Anexo 1

Síntesis de las Entrevistas realizadas por los alumnos

del Primer Semestre de 1988 (Curriculum A)

 

            La lista con algunas características de los entrevistados (edad, sexo, nivel de estudios y de participación en la Iglesia) se encuentra al final de este Anexo. Antes de leer la síntesis que presento, es bueno proponer las siguientes observaciones, para situar su sentido y su valor.

 

            Se trata de entrevistas, no de encuestas. Es decir, a las personas se les ha hecho una serie de preguntas, y en su respuesta han podido explayarse libremente. No se les ha forzado a entrar en una de varias respuestas posibles, previamente preparadas por el encuestador. Por lo mismo, no hay en esta síntesis ninguna cuantificación de las respuestas. La única que se podría deducir está dada por la acumulación de afirmaciones semejantes. Pero puede inducir a error, dado que no he recogido en la síntesis sino aquellas respuestas que me parecían aportar algún matiz nuevo o alguna formulación interesante.

            La intención de la entrevista no era, por lo demás, cuantificar las opiniones, sino sólo conocer el espectro de las opiniones reales. Por el hecho de que los entrevistados han sido escogidos por los entrevistadores -cada alumno entrevistó a dos personas-, sin otra indicación que tratar de entrevistar a dos personas diferentes (sea por el sexo o la edad o alguna otra característica social o cultural), tampoco se puede asegurar que la muestra sea representativa de lo que se piensa en Chile.

            De hecho, casi todos los entrevistados resultaron ser miembros activos de la Iglesia; resultado absolutamente casual. La síntesis, pues, refleja algo de lo que se piensa en la Iglesia chilena con respecto a la revelación (ver capítulo 1) y la fe (ver capítulo 2).

 

            Las afirmaciones de los entrevistados han pasado por un doble tamiz: el del alumno, al presentar su trabajo, y el mío, al elaborar esta síntesis. En cuanto a los alumnos, les pedí que entregaran una transcripción fiel de las respuestas obtenidas; a lo más, han podido eliminar ciertas repeticiones propias del lenguaje hablado. Queda en pie, sin embargo, la incidencia de las mismas preguntas en las respuestas del entrevistado. Cada alumno preparó por su cuenta un conjunto de preguntas que yo revisé. Pero no todas eran igualmente aptas para "sonsacar" las opiniones auténticas de los entrevistados.

            Respecto al trabajo mío, creo indispensable observar dos cosas. La primera es que sintetizo opiniones que son respuesta a conjuntos diferentes de preguntas, lo que a ratos puede forzar ciertas afirmaciones, al verse trasladadas de un contexto a otro. La segunda es que mi trabajo ha sido analítico. Como se verá leyendo lo que sigue, he aislado a menudo afirmaciones bastante breves, sacándolas de su contexto inmediato. No creo que esto distorsione demasiado el pensamiento de los entrevistados, dado que, en general, las respuestas son también breves, salvo uno que otro entrevistado que argumenta en forma más amplia y discursiva (por ejemplo, los que llevan el número 21, 22 y 55).

 

            Las citas son textuales. Las he escrito con tipo más pequeño. Al final de cada una, entre paréntesis, un número remite a la lista de los entrevistados al final de este Anexo. Se puede leer de corrido mi texto-síntesis saltándose las citas, para tener una primera visión rápida de los contenidos.

 


 

            1. Revelación

 

            Las respuestas pueden agruparse en 4 párrafos. El primero expone el sentido de la palabra "revelación"; los dos que siguen, las dos formas en que los entrevistados reconocen que Dios se revela: por la historia y por la creación; el último, la relación entre revelación y fe.

 

            1.1. Qué se entiende por revelación

 

            Algunos entrevistados confunden revelación y rebelión. En los que hablan de revelación encontramos dos significados fundamentales, religioso y no religioso.

 

            a) El equívoco revelar/rebelarse

 

            En varios casos, el entrevistado, al ser preguntado por el significado de revelación, responde con el de rebelión:

               "Revelación yo creo que es cuando una persona dice lo que tiene dentro, se rebela contra alguien; cuando uno tiene algo guardado y quiere decirlo, gritarlo" (56).

               "Revelación es: 'Dios no me ayuda, Dios me abandona'; pero por algo será". (17)

            -A la pregunta, ¿cree usted que Dios se ha revelado al mundo?, uno responde:

               "No creo, porque Dios era pacífico, no lo vería por el lado de rebelarse". (16)

            -A la pregunta, ¿cree que Dios se revela?, otro responde:

               "Más que sentir que Dios se rebela, es la gente la que se vuelve un poco rebelde con Dios: '¿por qué a mí esto?'" (33).

 

            Dos entrevistados creen saber que "revelación" tiene dos sentidos: el de revelar y el de rebelión:

               "Revelación es aparición, algo de Dios, algún milagro; pero es también rebeldía, rebelarse contra algo" (54)

               "Revelación se puede entender en dos sentidos. Uno: que se nos muestra algo que no conocíamos; lo segundo sería rebelarse contra otra persona reaccionando airada o violentamente" (20).

 

            b) El sentido no religioso de "revelar"

 

            Algunos entrevistados hacen por sí mismos una distinción entre el sentido corriente de la palabra 'revelación' y su sentido religioso y cristiano (22, 50, 52, 71, 72), que uno designa como "Revelación con mayúscula" (22).

            El sentido corriente, no religioso, está constituido por al menos dos matices de significado.

            -Por un lado, la manifestación de la intimidad personal, del secreto que es cada uno y de los secretos que uno tiene:

               "Revelación es dar a conocer algo, que una persona cuente lo que es, o que a través de un hecho uno pueda captar algo tal vez no conocido hasta entonces" (34).

               "El mostrarse, darse a conocer para las personas" (15).

               "Dar a conocer algo. Yo te comunico a ti algo, algo personal" (53).

               "Revelación es mensaje. Onda: te estoy hablando, me estoy mostrando a ti" (18).

               "La palabra en sí ya entraña su propio significado: revelar es mostrarse" (52).

               "La palabra lo dice: es algo que se nos muestra" (50).

               "Revelar algo verídico, revelar a alguien un secreto" (9).

            -Por otro lado, revelar es el descubrir y dar a conocer algo hasta ese momento oculto:

               "Revelar me dice dar a conocer algo que antes no se sabía y que tiene un impacto" (15).

               "Sacar a luz algo que está escondido" (71).

               "Descubrir algo nuevo" (72).

               "Dar a conocer algo" (25).

               "Algo que se descubre y se da a conocer; algo que estaba oculto, escondido" (35).

 

            Un entrevistado añade un aspecto nuevo:

               "Revelación es el dato por el cual alguien da a conocer a otro o a otros algo que no podía conocer por sí mismo, o que si lo podía conocer no lo había conocido" (22).

            Creo que de este significado más genérico, no personal como el primero, se han derivado otros dos significados de revelación.

            -Uno, que se suele usar para las presentaciones de artistas o futbolistas nuevos:

               "Revelar: algo que sobresale, importante; una persona que sobresale" (76).

            -El otro significado es descubrir un aspecto, hasta ahora oculto, de la realidad, y que al que lo descubre lo interpela:

               "Lo primero que se me viene a la mente cuando me hablan de revelación es un cabro chico en una población, con la nariz cochina, a pata pelá y lloviendo. Revelación para mí es la forma en que a mí me tiran la oreja, o sea: 'aquí estoy. La vida no es como tú la vives en tu ambiente'. Porque veo que la vida es diferente y hay un montón de gente que forma parte de mi vida" (2).

 

            Dos entrevistados subrayan el contenido ético envuelto en la palabra 'revelación', quizá por influencia del uso cristiano:

               "Para mí, la revelación es algo que se nos presenta y nosotros lo seguimos; algo que nos dice lo que tenemos que hacer" (68).

