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Vida de San Benito Abad
por San Gregorio Magno

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San Benito de Nursia
Abad de Montecasino
Patriarca de los monjes de occidente
Patrono principal de Europa

Entre las numerosas obras del papa San Gregorio Magno (540-604 dC) — uno de los más grandes escritores de la Iglesia occidental — se halla la obra titulada: El Libro de los Diálogos, escrito en forma de un diálogo entre el mismo Gregorio Magno y un personaje ficticio denominado Pedro. En dicha obra, San GregorioSanta Escolástica narra la vida de varios santos venerados en su época. El segundo capítulo (o más bien Libro) de los Diálogos está enteramente dedicado a San Benito Abad, un santo nacido en Nursia (Umbria) hacia el año 480 dC. Gregorio conoció la vida del monje y abad  Benito a través de algunos discípulos directos del santo. Siendo Benito un joven estudiante en Roma, decide cambiar radicalmente su vida haciéndose monje (solitario). Una hermana suya, de nombre Escolástica, ya había sido consagrada a Dios desde su infancia. Al comienzo de su nueva vida Benito habita en la región montañosa de Subiaco, no lejos de Roma, donde más tarde establece varios monasterios con numerosos discípulos. Finalmente se traslada a Montecassino, donde funda un nuevo — y célebre — monasterio, en el cual reside hasta su muerte. En Montecasino crece su irradiación espiritual, y allí escribe la conocida Regla para monjes, que a lo largo de los siglos tendría amplísima difusión. Muere santamente alrededor del año 529 dC.

San Gregorio Magno [Subiaco]El texto que presentamos corresponde al Libro II de los Diálogos. Al acercarnos a un texto tan antiguo, escrito originalmente en latín, es importante tener en cuenta no solo el género literario usado por su autor — la narración de una serie de hechos milagrosos que jalonan la vida del santo —, sino también la intención que tuvo: escribir no una biografía en el sentido moderno de la palabra, sino más bien mostrar a sus fieles (los lectores) la imagen de un verdadero santo: un hombre de Dios, un amigo de Dios, que por serlo participa de los dones divinos de poder y de ciencia (milagros, profecías, etc.). El mismo Gregorio nos dice que no se informó acerca de todos los detalles de la vida de San Benito, y que tampoco refiere en su libro todo lo que ya sabía acerca del santo. Para Gregorio, San Benito es ante todo el ideal del monje perfecto, y la narración de su vida es como un programa de vida que presenta a sus lectores.