HOMICIDIO
VocTEO
 

Es la supresión de la vida de una persona humana. El mandamiento "no matarás» constituye uno de los ejes fundamentales de la moral, la base de la sociedad, la piedra angular del derecho, la primera condición del reconocimiento del Otro como persona (Lévinas).

Mientras que en el pasado se entendía por homicidio la muerte causada injustamente -con lo que se excluía la muerte en la guerra, la condenación a muerte y la muerte inferida en legítima defensa-, hoy se tiende a declarar injusta e injustificada toda occisión directa.

La única excepción que sigue en pie es la ligada a la situación de legítima defensa. La guerra, después de las experiencias del hombre del siglo XX, no puede entenderse ni mucho menos como medio adecuado para reparar un derecho lesionado o para proteger un derecho amenazado (Juan XXIII, Pacem in terris); la defensa armada se admite, en todo caso, solamente cuando es inevitable. La superación de la necesidad absoluta de la defensa armada es signo de maduración de una conciencia ética distinta, gracias al desarrollo de movimientos de inspiración católica o interconfesional o laica que propugnan la objeción de conciencia y la adopción de tácticas no violentas, como serias alternativas a la defensa militar y a la insurrección revolucionaria violenta.

B. Marra

Bibl.: F D'Agostino, Homicidio y legítima, defensa, en NDTM, 843-852; K. HOrmann Legitima defensa, en DMC, 632s; S. Visintainer, Legitima defensa, en DETM, 549-552; M. Vidal, Moral de la persona y bioética teológica, en Moral de actitudes. II, PS, Madrid 1990,