CRISTOLOGÍA FILOSÓFICA
VocTEO
 

Término introducido para designar la aproximación a Cristo por parte de los filósofos, en interacción con sus perspectivas sistemáticas, La posibilidad de la cristología filosófica se inserta en la quaestio de la relación filosofía-teología, y en particular dentro del cauce de la filosofía cristiana, con una diferencia: que el punto de partida de la cristología filosófica es eminentemente cristológico, es decir, concierne al ser de Cristo, a su naturaleza divinohumana, a su relación con Dios y a su historicidad. Con esta fórmula Se expresa desde el punto de vista histórico un itinerarium mentis in Christum, que los filósofos realizaron en la confrontación especulativa con Cristo; desde el punto de vista teórico, la cristología filosófica ofrece un intento de clarificación de la esencia de la salvación, va que expone al pensamiento a la reflexión sobre lo trascendente y lo sobrenatural. La cuestión teórica es precisamente el punto crítico de la cristología filosófica. La historia de los intentos por construir una cristología filosófica ha mostrado los límites racionalistas que llegan a prescindir del Jesús histórico y el peligro historicista de olvidar se del Cristo de la fe. Por eso mismo las cristologías filosóficas de la modernidad, una vez eliminada la trascendencia, han erosionado desde dentro una auténtica cristología filosófica, racionalizando el discurso sobre Cristo. La posibilidad de semejante cristología, según algunos autores (A. Caracciolo, X. Tilliette), se debe al carácter significativo y singular de la persona de Jesús y de su conciencia fenomenológica, que constituiría una cristología filosófica trascendental muy útil para el "sueño dogmático" de la teología y para el encierro preconstituido de la filosofía. En el Congreso El Cristo de los Filósofos ( 1975) se adoptaron dos posiciones: para algunos es posible una cristología filosófica «a posteriori" que, partiendo del dato revelado, ofrece a la filosofía una oportunidad racional para no reducir de forma perjudicial lo sobrenatural a los datos de la razón. Otros sostenían más bien una cristología filosófica "a priori", una especie de preámbulo filosófico que preparase al hombre a la acogida de Cristo, como respuesta a las esperanzas y a las instancias de la humanidad. Esta opción antropológica se convertiría en una propedéutica para la cristología. La philosophia Christi nace de la intuición paulina de una "nueva filosofía", que pone en relación a la dimensión especulativa con la espiritual. En efecto, para Nicolás de Cusa Cristo es la llave del conocimiento, la expresión de una filosofía perenne. Con la 11ustración se da el paso a la philosophia de Christo, orientada a la idea de la educación y formación de la humanidad.

Jesús, en analogía con Sócrates, encarna el ideal del hombre en su alta moralidad, superior incluso a la de Sócrates. Desde esta perspectiva, la reflexión de Spinoza ve en Jesús al hombre mediador de la salvación y al summus philosophus, que sintetiza y muestra la salvación universal con la salvación intelectual. Con Kant se abre la etapa de la cristología especulativa. Reflexiona sobre la relación entre Jesús y la Idea Christi; Jesús es el modelo histórico insuperable de la religión moral y la Idea personificada del Principio Bueno. En Fichte, Jesús es modelo de virtud y maestro de la Ciencia, cuya genial intuición es la invención de la consanguinidad divina que se identifica con su Yo; su historicidad es la evidencia de su unión con Dios, de donde surge una persona extraordinaria e insuperable. Con Schelling, Jesús es el lugar de un ser maravilloso que en la encamación es forma de Dios, pero no todavía Dios, mostrando la gloria de Dios a la que ha renunciado para revestirse de los harapos del servidor de la alianza.

La cristología de Schleiermacher parte del dato de la historia de Jesús, que conjuga lo histórico y lo absoluto en las categorías de ejemplar y arquetípico: la realidad sobrenatural se expresa haciéndose historia; Jesús de Nazaret es un elemento particular, arquetípico, que consiste en una conciencia de Dios que no puede reducirse a lo humano en general; por eso mismo, es prototipo de lo religioso. La cristología de Hegel encuentra en la palabra clave del Viernes Santo especulativo el acceso a la filosofía crucis hegeliana; la kénosis y la "muerte de Dios" constituyen el binomio a través del cual tejió Hegel su cristología, que supera el modelo ilustrado de Jesús, maestro de moral, hacia el Cristo que surge como símbolo de la tensión del hombre hacia la autosuperación. El Viernes Santo, la crucifixión de Cristo es el paradigma de aquella superación de la ruptura hacia la unión de sí mismo consigo mismo que la resurrección anticipa en su totalidad. La muerte en la Cruz es la clave especulativa de lo Absoluto, epifanía de la interioridad divina que es él mismo en la Alteridad de la finitud y de la muerte. Finalmente, está la cristología filosófica de M. Blondel, que parece encontrar su mejor formulación en la conciencia de Cristo, en la que cohabitan las dimensiones de Cristo: el Cristo glorioso con el Cristo crucificado, el Cristo de la vida espiritual con el Cristo histórico. En su conciencia. Jesús conoció su propia divinidad; es más Dios que hombre y . por eso mismo es" el mediador divinamente humano y humanamente divino n. En tiempos de la secularización y de la " muerte de Dios", Jesús aparece como la posibilidad de salvación para el débil, la cifra del ser humano (K. Jaspers), el principio de esperanza, porque en su historia está presente el proyecto de la divinización del hombre (filósofos neomarxistas). X. Tilliette distingue, sintéticamente, una triple tipología: una filosofía propedéutica para la cristología; una cristología comprometida con la filosofía por medio de esquematismos, representaciones, símbolos (como en el sistema hegeliano); y una filosofía que revela una fenomenología de Cristo escrutando " el eidos de sus vivencias y de sus categorias, sobre todo de las que tienen un relieve filosófico: la sujetividad, el tiempo, la intersujetividad...".

C Dotolo

 

Bibl.: x. Tilliette, Cristología filosófica, en DTF 232-237; íd., ¿Es posible una cristología filosófica ?, en R. Latourelle - G,O'collins, Problemas y perspectivas de teología fundamental, Sígueme, Salamanca 1982, 199-221; Íd" El Cristo de los filósoíos, DDB, Bilbao 1994. R. Latourelle, El hombre y sus problemas a la luz de Cristo, Sígueme, Salamanca 1984.