NOVACIANISMO
VocTEO
 

Este movimiento debe su nombre a Novaciano, presbítero de Roma de mitad del siglo III y autor de un excelente tratado sobre la Trinidad, primera obra en latín de un autor romano. Con el martirio del papa Fabián (250), la Iglesia de Roma fue regida temporalmente por el colegio de presbíteros. En esta circunstancia es donde destacó más aún Novaciano, escribiendo cartas a todo el mundo en nombre de sus colegas: entre otras, se conservan dos a Cipriano de Cartago. Es posible que Novaciano, debido a la posición que había asumido, aspirase a suceder a Fabián, pero la gran mayoría prefirió a Cornelio. Sostenido por un grupo de presbíteros y confesores descontentos de la elección, Novaciano se hizo ordenar obispo con la consecuencia de que un sínodo romano celebrado aquel mismo año (251) lo expulsó de la Iglesia. Logró, no obstante. fundar una Iglesia propia, con sus comunidades y obispos, que encontramos hasta el Siglo Vl. Parece ser que fue martirizado bajo Valeriano.

Novaciano debe el éxito de su Iglesia, no en último lugar, a su rigorismo en la cuestión de la penitencia. Los novacianos querían construir una Iglesia de «puros», de "santos» solamente. Los católicos que deseaban formar parte de esa Iglesia eran rebautizados. Se les negaba la reconciliación a los apóstatas y a los que, aunque arrepentidos, habían incurrido en pecados capitales : pero quizás en este punto los discípulos de Novaciano habían ido más allá que su maestro. La secta se difundió por África, Galia, España y sobre todo en Oriente, donde obtuvo la adhesión de numerosos seguidores del montanismo.

L. Padovese

Bibl.: H. J. Vogt, Novaciano, en DPAC, 11, 1558-1560: R. J de Simone, Novacianos, Ibíd" 1560-1561; Novacianos, en ERC, Y, 877-878.