               "Yo entiendo por revelación mostrar caminos, pautas a seguir" (51).

 

            c) "Revelación" en sentido religioso

 

            Casi todos los entrevistados consideran que la revelación en sentido religioso, más precisamente cristiano, es la manifestación de Dios mismo al hombre. Por ejemplo:

               "Revelación es la forma como Dios corre el velo y trata de irnos mostrando lo que Él es y cómo es" (33).

            Pero aparecen por lo menos tres significados distintos, complementarios entre sí, según cómo se piende que se revela Dios: objetivamente en la historia, subjetivamente en las personas, y por la creación.

 

            c1) Revelación objetiva en la historia

 

            Entre los que acentúan el carácter histórico, en cierto sentido objetivo, de la revelación de Dios, se pueden distinguir dos acentuaciones diferentes.

            -Para unos, se trata de una presencia de Dios en la historia actual, tanto en los hechos positivos como en los negativos:

               "Entiendo por revelación el Dios que se revela, que trasciende cada momento, cada cosa que haces. Es Dios que comparte la historia mía y del pueblo (...). Me habían enseñado un Dios diferente, muy espiritual, en las nubes. Ello produjo crisis, dudas. Hoy encuentro que Dios se revela en el pueblo, porque somos hijos, y el Padre quiere lo mejor para ellos" (43).

               "La revelación es un don que está dentro de la historia, en que un pueblo está viviendo un tiempo determinado; o sea, Dios nos habla por los acontecimientos" (23).

               "Es una manifestación de Dios en el mundo, que se ha hecho en medio de la historia. Es un descubrir a Dios en hechos concretos de la vida, porque Él se muestra en ellos" (73).

               "La revelación son manifestaciones de Dios al hombre, a través de hechos y personas" (40).

            -Otros entrevistados sitúan la revelación sobre todo en la historia bíblica:

               "Por revelación entiendo la forma como Dios se ha ido comunicando con la humanidad. A través de las diferentes etapas de la historia de la salvación se ve que Dios se comunica con el hombre de una manera pedagógica, es decir, Dios tendría un plan de salvación y, para llevarlo a la práctica, va empleando un sistema de acuerdo a cómo se encuentra el hombre desarrollado para entenderlo. Por ello, entonces, Dios se habría revelado en diferentes etapas. Una primera etapa, el AT, donde Dios prepara un pueblo y trata de llegar al hombre. Dios llama a hombres específicos para cumplir esta tarea: profetas, patriarcas, etc. Dios trata de ir transmitiendo esta revelación a los hombres, pero éstos no la aceptan. Finalmente, Él manda a su hijo Jesús, que no trae una nueva revelación, sino que completa la anterior. En base a lo que Jesús ha dicho, la Iglesia -con los libros aceptados canónicamente- hace una interpretación de la revelación de Jesús, es decir, hace aplicación. En definitiva, para mí la revelación es la forma pedagógica como Dios se ha comunicado al hombre, para revelarle lo que a Él más le interesa, su amor por el hombre" (21).

               "Entiendo por revelación con mayúscula -en un sentido más estricto, más religioso, más cristiano- todo el período de la Biblia, que es palabra revelada, que culmina con el último de los Apóstoles. Pero después sigue la tradición, como su interpretación" (22).

               "Revelación es Dios que se da a conocer al hombre o que se muestra a  la humanidad con todo lo que es y tiene. Yo entiendo por revelación a Jesucristo, que es reflejo del Padre, y así como Él quiso lo reveló. Es Dios que se da a conocer a todos en su hijo Jesús, por puro amor y gratuidad" (19).

               "Lo revelado es el plan de Dios, porque Dios se hizo presente a través de su hijo Jesucristo en una historia concreta en el tiempo" (71).

               "Revelación es cómo se hace presente Dios en la historia, en las personas y más en concreto en Jesucristo mismo. También en la creación" (24).

            Un entrevistado restringe la revelación al solo AT:

               "La revelación uno por lo general la atribuye al AT o la ubica en él" (50).

 

            Varios entrevistados reúnen estos dos acentos:

            "Revelación es todo lo que Dios nos ha mostrado de Él y de Jesús a través de la Biblia. Por otra parte, podría decir que es Dios que se manifiesta a cada rato" (50).

               "Es Dios que se revela en las Escrituras, en las circunstancias, también en Cristo, su hijo. Revela el plan que tiene para nosotros, de ser hijos, hermanos y señores" (10).

               "Al principio, Dios se reveló con sus apóstoles y las doctrinas que nos dejaron; en la actualidad, se revela a través de los hechos que están sucediendo: tratados de paz, preocupación hacia los pobres por parte de la Iglesia, etc." (61).

               "Dios se ha revelado en la historia principalmente en Jesús y después a través de los apóstoles con el Espíritu Santo; así llega a nosotros la fuerza de Dios. De ahí hemos seguido descubriendo la presencia de Dios en la historia; hechos concretos siempre vamos a encontrar. En las cosas simples y en nuestra propia vida se nos revela Dios, sólo tenemos que ser capaces de descubrirlo" (52).

               "Antiguamente Dios se reveló a la humanidad por medio de los apóstoles, de Moisés, dejándonos sus tablas de la Ley, sus mandamientos y enseñanzas. En la actualidad, la gente cada día está más incrédula; por eso hay muchas cosas trágicas; de esa manera Dios nos está abriendo los ojos para que nos acerquemos más a El" (62).

 

            c2) Revelación subjetiva en las personas

 

            El segundo matiz de significación es más subjetivo. Revelación es sobre todo la toma de conciencia del creyente referida a hechos en que Dios se hace presente, ahora o en el pasado:

               "Entiendo revelación como que Dios quiere revelar algo al hombre, y eso lo hace a través del Espíritu Santo. A veces una revelación puede ser a través de una lectura del Evangelio: es una revelación más personalizada" (13).

               "Yo enfoco la revelación de Dios cuando Él nos muestra situaciones o nos aclara hechos bíblicos, de la vida del Señor o de la Virgen o de los santos, que no están claramente explicados en los textos bíblicos: todas esas experiencias yo las he tenido. Por ejemplo, el Señor me mostró su poder, lo sentí como algo inconmensurable, infinito; pero creo que si Él me lo muestra todo, yo me desintegro: así lo sentí yo. Cuando yo conocí el amor de Dios, para mí fue una revelación, más que una inspiración. Yo sabía que Él existía, lo respetaba, le temía, pero no conocía el amor que Él tenía por mí. Y cuando Él me lo reveló, mi vida cambió" (14).

               "Revelación es básicamente la expresión de cómo el mensaje del Evangelio está presente en las personas, en su comportamiento, en la sociedad en general. Evidentemente está asociada a un mensaje que está vigente y que se expresa a veces en forma muy evidente en las personas, y a veces está latente, pero no tiene ninguna expresión, no puede apreciarse. La palabra 'revelación' la veo asociada a la idea de esencia: lo que es la esencia de las personas, lo que significa la presencia de Dios en ellas. Simultáneamente, asociada al mensaje del Evangelio, que muchas personas logran en un momento determinado percibirlo en ellas mismas, no como algo ajeno sino como algo latente en lo que es su propia esencia como personas" (55).

               "Me da la impresión que revelación es cuando alguien escucha la palabra de Dios interiormente o exteriormente, una Palabra en la que le comunica algo personal" (49).

