Santa Sede

Juan Pablo II: La Iglesia tiene derecho a pronunciarse sobre las leyes

Intervención ante el nuevo embajador de Portugal ante el Vaticano

CIUDAD DEL VATICANO, 13 nov (Zenit).- Juan Pablo II afrontó esta mañana el papel público que debe desempeñar la Iglesia en las democracias modernas al recibir las cartas credenciales del nuevo embajador de Portugal ante la Santa Sede, Pedro José Ribeiro de Menezes.

"La Iglesia no tiene un poder directo sobre las leyes y las instituciones del Estado, escogidas democráticamente por los ciudadanos en plena libertad --aclaró--; pero reivindica, en el cumplimiento de la misión recibida por su divino Fundador, el derecho a pronunciarse sobre ellas, distinguiendo lo que está permitido por las leyes civiles de lo que es el derecho moral, coherente con una conciencia bien formada".

Como ejemplo concreto de esta labor de la Iglesia, el pontífice citó el papel desempeñado por los obispos y católicos del país quienes hicieron oír su voz contra la aprobación de la "ley inicua del aborto y la equiparación legal de la familia como unión matrimonial con modelos nuevos de uniones totalmente diversos e irreducibles a ella".

"Es preciso --dijo-- denunciar, por violación del proyecto originario recibido, a cuantos dejan de educar en una auténtica libertad, en la verdad, en el respeto del amor, en los valores familiares".

Al mismo tiempo añadió que la Iglesia "desea con todas sus fuerzas trabajar por esta causa dentro de su competencia en el respeto de la libertad de las conciencias".

Por último, el Santo Padre aplaudió el apoyo ofrecido por Portugal a los países lusófonos, en particular, la "gran solidaridad de Portugal con el drama sangriento que se abatió sobre Timor Oriental", al igual que su contribución en los momentos decisivos del regreso de Macao a China.

"Con idénticos sentimientos --terminó-- vive su nación ahora el drama de Angola", ensangrentado por la guerra civil.


El Papa: La ciencia no pude negociar con la verdad

Audiencia a los miembros de la Academia Pontificia para la Vida

CIUDAD DEL VATICANO, 13 nov (Zenit).- Juan Pablo II abogó esta mañana por un diálogo fecundo de la Iglesia con una ciencia que sepa conjugar adecuadamente verdad, libertad y responsabilidad al recibir a los participantes en la plenaria de la Academia Pontificia para las Ciencias.

Los académicos de esta institución que opera bajo la égida del Papa, celebraron del 10 al 13 de noviembre, su asamblea plenaria sobre el tema "La ciencia y el futuro de la humanidad".

La Academia Pontificia de las Ciencias es la más antigua de la historia. Fue fundada en 1603, aunque asumió su nombre y funciones actuales en 1936. Tiene como fin honrar la ciencia pura dondequiera que se encuentre; asegurar su libertad y favorecer las investigaciones, que constituyen la base indispensable para el progreso de las ciencias.

El pontífice, al encontrarse con los científicos, hizo un detallado perfil de cómo concibe la tarea del investigador: "Al emprender su camino de investigación, el científico comprende que debe recorrerlo no sólo con la imparcialidad exigida por la objetividad de su método, sino también con la honestidad, con la responsabilidad, y con una especie de reverencia como propias del espíritu humano al acercarse a la verdad"

De este modo, el obispo de Roma subrayó que "las responsabilidades éticas y morales ligadas a la investigación científica pueden ser concebidas como una exigencia interna de la ciencia, en cuanto actividad plenamente humana, y no como un control o, peor aún, como una imposición exterior".

"El hombre de ciencia sabe perfectamente que la verdad no puede ser negociada, oscurecida o dejada a la merced de las libres convenciones o de los acuerdos entre grupos de poder, de la sociedades o de los Estados --añadió--. Siguiendo su ideal de servicio a la verdad, advierte una responsabilidad especial en la promoción de la humanidad, entendida no como algo genérico o ideal, sino como promoción de todo el hombre y de todo lo que es auténticamente humano".

