - UNCIÓN DE LOS ENFERMOS - MATRIMONIO - SAGRADA ESCRITURA - SAN JOSÉ - SANTIDAD - SANTOS - SERVIR A DIOS - SINCERIDAD - SOBERBIA - TEMOR DE DIOS - TEMPLANZA - TENTACIÓN - TIBIEZA - TIEMPO - TRABAJO - TRISTEZA - UNIDAD - VANAGLORIA - VERACIDAD - VIDA SOBRENATURAL - VIGILANCIA - VIRGEN SANTÍSIMA - VIRGINIDAD - VIRTUDES - VISITA AL SANTÍSIMO - VOCACIÓN - VOLUNTAD DE DIOS |
Citas de la Sagrada Escritura
El amor es paciente.
1Co 13,4.
. . . Tenéis necesidad de paciencia para que, cumpliendo la voluntad de Dios,
alcancéis la promesa.
He 10,36.
Por vuestra paciencia salvaréis vuestras almas.
Lc 21,19.
. . . Que nadie se inquiete por estas tribulaciones. Bien sabéis que para eso
estamos.
1Th 3,3.
Tened, pues, paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor. Ved cómo el
labrador, con la esperanza de los preciosos frutos de la tierra, aguarda con
paciencia las lluvias tempranas y las tardías.
Jc 5,7.
Tomad, hermanos, por modelo de tolerancia y de paciencia a los profetas, que
hablaron en nombre del Señor.
Jc 5,10.
. . . Nos gloriamos hasta en las tribulaciones, sabedores de que la tribulación
produce la paciencia; la paciencia, una virtud probada; y la virtud probada, la
esperanza.
Rm 5,3-4.
Porque tenéis necesidad de paciencia para que, cumpliendo la voluntad de Dios,
alcancéis la promesa.
He 10,36.
Asi, pues, os exhorto yo, preso en el Señor, a andar de una manera digna de
vuestra vocación (. . . ), con toda humildad, mansedumbre y longanimidad,
sobrellevándoos los unos a los otros con caridad.
Ep 4,1.
Mejor que el fuerte es el paciente, y el que sabe dominarse vale más que el que
conquista una ciudad.
Pr 16,32.
. . . En todo nos acreditamos como ministros de Dios en mucha paciencia, en
tribulaciones en necesidades, en angustias [. . . j.
2Co 6,
Desnudo sali del vientre de mi madre, y desnudo tornaré a él. Yahvé me lo dio,
Yahvé me lo ha quitado. ¡ Bendito sea el nombre de Yahvé!
Jb 1,21.
Hijo mio, si caes enfermo, no te impacientes y ruega al Señor [. . . ].
Si 38,9.
El iracundo promueve contiendas, el paciente aplaca las rencillas.
Pr 15,18.
El hombre magnánimo esperá su tiempo, pero al fin triunfa.
Si 1,29.
[. . . ] tenga obra perfecta la paciencia, para que seáis perfectos y cumplidos,
sin faltar en cosa alguna.
Jc 1,4.
En las grandes angustias de mi corazón, tus consuelos alegraban mi alma.
Ps 93,19.
Hijo mio, si te das al servicio de Dios, prepara tu ánimo a la tentación. Ten
recto corazón y soporta con paciencia, y no te impacientes en el tiempo del
infortunio [. . . ], ten buen ánimo en las vicisitudes de la prueba. Pues el oro
se prueba en el fuego, y los hombres gratos a Dios, en el crisol de la
tribulación. Si 2,1-5.
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Es parte de la virtud de la fortaleza
3967 Con paciencia y verdadera humildad nos hacemos más fuertes que todos los
enemigos (Imitación de Cristo, I,13,3).
3968 Quien se enfurece con causa no es culpable; porque si la ira no existiese,
ni aprovecharla la doctrina ni los tribunales estarian constituidos, ni los
crimenes se castigarían. Asi, quien no se enfurece cuando hay causa para ello,
peca: la paciencia imprudente fomenta los vicios, aumenta la negligencia e
invita a obrar el mal, no sólo a los malos sino también a los buenos (SAN
AGUSTIN, en Catena Aurea, vol.
1P 283).
3969 Para entender la Sagrada Escritura debemos tomar como criterio lo que.
Cristo y los santos hicieron en la práctica. Pero Cristo no tendió a aquel
hombre la otra mejilla. Ni tampoco Pablo la tendió. Interpretar, por tanto,
literalmente el sermón de la Montaña es falsear su significado. Dicho precepto
se refiere más bien a la disposición del alma a soportar, cuando sea preciso,
sin dejarse llevar por la amargura, una segunda afrenta igual o todavia más
grande del agresor. A ello responde la actitud del Señor al entregar su cuerpo
al último suplicio. Aquellas palabras con que replicó han sido, por
consiguiente, de utilidad para nuestra enseñanza (SANTO TOMÁS, Coment. Evang. S.
Juan,18).
El ejemplo de Jesucristo
3970 [. . . ] a sus mismos asesinos, si se vuelven y llegan a El, los recibe, y
con su paciencia salvifica a nadie cierra las puertas de su Iglesia, para
salvarnos con su gracia. A los adversarios, a los blasfemos, a los eternos
enemigos de su nombre, si se arrepienten de su delito [. . . ], los admite no
sólo al perdón, sino a la recompensa del reino de los cielos. ¿Qué más paciencia
y más bondad puede haber? Pues recibe la vida de la sangre de Cristo el mismo
que la ha derramado. Tal y tanta es la paciencia de Cristo, y, si no hubiera
sido por ella, no tendria hoy en la Iglesia al apóstol Pablo (SAN CIPRIANO,
Tratado sobre la paciencia,8).
Para recomenzar muchas veces en la vida interior
3971 En las batallas del alma, la estrategia muchas veces es cuestión de tiempo,
de aplicar el remedio conveniente, con paciencia, con tozudez. Aumentad los
actos de esperanza.
Os recuerdo que sufriréis derrotas, o que pasaréis por altibajos-Dios permita
que sean imperceptibles-en vuestra vida interior, porque nadie anda libre de
esos percances Pero el Señor, que es omnipotente y misericordioso, nos ha
concedido los medios idóneos para vencer. Basta que los empleemos con la
resolución de comenzar y recomenzar en cada momento, si fuera preciso (J.
ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,219). .
3972 Tened paciencia con todo el mundo, pero principalmente con vos misma:
quiero decir que no perdáis la tranquilidad por causa de vuestras imperfecciones
y que siempre tengáis ánimo para levantaros. Me da alegria ver que cada dia
recomenzáis; no hay mejor medio para acabar bien la vida que el de volver a
empezar siempre, y no pensar nunca que ya hemos hecho bastante (SAN FRANCISCO DE
SALES, Epistolario, fragm. 139,1. c. , p. 774).
En la enfermedad y en las tribulaciones
3973 Es necesario sufrir con paciencia no sólo el estar enfermos, sino el
estarlo de la enfermedad que Dios quiere, en el lugar que quiere, entre las
personas que quiere y con las incomodidades que quiere, y lo mismo digo de las
demás tribulaciones (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota, III,3).
3974 También suele dar el Señor enfermedades grandisimas. Este es muy mayor
trabajo, en especial cuando son dolores agudos, que en parte, si ellos son
recios, me parece el mayor que hay en la tierra-digo exterior-aunque entren
cuantos quisieren; si es de los muy recios dolores, digo; porque descompohen lo
interior y exterior, de manera que aprieta un alma que no sabe qué hacer de si,
y de muy buena gana tomarla cualquier martirio de presto que estos dolores;
aunque en grandisimo extremo no duran tanto (que, en fin, no da Dios más de lo
que se puede sufrir, y da Su Majestad primero la paciencia). (SANTA TERESA, Las
Moradas, VI, I,7). Cuanto más alto llegue uno, tanto más tiene que sufrir en
3975 este mundo, porque debilitándose el amor de nuestra alma hacia las cosas
del presente siglo, van aumentando cada vez más sus adversidades. De aquí que
vemos a muchos que obran el bien, y sudan bajo el grave peso de las
tribulaciones. Pero según las palabras del Señor, dan fruto por la paciencia,
porque recibiendo las pruebas con humildad, son admitidos después al descanso en
la gloria. De esta manera es pisoteada la uva y se licúa adquiriendo el sabor
del vino; de esta manera abandona la oliva sus heces, y su zumo se convierte en
aceite puro, después de molid'a y prensada; de esta manera es como, por medio de
la trilla, se separa en las eras el granó de la paja, y es llevado limpio a los
graneros (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 15 sobre los Evang. ).
3976 Me parece buena virtud la que se alaba en Jb: En todo lo que le sobrevino
no pecó Jb delante de Dios, afirmándose lo mismo después de sobrevenirle la
prueba (ORIGENES, Trat. sobre la oración,10).
3977 Mantente firme como un yunque golpeado por el martillo. A un gran atleta
corresponde vencer a pesar de los golpes. Sobre todo soportándolo por Dios, para
que El también nos soporte (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Epistola a San Policarpo).
3978 ¡Qué superioridad permanecer en pie sin doblarse en medio de tantas ruinas
de los hombres, sin quedar derribado como los que no tienen esperanza en Dios, y
alegrarse, en cambio, y aprovechar la ocasión que se nos ofrece de alcanzar el
premio de esta vida y de la fe de la mano del Juez, si damos pruebas manifiestas
de nuestra fe con gran fortaleza y seguimos el camino estrecho que lleva a
Cristo a través de la paciencia en los trabajos! (SAN CIPRIANO, Trat. sobre la
mortalidad,14).
Ante la acusación injusta
3979 Si te acusan justamente por una falta que has cometido, humíllate
profundamente y confiesa que mereces aún más de lo que te acusan, y si la
acusación es falsa, excúsate con mansedumbre, negando la culpa por respeto a la
verdad y edificación del prójimo; pero si después de excusarte con verdad y
justicia prosiguen aún acusándote, no te turbes ni te empeñes en hacer creer tu
disculpa: pues ya has cumplido con la verdad, debes cumplir también con la
humildad, y de esta manera ni faltarás al cuidado que debes tener de tu buena
fama, ni al debido amor de la paz, humildad y dulzura de corazón (SAN FRANCISCO
DE SALES, Introd. a la vida devota,111,3)
3980 Un anciano fundado en esta virtud vivía junto a Alejan- cría, perdido entre
la masa heterogénea de los infieles. Estos le cubrían de insultos y le hacían a
porfía las más graves injurias. Un día que le decían entre mofas: "Pero, ¿qué
milagros ha hecho ese Cristo que adoras?", respondió: "El de que estas injurias
y afrentas, y aun otras mayores que podríais hacerme, no me conmuevan ni me
ofendan" (CASIANO, Colaciones,12).
Evitar las quejas
3981 Quéjate lo menos que puedas de los agravios que recibas, pues de ordinario
peca el que se querella; porque el amor propio siempre nos pinta las injurias
mayores de lo que son; y, sobre todo, jamás digas tus resentimientos a personas
propensas a indignarse y a pensar mal. Pero si acaso conviene dar a alguno la
queja, o ya sea para remediar la ofensa, o ya para aquietar tu espiritu, ha de
ser a personas pacificas y que amen mucho a Dios; porque de otra manera, lejos
de aliviar tu espíritu, lo llenarian de mayores inquietudes, y en lugar de sacar
la espina que picaba te la hincarían más en el pie (SAN FRANCISCO DE SALES,
Introd. a la vida devota,III,3).
3982 La paciencia sabe soportarlo todo con un corazón magnánimo (CASIANO,
Instituciones,7).
Ante los defectos de los demás
3983 La tierra buena da buenos frutos por la paciencia, porque ningún valor
tienen las obras buenas que hacemos si no toleramos también las malas en
nuestros prójimos (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 15 sobre los Evang. ).
3984 Sufre con paciencia los defectos y la fragilidad de los otros, teniendo
siempre ante los ojos tu propia miseria,por la que has de ser tú también
compadecido de los demás (J. PECCI-León XIII-, Práctica de la humildad,22).
3985 Las ocasiones de contrariedad jamás nos faltarán mientras estemos en
contacto con los hombres. Las hace inevitables el constante roce con ellos. Que
no sean estas contrariedades motivo para evitar su compañía (CASIANO,
Instituciones,9,7).
3986 Debemos soportar a los que corregimos y corregir a los que soportamos (SAN
GREGORIO MAGNO, Hom. 17 sobre los Evang. ).
3987 Sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos por mantener la unidad del
Espíritu, con el vinculo de la paz. De esta manera demuestra que es imposible
mantener la unión y la paz si los hermanos no se toleran mutuamente y si no
conservan el vínculo de la unión fraterna mediante la virtud de la paciencia
(SAN CIPRIANO, Trat. sobre la paciencia,13 y 15).
3988 Lo que no puede un hombre enmendar en sí ni en los otros, débelo sufrir con
paciencia hasta que Dios lo ordene de otra manera, y pensar que quizá es mejor
así para que te conozcas y tengas paciencia, sin la cual no son de estimar en
mucho nuestros merecimientos (Imitación de Cristo,I,16,1).
3989 Mira la manera de sufrir con paciencia cualesquier defectos y flaquezas
ajenas, sabiendo que tú tienes mucho que te sufran los otros (Imitación de
Cristo, I,16,2).
Para ayudar a los demás
3990 El que sabe ser fuerte no se mueve por la prisa de cobrar el fruto de su
virtud; es paciente. La fortaleza nos conduce a . saborear esa virtud humana y
divina de la paciencia [. . . ]. Y es esta paciencia la que nos impulsa a ser
comprensivos con los demás, persuadidos de que las almas, como el buen vino se
mejoran con el tiempo (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,78).
3991 Sigue sacando y agotando las mismas exhortaciones, y nunca con pereza;
actúa siempre con amabilidad y gracia [. . . ]. ¿No ves con qué cuidado los
pintores unas veces borran sus trazos, otras los retocan cuando tratan de
reproducir un bello rostro? No te dejes ganar por los pintores. Porque si tanto
cuidado ponen ellos en la pintura de una imagen corporal, con mayor razón
nosotros, que tratamos de formar la imagen de un alma, no dejaremos piedra por
mover a fin de sacarla perfecta (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,30).
3992 No dice: Si alguno te hiere, no quieras tú herirlo. Sino esto otro: of
récete aun al que te hiere Es éste un acto de misericordia que comprenden
particularmente aquellos que sirven a quienes se ama mucho, como son los hijos,
o cualquier persona querida enferma, o los niños, o los dementes de parte de los
cuales con frecuencia sufren no poco, y por quienes, si su salud lo exige, están
dispuestos a padecer más, hasta que pase la debilidad de la edad o de la
enfermedad. ¿Qué otra cosa podía inculcar el Señor, que es médico de las almas,
a los que instruia para curar a los prójimos, sino tolerar con ecuanimidad las
debilidades de aquellos cuya salvación quisiesen procurar? (SAN AGUSTIN, Sobre
el Sermón de la Montaña,1).
3993 El mismo Jesucristo, que conocia la malicia de los fari- seos, condescendió
con ellos para ganarlos, a semejanza de los buenos médicos, que prodigan más
remedios a los enfermos más graves (SAN CIRILO, en Catena Aurea, vol. VI, p.
46).
Frutos de la paciencia
3994 Esta virtud de la paciencia derrama sus frutos con profu- sión y
exuberancia por todas partes [ . . ]. La paciencia es la que nos recomienda y
guarda para Dios; modera nuestra ira, frena la lengua, dirige nuestro pensar,
conserva la paz, endereza la conducta, doblega la rebeldia de la pasión, reprime
el tono de orgullo, apaga el fuego de los enconos, contiene la prepotencia de
los ricos, alivia la necesidad de los pobres, protege la santa virginidad de las
doncellas. . . Mantiene en humildad a los que prosperan, hace fuerte en la
adversidad y mansos frente a las injusticias y afrentas. Enseña a perdonar luego
a quienes nos ofenden y a rogar con constancia e insistencia cuando hemos
ofendido. Nos hace vencer en las tentaciones, nos hace tolerar las
persecuciones, nos hace consumar el martirio. Es la que fortifica sólidamente
los cimientos de nuestra fe; levanta en alto nuestra esperanza. . . Nos lleva a
perseverar como hijos de Dios, imitando la paciencia del Padre (SAN CIPRIANO,
Trat. sobre la paciencia,20).
3995 La paciencia es un diamante: con ella el alma resiste toda adversidad; es
un remedio: cura toda herida; es un escudo: protege contra todo ataque. Nadie
podrá atacarnos si hemos comenzado el combate interior contra nosotros mismos
(BEATO HUMBERTO DE ROMANS, Sobre la paciencia,1. c. , p. 456).
Paciencia y paz del alma
3996 Recuerdo que, cuando vivia yo en el desierto, disponla de una caña para
escribir que, a mi parecer, era o demásiado gruesa o demásiado fina; tenla
también un cuchillo cuyo filo, embotado sobremanera, apenas si podía cortar; un
silex cuya chispa no brotaba lo bastante prontamente para satisfacer mi afán de
leer enseguida; y entonces sentia yo nacer en mi tales oleadas de indignación,
que no podía menos de proferir maldiciones, ora contra estos objetos
insensibles, ora contra el mismo Satanás.
Ello es una prueba fehaciente de que de poco sirve no tener a nadie con quien
enojarnos, si no hemos alcanzado antes la paciencia. Nuestra ira se
desencadenará incluso contra las cosas inanimadas, a falta de alguien que pueda
sufrir el golpe (CASIANO, Instituciones 8,17).
3997 Ser paciente significa no dejarse arrebatar la serenidad ni la
clarividencia del alma por las heridas que se reciben mientras se hace el bien
(J. PIEPER, Las verdades fundamentales, p. 201).
3998 No es paciente quien huye del mal, sino el que no se deja arrastrar por su
presencia a un desordenado estado de tristeza (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2,
q. 136, a. 4 ad 2).
3999 La paciencia consiste en tolerar todos los males ajenos con ánimo
tranquilo, y en no tener ningún resentimiento con el que nos los causa (SAN
GREGORIO MAGNO, Moralia,13).
La paciencia y las demás virtudes
4000 ¡Oh paciencia, cómo quisiera exaltarte por ser reina de todas las cosas. .
. ! ¡Tú eres corona cotidiana y madre de los mártires; tú eres el muro de la fe,
fru¿o de la esperanza, amiga de la caridad. . . ! Feliz,eternamente feliz, es
quien siempre te tenga consigo (SAN ZENÓN, Obras; PL l l,317).
4001 (A quien es paciente) nada puede apartarlo del amor de Dios, ni tiene
necesidad de tranquilizar su ánimo, porque está pesuadido de que todo es para
bien; no se irrita, ni hay nada que le mueva a la ira, porque siempre ama a
Dios, y a esto sólo atiende (SAN CLEMENTE DE ALEJANDRIA, Stromata,6).
4002 Conservad la verdadera humildad del corazón, que no consiste en
demostraciones y palabras afectadas, sino en un abajamiento profundo del alma.
Esa humildad se mostrará con la paciencia, que será como una proyección de ella
y como la señal más evidente. Y esto no precisamente cuando os atribuyáis
crímenes que nadie va a creer, sino cuando os quedéis insensibles a las
acusaciones arrogantes que se os harán y soportéis con mansedumbre y ecuanimidad
las injurias las injurias que os infieran (CASIANO- Colaciones. 18).
4003 De la misma manera que la victoria atestigua el valor del soldado en la
batalla, así se pone de manifiesto la santidad de quien sufre los trabajosy las
tentaciones con paciencia inquebrantable (SAN CIRILO,en Catena Aurea, vol. VI,
p. 148).
4004 (La paciencia) es la que proporciona ánuestra fe un fun- damento firmisimo;
permite quenuestra esperanza crezca hasta lo más alto; dirige nuestros actos
para que podamos mantenernos en el camino de Cristo mientras avanzamos con su
ayuda: en fin, hace que perseveremos siendo hijos de Dios (SAN CIPRIANO, Trat.
sobre la paciencia,20).
Citas de la Sagrada Escritura
La paz os dejo, mi paz os doy; no como el mundo la da os la doy yo.
Jn 14,27.
En cualquier casa en que entréis, decid primero: la paz sea con esta casa. Si
hubiere allí un hijo de la paz, descanse sobre él vuestra paz; si no, se volverá
a vosotros.
Lc 10,5.
Y la paz de Dios, que sobrepuja todo entendimiento, guarde vuestros corazones y
vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Ph 4,7.
Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz, y gozo en
el Espíritu Santo.
Rm 14,17.
Mucha paz tienen quienes aman tu ley; no hay para ellos tropiezo.
Ps 118,165.
Bienaventurados los pacíficos porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Mt 5,9.
Vivid en paz y el Dios de la caridad y de la paz estará en vosotros.
2Co 13,11.
Las obras de la carne son manifiestas, a saber: fornicación, impureza, lascivia,
idolatría, hechiceria, odios, discordias, celos, iras, rencillas, disensiones,
divisiones [. . . ] y otras como éstas, de las cuales os prevengo [. . . ] que
quienes tales cosas hacen no herederán el reino de Dios.
Ga 5,19-20.
Todo reino dividido contra si mismo será desolado, y toda ciudad o casa dividida
contra si no subsistirá.
Mt 12,25.
La paz será obra de la justicia; y el fruto de la justicia, el reposo y la
seguridad para siempre.
Is 32,17.
La soberbia sólo ocasiona disensiones [. . . ]
Pr 13,10.
Procurad la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
He 12,14.
Os ruego, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos habléis
un mismo lenguaje y no haya entre vosotros cismas, antes seáis concordes en un
mismo pensar y en un mismo sentir.
1Co 1,10.
(El Evangelio es) la buena nueva de la paz.
Ac 10,36.
La paz es también un fruto del Espíritu Santo y supera toda imaginación:
Ga 5,22
Ph 4,7.
La paz es patrimonio de los hombres de "buena voluntad":
Lc 2,14.
(Nuestro Dios) no es Dios de inquietud, sino de paz.
1Co 14,33.
<Imagen>
El trato con Jesucristo, fuente de paz
4005 Donde no está Jesús se encuentran pleitos y guerras, pero donde El está
presente todo es serenidad y paz (ORIGENES, en Catena Aurea, vol. III, p. 360).
4006 La verdadera, la única paz de las almas en este mundo consiste en estar
llenos de amor de Dios y animados de la esperanza del cielo, hasta el punto de
considerar poca cosa los éxitos o reveses de este mundo [. . . ]. Se equivoca
quien se figura que podrá encontrar la paz en el disfrute de los bienes de este
mundo y en las riquezas. Las frecuentes turbaciones de aquí abajo y el fin de
este mundo deberían convencer a ese hombre de que ha construido sobre arena los
fundamentos de su paz (SAN BEDA, Hom. 12 para la Vigilia de Pentecostés).
4007 ¡cuántas contrariedades desaparecen, cuando interior- mente nos colocamos
bien próximos a ese Dios nuestro, que nunca abandona! Se renueva, con distintos
matices, ese amor de Jesús por los suyos, por los enfermos, por los tullidos,
que pregunta: ¿qué te pasa? Me pasa. . . Y, en seguida, luz o, al menos,
aceptación y paz (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,249).
4008 Acerquémonos a El con confianza [. . . ], y mandará a los vientos, esto es,
a los demonios [. . . ], y se hará una gran serenidad en los cuerpos y en las
almas, y se restablecerá la paz en la Iglesia y la calma en el mundo (ORIGENES,
en Catena Aurea, vol
1P 501).
4009 Y les dijo: Paz a vosotros; soy yo, no temáis. Averguéncenos el prescindir
del saludo de la paz, que el Señor nos dejó cuando iba a salir del mundo. La paz
es un nombre y una cosa sabrosa, que sabemos proviene de Dios, según dice el
Apóstol a los filipenses: la puz de Dios; y que es de Dios lo muestra también
cuando dice a los efesios: El es nuestra paz. La paz es un bien recomendado a
todos, pero observado por pocos. ¿Cuál es la causa de ello? Quizás el deseo de
dominio, o de ambición, o de envidia, o de aborrecimiento del prójimo, o de
alguna otra cosa, que vemos en quienes desconocen al Señor. La paz procede de
Dios, que es quien todo lo une [. . . ]. La transmite a los ángeles [. . . ] y
se extiende también a todas las criaturas que verdaderamente la desean (SAN
GREGORIO NACIANCENO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 545).
4010 Haced alto en el camino y ved. Preguntad por los caminos de antes: ¿Es ésa
la senda buena? Pues seguidla, y hallaréis la puz para vuestras almas (Jr
6,16). Vosotros veréis al punto cómo
se os allanan las cuestas y se os nivelan los declives (Is
40,4). Gustaréis y veréis que el
Señor es bueno(Ps
23,9). Ante la palabra de Cristo en
el Evangelio: Venid a mi todos los que estáis fatigados y cargados, que yo os
aliviaré (Mt
11,28), depondréis el peso abrumador
de vuestros vicios. Luego comprenderéis las palabras que siguen: Pues mi yugo es
blando y mi carga ligera (Mt
30). La senda del Señor es todo
refrigerio, si se marcha por ella siguiendo su Ley. Somos nosotros quienes nos
creamos dolores y tormentos, por nuestras preocupaciones, siempre que preferimos
seguir los caminos tortuosos de este siglo, incluso a trueque de peligros y
dificultades (CASIANO, Colaciones,23).
Paz interior y cumplimiento de la voluntad de Dios
4011 Esta paz no se logra ni con los lazos de la más intima amistad ni con una
profunda semejanza de espíritu, si todo ello no está fundamentado en una total
comunión de nuestra voluntad con la voluntad de Dios. Una amistad fundada en
deseos pecaminosos, en pactos que arrancan de la injusticia y en el acuerdo que
parte de los vicios nada tiene que ver con el logro de esta paz (SAN LEÓN MAGNO,
Sermón 95, sobre las bienaventuranzas).
4012 Por encima de todo, conservad la paz del corazón, que es el mayor tesoro.
Para conservarla, nada ayuda tanto como el renunciar a la propia voluntad y
poner la voluntad del corazón divino en lugar de la nuestra (SANTA MARGARITAM a
ALACOQUE, Cartas,1. c. , t.
2P 321).
4013 Un razonamiento que lleva a la paz y que el Espíritu Santo da hecho a los
que quieren la Voluntad de Dios: "Dominus regit me, et nihil mihi deerit"-el
Señor me gobierna, nada me faltará.
