MARONITAS
VocTEO
 

La Iglesia maronita debe su origen al eremita san Marón, que vivió en las montañas de Siria secunda y murió en tomo al año 410. 5us seguidores fundaron un monasterio en su memoria y en el siglo VI se convirtieron, en la región en tomo a Antioquía, en los más ardientes defensores de la ortodoxia cristológica de Calcedonia, La Iglesia en su espiritualidad estaba muy influida por el monaquismo y, tras la toma de posesión de un patriarca maronita distinto en la persona de san Juan Marón en el año 686, el patriarca empezó a ser cada vez más, no sólo un dirigente religioso, sino también civil.

Aunque los maronitas no acogieron el lenguaje de las «dos voluntades» para describir mejor a Cristo, nunca fueron monotelitas en el verdadero sentido de la palabra.

Durante la expansión musulmana, los maronitas se retiraron a lugares aislados en las montañas del Líbano, manteniendo un difícil contacto con Roma y con Constantinopla. Acogieron la llegada de los cruzados en el siglo XI y un patriarca maronita asistió al concilio 1V de Letrán (1215). Inocencio 111 comenzó un proceso de latinización de la Iglesia maronita, introduciendo muchos elementos romanos en la liturgia, que es la versión siriaca de la liturgia de Santiago, de la familia litúrgica siro-antioquena. Después de la fundación de un colegio maronita en Roma en 1584, este proceso continuó y fue codificado como ley en el sínodo de Monte Líbano (1736) y confirmado por Benedicto XIV (1741). Los cambios litúrgicos incluían el uso de muchos ornamentos latinos y del pan ázimo para la eucaristía, la modificación de la fórmula de la epíclesis, la recepción de la comunión bajo una sola especie y hasta la introducción del Filioque en el Credo. Sin embargo, los maronitas mantuvieron el estilo, los temas y la estructura básica de la liturgia antioquena.

La Iglesia maronita ofreció a lo largo de los siglos mucha hospitalidad a otros cristianos, especialmente a aquellas Iglesias orientales que restablecieron la plena comunión con el obispo de Roma (cf. Iglesias orientales católicas). Es la única Iglesia oriental que no tiene ningún elemento que la aparte de la comunión con Roma. Los cristianos maronitas emigraron del Líbano a Chipre, Palestina, Egipto, Australia, África y América del Norte y del Sur. Hay una población maronita bastante importante en los Estados Unidos. En la clausura del concilio Vaticano II, el papa Pablo VI beatificó y en 1977 canonizó al monje maronita Charbel Makhlouf (1828- 1898), conocido por su santidad de vida y sus muchos milagros. Actualmente viven en el Líbano casi la mitad del millón y medio de maronitas que hay en el mundo.

W Henn

Bibl.: J M. Sauget, Marón, en DPAC, 11, 1371-372; S. J. Voicu, Maronitas, Ibíd., 11.1372; A. Santos Hernández, Iglesias de Oriente, Sal Terrae, Santander 1969; R. Etteldorf La Iglesia católica en el Oriente Medio, F AX, Madrid 1962; J Sánchez Vaquero, El Oriente Próximo y la unidad de los cristianos, Flors, BarcelOna 1962.