Por eso, el pontífice aseguró que "una ciencia concebida de este modo puede encontrarse sin dificultades con la Iglesia y abrir con ella un diálogo fecundo". De hecho, constató, en Cristo, centro y culmen de la historia, norma del futuro de la humanidad, "la Iglesia reconoce las condiciones últimas para que el progreso científico sea también un auténtico progreso humano".

Juan Pablo II se despidió de los científicos de la Academia de las Ciencias de la Santa Sede agradeciendo su servicio a la comunidad científica mundial y a la Iglesia, y les deseó que puedan "contribuir, con sabiduría y amor, en el crecimiento cultural y espiritual de los pueblos".

La Academia se encuentra bajo la dependencia del Papa. Forman parte de ella 80 académicos de nombramiento pontificio, propuestos por el cuerpo académico y elegidos sin discriminación de ningún tipo entre los más insignes cultivadores de ciencias matemáticas y experimentales de cada país.


El Papa pide a Premios Nobel de la Paz un compromiso a favor de los valores

Recibe al Foro reunido en Roma por iniciativa de Gorbachov

CIUDAD DEL VATICANO, 13 nov (Zenit).- Juan Pablo II se encontró esta mañana con el Foro Internacional de Premios Nobel para la Paz, convocado en Roma por la Fundación para Estudios Socioeconómicos y Políticos presidida por el ex presidente de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov.

Tras saludar al antiguo dirigente comunista y al alcalde de Roma, Franceso Rutelli, quien ha acogido por segunda vez en el Capitolio este Foro (la primera reunión tuvo lugar el mes de abril pasado), el pontífice explicó a los Premios Nobel que "En este momento tan significativo de la historia, es necesario un esfuerzo conjunto para garantizar que las nuevas generaciones rechacen los caminos de la discriminación, la exclusión y el conflicto, y caminen con decisión por el sendero de la paz en espíritu de apertura a los valores y tradiciones de los demás".

El Santo Padre elogió la labor de los líderes reunidos "en la promoción de una cultura de la no violencia y de la paz entre los hijos del mundo para la próxima década" y "en el reconocimiento de que no se puede construir una civilización de paz sin afrontar el problema de la deuda externa".

Tras el encuentro con el Papa en el Vaticano, los Premios Nobel ofrecieron una rueda de prensa conclusiva de sus dos días de trabajo en el Capitolio. En el momento del cierre de esta edición, todavía no se había publicado el comunicado final. Ahora bien, en su encuentro con la prensa, los líderes explicaron que los argumentos que atrajeron de manera particular su atención fueron la situación en Oriente Medio, el desarme, así como la globalización y la necesidad de un desarrollo que favorezca la estabilidad en la áreas más pobres del planeta.

En particular, por lo que se refiere al argumento de la globalización, Mijaíl Gorbachov explicó que en esta reunión los Premios Nobel han analizado "las posibilidades que en el futuro pueden derivarse de ella, de modo que las oportunidades de este fenómeno puedan ser compartida de manera justa".

Al hablar de la situación mundial de armamentos, Gorbachov, al resumir las conclusiones del Foro, explicó que "en este momento tienen lugar procesos que no llevan al desarme sino más bien al peligro de la proliferación de las armas nucleares".

Por último, hablando del argumento de la deuda externa, el ex presidente soviético explicó que "personalmente estoy a favor de eliminar las deudas de los países en vías de desarrollo. Ahora bien, subrayo que esto no es suficiente para el relanzamiento económico, pues se requieren medidas más articuladas, un conjunto de disposiciones que favorezcan el desarrollo en estos países". 


Obispos dan de su bolsillo 49 mil dólares para niños de Ruanda

Con un gesto jubilar, apoyan un centro para víctimas de la guerra

CIUDAD DEL VATICANO, 13 nov (Zenit).- Obispos de todo el mundo han echado mano a sus bolsillos personales para destinar 49 mil dólares a los niños huérfanos de Ruanda.