¿Qué puede inquietar a un alma que repita de verdad esas palabras? (J ESCRIVÁ DE
BALAGUER, Camino, n 760)
4014 Para el cristiano, la libertad no proviene del mismo hombre: se manifiesta
en la obediencia a la voluntad de Dios y en la fidelidad a su amor. Es entonces
cuando el discípulo de Cristo encuentra la fuerza de luchar por la libertad en
este mundo. Ante las dificultades de esta tarea, no se dejará llevar por la
inercia ni el desaliento, ya que pone su esperanza en Dios, que sostiene y hace
fructificar lo que se realiza en el espíritu (JUAN PABLO II, Mensaje para la
"Jornada de la Paz" 8-XII-1980, n. 11).
Paz y humildad
4015 La humildad es otro buen camino para llegar a la paz interior. -"El" lo ha
dicho: "Aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón. . . y encontraréis
paz para vuestras almas". (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 607).
4016 Los santos nos enseñan que esta acusación de si mismo es el único camino
que nos puede llevar a la paz (SAN DOROTEO, Instrucción 7).
4017 Solas tres cosas me extenderé a declarar (. . . para tener) exterior e
interiormente la paz que tanto encomendó Nuestro Señor: la primera cosa es amor
unas con otras; la segunda, desasimiento de todo lo criado; la última es
verdadera humildad, que, aunque la digo a la postre, es muy principal y las
abraza todas (SANTA TERESA, Camino de perfección,4,4).
4018 Continua paz tiene el humilde; mas en el corazón del soberbio hay saña y
desdén muchas veces (Imitación de Cristo, I,7,2).
Paz y caridad
4019 La paz es obra de la justicia indirectamente, en cuanto remueve los
obstáculos que a ella se oponen; pero propia y directamente proviene de la
caridad, que es la virtud que realiza por excelencia la unión de todos los
corazones (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 29, a. 3 ad 3).
4020 Todo aquel que por amor se compadece de cualquier miseria ajena se
enriquece, no sólo con la virtud de su buena voluntad, sino también con el don
de la paz (SAN LEON MAGNO, Sermón 6, sobre la Cuaresma).
4021 La bienaventuranza de los pacificos es el premio de su adopción. Por eso se
dice: serán llamados hijos de Dios. Solamente Dios es el padre de todos, y no se
puede entrar a formar parte de su familia si no vivimos en paz mutuamente por
medio de la caridad fraterna. (SAN HILARIO, en Catena Aurea, vol.
1P 252).
La paz, conscuencia de la lucha ascética
4022 Para guardar la paz del alma, hay que echar fuera el abatimiento, es
necesario intentar un espiritu alegre y exento de tristeza [. . . ]. Para
conservar la paz interior, se debe también evitar cuidadosamente censurar a los
demás. Se conserva la paz no juzgando al prójimo y guardando silencio. En este
estado el espíritu recibe las revelaciones divinas (SAN SERAFIN DE
SAROV,Recomendaciones espirituales,1. c. , PP. 661-668).
4023 La paz es consecuencia de la guerra, de la lucha, de esa lucha ascética,
intima, que cada cristiano debe sostener contra todo lo que, en su vida, no es
de Dios: contra la soberbia, la sensualidad, el egoismo, la superficialidad, la
estrechez de corazón. Es inútil clamar por el sosiego exterior si falta
tranquilidad en las conciencias, en el fondo del alma (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER,
Es Cristo que pasa,73).
4024 La paz debe realizarse en la verdad; debe construirse sobre la justicia;
debe estar animada por el amor; debe hacerse en la libertad. Sin un respeto
profundo y generalizado de la libertad, la paz escapa al hombre. No tenemos más
que mirar en derredor nuestro para convencernos (JUAN PABLO II, Mensaje para la
"Jornada de la Paz",8-XII-1980, n. 2).
Otros caminos de la paz
4025 Nadie puede alcanzar la paz interior que desea sin una gran contrición de
corazón (CASIANO, Colaciones,7,6)
4026 Se promete la paz a todos los que se consagran a la edificación de este
templo, ya sea que su trabajo consista en edificar la Iglesia en el oficio de
catequistas de los sagrados misterios, ya sea que se entreguen a la
santificación de sus propias almas, para que resulten piedras vivas y
espirituales (SAN CIRILO DE ALEJANDRIA, Coment. sobre el profeta Ageo,14).
4027 La paz es obra nuestra: exige nuestra acción decidida y so- lidaria. Pero
es inseparablemente y por encima de todo un don de Dios; exige nuestra oración.
Los cristianos deben estar en primera fila entre aquellos que oran diariamente
por la paz, deben además enseñar a orar por la paz. Ellos procurarán orar con
María, Reina de la paz. A todos, cristianos, creyentes y hombres de buena
voluntad, os digo: no tengáis miedo de apostar por l,a paz, de educar para la
paz. La aspiración a la paz no quedará nunca decepcionada. El trabajo por la
paz, inspirado por la caridad que no pasa, dará sus frutos. La paz será la
última palabra de la historia (JUAN PABLO II, Aloc. 8-12-1978).
4028 Mucha paz tendríamos si en los dichos y hechos ajenos (que no nos
pertenecen) no quisiésemos ocuparnos (Imitación de Cristo, I,11,1).
Veis aquí cómo con estas dos cosas, amor y temor de Dios,4029 podemos ir por
este camino sosegados y quietos (SANTA TERESA, Camino de perfección,42,1).
4030 Estás intranquilo. -Mira: pase lo que pase en tu vida inte- rior o en el
mundo que te rodea nunca olvides que la importancia de los sucesos o de las
personas es muy relativa. -Calma: deja que corra el tiempo; y, después, viendo
de lejos y sin pasión los acontecimientos y las gentes adquirirás la
perspectiva, pondrás cada cosa en su lugar y con su verdadero tamaño. Si obras
de este modo serás más justo y te ahorrarás muchas preocupaciones (J. ESCRIVÁ DE
BAEAGUER, Camino, n. 702).
Serenidad y confianza en Dios
Pero los Apóstoles, en medio de las persecuciones, mantu- 4031 vieron en Cristo
la paz, sin abandonarle; por el contrario, buscaron refugio en El [. . . ]. En
ellos se cumplió lo que les había dicho: tened confianza, yo he vencido al
mundo. Confiaron y vencieron. ¿Por quién vencieron sino por El? (SAN AGUSTIN,
Trat. Evang. S. Juan,103).
4032 El me ha garantizado su protección, no es en mis fuerzas donde me apoyo.
Tengo en mis manos su palabra escrita. Este es mi báculo, esta es mi seguridad,
este es mi puerto tranquilo. Aunque se turbe el mundo entero, yo leo esta
palabra escrita que llevo conmigo, porque ella es mi muro y mi defensa. ¿Qué es
lo que ella me dice? Yo estaré siempre con vosotros hasta el fin del mundo.
Cristo está conmigo, ¿qué puedo temer? Que vengan a asaltarnos las olas del mar
y la ira de los poderosos; todo eso no pesa más que una tela de araña (SAN JUAN
CRISÓSTOMO, Hom. antes del exilio,1-3).
Causas de la falta de pez
4033 El excesivo cuidado que tenemos de nosotros mismos hace que nuestro
espiritu pierda la tranquilidad, y nos lleve a tener un humor raro y desigual.
Asi nos sucede que, en cuanto tenemos alguna contradicción, en cuanto nos damos
cuenta de nuestra falta de mortificación, cuando caemos en algunos de nuestros
defectos, por pequeño que sea, nos parece que todo se ha venido abajo (SAN
FRANCISCO DE SALES, Plática III, de la Firmeza,1. c. ).
4034 Puede haber entendimiento entre personas que tienen distinto criterio sobre
algo, pero jamás podrá existir verdadera armonia donde impera la discrepancia de
voluntades (CASIANO, Colaciones,16).
4035 No hay paz en el corazón del hombre sensual ni en el que se ocupa en lo
exterior, sino en el que anda en fervor espiritual (Imitación de Cristo, I,6,2).
4036 En esta vida, con grandes trabajos buscan los hombres el reposo y la
seguridad, pero con sus malos deseos no los encuentran. Porque ponen su descanso
en las cosas inquietas y que no permanecen; y como ellas les son quitadas y
pasan, les originan miedos y dolores, sin dejarles tener sosiego (SAN AGUSTIN,
Sobre las costumbres de la Iglesia católica,1).
4037 Os doy mi paz, os dejo mi paz (Jn
14,27). Pero ¿para qué nos sirve
saber que esta paz es buena, si no la cuidamos? Lo que es muy bueno normalmente
es muy frágil, y los bienes preciosos reclaman mayores cuidados y una vigilancia
más cuidadosa. Muy frágil es la paz, que puede perderse por una palabra
inconsiderada o por la menor herida causada a un hermano. En efecto, nada agrada
más a los hombres que hablar fuera de propósito y ocuparse en lo que no les
atañe, pronunciar vanos discursos y criticar a los ausentes (SAN COLUMBANO,
Instrucción 11,1-4).
Frutos de la paz
4038 La paz es madre del amor, vinculo de la concordia e indicio manifiesto de
la pureza de nuestra mente; ella alcanza de Dios todo lo que quiere, ya que su
petición es siempre eficaz. Cristo, el Señor, nuestro rey, es quien nos manda
conservar esta paz, ya que él ha dicho: La paz os dejo, mi paz os doy, lo que
equivale a decir: "Os dejo en paz, y quiero encontraros en paz"; lo que nos dio
al marchar quiere encontrarlo en todos cuando vuelva (SAN PEDRO CRISÓLOGO,
Sermón sobre la paz)
4039 Serenos, aunque sólo fuese para poder actuar con inteligencia: quien
conserva la calma está en condiciones de pensar, de estudiar los pros y los
contrae, de examinar juiciosamente los resultados de las acciones previstas. Y
después, sosegadamente interviene con decisión (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos
de Dios,79).
4040 Concertada interiormente y afirmada esta paz, por más persecuciones que
trame desde fuera el que afuera fue arrojado, no hará otra cosa que aumentar la
gloria de Dios, sin derribar nada de aquel edificio, consiguiendo, al fracasar
sus maquinaciones, poner de manifiesto cuánta es la firmeza que hay por dentro
(SAN AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montaña,1).
4041 El hombre que procura la paz es más útil que el muy letrado (Imitación de
Cristo,11,2,3).
4042 ¿Qué cosa mejor podriamos encontrar entre los dones divinos para honrar la
fiesta de hoy, que aquella paz que anunciaron los ángeles en el nacimiento del
Señor? En efecto, esta paz es la que engendra hijos de Dios, la que alimenta el
amor, la que es madre de la unidad. Ella es descanso para los santos y
tabernáculo donde moran los invitados al reino eterno. El fruto propio de esta
paz es que se unan a Dios aquellos que el Señor ha segregado del mundo (SAN LEÓN
MAGNO, Sermón 6, sobre la Natividad).
4043 El que está en paz no piensa mal de nadie. En cambio, el descontento o
inquieto es atormentado por muchas sospechas; ni descansa él ni deja descansar a
los demás (Imitación de Cristo, II,2,3).
Dar serenidad y pez a los demás
4044 La alegria se mete en la vida de oración, hasta que no nos queda más
remedio que romper a cantar: porque amamos, y cantar es cosa de enamorados.
Si vivimos así, realizaremos en el mundo una tarea de paz; sabremos hacer amable
a los demás el servicio al Señor, porque Dios ama al que da con alegria (2Co
9,7). El cristiano es uno más en la
sociedad; pero de su corazón desbordará el gozo del que se propone cumplir, con
la ayuda constante de la gracia, la Voluntad del Padre (J. ESCRIVA DE BALAGUER,
Amigos de Dios,92-93).
4045 Tienen una gran dignidad los pacíficos, porque así como se llama hijo del
rey al que habita con él en su palacio, así los pacíficos se llaman hijos de
Dios porque habitan en el palacio de la paz de Dios (SANTO TOMÁS, en Catena
Aurea, vol.
1P 252).
4046 Empieza por tener paz en ti mismo, y así podrás dar paz a los demás (SAN
AMBRosio, en Catena Aurea, vol.
1P 254).
4047 Los pacificos se llaman bienaventurados, porque primero tienen paz en su
corazón y después procuran inculcarla en los hermanos desavenidos (SAN JERÓNIMO,
en Catena Aurea, vol.
1P 251).
4048 No se contenta el Señor con eliminar toda discusión y enemistad de unos con
otros, sino que nos pide algo más: que tratemos de poner paz entre los desunidos
(SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,15).
4049 Teniendo en cuenta que Cristo es la paz, mostraremos la autenticidad de
nuestro nombre de cristianos,con nuestra manera de vivir, ponemos de manifiesto
la paz que reside en nosotros (SAN GREGORIO NISENO, Trat. sobre modelo
cristiano).
4050 Se llaman pacificos los hijos de Dios en atención a que na- da hay en ellos
que se oponga a Dios: también los hijos deben parecerse a sus padres (SAN
AGUSTIN, en Catena Aurea, vol.
1P 252)
Por un solo hombre entró el pecado en el mundo y con
el pecado la muerte [. . . ], y la muerte se fue propagando a todos los hombres
porque todos pecaron (en Adán). Rm 5,12.
Sobreabundancia de la Redención:
Rm 5,15-21.
Consecuencias del pecado original; vestigios que deja en nosotros aun después
del bautismo:
Rm 7,145.
El Hijo de Dios vino a destruir las obras del diablo.
1Jn 3,9.
Todo el que comete pecado, esclavo es del pecado.
Jn 8,34.
¿No sabéis que los injustos no poseerán el reino de Dios? No queráis engañaros:
ni los fornicarlos, ni los idólatras, ni los adúlteros [. . . ], ni los que
viven de robos han de poseer el reino de Dios.
1Co 6,9-10.
Los pecadores son enemigos de su propia dicha.
Tb 12,10.
El error y las tinieblas son obras de los pecadores; los que en el mal se
complacen, en el mal envejecen.
Si 11,6.
Reconoce y advierte qué malo y amargo es para ti haberte apartado de Yahvé, tu
Dios, y haber perdido mi temor.
Jr 2,19.
La justicia engrandece a las naciones, el pecado es la decadencia de los
pueblos.
Pr 14,34.
La paga del pecado es la muerte.
Rm 6,23.
La ley del Espíritu [. . . ] me liberó de la ley del pecado.
Rm 8,2.
Si no me escucháis y no ponéis por obra mis mandamientos, si desdeñáis mis
leyes, menospreciáis mis mandatos y no los ponéis por obra, si rompéis mi
alianza, ved lo que también yo haré con vosotros: echaré sobre vosotros el
espanto, la consunción y la calentura que debilitan vuestros ojos y destrozan el
alma; sembraréis en vano vuestra simiente [. . . ] y seréis derrotados por
vuestros enemigos, que os dominarán; huiréis sin que os persiga nadie.
Lv 26,14.
Aún no habéis resistido hasta la sangre en vuestra lucha contra el pecado.
He 12,4.
El que sabe hacer el bien y no lo hace, comete pecado.
Jc 4,17.
Como de la serpiente, huye del pecado, porque si te acercas te morderá.
Si 21,2.
Si tu ojo derecho te escandaliza, sácatelo y arrójalo de ti [. . . ], Y si tu
mano derecha te escandaliza, córtatela y arrójala de ti [. . . ].
Mt 5,29-30.
Quien convierte a un pecador [. . . ] cubrirá la muchedumbre de sus pecados.
Jc 5,20.
El pecado y sus consecuencias
4051 Nuestros pecados fueron la causa de la Pasión: de aquella tortura que
deformaba el semblante amabilisimo de Jesús, perfectus Deus, perfectus homo; Y
son también nuestras miserias las que ahora nos impiden contemplar al Señor, y
nos presentan opaca y contrahecha su figura. Cuando tenemos turbia la vista,
cuando los ojos se nublan, necesitamos ir a la luz. Y Cristo ha dicho: ego sum
lux mundi! (Jn
8,12), yo soy la luz del mundo. Y
añade: el que me sigue no camina a oscuras, sino que tendrá la laz de la vida
(J. ESCRIVÁ DE BALAGUER Vía Crucis, p. 57).
4052 Yo sé de una persona a quien quiso Nuestro Señor mostrar cómo quedaba un
alma cuando pecaba mortalmente. Dice aquella persona que le parece, si lo
entendiesen, no sería posible a ninguno pecar, aunque se pusiera a mayores
trabajos que se pueden pasar por huir de las ocasiones (SANTA TERESA, Las
Moradas, I,2,2).
4053 Cuando la realidad social se ve viciada por las consecuencias del pecado,
el hombre, inclinado ya al mal desde su nacimiento, encuentra nuevos estímulos
para el pecado, los cuales sólo pueden vencerse con denodado esfuerzo ayudado
por la gracia (CONC. VAT. Il, Const. Gaudium et spes,25).
4054 Lo que la Revelación divina nos dice coincide con la experiencia. El
hombre, en efecto, cuando examina su corazón, comprueba su inclinación al mal y
se siente anegado por muchos males, que no pueden tener origen en su santo
Creador. Al negarse con frecuencia a reconocer a Dios como su principio, rompe
el hombre la debida subordinación a su fin último y también toda su ordenación,
tanto por lo que toca a su propia persona como a las relaciones con los demás y
con el resto de la creación (CONC. VAT. II, Const. Caudium et spes,13).
4055 No sólo para el alma son nocivos los malos placeres, sino también para el
cuerpo, porque el fuerte se hace débil, el sano enfermo, el ligero pesado, el
hermoso deforme y viejo (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre la I Epistola a los
Corintios,99).
4056 Así como la nave (una vez roto el timón) es llevada a donde quiere la
tempestad, así también el hombre, cuando pierde el auxilio de la gracia divina
por su pecado, ya no hace lo que quiere, sino lo que quiere el demonio (SAN JUAN
CRISÓSTOMO, en Catena A urea, vol. III, p. 10).
4057 Si alguien tiene sano el olfato del alma, sentirá cómo hieden los pecados
(SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 37).
4058 En esto consiste precisamente el pecado, en el-uso desviado y contrario a
la voluntad de Dios de las facultades que él nos ha dado para practicar el bien
(SAN BASILIO MAGNO, Regla monástica, respuesta 2,1).
4059 Quien soporta la tiranta del principe de este siglo por la libre aceptación
del pecado, está bajo el reino del pecado (ORIGENES, Trat. sobre la oración,25).
El único mal verdadero
4060 Podemos afirmar muy bien, que la Pasión que los judios hicieron sufrir a
Cristo era casi nada, comparada con la que le hacen soportar los cristianos con
los ultrajes del pecado mortal [. . . ]. ¡Cuál va a ser nuestro horror cuando
Jesucristo nos muestre las cosas por las cuales le hemos abandonado! (SANTO CURA
DE ARS, Sermón sobre el pecado).
4061 No olvides, hijo, que para ti en la tierra sólo hay un mal. que habrás de
temer, y evitar con la gracia divina: el pecado (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino,
n. 386).
4062 Los judios vieron maravillas; también tú las verás, y más grandes y
sorprendentes que cuando los judíos salieron de Egipto. Los judíos atravesaron
el mar Rojo; tú has atravesado el dominio de la muerte. Ellos fueron liberados
de Egipto; tú has sido liberado de los demonios. Los judios escaparon de la
esclavitud en país extranjero; tú has escapado de la esclavitud, mucho más
triste, del pecado (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Catequesis 3,24).
4063 Puede decirse que, en lo espiritual, hay tanta distancia en- tre justos y
pecadores, como en lo material entre el cielo y la tierra (SAN AGUSTIN, Sobre el
sermón de la Montaña,2).
4064 En las cosas humanas lo único que merece ser tenido por bueno, en el pleno
sentido de la palabra, es la virtud [. . . ]. Y a la inversa, nada hay que
reputar por malo como tal, es decir intrinsecamente, más que el pecado. Es lo
único que nos separa de Dios, que es el bien supremo, y nos une al demonio, que
es el mal por antonomasia (CASIANO, Colaciones,6).
4065 El Deuteronomio, hablando de los condenados que no tienen a Dios, dice: Su
vino es ponzoña de monstruo y veneno mortal de víboras (Dt
32,35). Muerte del alma es no tener a
Dios (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,2,7).
4066 Todo lo que quieres y deseas es bueno. No quieres tener una bestia mala, un
siervo malo, un vestido malo, una quinta mala, una casa mala, una mujer mala,
unos hijos malos. Todo lo quieres bueno: pues sé también bueno tú, que todo lo
quieres bueno. ¿Dónde has tropezado para que, entre todas las cosas buenas que
quieres, tú sólo quieras ser malo? (SAN AGUSTIN, Sermón 297).
El pecado y la contrición
4067 No te entristezcas, apóstol, responde una vez, responde dos, responde tres.
Venza por tres veces tu profesión de amor, ya que por tres veces el temor venció
tu presunción. Tres veces ha de ser desatado lo que por tres veces hablas
ligado. Desata por el amor lo que hablas ligado por el temor (SAN AGUSTIN,
Sermón 295).
4068 Dos pasos da el diablo: primero engaña, y después de engañar intenta
retener en el pecado cometido (SANTO TOMÁS, Sobre el Padrenuestro,1. c. , p.
163).
4069 ¡Cuán ciego es el hombre al dejar perder tantos bienes y atraer sobre sí
tantos males, permaneciendo en pecado! (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la
conversión).
4070 Lo grave no es que quien lucha caiga, sino que permanezca en la caída; lo
grave no es que uno sea herido en la guerra, sino desesperarse después de
recibido el golpe y no cure la herida (SAN JUAN CRISOSTOMO, Exhortación a
Teodoro,1).
4071 Más que el pecado mismo, irrita y ofende a Dios que los pecadores no
sientan dolor alguno de sus pecados (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S.
Mateo,14).
4072 ASi como entre las enfermedades corporales hay algunas que no las sienten
quienes están enfermos de ellas, sino que más bien dan crédito a lo que dicen
los médicos, sin tener en cuenta su propia insensibilidad, ese alma que no
percibe sus pasiones ni conoce sus pecados debe dar crédito a quienes pueden
dárselo a conocer (SAN BASILIO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 442).
4073 Padece el género humano de enfermedad; no de cuerpo, sino de pecados. Yace
en toda la redondez de la tierra, de oriente a occidente, el gran enfermo. Y
para curar al gran enfermo descendió el Médico omnipotente. Se humilló hasta su
carne mortal, o digamos, hasta el lecho del enfermo (SAN AGUSTIN, Sermón 87).
4074 Si un alma está contenta ahora siendo esclava del demonio, si le deja
alojarse en su pecho, ¿cómo podrá desalojarlo jamás? ¿No arrastrará el mal
espíritu a aquella alma al infierno, necesaria e inevitablemente, cuando llegue
la muerte? (CARD. J. H. NEWMAN, Sermón en el Dom. 11 de Cuaresma: mundo y
pecado).
El pecado y la confesión
4075 Os pregunto a vosotros: ¿De quién está distante el que está en todas
partes? ¿De quiénes, pensáis, sino de los que yacen en su desemejanza,
destruyendo en sí mismos la imagen de Dios? Gentes que se alejaron de E1,
vuelvan reformados. -¿Y cómo dice, nos reformaremos? ¿Cuándo volveremos al
molde? -Comenzad por la confesión; sigan las buenas obras (SAN AGUSTIN, Coment.
sobre el Salmo 146).
4076 El alma que ha consentido la culpa se ha de horrorizar de si misma y
limpiarse lo más pronto que pueda, por el respeto que debe tener a los ojos de
Dios, que la está mirando; a más de que es gran necedad estar muertos en el
espiritu teniendo tan formidable remedio (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la
vida devota, II,19).
4077 El Señor permitió un dia a un profeta ver un alma en estado de pecado, y
nos dice que parecia el cadáver corrompido de una bestia, después de haber sido
arrastrado ocho cias por las calles y expuesto a los rigores del sol. ¡Cuán
bella es un alma cuando tiene la dicha de estar en gracia de Dios! Si,
¡solamente Dios puede conocer todo su precio y todo su valor! Ved también cómo
Dios ha instituido unos medios para hacerla feliz en este mundo, mientras llega
la hora de darle mayor felicidad en la otra vida. ¿Por qué ha instituido los
sacramentos? ¿No es, por ventura, para curarla cuando tiene la desgracia de caer
en pecado? (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre Jesucristo).
4078 La profundidad del pozo de la miseria humana es grande; y si alguno cayera
alli, cae en un abismo. Sin embargo, si desde ese estado confiesa a Dios sus
pecados, el pozo no cerrará la boca sobre él [. . . ]. Hermanos, hemos de temer
esto grandemente. Desdeñada la confesión, no habrá lugar para la misericordia
(SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 68).
4079 No se conforma el demonio con un pecado, sino que se afianza más en él para
empujar a otro: El que comete pecado, esclavo es del pecado (Jn
8,34). Por eso no es tan fácil
librarse de tal situación: dice Gregorio: "Pecado que no se lava por la
penitencia, arrastra sin tardar a otro con su peso" (SANTO TOMAS, Sobre la
caridad,1. c. , p. 231).
La tristeza peculiar y la amargura del pecado
4080 Pecó para obtener cierto placer corporal; pasó el placer, quedó el pecado.
Pasó el deleite, quedó la cadena. ¡Dura esclavitud! (SAN AGUSTIN, Trat. Evang.
S. Juan,41).
4081 Nuestra vida está rodeada de espinas, cuando encontramos las punzadas del
dolor en aquello mismo que malamente deseamos (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 36 sobre
los Evang. ).
4082 Yo sé de una persona a quien quiso nuestro Señor mostrar cómo quedaba un
alma cuando pecaba mortalmente. Dice aquella persona que le parece si lo
entendiesen no seria posible ninguno pecar, aunque se pusiese a mayores trabajos
que se pueden pensar por huir de las ocasiónes; y así le dio mucha gana que
todos lo entendieran. Y así os la de a vosotros hijas, de rogar mucho a Dios por
los que están en este estado, todos hechos una oscuridad, y así son sus obras.
Porque así como de una fuente muy clara lo son los arroyicos que salen de ella,
como es un alma que está en gracia, que de a-tui le viene ser sus obras tan
agradables a los ojos de Dios y de los hombres, porque proceden de esta fuente
de vida a donde el alma está como un árbol plantado en ella, que la frescura y
fruto no tuviera si no le procediera de alli, que esto le sustenta y hace no
secarse y que de buen fruto; así el alma que por su culpa se aparta de esta
fuente y se planta en otra de muy negrisima agua y de muy mal olor, todo lo que
corre de ella es la misma desventura y suciedad. (SANTA TERESA, Las
Moradas,1,2,2).