 

            En esta línea, algunos subrayan el aspecto de comprensión de lo ya ocurrido en la historia de la revelación y que está presente para nosotros en Cristo, en la Escritura:

               "Usan la palabra 'revelación' los evangélicos. La Biblia también habla de revelación. La lectura de la Biblia hace a las personas que muchas cosas se les revelen, porque Dios quiere que uno las descubra. Es como sacar la venda. La revelación hace que la persona se anticipe al tiempo, le revela los misterios del Reino. Pienso en mi papá que, siendo de un pueblo pequeño del sur, estaba como adelantado a los hechos, se preocupaba de una evangelización personal en los tiempos en que la Misa era en latín. Revelación es descubrir que Dios está con nosotros, es un Dios vivo" (44).

               "Revelación es cuando a uno se le ilumina la imagen de Cristo; por ejemplo, revelación en sueños" (16).

 

            En este matiz subjetivo del significado de "revelación" hay que incluir las respuestas de los que acentúan el carácter ético del contenido de la revelación de Dios:

               "Dios se manifiesta al hombre, esto es lo fundamental; y se hace presente a la humanidad y nos muestra los caminos que quiere que sigamos" (52).

               "Por medio de la Biblia Dios ha revelado muchas cosas: normas de vida, pautas para mejorar nuestra forma de vida, para formarnos como personas y ser felices" (53).

               "La revelación es una muestra de Dios para nosotros. Él se muestra para que tengamos fe en Él. Él se entrega por completo a nosotros en su revelación, para que la gente sea de bien" (67).

               "Revelación es algo que si una está muy atenta a lo que es Dios, siente de repente que se debe hacer cosas. Es como una voluntad que se toma de una" (1).

 

            Queda un entrevistado, que parece situar la revelación fuera de lo histórico, en una pura relación cognoscitiva:

            "Revelación es para mí el conocimiento de igualdad entre el Creador y nosotros, en todos los aspectos" (26)

 

            Una entrevistada que se declara atea acepta, sin embargo, la revelación, pero sólo en cuanto fenómeno subjetivo en los creyentes:

               "La revelación divina la creo solamente en la mente de la gente en la que fue posible. Yo creo que ellos creen que fue; es un autoconvencimiento. Si yo no creo, no quita que ellos estén convencidos de buena fe" (82).

 

            c3) Revelación en la creación

 

            El tercer aspecto del significado muestra la revelación de Dios que se realiza en la creación. Varios entrevistados hablan a la vez de revelación histórica y por creación:

               "La revelación de Dios es algo grande, hermoso, en especial en su Hijo y en la creación" (68).

               "Dios se ha revelado en el mundo en todas las cosas que Él nos ha mostrado. Primeramente la naturaleza, que es algo tan bello. Segundo, para mí la gran revelación fue por intermedio de Jesús. Cristo nos dejó muchas enseñanzas y eso es una gran revelación" (51).

               "Dios se ha revelado a la humanidad por todas estas cosas hermosas que nos ha dado, por todo lo que nos rodea. Claro que la mayor revelación de Dios en este mundo ha sido su hijo Jesús, y después por todos los hechos que han pasado más adelante se nos sigue revelando Dios: pienso en la Virgen de Fátima" (67).

               "La revelación que Dios hace a través de la naturaleza -cuando llega a conocerse a través de la naturaleza algo de Dios mismo en cuanto Dios, en cuanto a su vida íntima- siempre tiene que tener un apoyo en la revelación sobrenatural. Sin embargo, la revelación a través de la naturaleza y del hombre y la sociedad me parece riquísima, fundamental y previa para que el hombre pueda entender la otra revelación, la revelación con mayúscula" (22).

 

            Entremos ahora con algún detalle en estas dos formas de revelación: por la historia y por la creación.

 

            1.2. La revelación histórica de Dios

 

            Recogemos aquí lo que los entrevistados dicen sobre la revelación tanto en la historia pasada (Escritura) como actual. Lo primero plantea el problema de si con Cristo está terminada la revelación histórica. Lo segundo implica reflexionar acerca del papel que juega la Iglesia en la revelación que se da en la historia actual. De ahí las cuatro secciones que siguen.

 

            a) Los momentos importantes del pasado

 

            a1) Jesucristo

 

            Hay prácticamente unanimidad  en los entrevistados para reconocer que en Jesús se ha dado la cumbre de la revelación:

               "Sin lugar a dudas, Dios se ha manifestado a los hombres y se ha revelado de muchas formas; pero lo principal del acontecimiento histórico de la humanidad es, sin duda, la venida de Cristo" (52).

               "Yo creo que Dios se ha revelado de la mejor forma en la historia del hombre, porque la gran revelación es Jesús el Mesías. Esa es una revelación que está presente hoy y que se mantiene y mantendrá por siempre" (51).

               "Toda la vida de Jesús, especialmente su muerte y resurrección, para mí es lo mejor y más verdadero de la revelación" (36).

               "Jesucristo es la persona más importante por la que se revela Dios: se da a conocer a sí mismo y a su doctrina" (75)

               "Yo creo que la mayor revelación de Dios en nuestro mundo fue en Jesucristo, porque no hubo otro acontecimiento como ése; especialmente que haya muerto en el suplicio: eso es increíble, pero real" (59).

               "Con Jesucristo es la plena revelación y es la revelación actual, porque Jesucristo está presente y es respuesta para todo" (32).

               "En Cristo se da la revelación por excelencia, es la plenitud. Cristo es la revelación misma; toda su vida nos habla de Dios. Es la culminación" (33).

               "De muchas maneras Dios se nos ha revelado en el mundo. La más clara revelación se manifiesta en Cristo. Todo lo que Dios reveló en las diferentes manifestaciones del pueblo israelita lo concretiza en la persona de Cristo, y en el plan que tiene con nosotros" (10).

 

            En las citas que acabo de transcribir han aparecido algunas fundamentacioes de por qué en Cristo culmina la revelación de Dios. Las que más se repiten son tres: la Encarnación del Hijo, la manifestación del amor que perdona, el valor de la enseñanza de Cristo.

            -La Encarnación significa una cercanía y concreción de Dios inigualable:

               "Jesús fue un hombre, estuvo con nosotros. Es Dios mismo que está con nosotros. Jesús es como más concreto, más tangible que Dios. Dios se hizo hombre en Jesucristo, para que nosotros lo sintiéramos más cerca. Dios nos quería mostrar o transmitir su mensaje -el Evangelio, la salvación- y nos quería mostrar que realmente hay otra vida" (3).

               "Dios se manifiesta fundamentalmente a través de la vida de Jesús; en el fondo es el mismo Dios hecho carne" (2).

               "Cristo es la mayor revelación de Dios al mundo. ¡Qué manifestación más concreta, que el mismo Dios se haga presente en el mundo y comparta nuestra suerte!" (39).

               "Dios ya se había mostrado al hombre, pero Cristo vino para hacernos más palpable a este Dios que se nos había revelado, para que nosotros realmente pudiéramos asimilar bien a este Dios, sin deformaciones, y que fuera más claro para nosotros que este Dios es Padre, es amor" (27).

               "A Cristo lo veo como una comunicación del Creador hacia nosotros, de una manera más cercana" (26).

               "La mayor revelación de Dios en nuestro mundo es Jesús, porque cuando él habla dice que todo viene de su Padre" (54).

            Por esto, porque Jesús es el Hijo de Dios encarnado, Él es el intérprete autorizado de todas las demás formas de la revelación de Dios:

               "Dios se revela en el diario vivir. Pero hay quien interpretó y reveló lo que la naturaleza nos quiere indicar: Jesús el Cristo. A Cristo lo entiendo como el Gran Maestro, único, a quien nadie alcanzará en su nivel de conexión con el Padre" (12).

               "Cristo es la palabra de la revelación. En Cristo se cumple la venida del Mesías; El nos dejó su palabra comprobando, corroborando, explicando y manifestando la revelación" (28).