El Consejo Pontificio para la Familia, organismo vaticano dirigido por el cardenal Alfonso López Trujillo, ha publicado un comunicado en el que explica que en la ceremonia penitencial del 6 de octubre en la basílica de San Juan de Letrán, con motivo del Jubileo de los Obispos, se pidió a los presentes un gesto para colaborar con la actividad caritativa del Papa. De este modo, gracias a los ahorros personales de los prelados, se recogieron 106,5 millones de liras, unos 49.000 dólares.

El Santo Padre decidió entregar esa cantidad de dinero a la "Ciudad de los Muchachos" en Mbare (Ruanda), una obra realizada por el Consejo Pontificio para la Familia en colaboración con la Conferencia Episcopal de Ruanda y con la nunciatura apostólica en ese país. En ella se encuentran ya 140 niños, víctimas de las guerras de la región de los lagos; otros 100 niños frecuentan el centro.

La "Ciudad de los Muchachos", dice el comunicado del organismo vaticano, "ofrece una educación integral haciendo sentir el clima tierno y acogedor propio de la vida familiar a todos aquellos que se han visto privados de la alegría y del amor. Con ese gesto de generosidad, el Santo Padre ha respondido a las necesidades de tantos niños de Africa sometidos a duras pruebas".


Los inmigrantes, ¿problema o recurso?

Congreso internacional sobre el mensaje de la madre Cabrini

CIUDAD DEL VATICANO, 13 nov (ZENIT.org).- Los inmigrantes ¿son un problema o un recurso? ¿Las formas de intolerancia son un fenómeno de racismo que se remonta a los cánones tradicionales de la raza y la sangre o se trata de una ideología nueva y diferente?

A estas y a otras preguntas incisivas ha tratado de responder el congreso internacional "La dignidad del inmigrante: el mensaje de la madre Francesca Cabrini" que se ha celebrado del 10 al 12 de noviembre en el Vaticano por iniciativa del Consejo Pontificio para los Migrantes.

La figura de la madre Francesca Cabrini es significativa, de hecho es la patrona de los emigrantes. Dedicó su vida al servicio de la dignidad de los inmigrantes.

Sor Mary Louise Sullivan, misionera del Sagrado Corazón y profesora de historia de la emigración, ha explicado cómo "sor Cabrini creó una red de escuelas, hospitales, orfanatos, y programas de servicio social en todos los Estados Unidos con especial atención a los inmigrantes".

"En esta acción --indicó sor Sullivan-- la madre Cabrini ha favorecido el desarrollo de una pastoral para los inmigrantes. La Iglesia ha acogido el mensaje cuidando la formación de sacerdotes multiculturales y la integración de las ciencias sociales con la teología con el fin de favorecer la integración y la evangelización de los emigrantes en las Iglesias locales".

Lucetta Scaraffia, de la Universidad La Sapienza de Roma, trazó un perfil interesantísimo de quienes ha definido "los dos protectores de los emigrantes", es decir el padre Giovanni Scalabrini (fundador de los Misioneros de San Carlos) y la madre Francesca Cabrini.

"Dos personas muy diferentes --explicó--. El primero, un eclesiástico, un hombre de cultura y de gran sensibilidad política y social, un estratega del papel de la Iglesia en la sociedad de aquel tiempo.

Cabrini en cambio "una mujer apasionada, movida por el deseo de actuar para honrar a Jesús, que no conoce los problemas de la Iglesia pero que es capaz de aceptar una tarea imprevista por obediencia".

"Por una parte se dio una autoridad social, con capacidades políticas e intelectuales, y con un proyecto de intervenir donde la Iglesia no está --señaló la profesora Scaraffia--, por la otra, nos encontramos con el deseo de abrazar al mundo para llevarlo a Cristo".

Un amor que llevó a la madre Cabrini, como constató la catedrática, a una obra de "emancipación femenina" que " ha sido olvidada".

