Especialidad:
Liturgia I
Indice
general
PARTE
HISTÓRICA:
1.
La Liturgia cristiana en sus primeros siglos
2.
La Liturgia cristiana hasta el Movimiento Litúrgico
3.
El Movimiento Litúrgico y el Concilio Vaticano II
PARTE
TEOLÓGICA Y EXPRESIVA:
4.
Naturaleza de la Liturgia
5.
La celebración.
6.
Carácter simbólico de la liturgia.
7.
La asamblea
8.
La participación en la Liturgia
9.
Dios nos habla en la celebración.
10.
El pueblo responde a Dios con la oración
11.
El pueblo responde a Dios con el canto
12.
El Año litúrgico
13.
El lugar de la celebración
PARTE
EUCARÍSTICA:
14.
Comer y beber juntos. Ritos iniciales
15.
Liturgia de la Palabra
16.
Liturgia de la Eucaristía (1)
17.
Liturgia de la Eucaristía (II)
1
8. Liturgia de la Eucaristía (III). Ritos finales
19.
Celebraciones Dominicales en ausencia de Presbítero
20.
Ejes teológicos de la Liturgia
PARTE
PASTORAL
21.
La pastoral litúrgica
22.
Los sacramentos
23.
La pastoral de los sacramentos
24.
Liturgia y espiritualidad cristiana
Introducción
general
El
índice nos ha dado ya una visión general del contenido que vamos a
estudiar en este curso de liturgia.
Es
conveniente un repaso a la historia no sólo porque es la maestra de la
vida, sino porque nos da idea de la relatividad de muchas formas litúrgicas:
Un mismo contenido, una misma experiencia o una sola fe se puede expresar y de
hecho se ha expresado de muchas formas distintas.
Una
vez estudiada la historia, abordaremos la parte teológica. La teología
es el contenido de la liturgia. La parte más apreciada de ella. Es el mismo
Dios realizando o actualizando su plan en y por la liturgia. Lo analizamos en
dos capítulos. Ahora bien, esto no quiere decir que en dos capítulos se dé
toda la riqueza de la liturgia.
La
tercera parte, la expresiva que viene a continuación, es también teológica,
lo mismo que la naturaleza humana de Jesucristo es teología. La encarnación
es necesaria en la economía de Dios. Así ocurre con la parte expresiva de la
liturgia, es necesaria para que la salvación de Dios se actualice aquí y
ahora y se haga significativa para los que somos de carne y hueso. Al final
de esta parte expresiva, hemos colocado dos capítulos sobre "Las
Celebraciones Dominicales en ausencia del Presbítero", tan
necesarias en nuestra Iglesia.
A
continuación, viene una parte llamada eucarística. Como lo dice el
mismo nombre, analiza la Eucaristía y sus partes. Se ha puesto porque es el
modelo de toda celebración cristiana; como dice el concilio Vaticano II, es
cima y fuente de la vida cristiana, cima y fuente de toda celebración.
Los
sacramentos se han colocado después, para pensar sobre ellos. Hoy día,
uno de los problemas mayores con se enfrenta la Iglesia es la celebración de
los sacramentos: Se han convertido, en muchos casos, en costumbre social, se
han introducido en nuestra cultura. Sin embargo siguen siendo expresiones de
fe, no de una cultura.
Al
final, se han añadido varios capítulos: uno sobre la pastoral litúrgica,
otro sobre la espiritualidad.
Siglas
Las
siglas se forman con las letras primeras de la primeras palabras del
documento, pero del texto en latín. Por ejemplo: el documento sobre liturgia
se cita con SC porque dicho documento empieza así: "Sacrosanctum
Concilium...”
AT
- Antiguo
Testamento
CEC
- Catecismo de la
Iglesia Universal (1992)
CIC
- Código de
Derecho Canónico (1983)
DV
- Dei Verbum.
Vaticano II sobre la Revelación (1965)
EM
- Instrucción Eucharísticum Mysterium (1967)
IGMR
- Ordenación General
del Misal Romano (1970)
LG
- Lumen Gentium. Vaticano
II sobre la Iglesia (1964)
MD
- Mediator Dei. Encíclica de Pío XII sobre liturgia (1947)
MS
- Instrucción Musicam Sacram (1967)
NT
- Nuevo
Testamento
OLM
- Ordenación de las Lecturas de la Misa (1981)
PO
- Presbyterorum Ordinis:
Vaticano II, sobre el sacerdocio
RB
- Ritual del Bautismo de niños (1970)
RC
- Ritual de la Confirmación (1976)
RICA
- Ritual de la Iniciación
Cristiana de Adultos (1976)
RP
- Ritual de la Penitencia (1975)
SC
- Sacrosanctum Concilium; Vaticano II, de liturgia (1963)
Parte
Histórica
Introducción
"La
liturgia consta de una parte que es inmutable, por ser de institución divina, y
de otras partes sujetas a cambio, que en decurso del tiempo pueden y aun deben
variar, si es que en ellas se hayan introducido elementos que no responden tan
bien a la naturaleza íntima de la misma liturgia o han llegado a ser menos
apropiados" (SC 21).