4083 Es, por tanto, mal pájaro aquel que hubiere perdido la facultad de volar
por el vicio de la miseria del mundo, como los pájaros que se venden por un
dipondio (2 ases), esto es, por el precio de los placeres temporales; porque el
enemigo nos vende a bajo precio, como esclavos cautivos en guerra; mas el Señor,
que nos hizo buenos servidores suyos a su imagen, estimó su obra en lo que valia
y nos redimió a un precio muy elevado (SAN AMBROSIO, en Catena Aurea, vol. VI,
p. 66).
4084 Nada hay más infeliz que la felicidad de los que pecan (SAN AGUSTIN, en
Catena Aurea, vol.
1P 325).
Igual que hay diferentes formas de esta demencia, que es 4085 desorden de la
razón, hay también diferentes formas de esta locura peor que es el pecado. En un
manicomio hay diferentes formas de enajenación, y así, el mundo entero es un
vasto manicomio, en el que sus habitantes, aunque bastante sagaces en asuntos de
este mundo, están en materia espiritual locos de un modo o de otro (CARD. J. H.
NEWMAN. Sermón en el Dom. II de Cuaresma: mundo y pecado).
4086 ¿Qué otra cosa son los cuerpos de los malos sino sepulcros de difuntos, en
donde se guarda, no la palabra de Dios, sino el alma muerta por el pecado? (RABANO
MAURO, en Catena Aurea, vol.
1P 509).
4087 Hay también muchos que viven, y que, sin embargo, están muertos. Estos
tales yacen en el infierno, puesto que lo merecen, no pudiendo alabar a Dios
(CASIANO. Colaciones,1).
4088 Cuando tenla sano el corazón de la conciencia pura, gozábase con la
presencia de Dios; mas desde que quedó herido su ojo por el pecado, comenzó a
esquivar la luz de Dios, se refugió en las sombras y en el ramaje denso de los
árboles, fugitivo de la verdad, sumido en tiniebla (SAN AGUSTIN, Sermón 88).
Pecado mortal y pecados veniales
4089 Igual que en el cuerpo de los justos habita Dios mismo, los cuerpos de los
pecadores se llaman sepulcros de muertos; pues el alma está en el cuerpo del
pecador y no puede creerse que viva, porque nada hace sobre el cuerpo que pueda
llamarse vivo y espiritual (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, volt III, p.
126).
4090 Tres son los elementos que completan un pecado: la sugestión, la
delectación y el consentimiento. La sugestión nos viene de la memoria, o de los
sentidos corporales cuando vemos, olmos, olemos, gustamos o tocamos algo. Si el
gozar de ello nos deleita, debemos refrenar la delectación ilícita [. . . ].
Mas, si hubiese consentimiento, habrá pecado pleno, conocido por Dios en nuestro
corazón, aunque de hecho no se manifieste a los demás (SAN AGUSTIN, Sobre el
Sermón de la Montaña,1).
4091 Así como son tres los grados por los que se llega al pecado: la sugestión,
el deleite y el consentimiento, así hay también tres maneras diferentes de
pecado: de corazón, de obra y de hábito, que son como tres muertes: la una como
si tuviese lugar en casa, o sea, cuando en el corazón consiente; otra como
llevada ya fuera de la puerta, cuando el consentimiento se traduce en acción; la
tercera cuando, en fuerza de la mala costumbre, el alma es oprimida como por una
mole, como si ya estuviese podrida en el sepulcro. Cualquiera que haya leído el
Evangelio habrá podido comprobar que Jesucristo resucitó a estas tres clases de
muertes (SAN AGUSTIN, Sobre el Sermón de la montaña,1).
4092 Reciamente, con sinceridad, hemos de sentir-en el corazón y en la
cabeza-horror al pecado grave. Y también ha de ser nuestra la actitud,
hondamente arraigada, de abominar del pecado venial deliberado, de esas
claudicaciones que no nos privan de la gracia divina, pero debilitan los cauces
por los que nos llega (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,243).
4093 Por lo tanto, hermanos, no tengáis en poco esas faltas, a las que tal vez
os habéis habituado ya. La costumbre llega a conseguir que no se aprecie la
gravedad del pecado. Lo que se endurece pierde la sensibilidad. Lo que se halla
en estado de putrefacción no duele, no porque esté sano, sino por muerto. Si al
pincharnos en algún sitio nos duele, es que esa parte está sana u of rece
posibilidad de curación. Si no nos duele está ya muerta; hay que cortarla (SAN
AGUS TiN, Sermón 17).
4094 Que os veáis con tan gran determinación de no ofender al Señor y que
perderíades mil vidas antes que hacer un pecado mortal, y de los veniales estéis
con mucho cuidado de no hacerlos de advertencia, que de otra suerte, ¿quién
estará sin hacer muchos? Mas hay una advertencia muy pensada, y otra tan de
presto, que casi haciendo el pecado venial y adviniendo en todo uno, que no nos
pudimos entender (SANTA TERESA, Camino de perfección,41,3).
4095 Si tuviésemos fe y si viésemos un alma en estado de pecado mortal, nos
moriríamos de terror (SANTO CURA DE ARS, citádo por Juan XXIII, en Carta
Sacerdotii nostri primordia).
4096 Si estamos atentos, comprenderemos que hay muertes más temibles que la de
Lázaro: todo hombre que peca, muere. Todo hombre teme la muerte corporal; pero
hay pocos que teman la muerte del alma. Para evitar la inevitable muerte fisica,
todos hacen grandes esfuerzos: es el verdadero sentido de sus empresas El hombre
mortal se esfuerza por no morir, y el hombre destinado a vivir eternamente, ¿no
se ha de esforzar en no pecar? (SAN AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan,49).
Huir de las ocasiones
4097 Hemos de huir siempre del pecado, pero la tentación del pecado hay que
vencerla unas veces huyendo y otras ofreciendo resistencia. Huyendo cuando el
continuo pensamiento aumenta el incentivo del pecado, como sucede en la lujuria
[. . . ]. Resistiendo, empero, cuando el pensar detenidamente en el objeto que
la provoca ayuda a alejar el peligro que precisamente nace de no considerarlo
bien. Tal es el caso de la pereza espiritual o acidia, porque cuanto más
pensamos en los bienes espirituales, más nos agradan y más desaparece el tedio
que provocaba el conocerlos superficialmente (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2,
q. 35, a. 1).
4098 Hay tres cosas que apartan al hombre del pecado: el temor del infierno o la
sanción de las leyes eternas, la esperanza y deseo del reino de los cielos y el
afecto al bien por si mismo y el amor de las virtudes (CASIANO, Colaciones,11).
4099 Un buen médico no se conforma con curar las manifesta- ciones externas de
la enfermedad, sino que ataca las causas, para evitar recaidas. Cristo, de
manera semejante, quiere que arranquemos las raíces de los pecados (SANTO TOMÁS,
Sobre los mandamientos,1. c. , p. 266).
El pecado y su castigo
4100 Cae en las tinieblas exteriores el que voluntariamente y por culpa suya
cayó en las interiores; y contra su voluntad sufre allí las tinieblas del
castigo, el que mantuvo aquí con gusto las tinieblas del placer (SAN GREGORIO
MAGNO, Hom. 9 sobre los Evang. ).
4101 Donde hay pecado allí hay pena; y porque pecó mucho con la lengua, fue más
atormentado en ella (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 250).
4102 Se nos dice que en aquel lugar habrá llanto y crujir de dientes; de suerte
que allí rechinarán los dientes de los que, mientras estuvieron en este mundo,
se gozaban en su voracidad; llorarán allí los ojos de aquellos que en este mundo
se recrearon con la vista de cosas ilicitas; de modo que cada uno de los
miembros que en este mundo sirvió para la satisfacción de algún vicio, sufrirá
en la otra vida un suplicio especial (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 38 sobre los
Evang. ).
4103 Aquel que en su propia eternidad peca contra Dios, será castigado en la
eternidad de Dios; y se dice que alguien peca en su eternidad, no sólo por la
continuación del acto pecaminoso durante toda la vida del hombre, sino también
porque, al proponerse el pecado como su propio bien, tiene la intención de pecar
eternamente (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,1-2, q. 87, a. 2 ad l).
4104 Siendo infinita la culpa del pecado mortal, puesto que va contra el bien
infinito, es decir, contra Dios, cuyos mandamientos desprecia el pecador, el
castigo merecido por el pecado mortal es infinito (SANTO TOMÁS, Sobre el
Credo,6,1. c. , p. 64).
La continua vigilancia
4105 El diablo no permite a aquellos que no velan, que vean el mal hasta que lo
han consumado (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. III, p. 345).
4106 Por no pensar con frecuencia en nuestra última hora, cometemos muchos
pecados; porque si pensáramos que el Señor ha de venir y que nuestra vida ha de
concluir pronto, pecariamos menos (TEOFILO, en Catena Aurea, vol. VI, p. III).
4107 No tiene gran importancia escapar a la muerte si es por po- co tiempo y hay
que morir después; pero gran cosa es escapar a la muerte de manera definitiva,
como ocurre con nosotros, por quienes Cristo nuestra Pascua se ha inmolado (ORIGENES,
Hom. para el tiempo Pascual).
4108 No sabemos cuán grande es un pecado. No sabemos cuán sutil y penetrante es
su mal. Da vueltas a nuestro alrededor y entra por cada rendija, o mejor, por
cada poro. Es como el polvo, que todo lo cubre, contaminándonos por todos los
lados, y hace necesaria una atención y limpieza constantes (CARD. J. H. NEWMAN,
Dom. de Septuagésima, Sermón del juicio).
4109 El que no es mortificado en si, presto es tentado y vencido de cosas bajas
y viles (Imitación de Cristo, I,6,1).
Todos somos pecadores
4110 (Y perdónanos nuestras deudas. . . ). Por lo que se nos advierte necesaria
y saludablemente que somos pecadores, puesto que se nos invita a que roguemos
por nuestros pecados. Y para que no haya nadie que se tenga por inocente [. . .
], se le advierte que peca todos los cias, porque se manda orar por los pecados
cotidianamente (SAN CIPRIANO, en Catena Aurea, vol.
1P 367).
4111 Es propio de los justos, a causa de su humildad, desmentir diligentemente,
y de una en una, sus buenas obras narradas en presencia de los mismos; y es
propio de los poco rectos dar a entender-excusándose-que no tienen culpas, o que
son leves y pocas (ORIGENES, en Catena Aurea, vol. III, p. 247).
4112 No hay pecado ni crimen cometido por otro hombre que yo no sea sapaz de
cometer por razón de mi fragilidad, y si aún no lo he cometido es porque Dios,
en su misericordia, no lo ha permitido y me ha preservado en el bien (SAN
AGUSTIN, Confesiones,2,7).
4113 Al mandarnos que pidamos cada dia el perdón de nuestros pecados, nos enseña
que cada dia pecamos, y así nadie puede vanaglorirarse de su inocencia ni
sucumbir al orgullo (SAN CIPRIANO, Trat. sobre la oración,18)
Citas de la Sagrada Escritura
Quien es fiel en lo poco también es fiel en lo mucho, y el que es infiel en lo
poco también es infiel en lo mucho.
Lc 16,10.
Todos ofendemos en mucho. Si alguno no peca de palabra es varón perfecto, cápaz
de gobernar con el freno todo su cuerpo.
Jc 3,2.
. . . Un poco de fuego basta para quemar un gran bosque.
Jc 3,5.
Cazad las raposas, las pequeñas raposas que destrozan las viñas, nuestras viñas
en flor.
Ct 2,15.
El que sabe que su hermano comete un pecado que no es de muerte, ruegue por él.
1Jn 5,16.
Si dijéramos que no tenemos pecados, nosotros mismos nos engañamos.
1Jn 1,8.
Yo os digo que de cualquier palabra ociosa que hablen los hombres han de dar
cuenta en el dia del juicio.
Mt 12,36.
Los pecados veniales "hacen mucho daño al alma"
4114 Los pecados veniales hacen mucho daño al alma. -Por eso, "capite nobis
vulpes parvulas, quae demoliuntur vineas", dice el Señor en el "Cantar de los
Cantares": cazad las pequeñas raposas que destruyen la viña (J. ESCRIVÁ DE
BALAGUER, Camino, n. 329).
4115 Si todas estas faltas se acumulan sobre nosotros, ¿no po- drán estrujarnos,
por menudas que sean? ¿Qué más da te aplaste el plomo que la arena? El plomo es
masa compacta; la arena se forma de granitos, pero su muchedumbre te sepulta.
¡Pecados leves! ¿No ves cómo de menudas gotas se desbordan los rios y se llevan
las tierras? Son pequeñas, pero son muchas (SAN AGUSTiN, Sermón 56).
4116 El pecado venial no es causa de que comulguemos indignamente; pero si lo es
de que saquemos poco fruto de la Sagrada Comunión (SANTO CURA DE ARS, Sermón
sobre la comunión).
Huir del pecado venial deliberado. Lucha diaria
4117 Mas cuando ya llega el alma a contemplación [. . . ] el temor de Dios
también anda muy al descubierto, como el amor no va disimulado aún en lo
exterior. Aunque con mucho aviso sean miradas estas personas, no las verán andar
descuidadas, que por grandes que las tengamos en mirarlas, las tiene el Señor de
tal manera que, si gran interés se les ofrece, no harán de advertencia un pecado
venial; mortales temen como al fuego (SANTA TERESA, Camino de perfección,41,1).
4118 Mira cómo el agua del mar se filtra por las rendijas del casco, y poco a
poco llena las bodegas, y si no se la saca sumerge la nave. . . Imitad a los
navegantes: sus manos no cesan hasta secar el hondón del barco; no cesen tampoco
las vuestras de obrar el bien. Sin embargo, a pesar de todo, volverá a llenarse
otra vez el fondo de la nave, porque persisten las rendijas de la flaqueza
humana; y de nuevo será necesario achicar el agua (SAN AGUSTIN, Sermón 16).
4119 Y así como hay cosas que ayudan a la devoción, así también hay cosas que la
impiden, entre las cuales la primera son los pecados, no sólo los mortales, sino
también los veniales, porque éstos, aunque no quitan la caridad, quitan el
fervor de la caridad, que es casi lo mismo que devoción, por donde es razón
evitarlos con todo cuidado, ya que no fuese por el mal que nos hacen, a lo menos
por el grande bien que nos impiden (SAN PEDRO DE AECANTARA, Trat. de la oración
y meditación, II,3).
Los pecados veniales y la confesión sacramental. Otros remedios
4120 ¡Qué pena me das mientras no sientas dolor de tus pecados veniales!-Porque,
hasta entonces, no-habrás comenzado a tener verdadera vida interior (J. ESCRIVÁ
DE BALAGUER, Camino, n. 330).
4121 Tendremos siempre materia de arrepentimiento respecto a esas menudas
infracciones en que el justo cae siete veces al dia y se levanta otras tantas.
Porque, queramos o no, las cometemos todos los cias. Ora a sabiendas, ora por
ignorancia u olvido, de pensamiento de palabra, por sorpresa o por impulso
inevitable, o por la fragilidad de nuestra carne, es dificil que nos veamos
libres de ellas (CASIANO, Colaciones,20).
4122 En la acusación de los pecados veniales no digas solamente el hecho, sino
también el motivo que te ha inducido a cometerlos. Pongo por ejemplo: no te
contentes con decir: he mentido sin perjuicio de nadie; di también si ha sido
por vanagloria, para alabarte o excusarte, o por alegria vana, o por no ceder en
tu opinión (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota, II, l9).
4123 Nunca falta qué perdonar: somos hombres. Hablé algo más de la cuenta, dije
algo que no debia, rei con exceso, bebi demásiado, comi sin moderación, oi de
buen grado lo que no me estaba bien oir, vi con gusto lo que no era bueno ver,
pensé con deleite lo que no debi pensar. . . (SAN AGUSTIN, Sermón 57).
4124 Ten siempre verdadero dolor de los pecados que confiesas, por leves que
sean, y haz firme propósito de la enmienda para en adelante. Muchos hay que
pierden grandes bienes y mucho aprovechamiento espiritual porque, confesándose
de los pecados veniales como por costumbre y cumplimiento, sin pensar
enmendarse, permanecen toda la vida cargados de ellos (SAN FRANCISCO DE SALES,
Introd. a la vida devota, II,19).
4125 Los pecados veniales se les perdonarían después de esta vida, incluso en
cuanto a la culpa, del mismo modo que se perdonan en esta vida, a saber, por un
acto de amor de Dios que rechaza los pecados veniales cometidos. Pero como
después de esta vida nadie puede merecer, por haber terminado el estado de
merecimiento, ese movimiento de amor les quita ciertamente el impedimento del
pecado venial, pero sin merecer la absolución o remisión de la pena, como ocurre
en esta vida (SANTO TOMÁS, De malo, q. 7, a. ll).
4126 En la confesión recibirás el perdón de los pecados veniales que confesares,
gran fortaleza para evitarlos en adelante, mucha luz para discernirlos y
abundante gracia para resarcir todo el daño que te hubieren causado; practicarás
al mismo tiempo las virtudes de humildad, obediencia, sencillez y caridad, y en
este solo acto de confesarte ejercitarás más virtudes que en otro alguno (SAN
FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota, II, l9).
4127 De los pecados que no conducen a la muerte, y de los cuales ni aun aquellos
que sirven a Dios fielmente están libres, por mucho cuidado que tengan, habla
así el discípulo amado: Si dijéremos que no tenemos pecado, nos engañamos a
nosotros mismos, y no hay verdad en nosotros. Y, si dijéremos que no hemos
pecado, hacemos a Dios mentiroso, y su palabra no está en nosotros. Porque es
imposible que ningún justo esté exento de estas pequeñas faltas que se cometen
de palabra, de pensamiento, por ignorancia y olvido, violencia, voluntad o
distracción. Tales faltas, aunque difieren del pecado que lleva a la muerte, no
dejan de tener culpabilidad moral y son por lo mismo reprensibles (CASIA No,
Colaciones,11).
4128 No puede el hombre, en esta vida, no tener pecados, aunque sean leves; pero
no desprecies estos pecados leves de que hablamos. Muchas cosas pequeñas hacen
una grande; muchas gotas llenan un río; muchos granos hacen un montón. ¿Y qué
esperanza cabe? Ante todo, la confesión (SAN AGUSTIN, Trat. I Epistola de S.
Juan,1).
4129 (Debemos) tomar agua bendita a fin de ahuyentar al demonio, y hacer la
señal de la cruz, diciendo: "Dios mío, por esta agua bendita y por la preciosa
sangre de Jesucristo vuestro Hijo, lavadme, purificadme de todos mis pecados". Y
estemos ciertos de que si lo practicamos con fe, mientras no estemos manchados
por pecado mortal alguno, borraremos todos nuestros pecados veniales (SANTO CURA
DE ARS, Sermón sobre el precepto 1. ° del decálogo).
Las grandes caídas se deben con frecuencia a la falta de lucha en lo pequeño
4130 Cuando alguien sucumbe en su vida espiritual y mide el suelo en su caída,
no hay que creer que ello obedezca a una causa repentina. Porque, una de dos, o
la formación defectuosa recibida en el principio de su carrera le ha conducido
por una falsa senda, o bien una negligencia persistente ha minado poco a poco su
virtud y, dejando crecer los vicios, le ha precipitado en una lamentable ruina
[. . . ]. Una casa no se hunde por un impulso momentáneo. Las más de las veces
es a causa de un viejo defecto de construcción. En ocasiones es la prolongada
desidia de los moradores lo que motiva la penetración del agua. Al principio se
infiltra gota a gota y va insensiblemente carcomiendo el maderaje y pudriendo el
armazón. Con el tiempo, el pequeño orificio va tomando mayores proporciones,
originándose hendiduras y desplomes considerables. Al cabo, la lluvia procelosa
penetra a torrentes (CASIANO, Colaciones,6).
Citas de la Sagrada Escritura
Todo lo que puedas hacer, hazlo en tu (pleno) vigor, porque no hay en el
sepulcro, adonde vas, ni obra, ni razón, ni ciencia, ni sabiduría.
Si 9,10.
Los deseos matan al haragán, porque sus manos no quieren trabajar.
Pr 21,25.
Respondióle su amo: Siervo malo y haragán, ¿conque sabias que yo quiero cosechar
donde no sembraste y recoger donde no esparciste?
Mt 25,16.
La mano perezosa empobrece, la diligente enriquece.
Pr 10,4.
Ve, ¡oh perezoso!, a la hormiga; mira sus caminos y hazte sabio. No tiene juez,
ni inspector, ni amo. Y se prepara en el verano su mantenimiento, reúne su
comida al tiempo de la mies. O ve a la abeja y aprende cómo trabaja y produce
rica labor, que reyes y vasallos buscan para sí y íodos apetecen, y, siendo como
es pequeña y flaca, es por su sabiduría tenida en mucha estima. ¿Hasta cuándo,
perezoso, acostado? ¿Cuándo despertarás de tu sueño?
Pr 6,6-9.
Por eso vendrá sobre él de improviso la ruina y será quebrantado súbitamente y
sin remedio.
Pr 6,15.
Pasé junto al campo del perezoso y junto a la viña del insensato. Y todo eran
cardos y oríigas que habían cubierto su haz, y su albarrada estaba destruida.
Pr 24,30-3
Pr 1.
La mano laboriosa señorea; la perezosa se hace tributaria. La angustia del
corazón deprime al hombre, mas una palabra buena le alegra.
Pr 12,24-25.
Todavía os exhortamos, hermanos, a progresar más, y a que os esforcéis por
llevar una vida quieta, laboriosa, en vuestros negocios y trabajos con vuestras
manos, como os lo hemos recomendado.
1Th 4,11.
Y mientras estuvimos entre vosotros, os advertíamos que el que no quiere
trabajar que no coma.
2Th 3,10.
<Imagen>
Los males que se originan de la pereza
4182 La parálisis es imagen del entorpecimiento que padece el perezoso (SAN
JERONIMO, en Catena Aurea, volt IV, p. 56).
4183 Otro extremo contrario es el de los regalados, que, so color de discreción,
hurtan el cuerpo a los trabajos, el cual, aunque en todo género de personas es
muy dañoso, mucho más lo es en los que comienzan, porque (. . . ) siendo aun
nuevo y mozo, comienza a tratarse y regalarse como viejo (SAN PEDRO DE
ALCÁNTARA, Trat. de la oración y meditación, II,5, av 6°)
4184 Quienes no quieren hacer nada se condenan, por su inactividad, a una
agitación continua (CASIANO, Instituciones,10).
4185 [. . . ] la concupiscencia de la carne no se reduce exclusiva- mente al
desorden de la sensualidad, sino también a la comodidad, a la falta de
vibración, que empuja a buscar lo más fácil, lo más placentero, el camino en
apariencia más corto, aun a costa de ceder en la fidelidad a Dios (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Es Cristo que pasa,5).
4186 Cuando se estudia mucho, se conoce a Dios: la ignorancia es hija de la
pereza (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, volt III, p. 78).
4187 Colocar el talento en un sudario, es lo mismo que sepultar los dones
recibidos bajo la capa de la pereza (SAN BEDA, en Catena Aurea, volt VI, p.
344).
4188 Quienes viven al albur de las circunstancias y sin regla al- guna es
imposible que no adolezcan de todos los vicios (CASIANO, Instituciones,10).
4189 El buen trabajador recibe con libertad el pan de su traba- jo; pero el
perezoso y holgazán no se atreve a mirar la cara del amo (SAN CLEMENTE, Epfstola
a los Corintios,34).
4190 Al perezoso se le ha de hacer saber que muchas veces, cuando no queremos
hacer oportunamente las cosas que podemos, poco después, cuando queremos, ya no
podemos; porque la desidia del alma, si no se sacude con el oportuno ardor,
aumenta furtivamente con el sopor, el cual hace decaer todo deseo de bien (SAN
GREGORIO MAGNO, Regla Pastoral).
4191 Este vicio de la ociosidad lo estigmatiza sin ambages Salo- món en varios
lugares de la Escritura: El que va con los ociosos-afirma-se hartará de pobreza
(Pr
28,19). Esto es, de una indigencia
temporal y espiritual a la vez (CASIANO, Instituciones, lO).
4192 Se dice que la pereza hace venir al sueño porque, cuando se deja de querer
obrar bien, poco a poco se pierde además el cuidado de pensar bien. Por lo que
acertadamente se añade: "Y el alma negligente padecerá hambre"; porque el alma,
cuando no aspira con ardor a lo más alto, se derrama perezosa por los bajos
deseos; y por lo mismo que se dispensa de someterse a disciplina, se derrama en
deseos de placeres. (SAN GREGORIO MAGNO, Regla Pastoral).
Laboriosidad y diligencia
4193 Hay dos virtudes humanas -la laboriosidad y la diligencia-, que se
confunden en una sola: en el empeño por sacar partido a los talentos que cada
uno ha recibido de Dios. Son virtudes porque inducen a acabar las cosas bien.
(J. ESCRIVÁ DE BAEAGUER, Amigos de Dios,81).
4194 Para aquellos que tienden hacia la santidad cualquier dilación es peligrosa
(CASIANO, Colaciones,17).
4195 Como a hijos y enfermos, les da (S. Pablo) un consejo provechoso que es al
propio tiempo un remedio para sus heridas: A estos tales les ordenamos y rogamos
por el amor del Señor Jesucristo que, trabajando sosegadamente, coman su pan.
Médico experto entre muchos, cura sus llagas y conjura el peligro atacando
directamente la causa, la ociosidad, echando mano de un solo precepto: el
trabajo. Sabe perfectamente que todas las enfermedades que pululan en un tronco
común desaparecen al instante si se logra eliminar la infección principal que
las origina (CASIANO,Instituciones,10,14).
4196 De ahi aquella preciosa máxima-muy en boga entre los monjes egipcios-que
nos legaron los antiguos Padres: "El monje que trabaja no tiene más que un
demonio para tentarle, mientras que al ocioso y holgazán le tortura una legión
de espiritus malvados" (CASIANO, Instituciones,11).