El profesor Saskia Sassen, de la Universidad de Chicago, afrontó la relación que existe entre emigración y globalización, explicando que hoy asistimos a un nuevo tipo de intolerancia racial. En los años treinta, se trataba de racismo antropológico, mientras que hoy, aún continuando los prejuicios sobre la estructura física, asistimos a actos de intolerancia cultural. Se advierte la presencia del inmigrante como un peligro para el equilibrio social".

El arzobispo Francesco Goia, secretario general del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Migrantes y de los Itinerantes, explicó que la inmigración forma parte de la naturaleza humana, "el hombre es nómada por naturaleza" y que el mensaje de Jesucristo es el de acoger al peregrino.

"El gran mensaje de la madre Cabrini --concluyó monseñor Gioa-- ha sido el de indicar la acogida como la única vía que respeta la dignidad del emigrante. En esto la madre Cabrini da dignidad al emigrante porque ha aplicado el Evangelio".


Ecologia

El Papa: Si la técnica no se reconcilia con la naturaleza, ésta se rebelará

Cien mil peregrinos en el Jubileo de los campesinos y ganaderos

CIUDAD DEL VATICANO, 12 nov (ZENIT.org).- Juan Pablo II defendió esta mañana con firmeza el valor y el orgullo del trabajo agrícola, "sometido a apuros y duras situaciones" al celebrar en el Vaticano la jornada jubilar de los campesinos y ganaderos.

Cien mil personas llenaban hasta los topes la plaza de San Pedro. Al inicio de la Vía de la Conciliación tuvieron que quedarse algunas vacas traídas por peregrinos campesinos para que fueran bendecidas por el Santo Padre. Sin embargo, había tanta gente que resultó sumamente peligroso introducirlas en la plaza vaticana.

Las viseras amarillas de los campesinos se encargaron de dar color a un encuentro en el que también participaron los representantes de las Organizaciones de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Estaban presentes, además, Federaciones de panaderos y cooperativas agroalimentarias.

Todos ellos representaba a los 3 mil millones y medio de agricultores del mundo entero, incluidos los más de ochocientos millones de personas que pasan hambre en el mundo, como recordó al inicio de la eucaristía presidida por el sucesor de Pedro, el obispo italiano Fernando Charrier, presidente del Comité preparatorio de las Jornadas Jubilares del Mundo del Trabajo.

El "orgullo" del trabajo de la tierra 
El Papa pronunció su homilía pensando en los agricultores cuyos rostros están curtidos por la intemperie y el trabajo de la tierra. Ante todo, les invitó a sentirse "orgullosos por la tarea que os asigna vuestro trabajo" .

Un orgullo que a veces cede al desaliento ante los riesgos que implica la vida agrícola en estos momentos, no sólo a causa de las "imprevisibles adversidades atmosféricas", sino también del "descuido del hombre".

"La actividad agrícola de nuestros días tiene que vérselas con las consecuencias de la industrialización y el desarrollo no siempre ordenado en las áreas urbanas --constató el Papa Wojtyla--, y con el fenómeno de la contaminación atmosférica y el desequilibrio ecológico, con las basureros tóxicos y con la deforestación".

Ante esta situación, el mensaje pontificio fue claro: "Es necesario que el trabajo agrícola esté cada vez más organizado y apoyado por disposiciones sociales que reconozcan plenamente el cansancio que comporta y la gran utilidad que le caracteriza".

Reconciliar técnica y naturaleza 
"Si el mundo de la técnica más refinada no se reconcilia con el sencillo lenguaje de la naturaleza, en un equilibrio saludable --explicó el Santo Padre--, la vida del hombre correrá riesgos cada vez mayores de los que hemos comenzado a ver síntomas preocupantes".

Aunque el Papa no quiso entrar en detalles, muchos de los presentes vieron en sus palabras una clara alusión a abusos de la naturaleza como el que ha dado lugar a la así llamada enfermedad de la "vaca loca" y que sigue ganándose las primeras páginas de los periódicos europeos.