            -La segunda razón es que Cristo manifiesta la plenitud del amor de Dios por nosotros, lo revela como Padre que perdona:

               "En el NT Dios se manifiesta como Padre. Dios ya no va a estar castigando sino perdonando. Y en ese perdón está manifestado Cristo" (18).

               "La revelación del Hijo de Dios es maravillosa, porque Dios Padre nos revela a su Hijo y lo manda a darse por entero, y esto es lo que Dios quería para mí. Dios se nos revela en toda su dimensión como un verdadero Padre, nos muestra con todo su amor lo que desea y tiene para nosotros. Es un Padre perfecto, un Padre especial" (35).

               "Como ya sabemos, Dios siempre se ha estado revelando. En el AT, como un Dios poderoso y lleno de amor, pero ese amor lo quiso revelar en su hijo Jesucristo, que también es un personaje histórico que ha revelado toda la verdad de su Padre y ha demostrado ser el Hijo de Dios y ha confirmado a los apóstoles y a su Iglesia. El Señor ha mostrado el rostro verdadero del Padre, ya que algunos lo tenían como el Dios vengador, terrible, que castigaba siempre con el látigo. Pero Jesús mostró la verdadera faceta del Padre, un Dios que está siempre perdonando, acogiendo al pecador arrepentido" (58).

               "La revelación más grande es cuando vino Jesús a la tierra, porque hay amor; Dios se revela, ya que El es el amor" (15).

               "En el NT siento que Dios se manifiesta en Jesucristo y, por lo tanto, se manifiesta amoroso con el hombre. Aquí siento a un Dios que se muestra y que comparte con el hombre. Además, se muestra sencillo, pobre, que vive con su pueblo" (5).

               "Cristo juega un papel muy importante, porque a través de El obtenemos el perdón de los pecados" (25).

            -Por último, algunos subrayan -como tercera razón- el valor de la enseñanza de Cristo:

               "Pienso que Dios se revela a la humanidad en lo que Jesús nos dice, es decir, en sus enseñanzas. Jesús es lo más grandioso de la revelación en este mundo" (68).

               "La mayor revelación de Dios en nuestro mundo está en Jesús, en sus enseñanzas que están en los Evangelios, en sus parábolas" (53).

 

            Un entrevistado reúne varios de estos diversos argumentos:

               "Creo que el hecho que Dios haya querido tomar la condición humana, la forma del cuerpo humano, es como para darnos un ejemplo, para que nosotros podamos mirar algo más concreto de Dios; como que quiso mostrarnos algo que estaba oculto en El y las cosas que fue capaz de hacer Cristo, su propio Hijo, capaz de enfrentar a los enemigos con inteligencia. Jesucristo supo vivir la pobreza. Es como un ejemplo que nos dejó para que nosotros, los pobres, lo podamos mirar a El y podamos decir: si El, que era Dios, que no tenía por qué pasar todas estas cosas, las pasó, yo ¿por qué no? El nos muestra cómo debemos comportarnos nosotros. Su mensaje era de amor y toda su vida así lo fue. Así, por ejemplo, en el encuentro con la adúltera: 'si los demás no te acusan, vete y no lo hagas más'. Inclusive para las cosas que uno encuentra más horrendas hay amor, como al buen ladrón en la cruz" (4).

 

            a2) El Antiguo Testamento

 

            Respecto del AT aparecen afirmaciones que lo valoran positivamente y otras que le hacen algunos reparos.

            Las afirmaciones positivas se refieren a la elección de Israel y a la Alianza, a la salvación, a la revelación de Dios como Creador y a su pedagogía divina.

            -Elección y Alianza:

               "Antes de Cristo, Dios se fue revelando sobre todo en la elección de un pueblo, Israel. Ahí Dios manifiesta sus designios. Aunque el pueblo no siempre responde, al contrario, se rebela, Dios no deja de insistir, le muestra caminos, es una relación amorosa" (33).

               "Lo que más me impacta y fundamenta mi fe es la Alianza de Dios con el pueblo de Israel; es todo un compromiso. Dios promete protegerlos, ayudarlos, si ellos son fieles. Y el pueblo le promete tenerlo como su Dios y alabarlo, adorarlo, invocarlo" (35).

               -La salvación:

               "Dios actúa en la historia de la humanidad, en la historia del pueblo cristiano. Al salvar al pueblo israelita de Egipto está demostrando que está con ellos, con los que sufren" (25).

               "En el Exodo Dios se revela a Moisés y le dice que El está con su pueblo, y lo envía a salvarlo de la esclavitud de Egipto. Es un Dios que se preocupa y ayuda a caminar" (44).

               "Hay revelación a Matatías, en el tiempo de Antíoco, un rey griego que mata israelitas en día sábado y les modifica el culto de la Ley. A Matatías se le revela Dios en la gente que iba muriendo y le dice que no espere, que no guarde el sábado, y salga a enfrentar a los enemigos. Matatías se pone al lado del pueblo, aun cuando podría haber obtenido favores de los poderosos. También hay revelación en Moisés, cuando le pide Dios que saque al pueblo esclavizado y que se haga cargo de este pueblo escogido por Dios" (43).

            -La revelación de Dios como Creador:

               "Dios empezó a revelarse de una manera simbólica en el Génesis, que no es textualmente lo que se dice, pero que sí afirma que Dios es el Creador del mundo y del hombre" (11).

            -La pedagogía histórica de Dios:

               "Dios en el AT se manifiesta algo así como un profesor que está preparando a la gente para un suceso muy importante, porque supongo que el Señor lo debe haber tenido planificado desde mucho tiempo antes" (2).

               "Me imagino en el AT esos hombres bien escasos de conocimiento; pero eso mismo les permitió trabajar mucho para conocer y descubrir las revelaciones de Dios; su interpretación fue a la medida de ellos" (32).

               "En el AT Dios es una espera que va a venir: El va a llegar a la tierra. En el NT Dios se manifiesta en su venida: ahí vino Dios a la tierra" (17).

 

            Los reparos al AT tienen que ver con la violencia que se encuentra en él, y con el hecho que en el AT Dios no es todavía Padre, sino más bien Rey y Juez:

               "No me gusta mucho el AT, porque lo encuentro muy violento. Veo sí que se muestra un Dios que no abandona a su pueblo, y esto me hace recordar a mi patria, porque siento a veces que vivimos episodios del AT: Chile es como Israel, un pueblo que sufre, pero que a la vez se organiza, lucha, y Dios quiere ayudarlo" (5).

               "En el AT Dios se manifiesta no como Padre, sino como un Rey, que no somete a sus súbditos sino que hace Alianza con ellos; y como en toda Alianza las dos partes tienen que cumplir. Si no lo hacen, deben recibir un castigo. Es un Dios que siempre está allí, pero como un Dios juzgador, como un Rey" (18).

 

            Muchos entrevistados se refieren a la Escritura como al libro donde está esta revelación de Dios en el pasado. Es un libro inspirado por Dios:

               "Dios se comunicó con los autores de la SE por inspiración en el corazón. Lo que ellos escribieron era lo que Dios necesitaba. Era un don" (7).

 

            La lectura de la Biblia enriquece al lector atento:

               "Lo que dice la Biblia llega tan a fondo que una como que se da cuenta y aterriza un poquito que Dios siempre nos está entregando algo muy importante, siempre y cuando uno lo sepa recibir y lo entienda" (65).

               "'En el principio era el Verbo...y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros'. Siento que a través de este texto el Señor ha querido revelárseme y es la puerta a través de la cual puedo entrar a todo el Evangelio; y, aunque tal vez sea ostentoso decirlo, puedo por lo menos acercarme al misterio de Dios. Es para mí palabra viva, a la luz de la cual me esfuerzo por ver toda la existencia" (38).