4197 El que es laborioso aprovecha el tiempo, que no sólo es oro, ¡es gloria de
Dios! Hace lo que debe y está en lo que hace, no por rutina, ni por ocupar las
horas, sino como fruto de una reflexión atenta y ponderada. Por eso es
diligente. El uso normal de esta palabra-diligente-nos evoca ya su origen
latino. Diligente viene del verbo diligo, que es amar, apreciar, escoger como
fruto de una atención esmerada y cuidadosa. No es diligente el que se precipita,
sino el que trabaja con amor, primorosamente (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de
Dios,81).
4198 Es señal manifiesta de amor la prontitud en la observancia de los
mandamientos de Dios (SANTO TOMÁS, Sobre la caridad,1. c. , p. 203).
El alma que ama a Dios de veras no deja por pereza de ha- 4199 cer lo que puede
para encontrar al Hijo de Dios, su Amado. Y después que ha hecho todo lo que
puede, no se queda satisfecha y piensa que no ha hecho nada (SAN JUAN DE LA
CRUZ, Cántico espiritual,3,1).
Citas de la Sagrada Escritura
Corriais bien, ¿quien os ha impedido obedecer a la verdad? Esa sugestión no
procede de quien os llamó.
Ga 5,7.
Y me saco de una horrible hoya, de fangosa charca. Y afirmó mis pies sobre roca,
y afirmó mis pasos.
Ps 39,3.
El que persevere hasta el fin, ése será salvo.
Mt 10,22.
Nadie que, después de haber puesto la mano sobre el arado, mire atrás, es apto
para el reino de Dios.
Lc 9,62.
Busca a Yahvé y su poder, busca siempre su rostro.
Ps 104,4.
Cada uno permanezca en el estado en que fue llamado.
1Co 7,20.
Yo estaré de pie en mi puesto de guardia, en pie permaneceré sobre la fortaleza,
y me mantendré alerta [. . . ].
Ha 2,1.
Asi pues, hermanos míos amados, manteneos firmes, inconmovibles, abundando
siempre en la obra del Señor, teniendo siempre presente que vuestro trabajo no
es en vano en el Señor. 1Co 15,58.
No nos cansemos de hacer el bien, que a su tiempo cosecharemos, si no
desfallecemos.
Ga 6,9.
Porque hemos sido hechos participes de Jesucristo, en el supuesto de que hasta
el fin conservemos la firme confianza del principio.
He 3,14.
¿No sabiais que los que corren en el estadio todos corren, pero uno sólo alcanza
el premio? Corred, pues, de modo que lo alcancéis. Y quien se prepara para la
lucha, de todo se abstiene, y eso para alcanzar una corona corruptible; mas
nosotros, para alcanzar una incorruptible.
1Co 9,24-25.
Mirad por vosotros, no vayáis a perder lo que habéis trabajado t. . . ]
2Jn 8.
He combatido el buen combate, he terminado mi carrera, he guardado la fe. Por lo
demás, ya me está preparada la corona de la justicia que me otorgara aquel dia
el Señor, justo juez, y no sólo a mi, sino a todos los que esperan su
manifestación.
2Tm 4,7.
Nada temas por lo que tienes que padecer. Mira que el diablo os va a arrojar a
algunos en la cárcel para que seáis probados, y tendréis una tribulación de diez
cias. Sé fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida.
Ap 2,10.
Cuarda bien lo que tienes, no sea que otro se lleve tu corona. Al vencedor yo le
haré columna en el templo de mi Dios, y no saldrá ya jamás fuera de él, y sobre
él escribiré el nombre de Dios. .
Al que venciere le haré sentarse conmigo en mi trono [. . . ].
Ap 3,21.
Considera, pues, de dónde has caldo, y arrepiéntete, y practica las obras
primeras [. . . ].
Ap 2,5.
<Imagen>
Las dificultades y el paso del tiempó, pruebas de la fidelidad y de la
perseverancia
4200 Corresponde a la fidelidad del hombre cumplir aquello que prometió (SANTO
TOMAS, Suma Teológica,2-2, q l l0, a. 3).
4201 La experiencia de nuestra debilidad y de nuestros fallos, la desedificación
que puede producir el espectáculo doloroso de la pequeñez e incluso de la
mezquindad de algunos que se llaman cristianos, el aparente fracaso o la
desorientación de algunas empresas apostólicas, todo eso-el comprobar la
realidad del pecado y de las limitaciones humanas-puede sin embargo constituir
una prueba para nuestra fe, y hacer que se insinúen la tentación y la duda:
¿dónde están la fuerza y el poder de Dios? Es el momento de reaccionar, de
practicar de manera más pura y más recia nuestra esperanza y, por tanto, de
procurar que sea más firme nuestra fidelidad (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo
que pasa,128).
4202 Y no os quedéis en el camino, sino pelead como fuertes hasta morir en la
demanda, pues rio estáis aquí para otra cosa sino para pelear (SANTA TERESA,
Camino de perfección,20,2).
4203 Toda fidelidad debe pasar por la prueba más exigente: la duración [. . . 1.
Es fácil ser coherente por un día o algunos días. Dificil e importante es ser
coherente toda la vida. ES fácil ser coherente en la hora de la exaltación,
dificil serlo en la hora de la tribulación. Y sólo puede llamarse fidelidad una
coherencia que dura a lo largo de toda la vida (JUAN PABLO II, Hom
México,27-1-79).
4204 No deseéis las persecuciones para probar vuestra fidelidad; vale más
esperar las que Dios permita que desear otras. Vuestra fidelidad tiene mil
maneras de manifestarse en otra forma: en la humildad, en la dulzura, en la
caridad (SAN FRANCISCO DE SALES, Epistolario, fragm. 100,1. c. , p. 734).
4205 Que nadie mire hacia atrás, como la esposa de Lot, máxime cuando el Señor
ha dicho: Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el
Reino de Dios (Lc
9,62). Mirar hacia atrás no es sino
tener pesares y volver a tomarle gusto a las cosas del mundo (SAN ATANASIO, Vida
de San Antonio).
Perseverar, recomenzando muchas veces
4206 Ahora, tornando a los que quieren ir por él (por el camino de la santidad)
y no parar hasta el fin-que es llegar a beber de esta agua de vida-, cómo han de
comenzar digo que importa mucho y el todo una grande y muy determinada
determinación de no parar hasta llegar a ella, venga lo que viniere, suceda lo
que sucediere, trabájese lo que se trabajare, murmure quien murmurare, siquiera
llegue allá, siquiera se muera en el camino, siquiera no tenga devoción para los
trabajos que hay en él,siquiera se hunda el mundo (SANTA TERESA, Camino de
perfección,21,2).
Fidelidad a Cristo por encima de todo
4207 También el agricultor, cuando camina surcando el campo con el arado o
esparciendo la semilla, padece frio, soporta las molestias de la lluvia, mira al
cielo y lo ve triste, y, sin embargo, continúa sembrando. Lo que teme es
detenerse considerando las tristezas de la vida presente y que después pase el
tiempo y no encuentre nada que segar. No lo dejéis para más tarde, sembrad ahora
[. . . ]. (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 125).
4208 Inconmovible: así has de ser. -Si hacen vacilar tu perseverancia las
miserias ajenas o las propias, formo un triste concepto de tu ideal. Decidete de
una vez para siempre (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 995).
4209 Tanto los predicadores del Señor como los fieles, deben estar en la Iglesia
de tal manera que compadezcan al prójimo con caridad, pero no se separen de la
vía del Señor por falsa compasión (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 37 sobre los
Evangelios).
4210 ¿Por qué has de obedecer los reproches de la turba y no ca- minar sobre las
huellas de Jesús que pasa? Os insultarán, os morderán, os echarán atrás, pero tú
clama hasta que lleguen tus clamores a los oídos de Jesús; pues quien fuere
constante en cumplir lo que Jesús mandó, sin atender los quereres de las turbas
y sin hacer gran caso de los que siguen aparentemente a Cristo, sino que
prefiere la vista que Cristo ha de darle al estrépito de los que vengan, no
habrá poder que le aparte, y Jesús se detendrá y le sanará (SAN AGUSTIN, Sermón
88).
Perseverancia en la vocación recibida de Dios
4211 Estando uno acongojado y turbado, y entre la esperanza y el temor dudando
muchas veces, una vez cargado de angustia arrojóse ante un altar y, revolviendo
en su pensamiento, dijo: ¡Oh, si supiese que había de perseverar! Y luego oyó de
dentro la divina respuesta, que dijo: ¿Qué harías si eso supieses? Haz ahora lo
que entonces harías, y estarás bien seguro (Imitación de Cristo, I,25,2).
4212 No hallé hombres mejores que quienes se adelantan en la santidad, pero
tampoco los he encontrado peores que los que abandonaron, hasta el punto de que
pienso que a éstos se refiere lo que está escrito en el Apocalipsis: El justo
justifiquese más y el corrompido corrómpase más aún (SAN AGUSTIN, Epistola 78).
4213 Muchos son los caminos que conducen a Dios. Por eso, cada cual debe seguir
con decisión irrevocable el modo de vida que primero abrazó, manteniéndose fiel
en su dirección primera. Cualquiera que sea la vocación escogida, podrá llegar a
ser perfecto en ella (CASIANO, Colaciones,14).
4214 Cuando se desea sinceramente vivir de fe, de amor y de esperanza, la
renovación de la entrega no es volver a tómar algo que estaba en desuso. Cuando
hay fe, amor y esperanza, renovarse es-a pesar de los errores personales, de las
caídas, de las debilidades-mantenerse en las manos de Dios: confirmar un camino
de fidelidad (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,43).
4215 Es mejor andar por el camino, aunque sea cojeando, que correr fuera de él.
Porque el que va cojeando por el camino, aunque adelante poco, se va acercando
al término; pero el que anda fuera del camino, cuanto más corre tanto más se va
alejando del camino (SANTO TOMÁS, Coment. Evang. S. Juan,14,2).
4216 Es útil y conveniente a cada cual, según el estado de vida que ha escogido
o la gracia que ha recibido, lanzarse con ardor y diligencia a la realización de
la obra comenzada. Está, desde luego, muy bien que alabe y admire las virtudes
de los demás; pero no por eso debe abandonar en lo más minimo la vocación que él
mismo abrazó una vez (CASIANO, Colaciones,14).
4217 Ni le ablandaba favor alguno, ni le hacia daño cualquier detracción; ni lo
próspero envanecerle, ni abatirle la adversidad; no era, pues, Juan una caña
movida por el viento; nada le desviaba de la rectitud de su vocación (SAN JUAN
CRISÓSTOMO, Hom. I sobre los Evang. ).
4218 Y no se nos ocurra desandar después el camino, ambicionando de nuevo lo que
hemos dejado, como hicieron otrora los hebreos. Moisés les habla sacado de
Egipto. Y ellos retrocedieron, no materialmente, es cierto, pero si con el
corazón. Dios les habla librado de la esclavitud, prodigando para ello sus
signos y prodigios, y le abandonaron para adorar otra vez los idolos egipcios
que hablan despreciado. Asi se expresa la Escritura: Ycon sus corazones se
volvieron a Egipto, diciendo a Aarón: haznos dioses que vayan delante de
nosotros (Ac
7,39-40). También nosotros nos
hartamos reos de la misma condenación que Dios fulminó contra ellos cuando,
después de haber gustado el maná, deploraron la falta de aquellos viles
manjares, cayendo en los vicios a que alli se hablan abandonado (CASIANO,
Colaciones,3).
4219 La idea de la salida tiene todas las señales de una verdadera tentación.
Pero alabado sea Dios, pues el torreón no se ha rendido a este asalto, ni me
parece que esté dispuesto a capitular. Guardados de querer salir. No habría
término medio entre vuestra salida y vuestra perdición. ¿No veis que ello sólo
sería para vivir a vos, de vos, por vos y en vos misma? Y lo más peligroso es
que sáldríais bajo pretexto de. buscar más estrecha unión con Dios, siendo así
que nunca estará El unido a los que dejaron la vocación, los votos y la
comunidad por amargura de corazón, por malestar, por despecho, por desagrado de
vivir obedeciendo a las Reglas y en santa obediencia (SAN FRANCISCO DE SALES,
Epistolario, fragm. 89,1. c. , p. 723).
Para ser fieles, perseverar en la oración
4220 El que no deja de andar e ir adelante, aunque tarde, llega. No me parece es
otra cosa perder el camino sino dejar la oración (SANTA TERESA, Vida,19? 5).
4221 Todos los santos comenzaron su conversión por la oración y por ella
perseveraron; y todos los condenados se perdieron por su negligencia en la
oración. Digo, pues, que la oración nos es absolutamente necesaria para
perseverar [. . . ](SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la perseverancia).
4222 Sabe el traidor que alma que tenga con perseverancia oración la tiene
perdida, y que todas las caldas que la hace dar la ayudan, por la bondad de
Dios, a dar después mayor salto en lo que es su servicio: algo le va en ello
(SANTA TERESA, Vida,19,2).
Fidelidad en la transmisión de la fe
4223 Dios dispuso, con su gran bondad, que todo lo que había revelado para la
salvación de todas las gentes se conservara íntegro para siempre y se fuera
transmitiendo a todas las generaciones (CONC. VAT. II, Const. Dei Verbum,7).
4224 La misma naturaleza de la religión exige que todo sea transmitido a los
hijos con la misma fidelidad con la cual ha sido recibido de los padres, y que,
además, no nos es lícito llevar y traer la religión por donde nos parezca, sino
que más bien somos nosotros los que tenemos que seguirla por donde ella nos
conduzca (SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio,6).
4225 Amenazas, lisonjas, esperanzas de vida, temor a la muerte, guardias, corte,
emperador, autoridades, no sirvieron de nada: hombres y demonios fueron
impotentes ante ellos.
Su tenaz apagamiento a la fe recibida los hizo dignos, a los ojos del Señor, de
una gran recompensa. Por medio de ellos, él quiso levantar las Iglesias
postradas, volver a infundir nueva vida a las comunidades cristianas agotadas,
restituir a los sacerdotes las coronas caldas (SAN VICENTE DE LERINS,
Conmonitorio,5).
Dificultades y medios para perseverar
4226 Ausencia, aislamiento: pruebas para la perseverancia. -Santa Misa: oración,
sacramentos, sacrificios: ¡Comunión de los santos!: armas para vencer la prueba
(J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 997).
4227 Ninguno es bastante fuerte por sus solas fuerzas, sino que está seguro por
la misericordia de Dios (SAN CIPRIANO, en Catena Aurea, volt
1P 360).
4228 El desaliento es enemigo de tu perseverancia. Si no luchas contra el
desaliento, llegarás al pesimismo, primero, y a la tibieza, después. Sé
optimista. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 988).
4229 El temor es mal custodio de la perseverancia (SAN AMBROso, en Catena Aurea,
volt VI, p. 267).
4230 (S. Juan Bautista) perseveró en la santidad, porque se mantuvo humilde en
su corazón (SAN GREGORIO MAGNO, Trat. Evang. S. Lucas,20).
4231 La infidelidad nace de la soberbia, por la cual el hombre no somete su
entendimiento a las reglas de la fe y a las enseñanzas de los Padres (SANTO
TOMAS, Suma Teológica,2-2,q. 1O,a. 1).
4232 ¿Que cuál es el secreto de la perseverancia? El Amor. -Enamórate, y no "le"
dejarás (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 999).
El premio de la perseverancia
4233 Fuiste fiel en lo poco, porque todo lo que ahora tenemos, aunque parezca
grande, es poca cosa en comparación de los bienes futuros (SAN JERONIMO en
Catena Aurea, volt III, p. 230).
4234 Tengo por cierto que a todos los que no se quedaren en el camino no les
faltará este agua viva (SANTA TERESA, Camino de perfección,20,1).
4235 Buscaba (María Magdalena) al que no había hallado, lo buscaba llorando y,
encendida en el fuego de su amor, ardía en deseos de aquel a quien pensaba que
se lo habían llevado. Por esto ella fue la única en verlo entonces, porque se
había quedado buscándolo, pues lo que da fuerza a las buenas obras es la
perseverancia en ellas, tal como afirma la voz de aquel que es la Verdad en
persona: El que persevera hasta el fin se salvará (SAN GREGORIO> MAGNO), llom.
25 sobre los Evang. ).
4236 A los hombres y a los animales, Señor -dice el salmista-, aseguráis la
salud en proporción a la extensión inmensa de vuestra compasiva bondad (Sal
35,7). Si Dios concede a todos, a los buenos y a los malos, a los hombres y a
los animales, un don tan precioso, hermanos míos, ¿qué no reservará a aquellos
que le son fieles? (SAN AGUSTIN, Sermón 255, sobre el "alleluia").
Acudir a la Virgen para perseverar
4237 Confía. Vuelve. Invoca a la Señora y serás fiel. (J. ESCRIVA DE BALAGUER,
Camino, n. 514).
Citas de la Sagrada Escritura
Cuanto a fábulas profanas y a los cuentos de viejas, deséchalos. Ejercitate en
la piedad, porque la gimnasia corporal es de poco provecho; pero la piedad es
útil para todo y tiene promesas para la vida presente y para la futura. /Tm
4,7-8.
Que no habéis recibido el espiritu de siervos para recaer en el témor, antes
habéis recibido el espiritu de adopción, por el que clamamos: Abba! ¡Padre!. Rm
8,15.
Mas los primeros fueron hombres piadosos, cuya justicia no cayó en el olvido. Si
44,10.
Pues si todo de este modo ha de disolverse, ¿cuáles debéis ser vosotros en
vuestra santa conducta y en vuestra piedad, esperando y acelerando el
advenimiento del dia de Dios, cuando los cielos, abrasados, se disolverán y los
elementos, en llamas, se derretirán? 2P 3,1112.
Pero tú, hombre de Dios, huye de estas cosas y sigue la justicia, la piedad, la
fe, la caridad, la paciencia, la mansedumbre. 1Tm 6,11.
<Imagen>
Piedad y filiación divina
4238 Consiste la piedad en un afecto cariñoso y deferente al propio padre y a
cualquier hombre sumido en desgracia. Por consiguiente, siendo Dios Padre
nuestro no sólo debemos respetarle y temerle, sino además abrigar ese devoto y
cariñoso afecto para con El (SANTO TOMÁS, Sobre el Padrenuestro,1. c. ,137).
4239 Si tú tienes una piedad sincera, sobre ti descenderá también el Espíritu
Santo y oirás la voz del Padre desde lo alto, que dice: éste no es el Hijo mio,
pero ahora, después del bautismo, ha sido hecho hijo mio (SAN CIRILO DE JERU
SALÉN, Catequesis III, Sobre el bautismo,14).
4240 La piedad que nace de la filiación divina es una actitud profunda del alma,
que acaba por informar la existencia entera: está presente en todos los
pensamientos, en todos los deseos, en todos los afectos (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER,
Amigos de Dios,146).
4241 La piedad es el amor que dulcifica el trabajo y nos emplea cordial y
agradablemente, con todo afecto filial, en obras gratas a Dios, nuestro Padre
(SAN FRANCISCO DE SALES, Trat. del amor de Dios,15,1. c. , p. 482).
4242 Principio de la piedad es tener un concepto altisimo de Dios (SAN AGUSTIN,
Sobre el libre arbitrio,1).
Piedad y vida de infancia espiritual
4243 Un niño dormido en el regazo de su madre está realmente en el sitio más
adecuado, aunque ella no le diga palabra, ni él a ella.
Podemos permanecer en la presencia de Dios hasta durmiendo; si nos adormecemos a
vista suya, con su aquiescencia y por su voluntad, El nos colocará en el lecho
como imágenes en su hornacina; y cuando nos despertemos, hallaremos que El está
a nuestro lado (SAN FRANCISCO DE SALES, Epistolario, fragm. 37,1. c. , p. 671).
4244 Se llaman niños, no por su edad, sino por la sencillez de su corazón (SAN
JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, volt III, p. 20).
4245 La piedad es la virtud de los hijos y para que el hijo pueda confiarse en
los brazos de su padre, ha de ser y sentirse pequeño, necesitado. Frecuentemente
he meditado esa vida de infancia espiritual, que no está reñida con la
fortaleza, porque exige una voluntad recia, una madurez templada, un carácter
firme y abierto (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,10).
4246 Debes hacerte más pequeño que un niño; no andes tras las alabanzas de los
hombres, ni ambiciones los honores; antes bien, rechaza aquéllas y éstos (J.
PECCI-León Xlll-, Práctica de la humildad,30).
Sin piedad, no se puede ser apóstol
4247 Sin una vida interior sólida, sin una auténtica unión con Jesucristo, sin
piedad verdadera, no se puede ser apóstol. Para restaurar todas las cosas en
Cristo por medio del apostolado es menester la gracia divina, y el apóstol no la
recibe si no está unido a Cristo. Todos los que participan del apostolado deben,
por tanto, poseer la verdadera piedad (SAN Pio X, Carta,11-VI-1909).
4248. . . Cuando la vida espiritual del sacerdote es deficiente, cuando falta la
piedad personal, cuando no hay lucha ascética, lo primero que sufre-a veces de
modo radical, y con consecuencias que trascienden con mucho la vida personal del
sacerdote-es el ministerio mismo, el verdadero ministerio sacerdotal, su
servicio al Pueblo de Dios como sacerdote, como ministro del Sacerdocio único de
Cristo (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 123).
Existe "una urbanidad de la piedad>>
4249 Hay una urbanidad de la piedad. Apréndela. -Da pena esos hombres
"piadosos", que no saben asistir a Misa -aunque la oigan a diario-ni
santiguarse-hacen unos raros garabatos, llenos de precipitación-, ni hincar la
rodilla ante el Sagrario-sus genuflexiones ridiculas parecen una burla-, ni
inclinar reverentemente la cabeza ante una imagen de la Señora (J. ESCRIVÁ DE
BALAGUER, Camino, n. 541).
4250 Las palabras del que ora han de ser mesuradas y llenas de sosiego y
respeto. Pensemos que estamos en la presencia de Dios. Debemos agradar a Dios
con la actitud corporal y con la moderación de nuestra voz. Porque así como es
propio del falto de educación hablar a gritos, así, por el contrario, es propio
del hombre respetuoso orar con un tono de voz moderado [. . . ].
Y cuando nos reunimos con los hermanos para celebrar los sagrados misterios,
presididos por el sacerdote de Dios, no debemos olvidar este respeto y
moderación (SAN CIPRIANO, Trat. sobre la oración,4-6).
4251 [. . . ] y los sagrados cálices y los santos paños, y lo demás que se
refiere al culto de la Pasión del Señor [. . . ], por el contacto con el Cuerpo
y Sangre del Señor hay que venerarlos con el mismo respeto que su Cuerpo y su
Sangre (SAN JERÓNIMO, Epistola 114).
Citas de la Sagrada Escritura
Exhortación a escuchar la palabra de Dios:
Mc 4,9-23
Lc 8,14-15.
Nuestro Señor tiene palabras de vida eterna:
Jn 6,69.
La palabra de Nuestro Señor es espíritu y vida; ella da la vida: obra lo que
dice:
Jn 6,64.
El don de lenguas:
1Co 14.
El Evangelio es la palabra de la verdad:
Ep 1,13.
Dignidad de los predicadores: .
El Sacerdote es puesto para beneficio de los hombres:
He 5
He 1-4'
El predicador debe combatir las malas doctrinas:
1Tm 1,3-20.
Necesidad de la predicación:
Rm 10,14.
El predicador no debe tratar de agradar a los hombres, sino sólo a Dios:
2Co 4,5
1Th 2,4.
Comete un crimen el que profana la palabra de Dios:
2Co 2,17.
El predicador debe sacar de la doctrina revelada en el Antiguo y Nuevo
Testamento la ciencia necesaria:
2Tm 3,16-17.
Los predicadores del Evangelio son cooperadores de Dios:
1Co 3,4-9.
Su responsabilidad personal:
1Co 3,10-11.
Serán juzgados en el dia del juicio por su predicación:
1Co 3,10-16.
Los predicadores son ministros de Cristo y dispensadores de los misterios de
Dios:
1Co 4,1-2.
<Imagen>
El predicador, instrumento de la gracia
4252 Jamás se podrá recomendar bastante la sobriedad y moderación. Muchas cosas
se pueden decir en quince y veinte minutos, sin cansar, con tal que no se
divague.
A veces puede ocurrir que un alma esté en la iglesia por pura casualidad o, como
suele acontecer en Roma, sencillamente con ocasión de visitar las obras de arte.
No es pura imaginación pensar que Dios haya escogido aquella palabra o aquel
determinado momento para tocar un corazón y convertirle. ¡Qué honor y qué mérito
para el predicador, convertido en instrumento de gracia y de salvación! (JUAN
XXIII, Aloc. 19-II- 1960).
4253 Podemos amonestar con el sonido de nuestra voz, pero si dentro no está el
que enseña, vano es nuestro sonido [ . . ]. Os hable El interiormente, ya que
ningún hombre está alli de maestro (SAN AGUSTIN, Coment, sobre la I Epist. de S.
Juan,3).
4254 Cualquiera que se atreve a despreciar a estos hombres puestos por Dios en
su Iglesia según los lugares y los tiempos, y que están de acuerdo en la
interpretación del dogma católico, no despreciaría a un hombre, sino a Dios
mismo (SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio,28).
Preparación y confianza en Dios
4255 No queráis llevar bolsa, ni alforja, ni calzado, y a nadie saludéis por el
camino. Tanta debe ser la confianza que ha de tener en Dios el predicador, que
aunque no se provea de las cosas necesarias para la vida, debe estar persuadido
de que no le han de faltar, no sea que mientras se ocupa en proveerse de las
cosas temporales, deje de procurar a los demás las eternas (SAN GREGORIO MAGNO,
Hom. 17 sobre los Evang. ).
4256 Repetir la Palabra revelada y atreverse a comentarla, hacer de ella las
aplicaciones doctrinales y darle una recta interpretación, es tal deber de
conciencia que presupone en el sacerdote una preparación que le haga instrumento
dócil e inteligente para cumplir su altisima misión en nombre de toda la
Iglesia, muy por encima de su modesta persona (JUAN XXIII, Aloc 19-2-1960).
4257 ¡Oh Timoteo! ¡Oh sacerdote!, intérprete de las Escrituras, doctor, si la
gracia divina te ha dado el talento por ingenio, experiencia, doctrina, debes
ser el Beseleel del Tabernáculo espiritual. Trabaja las piedras preciosas del
dogma divino, reúnelas fielmente, adórnalas con sabiduria, añádeles esplendor,
gracia, belleza. Que tus explicaciones hagan que se comprenda con mayor claridad
lo que ya se creia de manera más oscura Que las generaciones futuras se
congratulen de haber comprendido por tu mediación lo que sus padres veneraban
sin comprender (SAN VIGENTE DE LERINS, Conmonitorio,22).