El hombre, "custodio" de la tierra 
"Trabajad resistiendo a la tentación de una productividad y de una ganancia que van en detrimento del respeto de la naturaleza --dijo por consiguiente el obispo de Roma--. La tierra ha sido confiada al hombre por Dios para que la cultivara y la custodiase. Cuando se olvida este principio, convirtiéndose en tiranos y no en custodios de la naturaleza, ésta antes o después se rebelará".

Agricultura y solidaridad 
En la segunda parte de su homilía, el pontífice afrontó la otra cara de la agricultura contemporánea, la de esos "pueblos enteros que viven sobre todo del trabajo agrícola en las regiones menos desarrolladas".

Zonas en las que a las carestías se les añaden las consecuencias de la guerra. Por ello, dijo el Papa al dirigirse a los agricultores, "es necesario contribuir con la promoción de una cultura de la solidaridad que a nivel político y económico, nacional e internacional, impulse iniciativas generosas y eficaces en beneficio de los pueblos menos afortunados".

Durante la eucaristía se rezó en polaco, alemán, filipino, español y portugués por el respeto de la creación, por la justicia en la distribución de los bienes de la tierra, por el reconocimiento de la dignidad del trabajo en el campo, y por los políticos y responsables de las naciones para que se comprometan en la lucha contra el abuso egoísta de los bienes creados.

Máquinas para el tercer mundo y compra de deuda externa El fruto de los trabajadores de la tierra fue presentado por cooperativas agrícolas ante el papa durante el ofertorio con cestas de uva, pan y pescado, espigas de trigo y mazorcas de maíz... Las asociaciones de esta categoría profesional quisieron ofrecer un gesto concreto de solidaridad: la compra de máquinas agrícolas para Montenegro (Yugoslavia) y proyectos de desarrollo agrícola en Congo, Uganda, India, Kosovo, Bielorrusia.

Asimismo, ofrecieron donativos para sumarse a la campaña de la Iglesia en Italia contra la deuda externa de los países pobres que incluye la compra de la deuda de estas naciones.

Al final, antes de despedirse de los peregrinos del campo, Juan Pablo II, cuando se disponía a rezar la oración mariana del "Angelus", sintetizó en una frase el mensaje que quería dejarles en este Jubileo de la agricultura: "El equilibrado uso de los recursos naturales y la justa distribución de los bienes disponibles permitirán ofrecer a la población mundial esa seguridad alimentaria que todos deseamos".


Juan Pablo II pide a los bancos luchar contra la usura

Reconoce el papel y responsabilidad de las entidades crediticias

CIUDAD DEL VATICANO, 12 nov (ZENIT.org).- Juan Pablo II pidió ayer a los bancos y entidades financieras que ayuden a las personas con dificultades económicas para evitar que se haga cada vez más presente el fantasma de la actividad "perversa" de la usura.

Al mismo tiempo, reconoció que "si los bancos buscan tan sólo su propio beneficio, dejan de ser un instrumento de desarrollo y se convierten en un freno para la sociedad".

El Pontífice pronunció ayer estas palabras en una audiencia concedida a los 7.500 directivos y empleados del Banco de Roma con motivo del Jubileo.

El discurso de Juan Pablo II se convirtió al mismo tiempo en un reconocimiento autorizado de la importancia del sistema bancario y de la responsabilidad que tienen sus gestores para "saber administrar los recursos que les son confiados".

"Si el dinero es representado a veces como la sangre de un organismo, las empresas de crédito pueden ser comparadas con el corazón que lo hace circular en el cuerpo social", dijo el Papa con una imagen prestada de la biología.

El Santo Padre condenó la existencia de la usura, a la que denominó "una forma desviada e ilegal de crédito" y reconoció con tristeza que pone en peligro la existencia de empresas y familias y crea sufrimiento.

La evolución frenética de la economía moderna, según el pontífice, hace difícil a muchas personas el acceso "a las diferentes formas de servicios ofrecidos por el sistema bancario".