               "Por la lectura de la Biblia se demuestra que Dios se ha revelado" (54).

 

            En la Escritura está la revelación, que -al decir de los entrevistados- no necesita mayor actualización (probablemente en el sentido de retoque, transformación, reforma para darle "actualidad"):

               "La revelación no necesita actualización: ya está escrita; está lista. Depende de cada persona, si desea o no conocerla" (7).

               "La revelación no necesita actualización, porque sabemos que Dios existe, sabemos que Dios de alguna manera está manejando este mundo; así que para mí no es necesaria, ni necesitamos de nuevas revelaciones para poder afirmar la fe. Es cosa de ver la Biblia, en ella está toda la revelación; en ella hay cosas que están dichas a toda prueba y que es muy difícil desconocerlas" (47).

 

            b) La revelación, ¿está terminada con Cristo?

 

            Para un entrevistado pareciera que sí:

               "Siempre Dios nos tiene que decir algo. Aunque yo creo que al revelarnos a su Hijo Jesús ya no nos puede decir nada mayor" (19).

 

            Sin embargo, el resto de los entrevistados que se ven enfrentados a esta pregunta responden que no. Algunos dan razones. Las principales son que la misión encomendada por Dios no está cumplida y que no hemos penetrado aún totalmente el misterio de Dios:

               "Dios se sigue revelando, porque la misión no ha terminado, el mundo no está acabado; así como nosotros tenemos el camino de la fe, Dios día a día se hace presente" (24).

               "Creo que la revelación total no existe hasta este momento. Quizás, en el hecho del encuentro con Dios en la muerte, ahí recibiremos el conocimiento de la verdad final. Quizás ahí vamos a recibir la revelación final, pero en este momento no lo es. El hecho de existir tantos misterios que aún no han podido ser descubiertos por el hombre, eso lo hace a uno pensar que Dios no se ha revelado por entero al hombre. Ha dejado su enseñanza, ha hecho su creación de la que somos parte, pero hay tantas cosas que para uno todavía son desconocidas; entonces, mientras no logremos conocer todas esas incógnitas, todavía no hay una revelación completa" (26).

               "Yo creo que Dios no se ha revelado a sí mismo tal cual como El es. Es que toda la vida de Dios es como un misterio. Yo creo que ahora tal vez sí. Hay cosas de El que se están demostrando; El está dando a entender que está presente y que es importante que nosotros vivamos con El" (25).

 

            Uno habla de una revelación que se dará en la Parusía:

               "En la Parusía, Dios se nos revelará cara a cara; ahí habrá verdadera armonía, todo será amor, no habrá temor a nada, ni persecución; todo será paz; es el triunfo total de Cristo. Pero desde ya ahora estamos haciendo realidad para que esto suceda, viviendo como El nos pide" (58).

 

            Dos entrevistados hacen una distinción entre la revelación en Cristo -que ya está terminada- y nuestro acceso a ella, siempre abierto:

               "Habría que distinguir. Primero, yo entiendo que la revelación está terminada, se terminó con Jesucristo. Ahora bien, qué podríamos entender hoy por revelación: la forma como Dios estaría manifestando su voluntad a través de los acontecimientos. Si por revelación se entiende un plan de Dios sobre la humanidad, considero que ese plan se concretó con la venida de Jesucristo, pero Dios siempre va a tener un plan" (21).

               "Revelación de Dios sigue habiendo en la medida en que los sujetos que se incorporan a la Iglesia acceden a tener fe en la revelación que ya está hecha. En un sentido, no hay más revelación, porque ya está dada la verdad y no se puede seguir aumentando de manera totalmente novedosa, como por ejemplo fue en la venida de Cristo. Pero en otro sentido sigue habiendo revelación, en la medida en que a nuevos sujetos se le revela, o se descubren aspectos que estaban sin visualizar todavía: son vistos como algo nuevo por las circunstancias históricas, por el avance de los tiempos, etc." (22).

 

            Pero para la mayoría es obvio que Dios sigue revelándose hoy, de modo que no se necesitan razones para fundamentarlo.

            -A la pregunta, ¿cree usted que Dios se sigue revelando?, uno responde:

               "¡Pero lógico! En todo lo que nos muestra, en todo lo que vemos en esta realidad y en la actualidad, en las cosas que se ven diariamente: todas ésas son revelaciones. El hambre, la pobreza, el sufrimiento, etc. y cuanta cosa se ve son revelaciones. Y son revelaciones exactamente para que nosotros, como seres humanos, como hijos de El, y teniendo el entendimiento que debemos tener, las tratemos de mejorar; ya que ésa es una misión nuestra, sobre todo de los laicos" (51).

            Muchos otros responden en esta misma línea. Por ejemplo:

               "La revelación está ahí; siempre Dios se nos está revelando, porque es bueno y nos ama" (31).

               "La revelación tiene cabida hoy, porque si ha existido en el pasado la comunicación de Dios con ciertas personas que pensaron más en El, o que El las eligió para anunciar su Palabra, también puede seguir comunicándose actualmente. Además, creo que la revelación va a seguir existiendo con el correr del tiempo" (49).

            -Entre los que creen que, a pesar de haberse revelado Dios en el pasado, sigue revelándose hoy, muchos subrayan que lo hace -en contraste con el poder y los milagros del pasado, tal como los atestigua la Escritura- sobre todo en lo sencillo de la vida:

               "Yo creo que hay manifestaciones concretas de revelación, a pesar de ser muy renuente a aceptar la existencia real de milagros. Pero yo creo que esas manifestaciones son mucho más simples que lo complejo que uno puede esperar de las manifestaciones de Dios. Creo que la presencia de Dios puede estar simplemente en un momento de plenitud al mirar un paisaje, o en una sonrisa o un gesto. Entre las personas que viven momentos de mucho sufrimiento, la manifestación de la presencia de Dios puede ser muchas veces muy evidente, cuando la persona acepta la realidad, la asume; entonces puede sentir una sensación tan grata y tan formadora, que puede interpretarla como un signo evidente de presencia de Dios" (55).

               "En primer lugar, creo que Dios se manifiesta en el milagro, pero entendiendo el milagro en el sentido de la creación; el gran milagro, por ejemplo, de ver nacer a un niño, de ver salir el sol cada mañana, etc. En el fondo, creo que Dios se está revelando en las cosas más sencillas de la historia, en lo simple. También Dios se revela en la soledad de cada alma; en mi experiencia personal, por decir un caso, Dios de alguna manera se me revela: en la oración personal, al participar del Cuerpo de Cristo en la Eucaristía, cuando el Evangelio me pide que ame a mi prójimo, es aquí donde Dios se me está revelando. En los tiempos antiguos Dios se reveló a los hombres directamente, hoy creo que lo hace por medio del Espíritu Santo que nos mueve a conocer más a fondo a nuestro Padre Dios, a conversar con El y contarle nuestras penas y alegrías. Personalmente, creo que Dios se vale de otras personas para revelarse ahora, como lo hacía antes; creo que mi familia ha tenido gran influencia en cuanto a la revelación de Dios hacia mí, pues ellos son muy cristianos. Gracias a mi abuela pude conocer a Dios en la Biblia, otro medio que Dios utiliza para que podamos encontrarlo" (57).

               "Para empezar, Dios está en todas las cosas; al ver cualquier cosa pequeña, está Dios; se revela de repente en un niño, en una guaguita, en una persona que lucha por un ideal positivo" (15).

               "Dios se me da a conocer de forma especial a través de gente pobre en la que siento la humildad de Dios. Me da alegría sentir que Dios se da a conocer en lo poco, con sencillez. Eso me gusta" (34).

