CARTA ENCÍCLICA
VERITATIS SPLENDOR
DEL SUMO PONTÍFICE JUAN PABLO II
A TODOS LOS OBISPOS DE LA IGLESIA CATÓLICA
SOBRE ALGUNAS CUESTIONES FUNDAMENTALES
DE LA ENSEÑANZA MORAL DE LA IGLESIA

INTRODUCCIÓN
Jesucristo, luz verdadera que ilumina a todo hombre
Objeto de la presente Encíclica


CAPÍTULO I
«MAESTRO, ¿QUÉ HE DE HACER DE BUENO?» (Mt 19,16)
Cristo y la respuesta a la moral
«Se le acercó uno» (Mt. 19, 16)
«Maestro ¿qué he de hacer de bueno para conseguir la vida eterna?»
(Mt. 19, 16)
«Uno sólo es el Bueno» (Mt. 19, 17)
«Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos» (Mt. 19, 17)
«Si quieres ser perfecto» (Mt. 19, 21)
«Ven y sígueme» (Mt. 19, 21)
«Para Dios todo esposible» (Mt. 19, 26)
«He aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo»
(Mt. 28, 20)


CAPÍTULO II
«NO OS CONFORMÉIS A LA MENTALIDAD DE ESTE MUNDO»(Rom. 12,2)
La Iglesia y el discernimiento de algunas tendencias
de la teología moral actual
Enseñar lo que es conforme a la sana doctrina (cf. Tit. 2,1)
«Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres» (Jn. 8, 32)


1. La libertad y la ley
«Del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás» (Gen. 2, 17)
«Dios quiso dejar al hombre «en manos de su propio albedrío» (Eclo. 15,14)
«Dichoso el hombre que se complace en la ley del Señor (cf. Sal. 1, 1-2)
«Como quienes muestran tener la realidad de esa ley escrita en su corazón» (Rm. 2, 15)
«Pero al principio no fue así» (Mt. 19, 8)

2. Conciencia y verdad

El sagrario del hombre
El juicio de la conciencia
Buscar la verdad y el bien

3. La elección fundamental y los comportamientos concretos
«Sólo que no tomeís de esa libertad pretexto para la carne» (Gál. 5, 13)
Pecado mortal y venial

4. El acto moral

Teleologia y teleologismo
El objeto del acto deliberado
El «intrínseco»: no es lícito hacer el mal para lograr el bien (cf. Rom. 3,8)


CAPÍTULO III
«PARA NO DESVIRTUAR LA CRUZ DE CRISTO» (1Cor 1, 17)
El bien moral para la vida de la Iglesia y del mundo
«Para ser libres nos libertó Cristo» (Gál. 5,1)
Caminar en la luz (Cfr. Jn. 1, 7)
El martirio, exaltación de la santidad inviolable de la ley de Dios
Las normas morales universales e inmutables
al servicio de la persona y de la sociedad
La moral y la renovación de la vida social y política
Gracia y obediencia a la ley de Dios
Moral y nueva evangelización
El servicio de los teólogos moralistas
Nuestras responsabilidades como Pastores