Ante esta situación, ofreció su propia propuesta: "La profesionalidad del agente de crédito, unida a un agudo sentido de equidad y justicia, podrá favorecer la serenidad de quienes tienen necesidad de consejo o ayuda".

Por eso, pidió a los responsables de banca que ayuden a las personas que pasan por esta situación de deuda, así como a los jóvenes y las actividades con fines sociales.

"De esa manera habrán satisfecho las expectativas de los ciudadanos, que ven en la actividad bancaria un apoyo fundamental en su legítima necesidad de servicios financieros y económicos", declaró Juan Pablo II.

El Consejo vaticano para la Justicia y la Paz está elaborando en estos momentos un Catecismo Social de la Iglesia, un texto detallado en el que se recoge la doctrina social cristiana.


El padre Pío podría ser proclamado santo por la curación de un niño

El "milagro" está siendo analizado por la Congregación para los Santos

CIUDAD DEL VATICANO, 12 nov (ZENIT.org).- El padre Pío de Pietrelcina podría ser proclamado santo el próximo año. Lo ha revelado el diario romano "Il Messaggero", quien afirma que en estos momentos se está estudiando el carácter científicamente inexplicable de la curación de un niño, atribuida a la intervención del beato.

El padre Pío fue beatificado por Juan Pablo II el 2 de mayo de 1999, en una ceremonia que rompió los récords de afluencia de peregrinos a la Ciudad Eterna hasta aquel momento.

La canonización ahora podría ser posible gracias a la curación científicamente inexplicable de Matteo Pio (no revelamos su apellido por respeto de su intimidad), de 8 años de edad, un niño del mismo pueblo en que vivió durante más de 50 años el fraile capuchino, San Giovanni Rotondo.

El pequeño sufrió el 20 de enero pasado una meningitis fulminante. Su padre, que es médico, le internó urgentemente en la Casa Alivio del Sufrimiento, el hospital fundado por el beato. Al llegar, los médicos no dieron ninguna esperanza: muerte inminente.

El responsable del departamento de reanimación del hospital, el doctor Paolo De Vivo, recuerda: "sus condiciones eran desesperadas a causa de un colapso cardiocirculatorio, insuficiencia respiratoria e insuficiencia renal".

Sin embargo, después de doce días de coma, Mateo se despertó como si no hubiera pasado nada. Ningún médico ha podido explicar lo sucedido. El niño dice que en el coma soñó con el padre Pío, quien le sonrió.

Ahora es necesario esperar el parecer de cinco médicos de la Comisión médica de la Congregación vaticana para las Causas de los Santos, quienes deberían confirmar el carácter inexplicable de la curación. Si el juicio de la Comisión es favorable, el caso será estudiado primero por una Comisión de teólogos y, después, por otra de Cardenales y obispos de la Congregación.

Si estas dos últimas instancias confirman la relación directa existente entre la curación y la intercesión del padre Pío, entonces se podría hablar de "milagro".

La curación de Matteo ya ha superado el examen de la diócesis italiana de Manfredonia.

El postulador de la causa del padre Pío ha recibido ya otros dos casos de curaciones inexplicables que podría presentar para pedir la canonización.

El primero es la historia de un muchacho de 22 años, Giorgio Rinzivillo, de la localidad italiana de Modica, quien salió del coma irreversible provocado por un accidente de tráfico en abril de 1999. El segundo, es el de un jubilado de la región de Nápoles, Antonio Trabucco, quien en junio de 1999 quedó curado de una parálisis parcial.

San Giovanni Rotondo, el pueblo donde se encuentra el monasterio en que vivía el beato Pío de Pietrelcina, recibe a más de seis millones de peregrinos anuales, más que Lourdes.


El Papa podría viajar a Armenia en el XVII centenario de su conversión

Emocionante celebración ecuménica con el patriarca de todos los armenios

CIUDAD DEL VATICANO, 10 nov (ZENIT.org).- La histórica visita del patriarca de la Iglesia apostólica armenia, Karekin II, a Juan Pablo II en el Vaticano llegó hoy a su punto culminante con una celebración ecuménica presidida por los dos líderes cristianos en la Basílica Vaticana.