               "Dios se sigue revelando en las cosas sencillas y en las grandes cosas de este mundo. El se manifiesta en la vida diaria, al levantarme, al hacer las cosas que me tocan. Se revela en los niños, en los animales, en todo lo lindo que existe. Pero también se revela en las grandes construcciones que se hacen en honor de El" (11).

            -Por esto mismo, como señalan algunos, para captar esta revelación actual de Dios se requieren adecuadas disposiciones subjetivas:

               "Aún sigue habiendo manifestaciones de Dios en la humanidad. Todo depende del hombre el que acepte estas manifestaciones" (40).

               "Dios se sigue revelando. A través de los acontecimientos, de las situaciones, de la Iglesia, de las personas, del dolor, las alegrías, etc. Pero es necesario ese espíritu de fe para reconocer a Dios presente en eso" (33).

               "Cualquier persona con un poco de sensibilidad, con una percepción, con unas antenas, orientada hacia lo que le va ocurriendo, tendría que descubrir qué es lo que Dios quiere de él o de la humanidad, o de su pueblo en concreto; por lo tanto, Dios se estaría revelando. Pero pienso que Dios no siempre se le revela directamente a uno, sino que a través de otra persona o acontecimiento" (21).

               "En todo lo que uno tiene se revela Dios. Sólo que hay que saber descubrirlo" (24).

 

            Veamos con algún detalle estas manifestaciones de Dios en las personas y en la historia actual.

 

            c) Las manifestaciones actuales de Dios

 

            Las respuestas que agrupo aquí se refieren a la experiencia vivida por los entrevistados. Ellos hablan de cómo se han encontrado con Dios, dónde y cómo han descubierto su presencia.

            Fuera de alguna mención esporádica a las apariciones de María (por ejemplo, 18 y 76), todas las respuestas muestran que a Dios se lo encuentra en el seno de la experiencia humana corriente. Tratando de ordenar, se puede dividir en cuatro zonas principales: acontecimientos normales de la vida; hechos personales fuertes, extraordinarios; personas particularmente portadoras de Dios; y la historia de dolor de estos años, que ha movido a mucha solidaridad.

 

            c1) En los acontecimientos normales de la vida

 

            Dios se hace presente en los acontecimientos normales de la vida:

               "No he tenido ninguna revelación espectacular, pero creo que Dios se me revela en el amor que me tienen mi esposa, mis hijos y nietos" (59).

               "Dios no se manifiesta como un hada madrina que corta el terremoto, sino que se manifiesta en nosotros, para que nosotros nos ayudemos a nosotros mismos" (18).

               "Pienso que la experiencia que tengo respecto a la revelación no es una revelación 'directa', sino a través de la experiencia de vida. Yo lo tomo como que Dios se ha hecho más presente y de ahí, de alguna manera, retomando las palabras de San Pablo en donde dice que en el encuentro de Damasco Dios se le reveló, yo pienso que podría decir que Dios se me reveló o se me está revelando en un momento determinado" (21).

               "Dios se revela en todos los hechos de la vida diaria. En los buenos y en los malos. Es que a veces lo malo nos lleva a lo bueno. Dios se comunica a los hombres en todo momento: al abrir los ojos a un nuevo día, al volver del sueño, al estar vivos. Siempre estamos en comunicación con El" (8).

               "A Dios lo siento en muchas situaciones, no sólo en ocasiones tristes, sino también en hechos positivos; ahí lo siento bastante cerca, como que El me escucha" (31).

               "Todo lo que pasa es por algo, no es porque pasa así no más, sino que es porque El quiere decirnos algo a través de eso, aunque a uno le cueste aceptar, aunque sea una mala nota en una prueba. Claro que uno no siempre lo entiende en el momento en que sucede" (37).

               "Lo mío no ha sido como lo de San Pablo. Pero sí he sentido pequeñas brisas en que creo haber sentido la presencia de Dios. Por ejemplo, en la Universidad, al conversar y compartir con gente que no cree en Cristo o en Dios, incluso contrarios a todo esto, con críticas y disputas. Pero a la larga se llega a un consenso y es allí donde veo a Dios presente de una manera especial" (39).

               "Dios se manifiesta a través de Jesucristo, más sencillamente a través de los demás hombres, de la naturaleza, dentro de nosotros mismos, en nuestra conciencia, en los acontecimientos tanto de la vida personal como social. En la Iglesia, claramente a través del Papa" (27).

               "Dios se ha manifestado en mi vida en muchas cosas: en haber nacido, en participar en la capilla y ser católica; es fundamental el hecho de trabajar con grupos de adolescentes y monitores" (9).

               "Dios se comunica a los hombres a través de todos los hechos de vida, desde que uno nace hasta que muere; ya Dios se comunicó con uno al darnos vida, para mí la vida es obra de Dios; también por medio del cariño que vamos recibiendo de nuestros padres, porque Dios es quien hace que los padres tengan la actitud de padres" (47).

               "He sentido su presencia al ver las cosas tristes y también las cosas bellas de la vida; en las cosas tristes, porque hace que mi fe se acreciente aun más, impulsándome a seguir la palabra de Dios y a tratar de mejorar; y en las cosas bellas, porque en ellas puedo apreciar su gran creación" (46).

               "Siento que Dios está en todo momento. Creo que en el momento en que uno se olvida de que Dios está presente es cuando se siente rabia por alguna cosa. Cuando tengo pena o una alegría, siento la presencia de Dios en mí en forma más intensa" (45).

               "Yo creo que Dios se manifiesta siempre, pero en alguna circunstancia específica no; o a lo mejor no me he dado cuenta, o sencillamente no recuerdo" (49).

               "El hecho de ser cristiano es para mí una revelación de Jesús" (67).

               "Yo he recibido revelación a través de las personas y en mi historia personal. Creo que las cosas que me pasan tienen una razón y que depende de mí reconocer a Dios en estos hechos. Creo que Dios en la vida me da a elegir, a través de los hechos, el camino mejor para mi felicidad" (75).

 

            En algunos casos, los entrevistados aluden a distintos aspectos puntuales de la vida cotidiana, como experiencias de la presencia de Dios.

            -Por ejemplo, la vida, la salud:

               "Dios se ha manifestado en este hecho, que me da la salud" (80).

               "Dios está siempre presente en nuestra vida; por lo tanto, si estamos vivos, Dios está con nosotros" (36).

            -Otros reconocen experiencias internas, pero suaves, no trastornadoras:

               "Yo no diría que he tenido propiamente revelación, sino que he sentido ciertas... no sé cómo llamarlas, iluminaciones que me han ayudado; iluminaciones del Espíritu Santo, que me ha dado la fuerza para poder hablar lo que tenía que decir en ciertos momentos" (40).

               "La gracia es la acción de Dios en nosotros. Es tener un gozo espiritual al leer su palabra" (17).

               "Yo creo que Dios se ha hecho presente en mi vida. Cuando era más joven sentía una gran facilidad para hacer cosas buenas" (26).

               "He sentido la presencia de Jesucristo en algunas ocasiones:  misa, retiro, visita del Papa, cuando uno siente que algunas palabras llegan a su cuerpo, a su corazón, que son palabras especiales" (53).

               "Pienso que el Señor me habla personalmente, aun cuando me cuesta escucharlo, porque me gusta mucho hablarle a El; pero constantemente estoy recibiendo su respuesta a través de los frutos que da la oración, la meditación, el nutrirme con su Palabra, más que estudiarla. Frutos para mí y para otros. También a través de los hechos de mi vida, de mi familia y de muchos hermanos que, conocidos o no, nos hablan. También -y creo que no me lo entenderían- cuando el Señor me enseña, el Divino Maestro, el más perfecto de los pedagogos, porque lo que El enseña a uno nunca se le olvida" (14).

