AETERNIPATRIS

Es una encíclica escrita por León XIII y promulgada el 4 de agosto de 1879. Su objeto particular es el estudio de la filosofía cristiana a la luz del pensamiento de santo Tomás de Aquino y su inserción en el organigrama de las disciplinas teológicas. A partir de la AP comienza para la teología un período de dependencia de la filosofía tomista, que la afectará en todas sus caracterizaciones.

La encíclica tiene cuatro partes : en la primera se motiva el recurso a la filosofía como el remedio necesario para hacer frente a las diversas expresiones de ateísmo presentes en la sociedad: se expresa la convicción de que una filosofía separada de la fe es en todo caso insuficiente para responder a las verdaderas exigencias de la propia búsqueda. En efecto, la razón está por sí misma en camino hacia la fe: más aún, ofrece una ayuda válida para defender la fe de los posibles errores.

La segunda parte toca la problemática del verdadero modo de filosofar.

La razón, aun teniendo que utilizar los métodos, los principios y los argumentos propios, no puede ni debe separarse, sin embargo, de la autoridad divina. La fe puede desarrollar realmente, respecto a la razón, la función de liberación y tutela de los errores: es como una estrella que orienta a la razón hacia su fin último. Los Padres y los escolásticos, afirma la encíclica, han sabido cumplir coherentemente esta tarea. Tomás de Aquino, sobre todo, ha mostrado que cuando la razón es conducida en las alas de la fe, alcanza las cimas más altas de la especulación: por esto mismo es el modelo de todo verdadero filosofar.

En la tercer parte, la encíclica habla de la necesidad de restaurar la recta filosofía en cuanto que de ella se derivan beneficios incalculables: ante todo para la fe, ya que de esta manera sabe defenderse de los ataques que lanzan contra ella las diversas filosofías: para la sociedad, ya que estará así más segura contra las interpretaciones arbitrarias de la libertad: finalmente, para las ciencias, ya que en su relación con esta verdadera filosofía podrán encontrar mejor el objetivo primario de sus investigaciones respectivas.

La última parte de la AP presenta algunas disposiciones prácticas para que la enseñanza pontificia sea acogida y y practicada en las universidades y los centros de estudios teológicos. Siguen abiertas todavía las hipótesis de trabajo sobre la redacción de la encíclica: de todas formas, se puede comprobar con cierto grado de certeza que contiene ideas que eran patrimonio peculiar del mismo León XIII. De todas formas, la AP marcó una época teológica, influyó en sus contenidos y en sus métodos, que hoy parecen un tanto estrechos, hasta la gran reforma que se impondría con la nueva perspectiva abierta por el concilio Vaticano II.

R. Fisichella

 

Bibl.: Texto en MPC, 1, 111-124: P Rodríguez (ed.), Fe, razón y teologia, EUNSA, Pamplona 1979: A. Pioianti (ed.), L énciclica «Aeten,i Patris», Ciudad del Vaticano I982: R. Aubert, Die Enzyklika "Aeten7i Patris» und die weiteren papstlichen Stellungnsnahmen Zur christlicher? Philosophie, en E. Coreth (ed.), Christliche Philosophie im XIX und xx Jahrhundert, 1, Friburgo Br. 1987 310-3