Ha sido el primer encuentro del nuevo patriarca de todos los armenios con el obispo de Roma, que comenzó ya ayer por la tarde con una primera audiencia privada en la Sala Clementina del Vaticano.

Durante el solemne rito de esta mañana Juan Pablo II entregó al líder religioso armenio una reliquia de san Gregorio el Iluminador, patrono de la Iglesia armenia, que hasta ahora se custodiaba en un convento de Nápoles y que será colocada en la catedral en construcción de Erevan, capital de Armenia.

Mientras en la basílica más grande de la cristiandad resonaban las notas de un himno de la antiquísima tradición litúrgica armenia, el precioso relicario, de valor afectivo inapreciable para los cristianos armenios, fue llevado en procesión por el cardenal de Nápoles, Michele Giordano. En una plataforma móvil, le precedían el Papa y el Catholicós de todos los armenios.

A continuación, se dio paso a la liturgia de la palabra, acompañada por himnos seculares de esa tierra, el primer país cristiano de la historia que abrazó el evangelio en el 301.

Poco después, los dos líderes religiosos pronunciaron sendas homilías. Juan Pablo II recordó la historia de persecución vivida por el mismo san Gregorio, en el siglo III, cuando fue encarcelado por no aceptar el culto de los ídolos. Un presagio de la historia de persecución de Armenia que tuvo su momento más dramático en los años de la primera guerra mundial, con el genocidio de 1915.

A continuación, el Papa rememoró los numerosos contactos que han tenido lugar entre la Iglesia católica y la Iglesia apostólica armenia, que sufrieron la separación hace ya 1.500 años por diferencias teológicas sobre la naturaleza de Cristo. Estas diferencias teológicas fundamentales quedaron superadas en 1996, por una declaración conjunta firmada por el Papa Wojtyla y el predecesor del patriarca actual, Karekin I.

"Ahora tenemos que rezar y operar fervorosamente para que cuanto antes pueda llegar el día en el que nuestras sedes y obispos estén en plena comunión de nuevo --explicó el sucesor de Pedro--, para que podamos celebrar juntos, en el mismo altar, la eucaristía, el supremo signo y manantial de unidad en Cristo. Hasta que llegue el alba de ese día, cada una de nuestras celebraciones eucarísticas sufrirá por la ausencia del hermano que todavía no está ahí".

Por su parte, el Catholicós, en su homilía, expresó su viva gratitud por el don de la reliquia y, a continuación, también hizo su propio recorrido por la dolorosa historia armenia.

"El genocidio que el imperio turco perpetró contra los armenios --dijo Karekin II-- es bien conocido por el clero de las Iglesias cristianas, que siguieron el ejemplo de Cristo y ofrecieron ayuda a nuestra gente perseguida. Por este motivo, nosotros sentimos un profundo sentido de gratitud con todos aquellos que nos apoyaron en aquellos días".

Por último, el patriarca renovó otra vez al Papa la invitación a viajar a Etchmiadzin, sede del patriarcado de Armenia, con motivo de los 1700 años de la conversión del país al cristianismo, aniversario que se celebrará precisamente en el año 2001.

El Papa y el Catholicós veneraron después la reliquia de san Gregorio, envuelta en una nube de incienso, como es tradición en las Iglesias de Oriente. Cuando el Papa hizo entrega de las reliquias al patriarca, la solemnidad del momento no ocultó la emoción de este líder de un pueblo de siete millones de creyentes esparcidos por todo el mundo que hoy vivía uno de los momentos más importantes de su historia religiosa reciente.


