LIBERACIÓN
VocTEO
 

Ha sido éste un tema de gran interés para la teología latinoamericana de otros continentes (Asia y África), La teología de la liberación que de aquí surgió ve en Cristo al que libera, no ya en sentido espiritual y futuro, sino en sentido socio-político en el presente histórico. Como tal la liberación mueve a comprometerse, incluso revolucionaria, y a vivir una ética cristiana consecuente. Metodológicamente significa que la teología ve los acontecimientos sociales como realidades en las que encarnar el poder de la Palabra de Dios y con la que construir también una reflexión sobre el anuncio del Evangelio. En Occidente, la teología de la liberación se desarrolló en el ámbito protestante, y luego en el católico, como atención a la esperanza y a la dimensión política. El Magisterio eclesial (especialmente el latinoamericano) ha hablado en términos explícitos del valor del tema, pero tomó sus distancias frente al planteamiento radical de una cierta teología de la liberación. Hoy, después de los grandes fracasos ideológicos que han tenido lugar en el este europeo, ha perdido algún mordiente la liberación como tema de la teología. El tema de la liberación, sin embargo, es intrínseco a la visión bíblica. La intervención de Dios en la historia se configura como una historia de liberación integral, realizada por etapas (cf. Éxodo; Deuteronomio). Pero en el Antiguo Testamento la liberación que Dios realiza se entiende siempre como liberación del pecado. El don de la Ley, los fracasos de las alianzas, las infidelidades del pueblo, las tentaciones políticas, las deportaciones y las degeneraciones de los últimos siglos de Israel, todo esto enseña que la vida humana es esclava de un poder negativo, un nuevo faraón: el pecado; siempre hay un Egipto en el que Israel se encuentra a disgusto y no en su patria (cf los libros proféticos y sapienciales).

El mesianismo pluriforme del Antiguo Testamento anuncia, por tanto, la intención de Dios de realizar una liberación definitiva del hombre en un tiempo privilegiado, el escatológico. En el Nuevo Testamento la venida del Mesías en Jesucristo asume el carácter de liberación (Jn 1,29). Él libera al hombre de los verdaderos males que le afligen: el pecado, que lo separa de Dios, con todas sus consecuencias (Rom 5,12; 6,23; Rom 8), la muerte, el egoísmo, etc. Cristo repite para el hombre la historia y la prueba de los orígenes y la supera. Él es el liberador integral del hombre, pero no en el sentido político tal como lo esperaba el ambiente de su tiempo; él, con su existencia histórica hecha de palabras y de obras (predicación del Reino, lucha contra Satanás -Mt 4-, exorcismos que hacen manifiesta la índole polémica de la llegada del Reino de Dios -Lc 4-, y sobre todo con el misterio de su pasión, muerte y resurrección), estableció el señorío divino sobre la tierra. Es precisamente el carácter trascendente de esta liberación el que hace comprender la necesidad de la redención: el hombre no es capaz por sí solo de alcanzar esa libertad, a pesar de sus deseos. La resurrección se convierte en el signo de la transformación del hombre que se ha llevado a cabo; nace así el nuevo modelo antropológico. Esta liberación es la que se extiende y se comunica luego a todos a través del don del Espíritu y por los canales históricos de la Iglesia (predicación de la Palabra, la fe suscitada por ella y las acciones sacramentales de Cristo), Transformado a nivel ontológico (liberado de), el hombre es ahora una persona capaz de dinamismos históricos escatológicos (libre para).

Pero esta liberación es sólo incoativa y proléptica, aunque garantiza el futuro absoluto del hombre (1 Cor 15). Así pues, la liberación está orientada hacia la superación de sí misma: la entrada del hombre en la vida trinitaria de Dios.

Todos los proyectos humanos de liberación que han aparecido hasta ahora en la historia se sitúan claramente más acá de esta futurología cristiana, lo cual tiene también la inmensa ventaja de anular el supuesto dualismo entre la historia y la escatología.

T Stancati

Bibl.: G, Gutiérrez, Teología de la liberación, Sígueme, Salamanca 1972; H. Assmann, Teología desde la praxis de la liberación, Sígueme, Salamanca 1973; L. Boff - Cl. Boff Libertad y liberación, Sígueme, Salamanca 1982; J. Álfaro, Esperanza cristiana y liberación del hombre, Herder, Barcelona 1972: J J Tamayo Acosta, Para comprender la teología de la liberación. Verbo Divino, Estella '1992.