Dios es el centro, el origen y el fin de toda predicación
4258. . . Lo que los hombres quieren, lo que esperan-aunque muchas veces no
sepan o no se den cuenta de que lo quieren y esperan-es que el sacerdote, con su
testimonio de vida y con su palabra, les hable de Dios. Y si el sacerdote no lo
hace así, si no les busca para eso, si no les ayuda a escuchar, a descubrir o a
comprender rectamente la dimensión religiosa de su vida, entonces el sacerdote
les defrauda, como les defraudarla un bombero sin agua, un tabernero [. . . ]
que despachase leche. o un médico nue no se atreviese a diagnosticar y a recetar
(A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 140).
4259 [. . . ] lo importante no somos nosotros y nuestras miserias. el único que
vale es El, Jesús. Es de Cristo de quien hemos de hablar, y no de nosotros
mismos (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,163).
4260 Aun cuando Dios no ocupa lugar, anda, sin embargo, por lugares diversos en
la persona de sus santos cuando ellos le predican en uno y otro lugar; pues
Dios, que está al margen del espacio y del tiempo, con todo, se mueve en el
espacio y en el tiempo cuantas veces es predicado por ellos en un lugar (SAN
ISIDORO DE SEVILLA, Sentencias,2).
4261 La ciencia del ministro sagrado debe ser sagrada, porque sagrada es la
fuente de donde nace y sagrado el fin al que tiende (CONC. VAT. II,
Presbyterorum ordinis,18).
4262 Si preguntamos qué cosas solia (San Pablo) tratar en la predicación, él
mismo las compendia así todas: Que nunca entre vosotros me precié de saber cosa
alguna, sino a Jesucristo, y éste, crucificado (1Co
2,2). Hacer que los hombres
conociesen más y más a Jesucristo, y con un conocimiento que no se parase sólo
en la fe, sino que se tradujera en las obras de la vida (BENEDICTO XV, Enc.
Humanum genus).
Meditar lo que se ha de predicar
4263 Al hablar haga cuanto esté de su parte para que se le escuche
inteligentemente, con gusto y docilidad. Pero no dude de que, si logra algo y en
la medida en que lo logre, es más por la piedad de sus oraciones que por sus
dotes oratorias. Por tanto, orando por aquellos a quienes ha de hablar, sea
antes varón de oración que de peroración, y cuando se acerque la hora de hablar,
antes de comenzar a proferir palabras, eleve a Dios su alma sedienta para
derramar de lo que bebió y exhalar de lo que se llenó (SAN AGUSTIN, Sobre la
doctrina cristiana,4).
4264 Si no arde el ministro de la Palabra, no enciende al que le predica (SAN
AGUSTIN, Sermón 21).
4265 La evangelización, la predicación, son inseparables de la serena meditación
de la Palabra divina (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 63).
4266 (No ser como esos) predicadores vacíos de la palabra, que no la escuchan
por dentro (SAN AGUSTIN, Sermón 179).
Cualidades de la buena predicación
4267 En la predicación y exhortación emplea un lenguaje sencillo y familiar,
bajando a los detalles concretos; y, en cuanto puedas, insiste en proponer
ejemplos, para que cualquier pecador, con aquel pecado concreto, se sienta
aludido como si hablaras para el solo [. . . ]. Esta es la manera que acostumbra
a ser provechosa a los oyentes. Porque un modo de hablar genérico sobre las
virtudes y los vicios mueve poco a los que te escuchan (SAN VICENTE FERRER. Trat.
de la vida espiritual 1 3,1. c. ,5 1 3514).
4268 Si no se sabe presentar la doctrina condimentada con la gracia y la sal del
bien decir [. . . ] poco se consigue (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Trat. Evang. S.
Juan,53).
4269 Cuando la perversidad de los malos va cada vez en aumento, lejos de
disminuir la predicación, se debe aumentar cada vez más. El Señor nos lo
aconseja con su ejemplo, el cual, después de haber oido decir de si que tenla el
demonio, distribuyó más copiosamente los beneficios de su predicación (SAN
GREGORIO MAGNO, Hom. 18 sobre los Evang. ).
4270 (No podemos ser como aquellos que) se preocupan más de hacer un buen papel
ante el auditorio ingenuo que de trabajar por su salvación (BENEDICTO XV, Enc.
Humanum genus 15-VI-1917).
4271 Lo que hay que temer no es el mal que digan contra vosotros, sino la
simulación de vuestra parte; entonces si que perderiais vuestro sabor y seriais
pisoteados. Pero si no cejáis en presentar el mensaje con toda su austeridad, si
después ois hablar mal de vosotros, alegraos. Porque lo propio de la sal es
morder y escocer a los que llevan una vida de molicie.
Por tanto, estas maledicencias son inevitables y en nada os perjudicarán, antes
serán prueba de vuestra firmeza. Mas si, por temor a ellas, cedéis en la
vehemencia conveniente, peor será vuestro sufrimiento, ya que entonces todos
hablarán mal de vosotros y todos os despreciarán; en esto consiste el ser
pisoteado por la gente (SAN JUAN CRISÓSTO MO, Hom. sobre 5. Mateo,15).
4272 Pablo, capitán del ejército cristiano y orador invicto, al defender la
causa de Cristo, hasta una inscripción vista al azar la convierte en argumento
de la fe (SAN JERÓNIMO, Epistola a los magnesios)
4273 Quien no tiene caridad para los demás no debe de ningún modo tomar a su
cargo el oficio de la predicación (SAN GREGORIO MAGNO, en Catena Aurea, volt IV,
p. 140).
4274 Cuando Dios bajó del monte de su divinidad y tomó las debilidades de
nuestra humanidad, una gran turba de naciones le ha seguido. En ello se enseña a
los doctores que se acomoden al auditorio en sus predicaciones, y según vean que
cada uno pueda comprender, así expliquen la palabra de Dios (SAN JERÓNIMO, en
Catena Aurea, volt III, p. 464).
Pecados de omisión en la predicación y en el apostolado
4275 El que tiene el don de la predicación y de la doctrina para hacer el bien,
pierde estos dones si no usa de ellos; pero quien los cultiva atrae otros
mayores (SAN JUAN CRiSÓSTOMO, en Catena Aurea, volt III, p. 234).
4276 Así como el hablar indiscreto lleva al error, así el silencio imprudente
deja en su error a quienes pudieran haber sido adoctrinados (SAN GREGORIO MAGNO,
Regla pastoral,2).
4277 Es difícil averiguar por culpa de quién deja de llegar al pueblo la palabra
del predicador; pero, en cambio, fácilmente se ve cómo el silencio del
predicador perjudica siempre al pueblo y, algunas veces, incluso al mismo
predicador (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 17 sobre los Evang. ).
4278 Otra manera de hacer daño es la de quienes hablan de las cosas de la
religión como si hubiesen de ser medidas según los cánones y las conveniencias
de esta vida que pasa, dando al olvido la vida eterna futura [. . . ]. El fruto
que esta predicación produce es exiguo, ya que, después de oírla, cualquier
profano llega a persuadirse de que, sin necesidad de cambiar de vida, él es buen
cristiano con tal de decir: Creo en Jesucristo. ¿Qué clase de fruto quieren
obtener estos predicadores? No tienen, ciertamente, ningún otro propósito más
que el buscar por todos los medios ganarse adeptos halagándoles los oidos; con
tal de ver el templo lleno a rebosar, no les importa que las almas estén vacias.
Por eso es por lo que ni siquiera mencionan el pecado, los novísimos, ni ninguna
otra cosa importante [. . . ]; una vez que (los oyentes) han aplaudido al perito
de turno, salen del templo igual que entraron, como aquellos que-según San
Agustin-se llenaban de admiración pero no se convertian (SAN PIO X, Motu Proprio
Sacrorum Antistitum l-lX-l9l0)
Citas de la Sagrada Escritura
Alegraos y regocijaos porque es muy grande la recompensa que os aguarda en los
cielos.
Mt 5,12
Mt 10,41-42.
Quien haya dejado casa o hermanos [. . . ] por causa de mi nombre recibirá cien
veces más, y poseerá la vida eterna.
Mt 19,29
Mc 10,30.
Cada uno recibirá su salario a la medida de su trabajo.
1Co 3,8.
Es preciso que todos comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno
reciba el pago debido a las buenas o las malas acciones que haya hecho mientras
estaba revestido de su cuerpo.
2Co 5,10.
Mi única mira es [1 ir corriendo hasta la meta para ganar el premio que Dios me
tiene preparado.
Ph 3,13-14.
Bienaventurado aquel que sufre la tentación, porque después que fuere probado
recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a los que le aman. .
Sé fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida.
Ap 2,10.
Recompensa a los que tengan fe:
Mt 17,19.
a los cansados y agobiados que acudan al Señor:
Mt 11,28.
a los que tomen su yugo y le sigan:
Mt 11,28-30.
a quienes pierdan la vida por amor suyo: Mt 10,39. a los humildes:
Mt 18,4.
a quienes hayan socorrido a los necesitados:
Mt 25,34-40
Lc 14,14.
a quienes asisten a sus discipu10s:
Mt 10,40-42.
a quienes practican y enseñan los mandamientos:
Mt 5,19.
a quienes perdonan las ofensas:
Mt 6,14.
a quienes piden con perseverancia:
Mt 7,7-11.
a quienes padecen persecución:
Mt 10,19-22.
a quienes le sigan:
Jn 8,12
Jn 3132
Jn 10,9.
a quienes le confiesen delante de los hombre:
Mt 10,28-33.
a quienes son generosos:
Lc 6,38
Lc 16,9.
a quienes son dóciles a sus enseñanzas:
Jn 10,28-29.
a quienes perseveren hasta el fin:
Mt 24,13.
<Imagen>
Dios es "buen pagador"
4279 Siempre son mayores los premios de Dios que los deseos de los santos. (S.
JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, volt
1P 247).
4280 Dice Jesús: "y cualquiera que deje casa o hermanos o hermanas o padre o
madre o esposa o hijos o heredades por causa de mi nombre, recibirá cien veces
más y poseerá la vida eterna". -¡A ver si encuentras, en la tierra, quien pague
con tanta generosidad! (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER Camino, n. 670).
4281 ¡Cuánta bondad la de Dios, al recompensar por toda una eternidad la más
insignificante de nuestras obras! (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la
esperanza).
4282 Dios quiera abrir vuestros ojos para considerar cuánta. mercedes nos hace
en lo que el mundo piensa que son disfavores, y cuán honrados somos en ser
deshonrados por buscar la honra de Dios, y cuán alta honra nos está guardada por
el abatimiento presente, y cuán blandos, amorosos y dulces brazos nos tiene Dios
abiertos para recibir a los heridos en la guerra por él. (S. JUAN DE AVILA,
Carta 58).
4283 Nuestro Padre Dios, cuando acudimos a El con arrepentimiento, saca, de
nuestra miseria, riqueza; de nuestra debilidad, fortaleza. ¿Qué nos preparará,
si no lo abandonamos, si lo frecuentamos cada dia, si le dirigimos palabras de
cariño confirmado con nuestras acciones, si le pedimos todo, confiados en su
omnipotencia y en su misericordia? Sólo por volver a El SU hijo, después de
traicionarle, prepara una fiesta, ¿qué nos otorgará, si siempre hemos procurado
quedarnos a su lado? (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER. Amigos de Dios,309).
4284 A los hombres y a los animales, Señor-dice el salmista- aseguráis la salud
en proporción a la extensión inmensa de vuestra compasiva bondad (Sal 35,7). Si
Dios concede a todos, a los buenos y a los malos, a los hombres y a los
animales, un don tan precioso, hermanos mios, ¿qué no reservará a aquellos que
le son fieles? (S. AGUSTIN, Sermón 255, sobre el "alleluia").
4285 Se hablará de lo que ha hecho ésta, en memoria suya (Mt
26,13). Las victorias de muchos reyes
y de grandes capitanes han sido olvidadas en la memoria de los hombres; también
la mayor parte de los que fundaron ciudades y redujeron a esclavitud muchas
naciones, ni de palabra ni de nombre han sido conocidos; sin embargo, esta mujer
que derramó este bálsamo en la casa de cierto leproso, en presencia de doce
hombres, es celebrada por todo el orbe, y la memoria de su hecho no se ha
borrado, a pesar de tanto tiempo como ha transcurrido. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en
Catena Aurea, volt 111, p. 265).
4286 Son dos horas de vida y grandísimo el premio; y cuando no hubiera ninguno,
sino cumplir lo que nos aconsejó el Señor, era grande la paga en imitar en algo
a Su Majestad. (SANTA TERESA, Camino de perfección,2,7).
4287 Ahora trabajarás un poco, y hallarás después gran descanso y aun perpetua
alegria. Si permaneces fiel y diligente en el servir, sin duda será Dios
fidelisimo y riquísimo en pagar. (Imitación de Cristo, I,25,1).
4288 Mas he visto claro que no deja Dios sin gran premio, aun en esta vida,
porque es así cierto, que (con) una hora de las que el Señor me ha dado de gusto
de Si después acá, me parece quedan pagadas todas las congojas que en
sustentarme en la oración mucho tiempo pasé. Tengo para mi que quiere el Señor
dar muchas veces al principio, y otras a la postre, estos tormentos y otras
muchas tentaciones que se ofrecen, para probar a sus amadores y saber si podrán
beber el cáliz y ayudarle a llevar la cruz, antes que ponga en ellos grandes
tesoros. (SANTA TERESA, Vida,11,4).
4289 La esperanza del premio conforta el alma para realizar las buenas obras.
(S. CIRILO DE JERUSALÉN, Catequesis 348).
El premio de la caridad
4290 Ahora, hermanos, Cristo pasa hambre, es él quien se digna padecer hambre y
sed en la persona de todos los pobres; y lo que reciba a-tui en la tierra lo
devolverá luego en el cielo. (S. CESÁREO DE ARLES, Sermón 25).
4291 Esta es la idea invariable del Señor: que quienes ahora gozan en servir a
sus prójimos, sean alimentados después en la mesa sacratisima del Señor con los
manjares de la vida eterna. (SAN BEDA, en Catena Aurea, volt Vl, p. 447).
4292 Mas como nada les pusisteis en las manos (a quienes os necesitaban), nada
habéis hallado en Mi. (S. AGUSTIN, Sermón 18).
4293 Los hombres pierden todo lo que dejan en este mundo; tan sólo se lleyan
consigo el premio de su caridad y las limosnas que practicaron, por las cuales
recibirán del Señor la recompensa y una digna remuneración. S. FRANCISCO DE Asis,
Opúsculos,1. c. , pp. 87-94).
4294 La tierra produce unos frutos de los que ella no ha de gozar sino que están
destinados a tu provecho. En cambio, los frutos de beneficencia que tú produces
los recolectas en provecho propio, ya que la recompensa de las buenas obras
revierte en beneficio de los que las hacen. (S. BASILIO MAGNO, Hom. 3, sobre la
caridad).
4295 Un simple vaso de agua fria que des, que nada ha de costarte, aun de tan
sencilla obra tienes señalada recompensa. Porque vosotros, que acogéis a mis
enviados, yo estoy dispuesto a hacerlo todo. (S. JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S.
Mateo,35).
El cielo como premio
4296 A la hora de la tentación piensa en el Amor que en el cielo te aguarda:
fomenta la virtud de la esperanza, que no es falta de generosidad. (J. ESCRIVA
DE BALAGUER, Camino, n. 139).
4297 La recompensa que se recibe en esta vida presente debe producir en nosotros
mayores brios para aspirar a la recompensa que la sigue, esto es, la patria
celestial. S. GREGORIO, MAGNO, Hom. 17 sobre los Evang. )
4298 Prometió la salvación eterna, la vida bienaventurada y sin fin en compañia
de los ángeles, la herencia imperecedera, la gloria eterna, la dulzura de la
contemplación de su rostro, su templo santo en los cielos y, como consecuencia
de la resurrección, la ausencia total del miedo a la muerte. (S. AGUSTIN, Coment.
sobre el Salmo 109).
4299 Si las tempestades son llevaderas para los navegantes y las heridas son
dulces para los militares por la esperanza de premios transitorios, cuando se
sufre por una recompensa eterna no habrá quien sienta la angustia de los
peligros. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol.
1P 438).
4300 Siervo bueno y fiel, puesto que fuiste fiel en lo poco, te constituiré
sobre lo mucho: entra en el gozo de tu Señor. Todas las cosas de este mundo, por
grandes que parezcan, son pequeñas en comparación de la retribución eterna. (S.
GREGORIO MAGNO, Hom 9 sobre ios Evang. ).
Según las obras de cada uno
4301 La retribución se hará con medida, por cuanto cada uno recibirá según lo
que haya hecho estando unido al cuerpo, como dice el Apóstol. Y en otro lugar
parece que se dice de este celemin corporal: Con la medida con que midierais, os
volverán a medir. (S. AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montaña,1).
4302 Vuestras buenas obras deben ser vuestras inversiones, de las que un dia
recibiréis considerables intereses. S. IGNACIO DE ANTIOQUIA, Epistola a S.
Policarpo).
4303 Si, pues, es verdad que quien ofrece un vaso de agua no pierde su premio,
también lo es que quien sufre la injuria de una palabra leve no quedará privado
del premio. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, volt l, p. 257).
4304 La paga y el jornal del amor es recibir más amor hasta llegar al colmo del
amor. El amor sólo con amor se paga. (S. JUAN DE LA CRUZ, Cántico
espiritual,9,7).
4305 Este amor será la medida de la gloria de que disfrutaremos en el paraiso,
ya que ella será proporcionada al amor que hayamos tenido a Dios durante nuestra
vida; cuanto más hayamos amado a Dios en este mundo, mayor será la gloria de que
gozaremos en el cielo, y más le amaremos también, puesto que la virtud de la
caridad nos acompañará durante toda la eternidad y recibirá mayor incremento en
el cielo. ¡Qué dicha la de haber amado mucho a Dios en esta vida!, pues así le
amaremos también mucho en el paraiso. (SANTO CURA DE ARS. Sermón sobre el
precepto 1. ° del decálogo).
El premio y la rectitud de intención
4306 Alma que ama a Dios no ha de pretender ni esperar otra recompensa por sus
servicios prestados que la perfección de amar a Dios. (S. JUAN DE LA CRUZ,
Cántico espiritual 9,7). ,
4307 Las lámparas de las virgenes fatuas se apagan porque sus obras, que
aparecian claras exteriormente a los hombres,quedaron oscurecidas interiormente
a la venida del juez. No hallaron retribución de Dios, porque recibieron por
ellas las alabanzas que desearon de los hombres. (S. GREGORIO MAGNO, Hom. 12
sobre los Evang. ).
4308 El que dispensa la misericordia la pierde, si no se compadece con un
corazón puro; si busca quedar bien, pierde todo el fruto [. . . ]. (S. AMBROSIO,
Catena Aurea, volt
1P 248).
4309 Jamás llegaremos a comprender el grado de gloria que nos proporcionará en
el cielo cada acción buena, si la realizamos solamente por Dios. (SANTO CURA DE
ARS, Sermón sobre la esperanza).
4310 Todo aquel que predica para recibir recompensa de alabanza o de premio, no
hay duda de que se priva de la recompensa eterna. (S. GREGORIO MAGNO, Hom. 17
sobre los Evang. ).
4311 El mismo Dios en persona es el premio y el término de todas nuestras
fatigas. (SANTO TOMÁS, Sobre e/ Credo,2,1. c. ).
4312 Yo estaré con vosotros [. . . . El que en la vida presente permanece con
sus escogidos, protegiéndolos, también estará con ellos después que esto haya
concluido, premiándolos. (SAN BEDA, en Catena Aurea, volt III, pp. 432-433).
4313 Como tu premio será el mismo Dios, al que amas desinteresadamente, debes
amarle de modo que no dejes de desearlo como el premio que únicamente puede
saciarte. (S. AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 134).
Citas de la Sagrada Escritura
¡La voz de mi amado! Vedle que llega, saltando por los montes, triscando por los
collados.
Ct 2,8.
Pues sus ojos (están fijos) sobre los caminos del hombre, y contemplan todos sus
pasos. . .
Jb 34,21.
Mis ojos siempre están en Yavé, porque es quien saca mis pies de la red.
Ps 24,15.
Tengo siempre a Yavé ante mi, porque está a mi diestra, no me moveré.
Ps 15,8.
Los que teméis al Señor preparad el corazón y humillaos ante El.
Si 2,20.
Yo estaré con vosotros siempre hasta la consumación del mundo.
Mt 28,20.
Siendo Abram de noventa y nueve años, se le apareció Yavé y le dijo: Yo soy El-Saddai;
anda en mi presencia y sé perfecto.
Gn 17,1.
Elohim, tu eres mi Dios; a ti te busco solicito; sedienta de ti está mi alma; mi
carne languidece en pos de ti como tierra árida, sedienta, sin agua.
Ps 63,2.
Como (están atentos) los ojos del siervo a las manos de su señor, como los ojos
de la esclava a la mano de su señora, así (se alzan) nuestros ojos a Yavé,
nuestro Dios, para que se compadezca de nosotros.
Ps 123,2.
Por cuanto que El nos eligió antes de la constitución del mundo para que
fuésemos santos e inmaculados ante El en caridad.
Ep 1,4.
Salte de júbilo el campo y cuanto hay en él, y exulten todos los árboles de la
selva ante la presencia de Yavé que viene a juzgar la tierra. Regirá el orbe con
justicia, y a los pueblos con equidad.
Ps 96,12-13.
El Señor está con nosotros: nos ve y nos oye
4314 Es preciso convencerse de que Dios está junto a nosotros de continuo.
-Vivimos como si el Señor estuviera allá lejos, donde brillan las estrellas, y
no consideramos que también está siempre a nuestro lado. Y está como un Padre
amoroso-a cada uno de nosotros nos quiere más que todas las madres del mundo
pueden querer a sus hijos-, ayudándonos, inspirándonos, bendiciendo. . . y
perdonando. ¡Cuántas veces hemos hecho desarrugar el ceño de nuestros padres
diciéndoles, después de una travesura: ¡ya no lo haré más!-Quizá aquel mismo dia
volvimos a caer de nuevo. . . -Y nuestro padre, con fingida dureza en la voz, la
cara seria, nos reprende. . . , a la par que se enternece su corazón, conocedor
de nuestra flaqueza, pensando: pobre chico, ¡qué esfuerzos hace para portarse
bien! Preciso es que nos empapemos, que nos saturemos de que Padre y muy Padre
nuestro es el Señor, que está junto a nosotros y en los cielos. (J. ESCRIVÁ DE
BALAGUER Camino, n. 267).
4315 Dios está en todas partes, es inmenso y está cerca de todos, según
atestigua de si mismo: Yo soy-dice-un Dios cercano, no lejano. El Dios que
buscamos no está lejos de nosotros, ya que está dentro de nosotros, si somos
dignos de esta presencia. (S. COLUMBANO, Instrucciones sobre la fe,1).
4316 ¿Cuál es la explicación de que nos alegremos con el Señor, si él está
lejos? Pero en realidad no está lejos. Tú eres el oue hace que esté lejos. Amalo
y se te acercará; ámalo y habitará en ti. El Señor está cerca. No os inquietéis
por cosa alguna. (S. AGUSTIN. Sermón 21).
4317 Nuestro Dios no nos pierde de vista, como una madre que está vigilando al
hijito que da los primeros pasos. "Abraham, dice el Señor, anda en mi presencia
y la hallarás en todas partes". "¡Dios mio!, exclama Moisés, servios mostrarme
vuestra faz: con ello tendré cuanto puedo desear" (Ex
23,13). Cuán consolado queda un
cristiano, al pensar que Dios le ve, que es testigo de sus penalidades y de sus
combates, que tiene a Dios de su parte. (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre el
Corpus Christi).
4318 Si quieres tener espectadores de las cosas que haces, ahi los tienes: los
ángeles, los arcángeles y hasta el mismo Dios del Universo. (S. JUAN CRISÓSTOMO,
en Catena Aurea, volt
1P 344).
4319 No calles, no guardes silencio en su presencia. Háblale para que también El
te hable (S. BERNARDO. Hom. en la Natividad de la B. Virgen Maria,15).
4320 Quien ama a Jesús está con Jesús y Jesús está con él. (S. ALFONSO Ma DE
LIGORIO, Visitas al Stmo. Sacramento,12).
4321 Porque como yo temia tanto la honra, todas mis diligencias eran en que
fuese secreto, y no miraba que no podía serlo a quien todo lo ve. ¡Oh, Dios mio,
qué daño hace en el mundo tener esto en poco y pensar que ha de haber cosa
secreta que sea contra Vos! Tengo por cierto que se excusarian grandes males si
entendiésemos que no está el negocio en guardarnos de los hombres, sino en
guardarnos de descontentaros a Vos. (SANTA TERESA, Vida 2,4).
4322 Todo lo ve, incluso los pensamientos y los secretos de la voluntad. De a-tui
que también a los hombres de manera especial les alcanza la necesidad de obrar
bien, porque todo lo que piensan y hacen está patente a la mirada divina. Todas
las cosas están desnudas y descubiertas a los ojos de El (Hete 4,13). (SANTO
TOMÁS, Sobre el Credo, I, I. c. , p. 36).
4323 Llega sin ser visto y se aleja sin que se le sienta. Su presencia, por si
sola, es luz del alma y del espiritu: en ella se ve lo invisible y se conoce lo
incognoscible. (BEATO GUERRIC, Sermón 2. ° de Adviento).
4324 Cuando Dios os concede la gracia de sentir su presencia y desea que le
habléis como al amigo más querido, exponedle vuestros sentimientos con toda
libertad y confianza. Se anticipa a darse a conocer a los que le anhelan (Sg
6,14). Sin esperar a que os acerquéis
a él, se anticipa cuando deseáis su amor, y se os presenta, concediéndoos las
gracias y remedios que necesitáis. Sólo espera de vosotros una palabra para
demostraros que está a vuestro lado y dispuesto a escucharos y consolaros: Sus
oidos están atentos a la oración (Ps
33,16) [. . . ]. LOS demás amigos,
los del mundo, tienen horas que pasan conversando juntos y horas en que están
separados; pero entre Dios y vosotros, si queréis, jamás habrá una hora de
separación. (S. ALFONSO Ma DE LIGORIO, Cómo conversar continua y familiarmente
con Dios).
