Jesús te llama:
Quiere hablar contigo

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E V A N G E L I O

 

Domingo 18 del tiempo Ordinario

4 de Agosto de 2002

 

 

Jesús da aquí a la Iglesia una regla de oro: la Iglesia no ha sido nombrada árbitro o juez del mundo de la economía; por eso, no es quién para ofrecer un programa político-económico concreto. Pero sí debe ofrecer una inspiración determinada, según la cual los sistemas económico-políticos pueden ser juzgados éticamente. Así se explica que la Iglesia haya condenado el materialismo capitalista y el materialismo comunista.

Trabajar para vivir es una necesidad; vivir para trabajar, una desgracia; y atesorar, una injusticia. La eucaristía es una exigencia de vida cristiana, una aspiración a los bienes profundos, una cosecha: la de Cristo, síntesis de todo, que está en todos.

 

Lectura del santo Evangelio según San Mateo 14,13-21.

En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan el Bautista, se marchó de allí en barca, a un sitio tranquilo y apartado. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos.

Al desembarcar, vio Jesús el gentío, le dio lástima y curó a los enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle:

-Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que, vayan a las aldeas y se compren de comer.

Jesús les replicó:

-No hace falta qué vayan, dadles ''vosotros de comer.

Ellos le replicaron:

-Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces.

Les dijo:

-Traédmelos.

Mandó a la gente que se recostara en la hierba y tomando los cinco panes y los dos peces alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.

 

 

 

 

COMENTARIO

          El Señor se preocupa de toda aquella masa de gente que le iba siguiendo durante varios días y no tenían para comer. 

Esta escena a mí me hace pensar en el entusiasmo que aquellos hombres ponían por escuchar a Jesús, que hasta se olvidan de la comida. Por otro lado me conmueve esa preocupación de Jesús por la situación de aquellos hombres. Igualmente me llama la atención la reacción de Jesús frente a los discípulos. 

Ellos, pensando humanamente, le recomiendan a El que los despida y lo envíe a los pueblos para comprar comida. Pero Jesús, pensando sobrenaturalmente, les dice: DADLE VOSOTROS DE COMER.  Es un modo de decirles que deben preocuparse de remediar el hambre de la humanidad. 

Ellos se dieron cuenta de su impotencia para dar de comer a tanta gente, y Jesús les da la solución: OFRECER LO QUE TENGÁIS, QUE YO HARÉ LO DEMÁS.  Y esa solidaridad, esa generosidad de un joven que dio lo poco que tenía fue suficiente para que Jesús hiciera el milagro se la multiplicación de los panes y los peces. 

Aprende la lección: TU GENEROSIDAD HARÁ POSIBLE SIEMPRE EL MILAGRO DE DIOS. TÚ DA LO QUE TIENES, QUE EL SEÑOR PONDRÁ LO QUE FALTA. Si existe hambre en el mundo no es por culpa de Dios, sino por falta de generosidad nuestra.

                                      

                                   Saludos de tu amigo Juan

 

juangainza@hotmail.com)