            -Muchos entrevistados señalan experiencias de oración. Por ejemplo:

"Converso con El todo el día, ya sea en alabanza, acción de gracias, ya sea en petición, oración de intercesión o también en momentos más contemplativos, en que le dedico todo mi tiempo sólo a El; también a veces me vuelo lavando platos, cuando hay silencios me pasa eso especialmente" (14).

               "Cuando yo lo necesito, Dios siempre está. Tengo un problema grande con uno de mis hijos, le he pedido a Dios y ahora todo está bien, todo tranquilo. Dios para mí está vivo. Dios llega donde yo lo pido" (17).

               "Hay tantas maneras en que Dios se comunica a los hombres. Porque a mí me ha pasado, por ejemplo, que yo tengo una Virgen en mi casa, la Virgen de Lo Vásquez. A veces he tenido problemas y le he pedido a ella que me los solucione, y me los ha solucionado. Yo encuentro que ella se está comunicando conmigo, porque me escucha" (56).

            -Una persona habla de la experiencia del perdón:

               "¡Cuántas veces se me ha perdonado! Creo que en muchas de ellas he tenido experiencia de revelación de lo que es el amor de Dios" (22).

 

            c2) En hechos personales fuertes, extraordinarios

 

            Muchos de los entrevistados han encontrado a Dios en experiencias personales extraordinarias, fuertes. Desde experiencias de belleza, de transformación personal y de sueños especiales hasta acontecimientos profundamente conmovedores, sobre todo de dolor y de conflicto.

            -Experiencias de belleza:

                "Tengo una experiencia que me pasó hace unos años estando en el sur: después de una tormenta vi la belleza del paisaje y pensé en la presencia de Dios" (30).

            Experiencias de transformación personal:

               "También se puede ver el Reino de Dios en el amor inmenso y misericordioso con el hombre, que logra transformarlo. Me ha tocado conocer casos en que el Reino de Dios transforma al hombre y esto lo he experimentado en mi propia persona" (35).

               "Dios se hace presente en mi vida. Yo lo siento por los cambios que he vivido en mi vida. Cambios en mi reflexionar y en mis actitudes. Por ejemplo, si antes actuaba mal, no me importaba tanto. En cambio, ahora no; hay una reflexión de por qué hice esto, de por qué pasó tal cosa. Ahora yo siento que si hice algo malo frente a otro, soy capaz de pedirle perdón a esa persona. Y ahí yo siento que  Dios es quien está actuando en mí" (25).

            -Sueños especiales (además de 29, citado poco más adelante):

               "Sueño con Cristo. Dios se me revela en sueños para tener más fe" (16).

               "El Señor se me revela en sueños" (76).

            -Acontecimientos conmovedores, sobre todo de dolor y de conflicto. Algunos entrevistados expresan este descubrimiento de Dios en lo problemático de la vida, en forma general:

               "Las experiencias negativas ayudan a aferrarse más a la fe. Yo comencé muy pobre, tuve fe, y Dios me dio las cosas" (17).

               "Muchas veces, hasta en la misma vida religiosa, uno se encuentra con situaciones difíciles en donde humanamente no halla salida; entonces uno debe recurrir a la fe, y con esto entiende que el Señor está con uno, que El todo lo puede: El ha vencido al mundo y también nosotros, en su nombre, podemos hacerlo" (58).

               "Cuando surge algún problema es cuando más se me hace presente Dios, porque yo sé que El me puede brindar su ayuda sin ningún problema, sin ninguna excusa, y sé que El me va a encaminar donde yo mejor lo necesite, me va a ayudar más que cualquier otra persona" (65).

               "Siento a Dios cerca en los momentos difíciles de mi vida, y necesito aun más de su ayuda que en otros momentos, advirtiendo que este razonamiento es egoísta" (46).

               "Pienso que Dios se comunica a las personas de una forma lo más enredada del mundo, complicada, no siempre perceptible para las personas y en momentos que ni siquiera se lo imaginan; y eso tiendo a pensar que está asociado a momentos de plenitud y alegría, o de sufrimientos y situaciones muy fuertes, que hacen que la persona, aunque sea por un pequeño instante, aprecie directamente y sienta y perciba que es persona que tiene una vivencia especial que la distingue de las cosas y de los animales" (55).

"Yo creo que el Señor siempre está presente en mi ambiente y actúa a través de las personas. De repente me veo observando una situación y descubro que es Dios que actúa. Donde más fácilmente vemos el actuar de Dios es en lo problemático, en lo conflictivo. Dios siempre trata de intervenir donde hay problemas y para ello usa medios y transforma en lo posible al hombre, si es que estamos dispuestos" (35).

               "Creo que las situaciones de la vida son las que me han ayudado a reforzar mi fe. Al ver en el mundo tanta falsedad, no puedo más que recurrir a Dios que es la pura verdad" (40).

            -Otros entrevistados subrayan la experiencia del dolor como lugar donde han descubierto la presencia de Dios:

               "Encuentro al Señor en los sufrimientos más que en las alegrías" (76).

               "Donde más lo he sentido es en el sufrimiento de las personas y en el sufrimiento en mi vida" (75).

               "He descubierto la presencia de Dios al poder enfrentar ciertos conflictos, como la separación de mis padres" (9).

               "En muchas ocasiones he tenido alguna revelación de Jesucristo, ya que a veces se sufre en la vida, ya sea en salud, ya sea moralmente o en el espíritu; uno le pide a Dios que le dé soluciones y al otro día ve el milagro, ve que Dios lo ha escuchado. Por lo tanto, Dios se me ha revelado dándome salud, haciendo posibles cosas que yo veía imposibles de realizar. El ha estado siempre a mi lado" (62).

               "De manera especial en el sufrimiento he percibido a un Dios que está ahí, que nunca falla, que es promesa de otra vida, que es fiel, es amor, es Padre" (10).

               "Dios se me ha ido revelando de una forma muy especial por medio del dolor" (33).

            -Algunos cuentan las experiencias fuertes que los han hecho encontrar a Dios:

               "Mi marido me dejó un día, me quedé sola con mis hijos, con el menor de 5 y el mayor de 14. De repente me sentí colgada en el aire. ¿Y a quién podía recurrir sino a El? Cada mañana al levantarme le decía al Señor: 'Señor, aquí estoy, dame fuerzas' Y a El lo sentía patente. Esa era la fe que me dio fuerzas -porque yo tenía 42 años- y que me alejaba de todo lo que fuera impropio para mí como mujer. En ese camino yo sentía que era el Señor el que se iba poniendo. Además sabía que en la puerta de al lado había personas que la estaban pasando peor. Y eso me iba dando una fuerza, me iba dando cada vez más valentía para seguir en la lucha" (1).

               "Cuando me di cuenta de Dios fue cuando tuve muchos problemas, penas, por estar abandonada; entonces fue cuando me sentí amada. Sentí que alguien estaba conmigo, que me llamaba a levantarme; y de aquí en adelante sentí ese amor, ese cariño, un deseo que llenaba mi vida, mi corazón y todo mi ser; esto lo sentí un día orando en la iglesia" (35).

               "A raíz de un pololeo muy largo, de 8 años, que sentí que no era conveniente para mí, descubrí a Dios como Padre, que me decía que no podía seguir por ese camino. No era fácil, ya que me vi involucrada en fiestas, algo así como orgías en que se fumaba marihuana; un ambiente violento -incluso vi cómo se peleaban a cuchillazos-, pero a mí nunca me pasó nada. Sólo que llegó el momento en que me di cuenta que no podía seguir así: creo que Dios me dijo en sueños que no podía continuar" (29).

