PERFECCIÓN
VocTEO
 

Del latín perficere, indica cumplimiento: la perfección puede considerarse como la posesión plena del propio acto, es decir, como actualidad en oposición a potencialidad y virtualidad. En este sentido Dios es perfección infinita, por ser Acto puro, Ser subsistente sin limitación alguna. En teología espiritual la perfección se define como la meta del camino de los principiantes y de los proficientes hasta el grado de perfectos, en correspondencia con los estados expresados como vía purgativa, iluminativa y unitiva.

Otros subdividen el camino hacia la perfección en vía común y vía extraordinaria o mística. Cada una de estas vías recoge en torno a sí notables experiencias, de tal manera que su utilización y su práctica llegan a designar también a las diversas escuelas teológicas y espirituales relacionadas con ellas.

G, Bove

Bibl.: N Silanes, Perfección, en DTVC, 1295-1310; A, Dagnino, Perfección (grados de) en DE, 111, 149-153; A, Royo Marín, Teología de la perfección cristiana, BAC, Mlidrid 1968; p, Garrigou-Lagrange, Las tres edades de la vida interior, palabra, Madrid 1980.