2.6.-Trastorno
esquizotípico de la personalidad como causa de nulidad matrimonial.
El trastorno esquizotípico de la personalidad comparte la característica
de desconfianza con el trastorno paranoide de la personalidad y el aislamiento
social con el trastorno esquizoide de la personalidad, pero estos dos trastornos
carecen del comportamiento marcadamente peculiar y de las significativas
distorsiones cognitivas y perceptivas típicamente presentes en el trastorno
esquizotípico de la personalidad; ciertos subtipos de este trastorno no están
relacionados con la esquizofrenia; pero otros subtipos del mismo trastorno sí
que están relacionados con la esquizofrenia (el trastorno esquizotípico de la
personalidad está clasificado en el CIE - 10 con la esquizofrenia en lugar de
con los trastornos de la personalidad). Son personas que ya llaman la atención
por su aspecto externo, desaliñado y extravagante, son fríos e impenetrables,
con frecuencia hablan solos de temas ininteligibles u sostienen puntos de vista
estrambóticos, resultando de un peculiar tipo de pensamiento próximo a lo
primitivo y a lo mágico.
Los individuos esquizotípicos suelen ser hospitalizados psiquiátricamente
en algún momento de su vida por presentar ideación paranoide y
autorreferencial, estados distímicos de variado signo o episodios psicóticos
breves, que una vez remitidos tras el adecuado tratamiento, dejan al esquizotípico
tan mal como estaban antes de la complicación psiquiátrica sobreañadida. Es
frecuente encontrar personalidades esquizotípicas entre mendigos, vagabundos,
marginados en general y entre aliados a las sectas esotéricas.
Raramente se casan porque son personas aisladas e inadaptadas
socialmente; y si se casan tienden a permanecer distantes cuando no rechazan la
convivencia debido a su persistente ansiedad social y paranoia.
Para juzgar de la nulidad del matrimonio de los esquizotípicos por
"grave defecto de discreción de juicio" convendrá tener presente
que:
La
tendencia actual es a pensar que la esquizotipia es la personalidad premórbida
del paciente esquizofrénico; aunque muchos pacientes mantienen una personalidad
esquizotípica estable a lo largo de sus vidas.
Aunque
en estas personas no está presente un trastorno claro del pensamiento, su
pensamiento, al igual que su comunicación, está alterado; bajo situaciones de
estrés pueden descompensarse y presentar síntomas psicóticos aunque
normalmente sean de corta duración; las ideas de referencia (creencias, por
ejemplo, de que la radio o la televisión está hablando sobre uno), las
ilusiones (falsa percepción sensorial no asociada a estímulo externo real;
puede ser una interpretación delirante de una experiencia alucinatoria), la
desrealización (sensación subjetiva de que el entorno es extraño e irreal;
sentimiento de cambio de realidad), etc, son parte de la vida diaria de estas
personas; en casos graves pueden aparer anhedonia (pérdida de interés
y aislamiento de toda actividad habitual y placentera, a menudo asociada
a depresión) y depresión importante.
No es que esta situación invalidante tenga que presumirse una vez
demostrada la existencia del trastorno; esta situación invalidante va conexa al
grado de gravedad del trastorno deducible también del desarrollo sucesivo del
mismo trastorno.