BENDICIÓN
VocTEO

 

Del latín benedicere (decir bien). En  la Biblia la bendición es una fórmula de oración, una invocación dirigida a Dios para que mire con benevolencia a su pueblo y lo socorra en las dificultades. Tienen un valor especial las bendiciones que proceden de un hombre de Dios (patriarca, sacerdote, juez, etc). Los evangelios cuentan cómo bendecía Jesús: a los niños que le presentaban (Mt 19,13-15), el pan (Mc 6,41; 14,22), a los apóstoles antes de subir al cielo (Lc 24,50-51), etc. En las cartas, especialmente en las paulinas, se recogen varias fórmulas de bendición.

En la liturgia la bendición es una invocación que se hace sobre las personas o sobre las cosas por el ministro competente, en nombre de la Iglesia y los méritos de Cristo. Se invoca de su ayuda, sus dones favorables, su santificación. La Iglesia ha instituido varias formas de bendición: con ellas llama a los hombres a alabar a Dios, les exhorta a pedir su protección, los induce a merecer su misericordia con la santidad de vida: y eleva plegarias para obtener los beneficios divinos, de  que sus peticiones obtengan el efecto esperado. Según el tipo de bendición varía el ministro (ordenado, instituido, laico). Los signos más usuales son los de extender, levantar, juntar e imponer las manos, la señal de la Cruz, la aspersión del agua bendita, la incensación.

 Además de las bendiciones ya presentes en la misa y en los sacramentos, la liturgia ofrece bendiciones de las personas (de las familias y de sus miembros, de los enfermos, de los misioneros, de los catequistas; de los asociados para intervenciones de emergencia, de los peregrinos, de los  que se ponen en viaje...), de los edificios y de actividades variadas (por ejemplo, la primera piedra, una nueva escuela, un nuevo hospital, los medios de transporte, los animales, los campos, la mesa...), de objetos o instrumentos relacionados con el culto (por ejemplo, el baptisterio, el ambón, el sagrario, las campanas, el cementerio...), de diversos objetos de devoción (por ejemplo, el rosario).

 R. Gerardi

 

 Bibl.: A, G. Martimort, La Iglesia en oración, Herder, Barcelona 1967, 701-717' J Aldazábal, La bendición, ¿tiene todavía sentido?, en Phase 121 (19-38); M. Sodi. Bendición, en NDL, 210-230.