Católicos y armenios, un paso hacia la unidad tras 15 siglos de separación

Declaración conjunta de Juan Pablo II y Karekin II

CIUDAD DEL VATICANO, 10 nov (ZENIT.org).- Juan Pablo II y el patriarca de la Iglesia apostólica armenia han firmado una declaración común, publicada hoy, en la que tras 1500 años de separación confiesan la fe común que en estos momentos ya une a estas dos Iglesias. Al mismo tiempo, reafirman su compromiso para seguir avanzando hacia la unidad plena.

El patriarca de Occidente, como se conoce en Oriente al Papa, y el patriarca de Etchmiadzin confiesan conjuntamente su fe "en Dios Trino y en el único señor Jesucristo, hijo unigénito de Dios". Ambos líderes hacen pública su fe "en la Iglesia, una, católica, apostólica y santa".

La declaración va más allá hasta reconocer "que la Iglesia católica y la Iglesia armenia tienen sacramentos verdaderos, sobre todo --por medio de la sucesión apostólica de los obispos-- el sacerdocio y la eucaristía. Seguimos rezando por la comunión plena y visible entre nosotros".

"La Iglesia católica y la Iglesia armenia comparten una larga historia de respeto recíproco, y consideran complementarias más que opuestas sus diversas tradiciones teológicas, litúrgicas y canónicas. También hoy tenemos mucho que recibir una de otra", dice el documento.

La mirada de los dos sucesores de los apóstoles se dirige después al futuro para pedir a Dios que "guíe a nuestras comunidades para que, con una sola voz, podamos dar testimonio del Señor y proclamar la verdad de la salvación".

Por último, Juan Pablo II y Karekin II rezan por la paz en el mundo y especialmente en Oriente Medio: "¡Que todos los hijos de Abraham crezcan en el respeto recíproco y encuentren formas idóneas para vivir juntos pacíficamente en esta sacra parte del mundo!", concluye el histórico documento.


¿Nuevos cardenales? Los rumores en el Vaticano se hacen persistentes

El Papa podría crear en febrero más de 25 purpurados

CIUDAD DEL VATICANO, 10 nov (ZENIT.org).- En los pasillos del Vaticano y en la Sala de Prensa corren persistentes rumores, según los cuales, Juan Pablo II podría crear más de 25 nuevos cardenales el próximo mes de febrero.

Entre las fuentes consultadas por Zenit hay menos concordancia en lo que respecta a la fecha en que el pontífice hará público el anuncio. En los últimos días se ha comenzado a extender la voz, según la cual, el Papa dará la buena noticia el próximo 8 de diciembre, fiesta de la Virgen de la Inmaculada. Otros aseguran más bien, que será el 6 de enero, día en el que será clausurado el Jubileo.

El pasado 8 de noviembre, cumplía 80 años de edad el cardenal Eugenio Araújo Sales, arzobispo de Río de Janeiro (Brasil). Aunque continúa como arzobispo en ejercicio hasta que el Papa acepte la renuncia que presentó hace cinco años, el cardenal Sales pierde su condición de cardenal elector en caso de cónclave.

De este modo, el colegio cardenalicio cuenta ahora con 97 cardenales electores (con menos de 80 años), además de los 45 que ya han sobrepasado esta edad y que por tanto están excluidos de la participación en un posible cónclave. En total, hay 142 cardenales más otros dos "in pectore", cuyo nombre no ha sido revelado por el pontífice.

Los próximos cardenales que cumplirán 80 años de edad son Hyacinthe Thiandum de Senegal y Antonio María Javierre de España, los próximos días 2 y 21 de febrero. Esto significa que en el mes de febrero, cuando debería tener lugar la creación de nuevos purpurados, los puestos vacantes en el colegio cardenalicio serán 25.

Como ya sucedió en el último consistorio de 1998, el Papa podría superar ligeramente el número de 120 cardenales electores creando más de 25 cardenales con menos de 80 años.

Además, seguramente creará también cardenales con más de ochenta años. Se trata de un gesto muy apreciado por Juan Pablo II con el que reconoce oficialmente el servicio a la Iglesia de toda una vida. Estos cardenales suelen tener siempre más de ochenta años.