En medio de las ocupaciones
4325 Cuando la obediencia os trajere empleadas en cosas exteriores, entender
que, si es en la cocina, entre los pucheros anda el Señor, ayudándoos en lo
interior y exterior. (SANTA TERESA, Fundaciones,5,8).
4326 No se os pide aplicación continua del espiritu que os haga olvidar vuestros
asuntos y vuestros descansos. Sin descuidar vuestras ocupaciones, no se os pide
más que hacer por Dios lo mismo que hacéis siempre por los que os aman y
vosotros amáis. (S. ALFONSOM a DE LIGORIO, Cómo conversar continua y
familiarmente con Dios).
4327 Conviene que la atención de nuestra mente no se limite a concentrarse en
Dios de modo repentino, en el momento en que nos decidimos a orar, sino que hay
que procurar también que cuando está ocupada en otros menesteres, no prescinda
del deseo y el recuerdo de Dios. (S. JUAN CRISbS TOMO, Hom. 6 sobre la oración).
4328 No te preocupes demásiado por saber quién está por ti o contra ti; busca
más bien que Dios esté contigo en todo lo que haces. (Imitación de
Cristo,11,2,3).
4329 Cuando dice: no andéis solícitos. . . , no quiere decir que no trabajéis,
sino que las cosas del mundo no absorban nuestra alma: porque podemos trabajar
sin que nos turbe la inquietud. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, volt Vl,
p. 87).
4330 Persuadíos de que no resulta dificil convertir el trabajo en un diálogo de
oración. Nada más ofrecérselo y poner manos a la obra, Dios ya escucha, ya
alienta. ¡Alcanzamos el estilo de las almas contemplativas, en medio de la labor
cotidiana! Porque nos invade la certeza de que El nos mira, de paso que nos pide
un vencimiento nuevo: ese pequeño sacrificio, esa sonrisa ante la persona
inoportuna, ese comenzar por el quehacer menos agradable pero más urgente, ese
cuidar los detalles de orden, con perseverancia en el cumplimiento del deber
cuando tan fácil seria abandonarlo, ese no dejar para mañana lo que hemos de
terminar hoy: ¡todo por darle gusto a El, a Nuestro Padre Dios! Y quizá sobre tu
mesa, o en un lugar discreto que no llame la atención, pero que a ti te sirva
como despertador del espiritu contemplativo, colocas el crucifijo, que ya es
para tu alma y para tu mente el manual donde aprendes las lecciones de servicio.
(J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,67).
4331 Mis delicias, leemos en el libro de los Proverbios, son estar con los hijos
de los hombres (7,31). El paraiso de Dios, por decirlo así, es el corazón del
hombre. Dios os ama: amadlo. Sus delicias son estar con vosotros: que las
vuestras sean estar con él y pasar el tiempo de vuestra vida junto a aquel con
quien esperáis pasar la eternidad en su amable compañia.
Tomad la costumbre de hablarle a solas, familiarmente, con confianza y amor,
como a vuestro amigo, como al que más queréis y el que más os quiere. S. ALFONSO
Ma DE LIGORIO, Cómo conversar continua y familiarmente con Dios).
4332 Cuando de dos cosas una es la razón de la otra, la ocupación del alma en
una no impide ni disminuye la ocupación en la otra [. . . ]. Y como Dios es
aprehendido por los santos como la razón de todo cuanto hacen o conocen, su
ocupación al percibir las cosas sensibles o al contemplar o al hacer cualquiera
otra cosa, en nada les impide la divina contemplación ni viceversa. (SANTO
TOMÁS, Suma Teológica, Supl. , q. 82, a. 3).
Sintiéndonos templos de Dios
4333 Acaecíame en esta representación que hacía de ponerme cabe Cristo, que he
dicho, y aun algunas veces leyendo, venirme a deshora un sentimiento de la
presencia de Dios que en ninguna manera podía dudar que estaba dentro de mí, o
yo toda engolfada en El. (SANTA TERESA, Vida,10,1).
4334 ¡Oh alma hermosísima más que todas las criaturas! Ya sabes el lugar que
deseas. ¡Ya sabes dónde se encuentra tu Amado para buscarte y unirte con El! Tú
misma eres su morada. Tú misma el escondite donde está escondido. ¡Alegría
grande debe darte saber que está en ti misma! No puedes tú estar sin El: Mirad,
¡dentro de vosotros está el reino de Dios! (Lc
17,21); porque nosotros somos templo
de Dios vivo (2Co
6,16). (S. JUAN DE LA CRUZ, Cántico
espiritual,1,7).
4335 Nada hay escondido para el Señor, sino que aun nuestros secretos más
íntimos no escapan a su presencia. Obremos, pues, siempre conscientes de que él
habita en nosotros, para que seamos templos suyos y él sea nuestro Dios en
nosotros, tal como es en realidad y tal como se manifestará ante nuestra faz;
por esto tenembs motivo más que suficiente para amarlo. (S. IGNACIO DE
ANTIOQUIA, Carta a /os Efesios).
4336 ¿Cómo he podido yo saber que estaba presente? Porque está vivo y es eficaz;
apenas entra en mí, despierta mi alma adormecida, vivifica, enternece y excita
mi corazón embotado y duro como una piedra. Comienza por arrancar y destruir,
por edificar y plantar, por regar mi sequedad, por iluminar mis tinieblas, por
abrir lo que estaba cerrado, por inflamar mi frialdad, y también por enderezar
los senderos tortuosos y allanar las rugosidades de mi alma, de tal suerte que
pueda bendecir al Señor y que todo lo que hay en mí bendiga su santo Nombre (cfr.
Ps 102,1). (S.
BERNARDO, Sermón 74 sobre el Cantar de los Cantares).
4337 Considerad, pues, que hay sin duda dentro del alma de cada uno un pozo de
agua viva [. . . ]. Dios está cerca de vosotros; mejor, está dentro de vosotros,
y quita la tierra del alma de cada uno para hacer saltar en ella el agua viva (ORIGENES,
Hom. sobre el Génesis,13).
El cristiano ha de procurar que la presencia de Dios sea continua
4338 Porque yendo con consideración todo es amor. (SANTA TERESA, Camino de
perfección,7,7).
4339 Si nunca te desvias del buen camino, aunque calle tu lengua, habla tu
conducta; y los oidos de Dios atienden a tu corazón. Pues, del mismo modo que
nuestros oidos escuchan nuestra voz, así los oidos de Dios escuchan nuestros
pensamientos. (S. AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 148).
4340 Nada hay mejor, que la oración y coloquio con Dios [. . . ]. Me refiero,
claro está, a aquella oración que no se hace por rutina, sino de corazón; que no
queda circunscrita a unos determinados momentos, sino que se prolonga sin cesar
dia y noche. (S. JUAN CRISÓSTOMO, Hom. 6, sobre la oración).
4341 Asi, pues, todo hombre que vive entre los hombres busque a Aquel a quien
ama de modo que no abandone a aquel con quien camina; y preste a éste su auxilio
de tal manera que bajo ningún motivo se separe de aquel a quien se dirige. (S.
GREGORIO MAGNO, Hom. 38 sobre los Evangelios).
4342 Debemos considerar como una infidelidad a nuestros ojos el alejarnos,
aunque no sea más que un instante, de la contemplación de Cristo. (CASIANO,
Colaciones,1).
4343 Aspira, pues, a Dios muy a menudo [. . . ], con breves pero ardientes
suspiros del corazón, admira su hermosura; implora su auxilio, arrójate en
espíritu a los pies de la cruz, adora su bondad, consúltale continuamente sobre
tu salud espiritual, entrégale mil veces al dia tu alma, fija la vista interior
en su dulzura; extiende hacia El los brazos como un niño chiquito a su padre,
para que El te lleve; ponle como delicioso ramillete sobre tu pecho, fijare en
tu alma como bandera y ejercita todos los movimientos del corazón para concebir
amor de Dios y excitar en ti una tierna y apasionada dilección del divino Espóso.
(S. FRANCISCO DE SALES. Introd. a la vida devota, II,13).
4344 Asi como los que están enamorados con amor humano y natural casi siempre
tienen empleado el pensamiento en recordar, el corazón en estimar y la boca en
alabar al objeto de sus amores, y cuando se hallan ausentes no pierden ocasión
de manifestar su afecto por cartas, y en cualquier árbol que encuentran escriben
el nombre de la persona amada, así los que aman a Dios no pueden dejar de pensar
en E1, suspirar por El, aspirar a El y hablar de El, y quisieran, si fuese
posible, grabar en todos los corazones del mundo el santo y sagrado nombre de
Jesús (S. FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota,11,13).
4345 Este debe ser nuestro principal objetivo y el designio de nuestro corazón:
que nuestra alma esté unida a Dios y a las cosas divinas. Todo lo que aparte de
esto, por grande que pueda parecernos, ha de tener en nosotros un lugar
puramente secundario o, por mejor decir, el último de todos. Inclusive debemos
considerarlo como un daño positivo. (CASIANO, Colaciones,1).
4346 Reflexionad bien qué es en lo que estáis pensando a todas horas. Unos
piensan en los honores, otros en el dinero, otros en la extensión de sus
posesiones. Todas estas cosas están en lo bajo, y cuando el alma se ocupa de
tales cosas queda doblada de la rectitud de su estado; y como no se eleva a los
deseos celestiales, no puede mirar hacia arriba, como la mujer encorvada (S.
GREGORIO MAGNO, Hom. 31 sobre los Evang. ).
4347 La oración se hace continua, como el latir del corazón, como el pulso. Sin
esa presencia de Dios no hay vida contemplativa; y sin vida contemplativa de
poco vale trabajar por Cristo, porque en vano se esfuerzan los que construyen,
si Dios no sostiene la casa (cfr.
Ps 126,1). (J. ESCRIVÁ
DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,8).
4348 Y creedme, mientras pudiéredes no estéis sin tan buen amigo. Si os
acostumbráis a traerle cabe vos y El ve que lo hacéis con amor y que andáis
procurando contentarle, no le podréis-como dicen-echar de vos, no os faltará
para siempre, ayudaros ha en todos vuestros trabajos, tenerle heis en todas
partes; mirad que es gran cosa un tal amigo al lado. (SANTA TERESA, Camino de
perfección,26,1).
4349 Si este comportamiento es frecuente, ¡cuántos pecados se evitarian y
cuántas acciones buenas se realizarian! [. . . ]. Porque si el recuerdo de un
hombre valiente y sabio nos incita a imitarlo y reprime nuestra tendencia al
mal, cuánto más nos ayudará en la oración el recuerdo de Dios, nuestro Padre, si
estamos convencidos de su presencia y de que nos escucha y nos habla. (ORIGENES,
Tratado sobre la oración,8-9)
Especialmente al comenzar y al terminar el dia
4350 Del mismo modo que la pureza y la atención durante el dia preparan una
noche santa, así las vigilias nocturnas nos hacen atesorar energias para toda la
jornada. (CASIANO, Instituciones,6).
4351 Oremos con acción de gracias al despuntar el nuevo dia, al salir de casa,
antes de comer y después de haber comido, a la hora de ofrecer incienso y
entregarnos al descanso. Y aun en la misma cama quiero que alternes los salmos
con la oración dominical, ya antes de que el sueño domine, ya cuando despiertes,
para que el sueño te coja libre de pensamientos mundanos y ocupada en los
divinos. (S. AMBROSIO, Sobre las virgenes,3).
4352 Antes de que amanezca el dia en el firmamento, luzca el sol de la gracia en
nuestro pecho y salga de nuestros labios la confesión del Simbolo, como signo de
defensa y amparo contra los peligros que rodean la vida. ¿Qué soldado va a la
guerra sin llevar su santo y seña? (SAN AMBROSIO, Sobre las virgenes,3).
"Industrias humanas" para tener presencia de Dios
4353 Emplea esas santas "industrias humanas" que te aconsejé para no perder la
presencia de Dios: jaculatorias, actos de Amor y desagravio, comuniones
espirituales, "miradas" a la imagen de Nuestra Señora. . . (J. ESCRIVÁ DE
BALAGUER, Camino, n. 272).
4354 Brotarán de tu alma más actos de amor, jaculatorias, acciones de gracias,
actos de desagravio, comuniones espirituales. Y esto, mientras atiendes tus
obligaciones: al descolgar el teléfono, al subir a un medio de transporte, al
cerrar o abrir una puerta, al pasar ante una iglesia, al comenzar una nueva
tarea, al realizarla y al concluirla; todo lo referirás a tu Padre Dios. (J.
ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios 149).
4355 Las criaturas son como un rastro del paso de Dios. Por esta huella se
rastreará su grandeza, poder, sabiduria y todos sus atributos. (S. JUAN DE LA
CRUZ, Cántico espiritual,5,3).
4356 ¡Qué felices seriamos de no tener sino a Jesús en el entendimiento, a Jesús
en la memoria, a Jesús en la voluntad, a Jesús en la imaginación! Jesús estarla
por todo en nosotros, y nosotros estariamos por todo en El. Tratemos de que sea
así; pronunciémosle tan a menudo como podamos. Aunque no sea sino tartamudeando
[. . . ]. (S. FRANCISCO DE SALES, Epistolario, fragm. 20,1. c. , p. 654).
4357 Rezaremos algunas preces en honor del santo Angel de la Guarda, y no
dejaremos nunca de bendecir la mesa, ni de dar gracias después de la comida, de
rezar el Angelus, y el Ave Maria cuando dan las horas: todo lo cual nos va
recordando nuestro último fin, nos hace presente que en breve ya no estaremos en
la tierra, y así nos iremos desligando de ella [. . . ]. Ya veis, cuán fácil es
orar constantemente, practicando lo que hemos dicho. Esta es la manera como
oraban siempre los santos. (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la oración).
4358 No seas tan ciego o tan atolondrado que dejes de meterte dentro de cada
Sagrario cuando divises los muros o torres de las casas del Señor. El te espera.
No seas tan ciego o tan atolondrado que dejes de rezar a Maria Inmaculada una
jaculatoria siquiera cuando pases junto a los lugares donde sabes que se ofende
a Cristo. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 269).
4359 Tu Crucifijo. -Por cristiano, debieras llevar siempre contigo tu Crucifijo.
Y ponerlo sobre tu mesa de trabajo. Y besarlo antes de darte al descanso y al
despertar: y cuando se rebele contra tu alma el pobre cuerpo, bésalo también.
(J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 302).
Jaculatorias
4360 ¿Cuándo llegará la hora de su presencia? Cuando le veamos cara a cara, como
dice el Apóstol; esto es lo quc nos promete Dios como premio a nuestros
trabajos. Cuando trabajas para esto lo haces: para llegar a la visión. (S,
AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 90).
4361 Ayuda para la memoria continua de Dios y el andar siempre en su presencia,
el uso de aquellas breves oraciones que S. Agustin llama jaculatorias, porque
éstas guardan la casa del corazón y conservan el calor de la devoción. (S. PEDRO
DE ALCÁNTARA, Trat. de la oración y meditación, II,2).
4362 Se dice que los monjes de Egipto hacen frecuentes oraciones, pero muy
cortas, a manera de jaculatorias brevísimas, para que así la atención, que es
tan sumamente necesaria en la oración, se mantenga vigilante y despierta. (S.
AGUSTIN, Carta 130, a Proba).
4363 Acaecíanos estar muchos ratos tratando de esto y gustábamos de decir muchas
veces: ¡Para siempre, siempre, siempre! En pronunciar esto mucho rato era el
Señor servido me quedase en esta niñez impreso el camino de la verdad. (SANTA
TERESA, Vida, I,4).
4364 En otras ocasiones nos bastarán dos o tres expresiones, lanzadas al Señor
como saeta, iaculata: jaculatorias, que aprendemos en la lectura atenta de la
historia de Cristo: Domine, si vis, potes me inundare (Mt
8,2), Señor, si quieres, puedes
curarme; Domine, tu omnia nosti, tu scis quia amo te (Jn
21,17), Señor, Tú lo sabes todo, Tú
sabes que te amo; Credo, Domine, sed aditiva incredulitatem meam (Mc
9,23), creo, Señor, pero ayuda mi
incredulidad, fortalece mi fe; Domine non sum dignus (Mt
8,8), ¡Señor, no soy digno!; Dominus
meus et Deus meus (Jn
20,28), ¡Sefior mío y Dios mío!. . .
U otras frases, breves y afectuosas, que brotan del fervor intimo del alma, y
responden a una circunstancia concreta. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que
pasa,119).
La plenitud de la presencia de Dios tendrá lugar después de esta vida
4365 Yo estaré con vosotros [. . . ]. El que en la vida presente permanece con
sus escogidos, protegiéndoles, también estará con ellos después que esto haya
concluido, premiándolos. (SAN BEDA, en Catena Aurea, volt 111, pp. 432-433).
4366 Sus ovejas encontrarán pastos, porque todo aquel que le sigue con un
corazón sencillo es alimentado con un pasto siempre verde. ¿Y cuál es el pasto
de estas ovejas, sino el gozo infinito de un paraiso siempre lozano? El pasto de
los elegidos es presencia del rostro de Dios, que, al ser contemplado ya sin
obstáculo alguno, sacia para siempre el espiritu con el alimento de vida. (SAN
GREGORIO MAGNO Hom. 14 sobre los Evang. ).
4367 Podemos decir que el Señor viaja con aquellos que viven dentro de la fe [.
. . ], y estará con nosotros (en este mundo) hasta que, saliendo de nuestros
cuerpos, nos reunamos con El (en el cielo). (ORIGENES, en Catena Aurea, volt
111, p. 225).
A través de la Virgen
4368 [. . . ] no nos importe repetirlo durante el dia-con el corazón, sin
necesidad de palabras-pequeñas oraciones, jaculatorias. La devoción cristiana ha
reunido muchos de esos elogios encendidos en las Letanias que acompañan al Santo
Rosario. Pero cada uno es libre de aumentarlas, dirigiéndole nuevas alabanzas, &ciéndole
lo que-por un santo pudor que Ella entiende y aprueba-no nos atreveriamos a
pronunciar en voz alta. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,294).
4369 Si te acostumbras, siquiera una vez por semana, a buscar la unión con María
para ir a Jesús, verás cómo tienes más presencia de Dios. (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Camino, n. 276).
Cómo vivian: trabajo, hospitalidad, fortaleza,
cumplimiento de las leyes. . .
4370 Eso fueron los primeros cristianos, y eso hemos de ser los cristianos de
hoy: sembradores de paz y de alegría, de la paz y de la alegria que Jesús nos ha
traido. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,30).
4371 T odo el que llegue a vosotros en nombre del Señor, sea recibido; luego,
examinándole, le conoceréis [. . . 1. Si el que llega es un caminante, no
permanecerá entre vosotros más de dos cias o, si hubiera necesidad, tres. Pero
si quiere establecerse entre vosotros, teniendo un of icio, que trabaje y así se
alimente. Mas si no tiene oficio, proveed según vuestra prudencia, de modo que
no viva entre nosotros ningún cristiano ocioso. Si no quiere hacerlo así, es un
traficante de Cristo; estad alertas contra los tales. (Didaché,12,1-5).
4372 Augusto, el que dio forma al imperio, no queria que se le llamase Señor,
que esto es nombre de Dios. Yo bien llamaré señor al emperador, en el sentido
vulgar. . . Pero respecto a él soy libre; mi Señor es sólo uno, el Dios
omnipotente y eterno, que es también Señor del emperador. (TERTULIANO,
Apologético,34).
4373 No nos basta ser justos-la justicia consiste en dar igual a los iguales-,
sino que se nos propone ser buenos y pacientes. (ATENÁGORAS, Legación,34).
4374 Habitan sus propias patrias, pero como forasteros; toman parte en todo como
ciudadanos, y todo lo soportan como extranjeros. Toda tierra es para ellos
patria y toda patria tierra extraña. Como todos, se casan; como todos, engendran
hijos; pero no exponen a los hijos que nacen. Ponen mesa común, pero no lecho.
Están en la carne, pero no viven según la carne. Pasan el tiempo en la tierra,
pero tienen su ciudadania en el cielo. Obedecen a las leyes establecidas, pero,
con su vida, sobrepasán las leyes. (Carta a Diogneto,5).
4375 ¿Cómo pueden ser inútiles los que viven donde vivis, comen lo mismo que
coméis, usan los mismos vestidos y todas las mismas cosas que necesitan para
vivir? No somos brahmanes ni gimnosofitas indios, ni habitantes de las selvas,
ni desterrados de la vida. Somos conscientes de deber gracias al Señor Dios,
Creador: no repudiamos ningún fruto que es obra suya; lo tomamos con templanza,
ni con exceso ni con defecto. Vivimos con los demás hombres; no nos pasamos sin
la plaza, la carniceria, los baños, las tabernas, los talleres, los mesones, las
ferias y los demás comercios. Con vosotros, también nosotros navegamos, con
vosotros somos soldados, labramos el campo, comerciamos, entendemos de oficios y
exponemos nuestras obras para vuestro uso. No sé cómo se puede llamar inútiles a
aquellos con quienes y de quienes vivis. (TERTULIANO Apologético,42).
Cómo vivian la caridad. Respeto mutuo
4376 Fue con amor como se abrieron paso en aquel mundo pagano y corrompido. (J.
ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,172).
4377 Esta práctica de la caridad es, sobre todo, lo que a los ojos de muchos nos
imprime un sello peculiar. Ved-dicen- cómo se aman entre si, ya que ellos se
odian mutuamente. Y cómo están dispuestos a morir unos por otros, cuando ellos
están más bien preparados a matarse los unos a los otros. (TERTULIANO,
Apologético,39).
4378"Saludad a todos los santos. Todos los santos os saludan. A todos los santos
que viven en Efeso. A todos los santos en Cristo Jesús, que están en Filipos".
-¿Verdad que es conmovedor ese apelativo-¡santos!- que empleaban los primeros
fieles cristianos para denominarse entre si?
-Aprende a tratar a tus hermanos. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER. Camino, n. 469).
Fortaleza en la fe
4379 Allí donde somos pasados a cuchillo, triunfamos; y cuando se nos lleva ante
el juez quedamos en libertad. (TERTULIANO, Apologético,50).
4380 Las cadenas, las prisiones, el exilio, el hambre, el fuego, las bestias
feroces y todos los suplicios que la crueldad de los perseguidores les ha hecho
imaginar, no han podido empañar esta fe que la ascensión del Señor al cielo
aumenta vivamente y que los dones del Espíritu Santo fortifican. No solamente
hombres, sino también mujeres, niños pequeños y muchachas han combatido por ella
en todas las partes del mundo hasta derramar su sangre. Esta fe ha puesto en
fuga a los demonios, desterrado las enfermedades, resucitado a los muertos. (S.
LEÓN MAGNO, Sermón 72, en la Ascensión del Señor).
4381 Palabras de Santa Inés en el momento del martirio: "No puedo cambiar mi
propósito, ni quebrantar la fe jurada al que me escogió antes de que yo lo
eligiera. Y tú-dice volviéndose al verdugo-descarga el golpe sobre mi cuello".
(S. AMBROSIO, Sobre las virgenes,1).
4382 No hacían caso de los peligros ni de la muerte [. . . ], ni de su pequeño
número, ni de la multitud de sus contrarios, ni del poder, fuerza y sabiduría de
sus enemigos; porque tenían fuerzas mayores que todo eso: el poder de Aquel que
había muerto en la Cruz y había resucitado. (S. JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S.
Mateo,4).
4383 S. Policarpo, ejecutado cuando este discípulo de los Apóstoles contaba casi
noventa años, le dice al Procónsul: "Nosotros profesamos una doctrina que nos
manda tributar el honor debido a los magistrados y autoridades que están por
Dios establecidas, mientras ello no vaya en detrimento de nuestra conciencia".
(Martirio de S. Policarpo, l0).
4384 (Cuenta S. Ambrosio un caso conocido por él de una joven que fue fuerte en
su vocación ante la oposición de sus padres).
Y, volviéndose a los parientes, añade: "Perdéis el tiempo brindándome un
desposorio que rechazo. ¿No veis que ya he celebrado mis bodas? Pero aunque
todavia fuese libre, ¿qué esposo me ofrecéis? Yo quiero el mejor de todos: Si el
que me preparáis es rico, poderoso y de noble condición, no lo será tanto como
el que yo elegi, que en riquezas, poderío y dignidad vence a cuanto puede
imaginarse en lo creado". (S. AMBROSIO, Sobre las virgenes,1).
4385 A estos hombres, maestros de una vida santa, vino a agregarse una gran
multitud de elegidos que, habiendo sufrido muchos suplicios y tormentos, se han
convertido para nosotros en un magnífico ejemplo. Por envidia fueron perseguidas
muchas mujeres que [. . . ], sufriendo graves y nefandos suplicios, corrieron
hasta el fin la ardua carrera de la fe y [. . . ] obtuvieron un premio
memorable. (S. CLEMENTF ROMANO, Carta a los Co¿ntios,5).
Se diferencian de los paganos en su modo de vida. Ejemplaridad
4386 (Los paganos) exponen a niños concebidos en casa y acogen pajaritos [. . .
]. No admiten a un hijo huérfano y crian papagayos [. . . ]. Hacen ostentación
de riqueza. Su caballo, su finca, su siervo, su oro valen quince talentos. Ellos
valen tres céntimos. (CLEMENTE DE ALEJANDRIA Pedagogo,3).
4387 (Los paganos) para ocultar la fornicación, usan medicinas mortales que
acarrean la ruina total, tanto del feto como del amor. (CLEMENTE DE ALEJANDRIA,
Pedagogo,2).
4388 Habita el alma en el cuerpo, pero no procede del cuerpo; así los cristianos
viven en el mundo, pero no son del mundo [. . . ]. La carne aborrece y combate
al alma, sin haber recibido agravio alguno de ella, porque no le permite gozar a
su antojo de los placeres; a los cristianos les aborrece el mundo, sin haber
recibido ofensa de ellos, porque renuncian a los placeres. El alma ama la carne
y a los miembros que la aborrecen, y los cristianos aman también a quienes los
odian. (Carta a Diogneto,5).
