Séptimo Dolor y Gozo |
Por este dolor y gozo, y ya que estás tan cerca de Dios, te pedimos nos ayudes a no perder nunca a Jesús por el pecado mortal, y si por desgracia lo perdiéramos, haz que lo busquemos con profundo dolor hasta que lo encontremos y podamos vivir en su amistad para gozar de Él contigo eternamente en el Cielo. (Padrenuestro, Avemaría y Gloria) |
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José y María preguntaron a unos y a otros. Nadie sabía nada. Tres días que se hacían larguísimos. A otros este suceso les dejaba indiferentes, a sus padres no. Sufrían sobremanera porque valoraban Quién era Jesús: Dios con nosotros. ¡Qué pena si no nos dolieran los pecados, pues nos separan de Dios! ¡Qué pena si no los valorásemos como lo peor que puede suceder en el mundo! Ojalá tengamos aquellos sentimientos que tuvieron sus padres para que se nos rompa el corazón -de dolor de amor- al ver el pecado en nosotros o en los demás. |
¿Y dónde estaba el Niño? Estaba en el Templo. Jesús esperaba que sus padres le buscaran allí, como también hoy espera de nosotros que vayamos a la casa de Dios, le encontremos en su Palabra, nos alimentemos con la Eucaristía y nos unamos a Él por el amor en el sacramento de la Penitencia. Si tenemos tristeza es porque nos apartamos de Dios. Si queremos ser felices, muy felices, ya sabemos el camino: estar con Jesús. Que estemos siempre con los Tres: con Jesús, con María y con José.
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Reflexión: -¿Puedo decir en verdad que estoy contento, o hay algo que me quita la alegría? ¿Sé distinguir el cansancio de lo que me aparta de Dios? -¿Considero como algo verdaderamente vital el vivir siempre en gracia? -¿Valoro el pecado venial o cualquier otra falta de correspondencia como algo que me aleja de Dios? -¿Comprendo que la castidad es una virtud necesaria para poder ver y amar a Dios, y para que Dios me pueda mirar y amar mejor? -¿Recurro a la oración en todas mis necesidades y tribulaciones, o ando perdido en mis pensamientos? -¿Pido a Dios la perseverancia en las buenas obras hasta el fin de mi vida?
Propósito: Acudir antes de la fiesta de san José al sacramento de la Penitencia, sabiendo que le daré una alegría a Dios.
Oración: Oh varón justo y fiel, esposo castísimo de María Santísima, haz que aprendamos a vivir como Dios espera de nosotros. Enséñanos a confiar en Él, a santificarnos en nuestro trabajo, a ser alegres y a servir. Ayúdanos a ser fieles a nuestra vocación, llena de fecundidad a la Iglesia y extiende el ambiente de tu Sagrada Familia en todas las familias de la tierra. Así sea.
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Estas páginas están inspiradas en las enseñanzas del beato Josemaría y en el ejemplo de su vida de fe. Encomiendo a san José y al beato Josemaría para que quienes contemplen estas escenas intensifiquen su vida cristiana. Torreciudad, 1 enero 2000
El autor, Jesús Martínez García, trabajó durante años en la atención espiritual en el Santuario de Torreciudad. Actualmente se dedica a la pastoral juvenil en Zaragoza. Es autor de una docena de libros de espiritualidad y de formación cristiana. Los azulejos que representan los dolores y gozos de san José fueron realizados en por Palmira Laguens. Los publicamos con la autorización del Patronato de Torreciudad. |