En el diálogo de Jesús con la Samaritana, hay una frase que hemos de tener en cuenta al empezar el estudio de la liturgia, para ver el sentido profundo de la liturgia cristiana en medio de todas las expresiones distintas que se han dado a través de los siglos. A su vez, es el punto de mira que debe juzgar todas las expresiones o realizaciones litúrgicas.
La samaritana le hace a Jesús una pregunta típicamente "ritualista": "Nuestros padres dieron culto en este monte, y vosotros (los judíos) decís que el sitio donde se debe dar culto está en Jerusalén" (Jn 4, 20).
Jesús, sin embargo, le da
una respuesta que supera las prescripciones meramente externas y rituales: "Se
acerca la hora, ya está aquí, en que los que quieran dar culto verdadero
adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque el Padre desea que le den culto
así. Dios es espíritu, y los que le dan culto deben hacerlo en espíritu y
verdad" (Jn 4, 21-24). La respuesta de Jesús aclara el sentido
total y profundo de la liturgia.
Adorar
a Dios en espíritu y verdad quiere decir poner el centro del culto no en el
cumplimiento minucioso de una serie de normas externas sino en el ofrecimiento
interno del amor y la obediencia a Dios. Los hombres y mujeres dan culto a Dios
en la medida en que hacen de sus vidas una ofrenda, una entrega de
amor al Padre cumpliendo su voluntad.
Jesús mismo hizo consistir su culto en el cumplimiento de la voluntad del Padre:
"Cuando Cristo entró en el mundo, dijo: Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, pero me has preparado un cuerpo; no aceptas holocaustos ni víctimas expiatorias. Entonces yo dije lo que está escrito en el libro: Aquí estoy, ¡Oh Dios!, para hacer tu voluntad" (Hb 10, 5-6).
La vida entera de Jesús fue un
acto de culto y adoración. Esta vida es vida verdaderamente litúrgica.
Ahora
bien el culto en "espíritu y verdad" (Jn 4, 24) no quiere decir que
no haya de tener unas manifestaciones externas de tipo simbólico y ritual. Si
no las tuviera, le faltaría una dimensión irrenunciable de la manera de ser de
los hombres. "Es característico de la Iglesia (y de la Liturgia) ser,
a la vez, humana y
divina, visible y dotada de elementos invisibles" (SC 2). Ahora bien,
lo humano, lo visible ha de estar ordenado y expresado de tal manera que lleve a
lo divino y a lo invisible. "Los textos y los ritos se han de ordenar de
manera que expresen con mayor claridad las cosas santas que significan" (SC
21).
Por
esto, Cristo mismo quiso que el ofrecimiento total de su vida fuese
re-actualizado a través del rito exterior de la cena eucarística:
"Haced
esto en memoria mía" (Lc
22, 20). Desde que los primeros cristianos plasmaron esto de una forma concreta
comenzó la historia de la celebración litúrgica, es decir, la historia de la
liturgia.
Iniciamos
el estudio de la liturgia por la parte histórica por estas razones:
1.-
Porque la liturgia ha sido considerada como un todo intocable, como una realidad
fija e inalterable para todos los tiempos. Y, naturalmente, la historia se
encarga deshacer esta concepción de la liturgia. La liturgia se ha ido formando
lentamente, no nació organizada y completa. "Hay partes que pueden y
deben variar"(SC 21)
2.-
Porque hay otros que consideran la liturgia totalmente cambiable. Sin embargo,
la liturgia tiene unos elementos intocables. La historia nos enseñará que la
liturgia tiene una estructura general y unos elementos (palabra de Dios,
asamblea, memorial, etc.) que han permanecido inalterables a través de los
tiempos."Consta de una parte que es inalterable,
por ser de institución divina" (SC 21).
3.-
También nos enseñará la historia que no todos los cambios y/o adaptaciones
que se han producido a través de la historia han sido para expresar mejor la
realidad o el sentido de la celebración o de sus partes. Es decir, ha habido
muchos cambios que han sido a peor. Por ello el Concilio Vaticano II dice "la
santa madre Iglesia desea proveer con solicitud a una reforma general de la
misma liturgia,... (porque) se han introducido
elementos que no responden tan bien a la naturaleza íntima de la misma
liturgia o han llegado a ser menos apropiados" (SC 1).
Dedicamos
a esta parte histórica tres capítulos. En estos tres capítulos tratamos las
ocho grandes épocas de la historia de la liturgia. Al final, añadiremos
un nuevo apartado mirando al futuro.
Cada
época está dividida de esta forma:
· Una parte donde se expone
la cultura predominante de la época;
· Otra, donde se constatan
los hechos más sobresalientes de la liturgia, y
· La tercera, donde analizaremos las consecuencia de las adaptaciones realizadas.
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