4389 Se casan como todos; como todos engendran hijos, pero no abandonan a los
que les nacen. . . Están en la carne, pero no viven según la carne. Pasan el
tiempo en la tierra, pero tienen su ciudadania en el cielo. Obedecen a las leyes
establecidas, pero con su vida sobrepasan las leyes [. . . ]. Para decirlo
brevemente, lo que el alma es en el cuerpo, eso son los cristianos en el mundo.
(Carta a Diogneto,5).
4390 Más vale callar y ser, que hablar y no ser. Bien está enseñar, a condición
de que quien enseñe haga. Un Maestro hay que dijo y fue. Mas también lo que,
callando, hizo, son obras dignas de su Padre. El que de verdad posee la palabra
de Jesús puede también escuchar su silencio, para ser perfecto. De esta manera,
según lo que habla, obra; y es conocido por lo que calla. (S. IGNACIO DE
ANTIOQUIA, Carta a los Efesios,15).
4391 Los cristianos no se distinguen de los demás hombres ni por su tierra, ni
por su habla, ni por sus costumbres: porque no habitan ciudades exclusivas
suyas, ni hablan una lengua extraña, ni llevan un género de vida distinto de los
demás. Verdaderamente esta doctrina no ha sido inventada por ellos gracias al
talento y a la especulación de hombres curiosos; no profesan, como otros hacen,
una enseñanza humana. Habitando ciudades griegas o bárbaras, según la suerte que
a cada uno le cupo, y adaptándose en vestido, comida y demás género de vida a
los usos o costumbres del país, dan muestra de un tenor peculiar de conducta que
es admirable y, según confesión de todos, sorprendente. (Carta a Diogneto,5).
4392 En cuanto a tributos y contribuciones, nosotros procuramos pagarlos antes
que nadie a quienes vosotros tenéis para ello ordenados por todas partes, tal
como fuimos por El enseñados. Porque por aquel tiempo se le acercaron algunos a
preguntarle si había que pagar tributo al César. Y El respondió: Decidme, ¿qué
efigie lleva la moneda? Ellos le dijeron: La del César. Y El les volvió a
responder: Pues dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios (Mt
22,17).
De ahi que sólo a Dios adoramos; pero, en todo lo demás, os servimos a vosotros
con gusto, confesando que sois emperadores y gobernantes de los hombres y
rogando que,junto con el poder imperial, se halle que también tengáis prudente
razonamiento. (S. JUSTINO, Apologia 1,17)
Universalidad. Fuerza expansiva del cristianismo
4393 Asi como muchas veces basta una sola mala conversación para perder a una
persona, no es raro tampoco que una conversación buena la convierta o le haga
evitar el pecado. ¡Cuántas veces, después de haber conversado con alguien que
nos habló del buen Dios, nos hemos sentido vivamente inclinados a El y hemos
propuesto portarnos mejor en adelante!. . . Esto es lo que multiplicaba tanto el
número de los santos en los primeros tiempos de la Iglesia: en sus
conversaciones no se ocupaban de otra cosa que de Dios. Con ello los cristianos
se animaban unos a otros y conservaban el gusto y la inclinación hacia las cosas
de Dios. (SANTO CuRA DE ARS, Sermón sobre el precepto 1. ° del decálogo).
4394 Somos de ayer y ya hemos llenado el orbe y todas vuestras cosas: las
ciudades, las islas, los poblados, las villas, las aldeas, el ejército, el
palácio, el senado, el foro. A vosotros sólo hemos dejado los templos.
(TERTULIANO, Apologético,37).
4395 Gritáis que ya está cercada Roma, viendo que no hay campo, ni isla, ni
poblado que no esté lleno de cristianos; os apesadumbráis, como de un gran mal,
de que se pasen al cristianismo personas de todo sexo, edad y condición, también
de la nobleza. (TERTULIANO. Apologético,1).
4396 No hay raza alguna del hombre, llámese bárbaros o griegos, o con otros
nombres cualesquiera, ora habiten en casas o se llamen nómadas sin viviendas o
moren en tiendas de pastores, entre los que no se ofrezca por el nombre de Jesús
crucificado oraciones y acciones de gracias al Padre y Hacedor de todas las
cosas. (JUSTINO, Diálogo con Trifón,117).
4397 Los cristianos, constantemente mortificados, se multiplican más y más. Tan
importante es el puesto que Dios les ha asignado que no les es licito desertar.
(Carta a Diogneto,5).
4398 Nos hacemos más numerosos cada vez que nos cosecháis: es semilla la sangre
de los cristianos. (TERTULIANO, Apologético,50).
4399 Todo esto, carisimos, os lo escribimos no sólo para amonestaros a vosotros,
sino también para recordárnoslo a nosotros mismos, porque hemos bajado a la
misma arena y tenemos delante el mismo combate. (S. CLEMENTE, Epistola a los
Corintios,7).
4400 Nada pudo contener o menguar su empuje: ni la cólera del pueblo, ni la
violencia de los tiranos, ni el ataque de los demonios, ni los asesinatos
cotidianos. Como un rio impetuoso pasaron por encima de todo lo que estaba
delante de ellos. (S. JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Juan,51).
4401 Nosotros admitimos a todos los que quieren oirnos, aunque sean viejecitas o
muchachos; toda edad es honrada por nosotros. (TACIANO Discurso 32).
Citas de la Sagrada Escritura
Se extiende poderosa su mano del uno al otro extremo, y lo gobierna todo con
suavidad. Sap 8,
Por eso os digo: no andéis preocupados por vuestra vida: qué vais a comer; O por
vuestro cuerpo: con qué os vais a vestir, En efecto, la vida vale más que el
alimento, y el cuerpo más que el vestido. Fijaos en los cuervos: no siembran ni
siegan, no tienen despensa y granero, pero Dios los alimenta. Cuánto mas valéis
vosotros que las aves! ¿Quién de vosotros, por más que cavile, puede añadir un
codo a su estatura? Si no podéis hacer ni lo mas pequeño, ¿por qué os preocupáis
por las demás cosas? Contemplad los lirios! cómo crecen, no se fatigan ni hilan,
pero YO Os digo que ni Salomón en toda su gloria pudo vestirse como uno de
ellos. Y si Dios viste así la hierba del campo, que hoy es v mañana se echa al
horno, ¡cuánto más a vosotros, hombres de poca re! Así, vosotros no andéis
buscando qué comer o que beber, y no estéis inquietos.
Por todas esas cosas se afanan los paganos. Bien sabe vuestro Padre que
necesitáis de ellas. Buscad más bien el Reino de Dios y su justicia, y esas
cosas se os darán por añadidura.
Lc 12,22-31.
Echad sobre El todos vuestros cuidados, puesto que cuida de vosotros.
1P 5,7.
Echa sobre Yavé el cuidado de ti, y El te sostendrá, pues no permitirá jamás que
el justo vacile.
Sg 54,23.
Dios sabe la necesidad que tenemos de las cosas; busquemos el reino de Dios y su
justicia y todas las demás cosas senos darán:
Mt 6
Mt 32-33
Lc 12,31.
Dios, que provee de simiente al sembrador. os dará también pan que comer y
multiplicará vuestra sementera. .
Dios dice: No te desampararé ni te abandonaré, Podemos animosamente decir: El
Señor es quien me ayuda, no temeré cosa alguna que hagan contra mi los hombres,
He 13,5-6.
Pero tú, Señor de la fuerza, juzgas con benignidad, y con mucha indulgencia nos
gobiernas. pues tienes el poder en la mano.
Sg 2,13-18.
cuando os entreguen, no os preocupe como o qué hablaréis, porque seos dará en
aquella hora lo que debéis decir.
El ha hecho al pequeño y al grande y cuida igualmente de todos.
Sg 6,8.
Todo lo dispusiste con medida numero y peso
Sg 2,21.
Uno se dispone a navegar, se dispone a atravesar por las furiosas ondas e invoca
a un leño mas frágil que la nave que le lleva. Pues esta fue inventada por la
codicia del lucro y fabricada con sabiduría por un artífice. Pero tu providencia
Padre la gobierna porque tu preparaste un camino en el mar, y en las ondas senda
segura
Sg 14,1-3.
Eles quien da a todos la' vida, el aliento v todas las cosas.
Ac 7,25.
Gobierno y conservación de todas las cosas por Dios
4402 Providencia es, también la voluntad de Dios que imprime a cada cosa a
dirección que le corresponde Y si la providencia divina es voluntad todo lo que
sucede providencialmente ha de ser en extremo excelente, y digno de Dios, y
tiene que suceder del mejor modo posible (San Juan Damasceno, Sobre la fe
ortodoxa 2)
4403 A todas las cosas ya través de ellas, a cada una en particular y a todas en
general, es El quien les otorga y conserva la
vida. (S. ATANASIO. Disertación contra los gentiles).
4404 La Providencia no es otra cosa que el acto por el que Dios quiere
proporcionar a los hombres los recursos necesarios y útiles para conseguir su ñn.
(S. FRANCISCO DE SALES. Trat del amor a Dios, II,3).
4405 Así como el músico, con la lira bien templada, ejecuta una armonía,
combinando con los recursos del arte los sonidos graves con los agudos y los
intermedios, así también la sabiduría de Dios, teniendo en sus manos el universo
como una lira, une ¡as cosas gobernándolas con su voluntad y beneplácito. (S.
ATANASIO. Disertación contra los gentiles).
4406 En cuanto a ja ejecución de ese plan, Dios gobierna unas cosas mediante
otras. (SANTO TOMÁS. Suma Teológica,1, q. 103, a. 6 e).
4407 Cuando un carpintero hace una silla y la deja, la silla continúa
existiendo; ¿por qué? Porque el material del que está hecha conserva la forma
que le ha dado. En otras palabras, cuando alguien que hace algo lo deja, se
mantiene en la existencia gracias al material del que está hecho. Pero si Dios,
habiéndonos hecho, nos abandonase, ¿podría mantenernos en la existencia el
material del que estamos hechos, que es la nada?
Esta es la verdad acerca del Universo en su totalidad y en cada una de sus
partes (incluidos nosotros). A menos que Dios no lo mantenga en la existencia
momento a momento, dejarla de existir sin más. (F. J. SHEED, Teología para
todos, p. 73).
4408 A la luz de las palabras de Dios,1qué pequeños resultan los designios
humanos cuando intentan alterar lo que Nuestro Señor ha establecido! (J, Escrivá
de Balaguer. Hom. El fin sobrenatural de la Iglesia, l c. ).
4409 La Providencia todo lo abarca, reina sobre todo y todo lo encamina a su
gloria. Hay sin duda casos Fortuitos y accidentes inesperados; pero sólo
respecto de nosotros, pues están presentes, y muy presentes, ante la Providencia
divina, que los prevé y ordena al bien común del Universo, (S. FRANCISCO DE
SALES Trat. del amor a Dios, TI,3).
Para los que aman a Dios, todo es para su bien
4410 Dios endereza absolutamente todas las cosas para su provecho, de suerte que
aun a los que se desvían y extralimitan, les hace progresar en la virtud, porque
se vuelven más humildes y experimentados. (S. AGUSTIN, Sobre la conversión y la
gracia,30).
4411 Debemos creer firmemente dos cosas. Ante todo, que nadie es tentado sin
permisión de Dios. Luego, que todo cuanto nos viene departe de Dios y que al
pronto nos parece próspero o adverso, nos es enviado por un padre lleno de
ternura y por el más sabio de los médicos, con miras a nuestro propio bien.
(CASIANO, Colaciones,7).
4412 El sabe ciertamente que con frecuencia nuestros sufrimientos son un
instrumento de salvación. S. GREGORIO NAC, Disertación 7).
4413 Fulano cometió y se hizo deudor de muchas maldades; Mengano cometió pocas,
por la asistencia de Dios. Al mismo que aquél atribuye el perdón de lo cometido,
atribuye éste lo que no cometió. Tú no fuiste adúltero en aquella tu vida
pasada, llena de ignorancia, ajeno a la iluminación bautismal, sin distinguir el
bien y el mal, sin creer todavía en Aquel Que te iba a la mano sin tú saberlo.
Esto es lo que te dice el Señor: <(Te gobernaba para mi, te guardaba para mi. Te
faltó un mal consejero para que no fueras adúltero; yo hice que te faltara. Te
faltó lugar y tiempo; yo hice que no los tuvieras. No te faltó un mal consejero,
ni el lugar ni la ocasión, para que tú no consintieras; yo atemoricé tu
conciencia". Reconoce, pues, la gracia de Aquel a quien debes la preservación de
los pecados no cometidos. (S. AGUSTIN, Sermón 99).
Confianza en la divina Providencia
4414 Les ocurre lo que al que no sabe medicina y ve al médico recetar a un
enfermo agua y a otro vino, según sus conocimientos le sugieren; al no saber
medicina, pensará que hace al azar lo que dispone con conocimiento de causa,
dando vino al segundo y agua al primero.
As pasa con respecto a Dios. El, con conocimiento de causa y según su
providencia, dispone las cosas que necesitan los hombres: aflige a algunos que
son buenos, y deja vivir en prosperidad a otros que son malos. (SANTO TOMÁS
Sobre el Credo,1, l. c. , p. 35).
4415 La historia no está sometida a fuerzas ciegas ni es el resultado del acaso,
sino que es la manifestación de las misericordias de Dios Padre. Los
pensamientos de Dios están por encima de nuestros pensamientos, dice la
Escritura (cfr. 15 55,8; Ron; 1,33); por eso, confiar en el Señor quiere decir
tener fe a pesar de los pesares, yendo más allá de las apariencias. La caridad
de Dios que nos ama eternamente está detrás de cada acontecimiento, aunque de
una manera a veces oculta para nosotros.
Cuando el cristiano vive de fe -con una fe que no sea mera palabra, sino
realidad de oración personal-, la seguridad del amor divino se manifiesta en
alegría, en libertad interior. Esos nudos que atenazan aveces el corazón, esos
pesos que aplastan el alma, se rompen y se disuelven. Si
Dios está por nosotros, ¿quién contra nosotros? (1Co
8,31). Y la sonrisa viene en seguida
a los labios. Un hijo de Dios, un cristiano que viva de fe, puede sufrir y
llorar. puede tener motivos para dolerse; pero, para estar triste, no. (J.
ESCRIVÁ DE BALAGUER Hom. Las riquezas de la fe).
4416 Por lo demás, conviene que creamos con una fe incondicional que nada
acontece en el mundo sin la intervención de Dios. Debemos reconocer, en efecto,
que todo sucede o por su voluntad o por su permisión. El bien, por su voluntad y
mediante su ayuda; el mal por su permisión. (CASIANO. Colaciones,3,20).
4417 Cualquier cosa que te suceda recíbela como un bien, consciente de que nada
pasa sin que Dios lo haya dispuesto.
(Epístola de Bernabé,19).
4418 Si viviéramos más confiados en la Providencia divina, seguros con fe
recia!- de esta protección diaria que nunca nos falta, cuántas preocupaciones o
inquietudes nos ahorraríamos. Desaparecerían tantos desasosiegos que, con frase
de Jesús, son propios de los paganos, de los hombres mundanos (Le 12,30), de las
personas Que carecen de sentido sobrenatural. (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de
Dios,1)
4419 Ahora nos mueve a una confianza firme e inquebrantable con el ejemplo de as
aves, diciendo: mirad los cuervos, que no siembran ni siegan (esto es, para
tener que comer), los cuales no tienen despensa ni granero (esto es, para
conservar), y Dios las alimenta. Pues, ¡cuánto más no valéis vosotros que
ellos!. . . (S. CIRILO en Catena Aurea, vol, VI, p. 88)
4420 Confiad a lo más secreto de la Providencia divina las molestias que
encontréis y creed firmemente que Dios os conducirá con dulzura, por lo que hace
a vuestra vida y a vuestros asuntos.
Los pastores de Arabia, cuando ven que relampaguea y truena y el espacio se
carga de rayos, se retiran con sus rebaños bajo los copudos laureles. Cuando las
persecuciones o contrariedades amenacen, retirémonos con todos nuestros afectos
al amparo de la cruz. (S. FRANCISCO DE SALES. Epistolario, fragm. 72, I. c. , p.
706).
Citas de la sagrada Escritura
Donde no hay gobierno el pueblo va a la ruina, en la abundancia del consejo está
la salvación. .
Con la sabiduría se edifica la casa y con la prudencia se afirma.
Pr 24,3.
Hace más el sabio que el valiente, el hombre de ciencia más que el fuerte. .
Mejor adquirir sabiduría; no la olvides, no te apartes de los dichos de mi boca.
.
Fuente de vida es la cordura para quien la tiene, y es castigo leí necio la
necedad.
Pr 16,22.
Pues la prudencia vale más que las perlas, y cuanto hay de codiciable no puede
comparársele. .
El corazón de sabio hace prudente su boca, y sobre sus labios crece la
persuasión.
Pr 16
Pr 23.
Objeto y fin de la prudencia
El fin de todas las cosas se va acercando; por tanto, sed prudentes y velad en
oración.
1P 4,7.
Los hijos de este siglo son en sus negocios más prudentes que los hijos de la
luz.
Lc 16,8.
Por las riquezas de su gracia, que con abundancia ha derramado sobre nosotros,
nos ha colmado de toda sabiduria y prudencia.
Ep 1,
7-8.
No queráis juzgar por las apariencias, sino juzgad por un juicio recto.
Jn 7,24.
Si nos juzgáramos rectamente, no seríamos juzgados.
1Co 11,31.
Mirad, hermanos, que andéis con gran circunspección: no como necios, sino como
prudentes; recobrando el tiempo, porque los días son malos.
Ep 5,15-16.
Mientras tenemos tiempo obremos bien. Gil 6,10; porque la escena de este mundo
pasa.
1Co 7,31.
La prudencia de la carne es muerte, mientras que la prudencia del espíritu es
vida y paz.
Rm 8,6.
Así está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, y desecharé la prudencia
de los prudentes.
1Co 1,19.
Os envío como ovejas en medio de los lobos; sed, pues, prudentes como serpientes
y sencillos corno palomas.
Jc 10,16.
Traza el corazón del hombre sus caminos, pero es Yavé quien dirige sus pasos.
Pr 16,9.
4421 Entre los pecados, ni uno solo hay que no conspire contra esta virtud. La
injusticia, la cobardía y la intemperancia se oponen primero, en electo, a las
virtudes de justicia, fortaleza y templanza; pero, en definitiva, a través de
ellas se oponen a la prudencia. Todo pecador es imprudente.
La prudencia es, por tanto, causa, raíz, "madre", medida9 ejemplo, guía y razón
formal de las virtudes morales; en todas esas virtudes influye, sin excepción,
suministrando a cada una el complemento que le permite el logro de su propia
esencia; y todas participan de ella, alcanzando, merced a tal participación, el
rango de virtud (J. Pieper, Las virtudes fundamentales, p. 39).
4422 La prudencia constituye la llave para la realización de la fundamental
tarea que cada uno de nosotros ha recibido de Dios. (JUAN PABLO II, Sobre la
prudencia,25-X-78).
4423 Las acciones particulares, cuya dirección compete a la prudencia, distan
mucho de ser inmediatamente inteligibles. Y tanto mas cuanto más inciertas e
indeterminadas son la prudencia necesita del buen razonamiento del hombre para
poder aplicar rectamente los principios universales a los casos particulares,
que son variados e inciertos. (SANTO TOMAS Suma Teológica,2-2, q. 49, a. 6)
4424 El primer paso de la prudencia es el reconocimiento de la propia
limitación: la virtud de la humildad. Admitir, en determinadas cuestiones, que
no llegamos a todo, que no podemos abarcar, en tantos casos, circunstancias que
es preciso no perder de vista a la hora de enjuiciar. Por eso acudimos a un
consejero; pero no a uno cualquiera, sino a uno capacitado y animado por
nuestros mismos deseos sinceros de amar a Dios, de seguirle fielmente. No basta
solicitar un parecer; hemos de dirigirnos a quien pueda dárnoslo desinteresado y
recto.
Después es necesario juzgar, porque la prudencia exige ordinariamente una
determinación pronta, oportuna. Si a veces es prudente retrasar la decisión
hasta que se completen todos los elementos de juicio, en otras ocasiones seria
gran imprudencia no comenzar a poner por obra, cuanto antes, lo que vemos que se
debe hacer; especialmente cuando está en juego el bien de los demás. (J. ESCRIVÁ
DE BALAGUER Amigos de Dios,86).
4425 (A ella se opone la negligencia, o falta de solicitud debida, que procede
de cierta desidia de la voluntad), lo cual impide que el entendimiento sca
impulsado y movido a imperar lo que debe o en la forma que debe. (SANTO TOMAS,
Suma Teológica,2-2, q. 54, a. 3).
4426 La prudencia es, en palabras de Paul Claudel (Cinq Grandes Odes), la
"inteligente proa" de nuestra esencia, que en medio de la multiplicidad de lo
finito, pone rumbo a la perfección (J. PIEPER, Las virtudes fundamentales. , p
57).
4427 Esta virtud cordial es indispensable en el cristiano; pero las últimas
metas de la prudencia no son la concordia social o la tranquilidad de no
provocar fricciones. El motivo fundamental es el cumplimiento de la Voluntad de
Dios, que nos quiere sencillos, pero no pueriles; amigos de la verdad, pero
nunca aturdidos o ligeros. El corazón prudente poseerá la ciencia (Pr
18, ¡5); y esa ciencia es la del amor
de Dios, el saber definitivo, el que puede salvarnos [. . . ]. (J. ESCRIVÁ DL
RLAGLER, Amigos de Dios,88).
4428 Veamos cuál es la prudencia que exige el Señor. Como serpientes -dice-. Así
como a la serpiente no le importa perderlo todo, aunque sea seccionando su
cuerpo, con tal de conservar la cabeza, así también tú -dice- debes estar
dispuesto a perderlo todo, tu dinero, tu cuerpo y aun la misma vida, con tal que
conserves la fe. La fe es la cabeza y la raíz; si la conservas, aunque pierdas
todo lo demás, lo recuperarás luego con creces. (S. JUAN CRISOSTOMO. Hom. sobre
s. Mareo,33)
4429 ¿Soy prudente? ¿Vivo consecuente y responsablemente? El programa que
realizo, ¿sirve para el bien verdadero? ¿Sirve para la salvación que quiere para
nosotros Cristo y la Iglesia? Si hoy me escucha un estudiante o una estudiante,
un hijo o una hija, contemple, bajo esta luz, sus propias tareas de la escuela,
las lecturas, los intereses, los pasatiempos, el ambiente de los amigos y
amigas. Si me escucha un padre o una madre de familia, piense un poco en sus
compromisos conyugales y de padre. Si me escucha un ministro o un hombre de
Estado, mire el abanico de sus deberes y de sus responsabilidades. ¿Busca él el
verdadero bien de la sociedad, de la nación, de la humanidad? ¿O sólo intereses
particulares o parciales? Si me escucha un periodista, un publicista, un hombre
que ejerce influencia sobre la opinión pública, reflexione sobre el valor y
sobre el fin de esta influencia. (JUAN PABlO II, Sobre la prudencia,25-X-1978).
Contar con el juicio de los demás. Petición de consejo
4430 El tratar de lo particular y contingente exige, para conocer algo con
certeza, tener en cuenta muchas condiciones y circunstancias, difícilmente
observables por uno solo, que pueden en cambio ser percibidas con más seguridad
por varios. (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 47, a. 15).
4431 Incluso es una nota de excelencia contar con otras personas que puedan
ayudarnos. (SANTO TOMÁS, Suma Teológica, q. 129, a. 9).
4432 Mas adonde hay necesidad, puédense mal tomar los consejos si no dan
remedio. (SANTA TERESA Fundaciones,19,8).
4433 En lo que atañe a la prudencia, nadie hay que se baste siempre a si mismo,
es necesario contar con la ayuda de otras personas antes de tomar nuestras
decisiones personales. (SANTO TOMÁS. . Suma Teológica,2-2, q. 49, a. 3).
4434 El hombre necesita aconsejarse cuando está atribulado, como precisa el
enfermo la orientación de los médicos. Por consiguiente, estando enfermos todos
por el pecado, hemos de pedir consejo para curarnos. (SANTO TOMAS> Sobre el
Padrenuestro, l. c. ,153)
Vigilancia diligente
4435 La prudencia está en guardia y en vigilancia diligente, no sea que,
insinuándose poco a poco una mala inclinación, nos engañemos y caigamos. (S.
ACLSTIN, Sobre el Sermón de la 2\4ontaña. 24. >
4436 Asi que aunque más gustos y prendas de amor el Señor os dé, nunca andéis
tan seguras que dejéis de temer -que podéis tornar a caer- y guardaos de las
ocasiones. (SANTA TURÍSA> Camino de perfección,39,6).
4437 Asi como es propio de la previsión descubrir lo que es de suyo conveniente
para cl fin, la circunspección considera si ello es conveniente a ese fin, dadas
las actuales circunstancias. (SANTO TOMAS> Suma Teológica,2-2, q. 49, a. 8).
Manifestaciones de esta virtud
4438 Por la prudencia el hombre es audaz, sin insensatez; no excusa, por ocultas
razones de comodidad, el esfuerzo necesario para vivir plenamente según los
designios de Dios. La templanza del prudente no es insensibilidad ni misantropia;
su justicia no es dureza; su paciencia no es servilismo. (J. ESCRiVÁ [)L
BALAGLER. Amigas de Dios,87).
4439 De nada vale que el carro sea sólido y la cuadriga bien adiestrada si el
cochero o auriga va loco. ¿De qué vale una nave muy bien construida si cl piloto
va borracho? (S. GREGORIO DE NISA> Sobre los que han de ser amados, discurso 1).
4440 [. . . ]. Una manifestación clara de prudencia consistirá en
poner el remedio oportuno, a fondo, con caridad y con fortaleza, con sinceridad.
No caben las inhibiciones. Es equivocado pensar que con omisiones o con retrasos
se resuelven los problemas. La prudencia exige que, siempre que la situación lo
requiere emplee la medicina, totalmente y sin paliativos [. . . ]. (J. ESCRIVÁ
DE BALAGUER Amigos de Dios,157).
4441 No es prudente cl que no se equivoca nunca, sino el que sabe rectificar sus
errores. Es prudente porque prefiere no acertar veinte veces, antes que dejarse
llevar de un cómodo abstencionismo. No obra con alocada precipitación o con
absurda temeridad, pero se asume el riesgo de sus decisiones, y no renuncia a
conseguir el bien por miedo a no acertar. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de
Dios,88).
