TEOLOGÍA DE LA HISTORIA
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Por teología de la historia se entiende una reflexión sobre el significado teológico de la historia en general. Una reflexión de este género se encuentra muy pronto en el pensamiento cristiano. El teólogo de la historia por excelencia puede decirse perfectamente que es san Agustín.

Pueden encontrarse nuevos elementos en la época medieval. Pero una teología de la historia en sentido propio sólo es posible en la época moderna.

Ésta se afirma en el diálogo con las filosofías, las ideologías, las utopías y los programas históricos modernos.

En nuestros días han presentado algunos proyectos de teología de la historia Barth, Cullmann, Bultmann y Gogarten en el ámbito protestante, En el terreno católico destacan los nombres de T. de Chardin, L. Bouyer, H. 1. Marrou, J Danielou, H. y Rahner, H. U. von Balthasar, W Kasper. Una teología de la historia tiene su punto de partida en el carácter histórico de la divina revelación como acontecimiento indeducible que produce reales novedades históricas y promete un futuro. De esta revelación Cristo es la cumbre, la plenitud y el quicio. De aquí parte la teología de la historia que, acudiendo a sus fuentes específicas, comprende la historia del mundo a partir de la historia de la salvación. En sus expresiones va ligada a los diversos modelos empleados para expresar la concepción del tiempo. Desde el punto de vista teológico, el modelo más apropiado parece ser el tipológico-sacramental, propio de la Escritura y de la teología patrística. Aquí los diversos acontecimientos, como historia del mundo e historia salvífica en su unidad, se perciben en la relación mutua entre su colocación en el presente y de su anticipación. De aquí se derivan las leyes fundamentales de la continuidad, debido a la fidelidad de Dios a su plan de salvación y a la novedad que apunta al futuro («ya, pero todavía no"), de la concentración en el acontecimiento particular y de la universalidad: el individuo llamado por Dios está siempre en posición representativa y solidaria con toda la humanidad. A todo esto corresponde en el creyente la triple actitud teologal de la fe, de la esperanza y de la caridad.

M. Semeraro

Bibl.: H, 1. Marrou, Teología de la historia, Rialp, Madrid 1978: W Kasper, Fe e historia, Sígueme, Salamanca 1975: J Danielou, El misterio de la historia, Dinor, San Sebastián 1963: R, Rivera de Ventosa, Presupuestos filosóficos de la teología de la historia, Salamanca 1975.