Jesús te llama:
Quiere hablar contigo

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E V A N G E L I O

 

Domingo 15 del tiempo Ordinario

14 de Julio de 2002

 

 

Jesús proclama el Evangelio en parábolas, para, sin dejar de apuntar a lo esencial, no obligar a los hombres a creer por la fuerza. La libertad religiosa no es solamente un compromiso con los de otras creencias, sino una exigencia íntima de la misma proclamación evangélica: la fe es un libre obsequio de la voluntad.

Es preciso preparar nuestro terreno, nuestro surco, para que Dios pueda sembrar su palabra. La Palabra de Dios se ha hecho carne y habita entre nosotros y hemos contemplado su gloria. Comulguémosla, para que transforme nuestro interior y demos frutos de vida eterna.

 

Lectura del santo Evangelio según San Mateo 13,1-23.

Aquel día salió Jesús de casa y se sentó junto al lago. Y acudió a él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó y la gente se quedó de pie en la orilla.

Les habló mucho rato en parábolas:

-Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, un poco cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se lo comieron.

Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó.

Otro poco cayó entre zarzas, que crecieron y lo ahogaron.

El resto cayó en tierra buena y dio grano: unos, ciento; otros, sesenta; otros, treinta.

El que tenga oídos que oiga.

[Se le acercaron los discípulos y le preguntaron:

-¿Por qué les hablas en parábolas?

El les contestó:

-A vosotros se os ha concedido conocer los secretos del Reino de los Cielos y a ellos no. Porque al que tiene se le dará y tendrá de sobra, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Por eso les hablo en parábolas, porque miran sin ver y escuchan sin oír ni entender. Así se cumplirá en ellos la profecía de Isaías:

«Oiréis con los oídos sin entender; miraréis con los ojos sin ver; porque está embotado el corazón de este pueblo, son duros de oído, han cerrado los ojos; para no ver con los ojos, ni oír con los oídos, ni entender con el corazón, ni convertirse para que yo los cure.

Dichosos vuestros ojos porque ven y vuestros oídos porque oyen. Os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis vosotros y no lo vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron.

Vosotros oíd lo que significa la parábola del sembrador:

Si uno escucha la palabra del Reino sin entenderla, viene el Maligno y roba lo sembrado en su corazón. Esto significa lo sembrado al borde del camino.

Lo sembrado en terreno pedregoso significa el que la escucha y la acepta en seguida con alegría; pero no tiene raíces, es inconstante, y, en cuanto viene una dificultad o persecución por la Palabra, sucumbe.

Lo sembrado entre zarzas significa el que escucha la Palabra, pero los afanes de la vida y la seducción de las riquezas la ahogan y se queda estéril. Lo sembrado en tierra buena significa el que escucha la Palabra y la entiende; ése dará fruto y producirá ciento o setenta o treinta por uno.]  

 

 

 

 

COMENTARIO

Pienso que casi no es necesario, porque el Señor lo comenta clarísimamente. Somos tierra de esa gran hacienda que es la humanidad creada por Dios. En ella El siembra Su Palabra a manos llenas, pero no toda la tierra está en disposición de recibir generosamente la semilla. Hay mucha tierra dura de camino que no deja que la semilla penetre. Hay tierra pedregosa que le falta la humedad y la profundidad suficiente para que la semilla eche raíces. Hay tierra de espinos y abrojos que sofocan la buena semilla. Pero también hay tierra buena, abierta, hambrienta de Verdad, que recibe alegre y agradecida la Palabra, y da el fruto que puede. Yo te invitaría a que te examinaras y vieras a qué tipo de tierra perteneces, pues el señor quiere sembrar en ti la Verdad, y tú no puedes cerrarte a sus planes, ya que la semilla del Reino tiene que dar fruto abundante en ti y en los demás. Anímate. Estamos en verano, pero en verano sigue Dios sembrando.

                                      

                                   Saludos de tu amigo Juan

 

juangainza@hotmail.com)