Prudencia en las lecturas y al exponer o recibir la doctrina
4442 Es buena garantía de salvación saber de quién se ha de huir. (Se refiere a
los falsos doctores, que enseñan su propia doctrina y no la de Cristo). (S. JUAN
CRISÓSTOMO. en Catena Aurea, vol. 1, PP. 440-441).
4443 Guardaos de los falsos profetas que vienen a vosotros disfrazados con piel
de oveja. . . Ninguna cosa hace tan o daño al bien como la ficción: las Ovejas
son los cristianos y la piel de oveja es una especie de cristiandad y de
religión fingida. (S. JUAN CRISOSTOMO, en Carena Aurea, vol.
1P 441).
4444 Debéis, pues, vosotros seguir al detalle el ejemplo de las abejas. Porque
éstas no se paran en cualquier flor ni se esfuerzan por llevarse todo de las
flores en las que posan su vuelo, sino que una vez que han tomado lo conveniente
para su intento, lo demás lo dejan en paz.
También nosotros, si somos prudentes, extrayendo de estos autores lo que nos
convenga y más se parezca a la verdad, dejaremos lo restante, de la misma manera
que al coger la flor del rosal esquivamos las espinas, as al pretender sacar el
mayor fruto posible de tales escritos, tendremos cuidado con lo que pueda
perjudicar los intereses del alma. (S. BASILIO, Discurso a los jóvenes).
4445 Debemos precavernos no sea que, tendiendo a la sabiduría, que sólo puede
hallarse en Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría
y de la ciencia> seamos engañados, con cl nombre mismo de Cristo, por los
herejes o por quienes entienden mal la verdad, y por los amadores de este mundo.
(S. AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montaña,2).
4446 En la selección de las publicaciones destinadas a la venta os guien, pues,
las sanas máximas que os son muy conocidas, anticipando de este modo con un
autoexamen, digno de personas respetuosas de la verdad y de la honestidad [. . .
]. Asi, además, vosotros mismos atendéis directamente a la venta, tanto más
vuestra honorabilidad, vuestro sentido cívico, pero, sobre todo, la caridad
hacia el prójimo, particularmente hacia la juventud, os hará rehuir toda
difusión clandestina de publicaciones nocivas y corruptoras de las buenas
costumbres. El pretexto de que otros lo hagan seria demásiado débil excusa para
disculpar a quien se hiciese cómplice de tan gran mal. (Pío XII, Abc.
2-lo-1958).
4447 El escuchar las palabras de los perversos (se refiere a los libros de
autores gentiles) es un camino para llegar a los hechos. Por eso, con todo
cuidado debemos guardar nuestra alma, no sea que a través de un estilo o
palabras agradables, sin sentirlo, admitamos algo peor, como los que toman
veneno mezclado con miel. (S. BASILIO. Discurso a los jóvenes).
4448 No hemos de admitir y aceptar todo sin más ni más (de los libros o autores
gentiles), sino lo que nos sea útil. Pues no podemos apartar lo dañoso
tratándose de alimentos, y no tener cuenta alguna con las lecturas, que
alimentan el alma, y lanzarse a cualquier cosa que se presente, como el torrente
que arrastra consigo lo que encuentra. (S. BASILIO, Discurso a los jóvenes).
4449 No es fácil dar para todos una norma común, sino que 4449 cuando os relatan
hazañas, proezas y dichos de los héroes, debéis esforzaros por aceptarlo con
afecto y tratar de imitarles e intentar con todo ahinco ser como ellos; pero
cuando se trate de hombres perversos, entonces es necesario huir de imitarles,
dejar su ejemplo, tapándonos los oídos con no menos precaución de la que dicen
que tuvo Ulises al huir del canto de las sirenas. (S. BASILIO, Discurso
a los jóvenes).
Prudencia de quien es constituido "buen pastor"
4450 No sólo manda el Señor a sus discípulos que busquen para su hospedaje
personas dignas, sino que les prohíbe andar de casa en casa: primero, para no
ofender a quien los recibiera en la suya; y luego, porque no cobren fama de
glotones y amigos de pasarlo bien [. . . . ¿Veis cómo de este modo atendió el
Señor al prestigio de sus apóstolcs y cómo animó a quienes los recibieran? (S.
jtjAN CRISÓsTOMO.
ibm. sobre S. Mareo,32).
4451 Para curar una herida, primero se limpia bien, también alrededor, desde
bastante distancia. De sobra sabe el cirujano que duele; pero, si omite esa
operación, más dolerá después. Además, se pone enseguida el desinfectante:
escuece -pica, decimos en mi tierra-, mortifica, y no cabe otro remedio que
usarlo, para que la haga no se infecte. Si para la salud corporal es obvio que
se han de adoptar estas medidas, aunque sc trate de escoriaciones de poca
categoria, en las cosas grandes de la salud del alma -en los puntos neurálgicos
de la vida de un hombre-, ¡fijaos si habrá que lavar, si habrá que sajar, si
habrá que pulir, si habrá que desinfectar, si habrá que sufrir! La prudencia nos
exige intervenir de este modo y no rehuir el deber, porque soslayarlo
demostraría una falta de consideración, e incluso un atentado grave contra la
justicia y contra la fortaleza. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,161.
4452 El pastor debe saber guardar silencio con discreción y hablar cuando es
útil, de tal modo que nunca diga lo que se debe callar ni deje de decir aquello
que hay que manifestar. (S. GRFGORIO MAGNO, Regla pastora¿,2>.
4453 [. . . ] la virtud de la prudencia resulta imprescindible a cualquiera que
se halle en situación de dar criterio, de fortalecer, de corregir, de encender,
de alentar. (J. ESCPIVÁ DE BALAGVFR, Amigos de Dios,155>.
La falsa prudencia
4454 El hombre prudente, que se afana por todo lo que es verdaderamente bueno,
se esfuerza por medir todo asunto, toda situación su obrar todo, según el metro
del bien moral. Pues no es prudente, como se pretende con frecuencia, el que
sabe situarse en la vida y sacar de ella el mayor provecho, sino el que sabe
construir su vida según la voz de la recta conciencia y según las exigencias de
la justa moral.
(JUAN PABLO II, Sobre la prudencia,25-X-l 978).
4455 No me gusta tanto eufemismo: a la cobardia la llamáis prudencia. -Y vuestra
"prudencia" es ocasión de que los enemigos de Dios, vacio de ideas el cerebro,
se den tono de sabios y escalen puestos que nunca debieran escalar. (J. ESCRIVA
DE BALAGUER, Camino, n. 35).
Prudencia para no alabar lo que puede causar daño en las almas
4456 No alabaremos a los poetas cuando insultan y escarnecen, ni cuando relatan
escenas de amores lujuriosos y de embriagueces, ni cuando fijan la felicidad en
una mesa bien surtida con canciones disolutas. (S. BASII. IO, Discurso a ¿os
jóvenes)
4457 Servir de altavoz al enemigo es una idiotez soberana; y, SL el enemigo es
enemigo de Dios, es un gran pecado.
-Por eso, en el terreno profesional, nunca alabare la ciencia de quien se sirve
de ella como cátedra para atacar a la Iglesia. (3. ESCRIVÁ DE BALAGUER. Camino,
n. 836).
Citas de ¡a Sagrada Escritura
(Judas Macabeo) mandó hacer una colecta en las filas, recogiendo hasta dos mil
dracmas, que envió a Jerusalén para ofrecer sacrificios por los pecados [. . . ]
Obra santa y piadosa es orar por los muertos. Por eso hizo que fuesen expiados
los difuntos: para que fuesen absueltos de los pecados.
2M 12,43-46.
En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que pagues el último centavo.
Mt 5,26.
Con las riquezas injustas haceos amigos para que, cuando éstas falten, os
reciban en los eternos tabernáculos.
Lc 16,9.
llaz gracia a todo viviente, y al muerto no le niegues tu benevolencia.
Si 7,37.
Y sucederá que en toda la tierra serán exterminados los dos tercios, y
perecerán, pero será preservado un tercio. Yo pondré al fuego este tercio, y lo
fundiré como se funde la plata, y lo acrisolaré como se acrisola el oro.
Za 13,9.
1. . . ] y luego enseguida vendrá a su templo el Señor, a quien buscáis, y el
Angel de la alianza que deseáis. Ile aquí que llega dice Yahvé de los ejércitos,
y ¿quién podrá soportar el día de su venida? ¿Quién podrá mantenerse firme
cuando aparezca? Porque será como fuego de fundidor y como lejía de batanero, y
se pondrá a fundir y a depurar la plata y a purificar a los hijos de Levi, y los
acrisolará como al oro y a la plata 1. . . ] .
Y serán encerrados presos en la mazmorra, encarcelados en la prisión, y después
de muchos días serán visitados. 15 24,22.
Habré de soportar la ira de Yahvé, porque pequé contra El, hasta que juzgue mi
causa y me haga justicia. Miq 7,9.
Saca mi alma de la cárcel para que pueda alabar tu nombre. Mc rodearán los
justos en corona cuando te hayas mostrado propicio hacia mi. Ps 141,8.
Lugar de purificación
4458 Sucede que algunos mueren sin haber podido satisfacer totalmente la
penitencia debida por sus pecados, de los que ya se han arrepentido. No es
congruente con la divina justicia que no satisfagan [. . . ]. Asi, pues, padecen
esta pena después de la muerte, pero no en el infierno, en el cual padecen los
hombres por sus pecados mortales, ya que sus pecados mortales han sido
perdonados por la penitencia [. . . J. Es necesario, pues, admitir que existen
penas temporales y purgatorias después de esta vida y antes del juicio final.
(SANTO TOMÁS, De rationibus fidel, n. 101 0).
4459 De los principios que hemos expuesto puede deducirse fácilmente la
existencia del purgatorio. Porque si es verdad que la contrición borra los
pecados, no quita todo el resto de la pena que por ellos se debe; ni tampoco se
perdonan siempre los pecados veniales, aunque desaparezcan los pecados mortales.
Ahora bien, la justicia de Dios exige que una pena proporcional restablezca el
orden perturbado por el pecado. Luego hay que concluir que todo aquel que muera
contrito y absuelto de sus pecados, pero sin haber satisfecho plenamente por
ellos a la divina justicia, debe ser castigado en la otra vida. Negar el
purgatorio es, pues, blasfemar contra la justicia divina. Es, pues, un error, y
un error contra la fe. (SANTO TOMAS, Suma Teológica, Supí. , q. 71, a. 1).
4460 El alma justa, al salir de su cuerpo, viendo en si misma alguna cosa que
empaña su inocencia primitiva y se opone a su unión con Dios, experimenta una
aflicción incomparable; y como sabe muy bien que este impedimento no puede ser
destruido sino por el fuego del purgatorio, se baja allí de repente y con plena
voluntad [. . . ]. Sabiendo que el purgatorio es el baño destinado a lavar estas
especies de manchas, corre allá [. . . J, pensando mucho menos en los dolores
que le esperan que en la dicha de encontrar allí su primitiva pureza. (SANTA
CATALINA DE GE NOVA, Trat. del Purgatorio, n. 12).
4461 Definimos con autoridad apostólica: que, según la común ordenación de Dios,
las almas de todos los santos que salieron de este mundo [. . . ], en las que no
había nada que purgar 1. . . ] o en las que hubo o habrá algo purgable, cuando
después de su muerte se hubieren purgado 1. . ] estuvieron, están y estarán en
el cielo. (BENEDICTO XII, Const. dogm. Benedictus Deus, Denz Sch.
DS 1000).
4462 Si alguien dijere que después de recibida la gracia de la justificación de
tal manera se le perdona la culpa y se le borra el resto de pena eterna a
cualquier pecador arrepentido, que no queda reato alguno de pena temporal que
haya de pagarse en este mundo, o en el otro en el purgatorio antes de que pueda
abrirse la entrada en el reino de los cielos, sea anatema. (CONC. DE TRENTO,
Denz Sch.
DS 1
DS 580).
4463 Se ha de tener en cuenta que, por parte de los buenos, puede haber algún
impedimento para que sus almas reciban, una vez salidas del cuerpo, el último
premio consistente en la visión de Dios. Efectivamente, la criatura racional no
puede ser elevada a dicha vísión, sí no esta totalmente purificada 1. . . J.
Pero a veces acontece que tal purificación no se realiza totalmente en esta
vida, permaneciendo el hombre deudor de la pena, ya por alguna negligencia [. .
. ] o también porque es sorprendido por la muerte. Mas no por eso merece ser
excluido totalmente del premio, porque pueden darse tales cosas sin pecado
mortal, que es el único que quita la caridad [. . . J. Luego es preciso que sean
purgadas después de esta vida antes de alcanzar el premio final. (SANTO TOMÁS,
Suma contra gentiles,4,91).
Los sufragios en favor de las almas del Purgatorio
4464 Ofrecer el sacrificio por el descanso de los difuntos [. . . ] es una
costumbre observada en el mundo entero. Por eso creemos que se trata de una
costumbre enseñada por los mismos Apóstoles. En efecto, la Iglesia católica la
observa en todas partes; y si ella no creyera que se les perdonan los pecados a
los fieles difuntos, no haría limosnas por sus almas, ni ofreceria por ellas el
sacrificio a Dios. (S. ISIDORO DE SEVILLA, Sobre los oficios eclesiásticos,1).
4465 Pensemos en procurarles algún alivio del modo que podamos [. . . ]. ¿Cómo?
Haciendo oración por ellos y pidiendo a otros que también oren [. . . ]. Porque
no sin razón fueron establecidas por los apóstoles mismos estas leyes; digo el
que en medio de los venerandos misterios se haga memoria de los que murieron [.
. . ]. Bien sabían ellos que de esto sacan los difuntos gran provecho y utilidad
[. . . ](S. JUAN CRISÓSTOMO. Hom. sobre la Epistola a los Filipenses,3).
4466 El Concilío propone a los ortodoxos la siguiente profesión de fe para su
vuelta a la Iglesia Católica: "Creemos (. . . ] que los que verdaderamente
arrepentidos murieron en caridad antes de haber satisfecho con frutos dignos de
penitencia por los pecados de comisión y omisión, sus almas son purificadas
después de la muerte con penas purgatorias [. . . ], y para aliviar estas penas
les aprovechan los sufragios de los fieles vivos, es decir, el sacrificio de la
Misa, las oraciones, limosnas y otras obras de piedad que, según las leyes de la
Iglesia, han acostumbrado hacer unos fieles por otros". (CONC. II DE LYON, Denz
Sch.
DS 856).
4467 [. . . ] algunos entre 105 discípulos (de Cristo) peregrinan en la tierra,
otros, ya difuntos, se purifican, mientras otros son glorificados contemplando
claramente al mismo Dios, Uno y Trino, tal cual es; todos, aunque en grado y
forma distintos, estamos unidos en fraterna caridad y cantamos el mismo himno de
gloria a nuestro Dios [. . . ]. Asi que la unión de los peregrinos con los que
durmieron en la paz de Cristo de ninguna manera se interrumpe, antes bien, según
la constante fe de la Iglesia, se fortalece con la comunicación de los bienes
espirituales [. . . ]. La Iglesia de los peregrinos, desde los primeros tiempos
del cristianismo, tuvo perfecto conocimiento de esta comunión de todo el cuerpo
místico de Jesucristo y así conservó con gran piedad el recuerdo de los difuntos
y ofreció sufragio por ellos, porque santo y saludable es el pensamiento de orar
por los difuntos para que queden libres de sus pecados (2MC
12,46). (CONC. VAT. II, Const. Lumen
gentium,
LG 49-50).
En esta vida podemos purificarnos
4468 Lo que ha de llenarse ha de empezar por estar vacío. Has de llenarte del
bien, comienza por echar fuera el mal. Imagina que Dios te quiere hacer rebosar
de miel: sí estás lleno de vinagre, ¿dónde va a depositar la miel? Primero hay
que vaciar lo que contenía el recipiente: hay que limpiar el mismo vaso; hay que
limpiarlo, aunque sea con esfuerzo, a fuerza de frotarlo, para que sea capaz de
recibir esta realidad misteriosa (S. AGUSTtN, Trat. sobre la 1. a Epístola de S.
Juan,4).
4469 (Dios permite las humillaciones de algunos para que sus almas) estén del
todo purificadas al poner el píe en el umbral de la otra vida, o por lo menos no
tengan que sufrir más que una pena muy leve. (CASIANO, Colaciones,7).
4470 Esforcémonos por hacer penitencia en esta vida. ¡Qué dulce será la muerte
de quien de todos sus pecados la tiene hecha, y no ha de ir al Purgatorio!
(SANTA TERESA, Camino de perfección,40,9).
4471 Mejor es purgar ahora los pecados y vicios que dejarlos para el purgatorio.
(Imitación de Cristo,1,24,3).
Las penas del Purgatorio
4472 (Estas penas son) tan intensas que la pena mínima del purgatorio excede a
la mayor de esta vida. (SANTO TOMÁS, Suma Teológica, Supí. , q. 71, a. 3).
4473 (Es doctrina común que existe pena de daño y de sentido). La pena de daño
consiste en que se les retrasa la visión de Dios. (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,
Supí. , q. 71, a. 2).
4474 En aquello que peca el hombre principalmente, será más gravemente punido.
Allí los perezosos serán pungidos con aguijones ardiendo, los golosos serán
atormentados con gravísima hambre y sed, los lujuriosos y amadores de deleites
serán envestidos en pez y azufre ardiendo, los envidiosos aullarán con dolor
como perros rabiosos.
No hay vicio que no tenga su propio tormento. Allí los soberbios serán llenos de
toda confusión, los avaros serán puestos en miserable necesidad. Allí más grave
será pasar una hora de pena que aquí cien años de penitencia amarga. (Imitación
de Cristo 1,24,4).
Devoción a las almas del Purgatorio
4475 Las ánimas benditas del purgatorio. -Por caridad, por justicia, y por un
egoísmo disculpable -¡pueden tanto delante de Dios!- tenlas muy en cuenta en tus
sacrificios y en tu oración. Ojalá, cuando las nombres, puedas decir: "Mis
buenas amigas las almas del purgatorio. . . ". (J. Es CRIVÁ DE BALAGUER, Camino,
n. 571).
4476 Encomendémosle nuestras vidas y las de aquellos que, habiendo vívido en
otro tiempo con nosotros, nos han precedido, ya en la morada eterna. (S.
GREGORIO DE NACIANCENO, Disertación 7).
Citas de la Sagrada Escritura
[. . . ] Jesucristo, el testigo veraz, el primogénito de los muertos, el
príncipe de los reyes de la tierra. El que nos ama, y nos ha absuelto de
nuestros pecados por la virtud de su sangre. .
Le respondí: Señor mío, eso tú lo sabes. Y me replicó: Estos son los que vienen
de la gran tribulación, y lavaron sus túnicas y las blanquearon en la sangre del
Cordero.
Ap 7,14.
Bienaventurados los que lavan sus túnicas para tener derecho al árbol de la vida
y a entrar por las puertas que dan acceso a la ciudad.
Ap 22,14.
Lávame enteramente de mi iniquidad, y límpiame de mi pecado.
Ps 50,4.
Lavaos, limpiaos, quitad de ante mis ojos la iniquidad de vuestras acciones.
Dejad de hacer el mal.
Is 1,16.
Cuando lave el Señor la inmundicia de las hijas de Sión, limpie en Jerusalén las
manchas de sangre al viento, al viento de la devastación. 15 4,4.
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Mt 5,8.
Respondió Jesús: En verdad, en verdad te digo que quien no renaciere del agua y
del Espíritu, no puede entrar en el reino de los cielos. .
Jesús les dijo: El que se ha bañado no necesita lavarse, está todo limpio; y
vosotros estáis limpios, pero no todos.
Jn 13,10.
Porque se ha manifestado la gracia salutifera de Dios a todos los hombres,
enseñándonos a negar la impiedad y los deseos del mundo, para que vivamos
sobria, justa y piadosamente en este siglo.
con la bienaventurada esperanza en la manifestación gloriosa del gran Dios y
Salvador nuestro, Cristo Jesús, que se entregó por nosotros para rescatamos de
toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celador de buenas obras.
Tt 2,11-14.
No por las obras justas que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia,
nos salvó mediante el lavatorio de la regeneración y renovación del Espíritu
Santo. .
Pero si andamos en la luz, como El está en la Luz, entonces estamos en comunión
unos con otros y la sangre de Jesús, su Hijo, nos purifica de todo pecado. Si
dijéramos que no tenemos pecado, nos engañaríamos a nosotros mismos y la verdad
no estaría en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, fiel y justo es El para
perdonamos y limpiarnos de toda iniquidad.
1Jn 1,7-9.
Porque todo lo que hay en el mundo, concupiscencia de la carne, concupiscencia
de los ojos y orgullo de la vida, no viene del Padre, sino que procede del
mundo. 1Jn 2,16.
Para ver a Dios
4477 Ese Cristo, que tú ves, no es Jesús. -Será, en todo caso, la triste imagen
que pueden formar tus ojos turbios. . .
-Purifícate. Clarifica tu mirada con la humildad y la penitencia. Luego. . . no
te faltarán las limpias luces del Amor. Y tendrás una visión perfecta. Tu imagen
será realmente la suya: ¡El! (J. ESCRivA DE BALAGUER, Camino, n. 212).
Para que Dios habite en nosotros
4478 Figúrate que te dice Dios: "Tú me has invocado, ya voy a ti; pero ¿dónde
entraré? ¿voy a soportar tantas suciedades de tu conciencia? Si convidases a un
siervo mio a tu casa, ¿no procurarías antes limpiarla? Me convidas a mi a tu
corazón, y está lleno de rapiñas". El lugar al que se convida a Dios está
plagado de blasfemias, de adulterios, de fraudes, de malas pasiones, ¿y tú me
convidas? (S. AGU5TtN, Coment. sobre el Salmo 30).
4479 Que, a mi parecer, si como ahora entiendo que en este palacio pequeñito de
mi alma cabe tan gran Rey, no le dejara tantas veces solo, alguna me estuviera
con El, y más procurara que no estuviera tan sucia. (SANTA TERESA, Camino
deperfección,28,11).
4480 Y así como sacan poca agua de una fuente los que van allí con vasos
pequeños, y sacan mucha quienes los llevan mayores, no distinguiendo la fuente
las medidas, y como sucede también a la luz, que extiende más o menos su
claridad según las ventanas que se abren, así se recibe la gracia, según la
medida de las disposiciones. (S. JUAN CRIsósTOMO, en Catena Aurea, vol. VI, p.
324).
4481 Es la otra propiedad limpiar cosas no limpias. Si no hubiese agua para
lavar, ¿qué seria del mundo? Sabéis que tanto limpia este agua viva, este agua
celestial, este agua clara, que de una vez que se beba pienso que deja el alma
clara y limpia de todas las culpas. (SANTA TERESA, Camino deperfección,19,6).
4482 Y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos mansión en él. Considérese
bien qué inefable dicha es dar hospedaje en nuestro corazón a Dios. Sí cualquier
persona distinguida o que ocupe algún puesto elevado, o algún amigo rico y
poderoso nos anunciara que iba a venir a visitarnos en nuestra casa, ¡con qué
solicitud limpiaríamos y ocultaríamos todo aquello que pudiera ofender la vista
de esta persona o de este amigo! Lave primero las manchas y suciedades que tiene
el que ha ejecutado malas obras, si quiere preparar a Dios una morada en su
alma. (S. GREGORIO MAGNO, Hom. 30 sobre los Evang. ).
4483 Debemos disponer nuestras almas del mismo modo como deseamos encontrar
dispuesta la iglesia cuando venimos a ella.
¿Deseas encontrar limpia la basílica? Pues no ensucies tu alma con el pecado. Si
deseas que la basílica esté bien iluminada, Dios desea también que tu alma no
esté en tinieblas [. . . J. Del mismo modo que tú entras en esta iglesia, así
quiere Dios entrar en tu alma, como tiene prometido: habitaré en medio de ellos
y andaré entre ellos. (S. Cesáreo DE ARLIES, Sermones).
El dolor y las contrariedades nos pueden servir de purificación
4484 Nuestra pureza y piedad exigen, precisamente porque sois aceptos y
agradables a Dios, que esta pureza sea expurgada mediante repetidos golpes,
hasta que llegue a su máxima perfección. Por esto, si a veces se duplica o
triplica la espada sobre vosotros, renedio por sumo gozo y como una prueba de
amor. (S. RAIMUNDO, Cartas, l. c. , PP. 84-85).
4485 Si el orfebre martillea repetidamente el oro, es para quitar de él la
escoria; si el metal es frotado una y otra vez con la lima, es para aumentar su
brillo. El horno prueba la vasija del alfarero, el hombre se prueba en la
tribulación. (S. PEDRO DAMIÁN, Cartas,8,6).
4486 Que, por cuanto aquí purga Dios al alma [. . . ], conviene que sea puesta
en vacío y pobreza y desamparo de todas estas partes (potencias interiores y
exteriores), dejándola seca, vacía y en tinieblas. (S. JUAN DE LA CRUZ, Noche
oscura, II,6,4).
4487 Más estima Dios en ti el inclinarte a la sequedad y al padecer por su amor,
que todas las consolaciones, visiones y meditaciones que puedas tener. (S. JUAN
DE LA CRUZ. Dichos de luz y amor,14).
4488 Sí sabes que esos dolores -físicos o morales- son purificación y
merecimiento, bendícelos. (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 219).
Purificación y libertad interior
Pero reflexionemos bien sobre estas palabras para que los 4489 perezosos vean
con qué solicitud han de apresurarse a dejar la carga de sus almas. Porque sí
llevasen sobre sus espaldas alguna carga pesada, como de piedras, de madera o de
alguna ganancia (v. gr. : trigo, vino o también dinero), se darían prisa para
líberarse de su carga. Llevan el peso de sus pecados, y no quieren acelerar su
paso. Hay que darse prisa para líbrarse de esa carga, porque aplasta y hunde.
(S. AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan,1).
4490 No puedes "subir". -No es extraño: ¡aquella caída!. . . Persevera y
"subirás". -Recuerda lo que dice un autor espiritual: tu pobre alma es pájaro,
que todavía lleva pegadas con barro sus alas.
Hacen falta soles de cielo y esfuerzos personales, pequeños y constantes, para
arrancar esas inclinaciones, esas imaginaciones, ese decaimiento: ese barro
pegadizo de tus alas. Y te verás libre. -Si perseveras, "subirás". (J. ESCRIVÁ
DE BALAGUER, Camino, n. 991).