               "Tengo una niña que es epiléptica. La tuve en tratamiento por el hospital y una vez le dieron las pastillas mal; estuvo muy mal, casi me la mataron por los remedios. Entonces un día yo dije: no la llevo más a médicos. Y la llevé a Lo Vásquez, hice una manda con la Virgen y, gracias a Dios, hasta la fecha no le han seguido los ataques" (56).

               "En mi vida Dios siempre se ha manifestado, pero especialmente en mi matrimonio. Concretamente, cuando nació mi hija Andrea, nació con un grave problema, con muy pocas posibilidades de vida, por no decir ninguna. Los médicos nos dijeron que si éramos creyentes nos encomendáramos a la única persona que nos podía ayudar, y le pedimos al Señor que hiciera lo que El quisiera con nuestra hija, y desde ahí lentamente le volvió la vida. Y estamos seguros que Dios se manifestó en nuestra vida" (71).

               "Otro acontecimiento personal es la misma enfermedad de mi marido últimamente; gracias a Dios hoy he tenido buenas noticias, pero 15 días atrás, ante una posible enfermedad incurable, sentí la fuerza de Dios en los momentos más oportunos y la esperanza en su bondad y misericordia, que contribuyeron a la serenidad, de la que se sorprendió el doctor. Pero siempre sentí a Dios conmigo" (50).

               "El momento más difícil que he tenido fue cuando falleció mi hermana, pero jamás he perdido la fe, he sentido el respaldo de Dios a través de mis amigos. Le entrego siempre al Señor mis problemas, porque sé que sola no puedo afrontar muchas cosas" (45).

               "Me movía en un ambiente de trabajo cansador, de mucha responsabilidad, viviendo bajo mucha presión; entonces me sobrevino un cansancio mental, con estados depresivos muy fuertes, lo que me obligó a consultar un especialista. Intervino mi madre, que me dijo que debía acercarme a la Iglesia. Desde ese momento empecé a pedir al Señor todos los días, a través de la lectura de la Biblia, concurriendo a una Iglesia que queda cerca de mi trabajo. Acudía a Misa todos los Domingos, me confesaba, y así rápidamente sané de esta enfermedad" (47).

               "Hay una manifestación muy fuerte del Señor cuando se vive una crisis en la comunidad. Es como que golpearan muy fuerte y eso hace que la gente empiece a moverse. La comunidad es muy lenta, muy egoísta, pero cuando viene una catástrofe, están todos dispuestos y nos unimos: ahí creo que está la manifestación de Dios" (1).

 

            c3) En personas portadoras de Dios

 

            Muchos entrevistados señalan que hay también personas que los ayudan a descubrir la presencia de Dios, porque ellas lo traslucen.

            -Para algunos, los seres humanos son la vía fundamental de la revelación de Dios:

               "La revelación es algo que no entiendo bien. No sabría explicarla. Pero creo que Dios se manifiesta en las personas, porque es ahí donde lo he visto más presente. Creo que es en lo que hacen y dicen las personas en donde Dios se muestra al hombre" (6).

               "No entiendo mucho sobre esto. Según lo que he recogido, veo la revelación en aquella respuesta libre que el hombre hace al aceptar la llamada de Dios. La revelación la veo reflejada en los hombres creyentes" (39).

               "Siento más a Dios cuando estoy con personas más cercanas a El, personas religiosas que creen más en El, personas más unidas a Dios" (75).

               "Pienso que ahora, con el testimonio de tanta gente, se sigue revelando Dios, se sigue mostrando a la humanidad. Y ésa es la principal característica que tuvo la venida de Cristo, porque ha dejado un legado y lo sigue habiendo y tenemos confianza de que seguirá mientras exista este mundo, seguirá mostrándose la verdad que viene de Dios" (52).

            -Algunos entrevistados subrayan la presencia de Dios en todos los seres humanos:

               "Desde que empecé a participar en la comunidad hace tres años, aprendí que Dios está presente en todas las personas, sin distinción. Dios se me ha manifestado también en el momento en que reconocí que mi esposa es mi amiga, y Dios está en ella y en mis dos hijos. Está en el pueblo sufriente. Descubro a Dios aquí en la comunidad" (43).

               "Me ha costado bastante ver a Dios en los demás, pero sé que Dios se revela a través de los hombres. No conocemos el corazón del hombre, por eso uno generalmente condena" (45).

               "Dios se ha manifestado en mi vida en el momento en que descubrí que El estaba en los hombres, y me empujó a hacer algo por ellos. Dios está en cada persona, y no debo tratar al prójimo con dureza. Recuerdo cuando castigaba a mis hijos con la varilla... Después comprendí que eso no era justo" (44).

            -Otros entrevistados subrayan la presencia de Dios en algunas categorías especiales: los humildes y sencillos, los que hacen el bien, la gente de Iglesia, los creyentes y los santos de hoy.

            +Dios presente en los humildes y sencillos:

               "Creo que Dios se revela en forma especial a los humildes y sencillos, porque las personas soberbias y orgullosas son un obstáculo para que actúe la gracia de Dios. Y pienso que esto se hace realidad en mi vida, porque soy una persona poco preparada intelectualmente, pero he encontrado a Dios en mi vida" (45).

               "En la persona que pasaba a pedir por mi casa, ahí me decía mi abuela que estaba Dios" (41).

            +Dios presente en los que hacen el bien:

               "Dios se revela hoy en los hombres de bien, en aquellos que tienen vocación de bien, a pesar de lo contrario que se vive en el mundo. En ellos, Dios se manifiesta, siendo en ellos el amor mismo" (39).

               "Veo a Dios cuando el cura o un amigo se acercan y te dicen una palabra de aliento: es descubrir que otro está contigo, te acompaña y te quiere" (9).

            +Dios presente en la gente de Iglesia, los creyentes, los santos de hoy:

               "En la actualidad Dios sigue revelándose, y es que está en cada cristiano del mundo, en su Iglesia y en algunos acontecimientos, como ser la visita del Papa a los diferentes países" (60).

               "Hay diferentes formas auxiliares en la manifestación de Dios, como es por ejemplo la enseñanza espiritual que se le entrega a los hombres y la manera cómo actúan los hombres después de haber recibido esas enseñanzas, que invitan al hombre a imitar a Dios" (26).

               "Dios siempre se ha servido de los hombres para manifestarse a los propios hombres, como por ejemplo los profetas. Cristo mismo ha sido revelación máxima de Dios. Hoy tenemos a hombres de Iglesia especialmente, enviados por Dios a anunciar su voluntad. Los seguidores de Cristo, que se dedican a la enseñanza de los misterios de Dios" (40).

               "Yo mismo, como persona, soy una revelación, mostrando a otros que creo en Dios" (18).

               "Dios se revela en los grupos cristianos que van surgiendo; jóvenes que buscan acercarse a la Iglesia, como yo después de tanto tiempo. Eso sucede porque Dios se está revelando, toca los corazones; es un mensaje de Dios que recibimos, y de parte nuestra una respuesta con signos de muerte y esperanza" (35).

               "Dios se sigue revelando por medio de los santos y los mártires, los profetas de nuestros tiempos. Por ejemplo, en América Latina, Mons. Romero, Helder Camara, Martin Luther King, Mons. Silva, etc." (19).

            -Varios entrevistados reconocen haber recibido una revelación de Dios en el trato con personas individuales:

               "Yo creo que Dios se manifiesta por medio de las personas; en mi caso, por mi madre, que me ayudó a salir de mi estado depresivo" (47).

               "La presencia de Dios en la vida de mi familia la veo fundamentalmente en todo el quehacer de mi mamá, porque me doy cuenta que una persona es capaz de sacrificar toda su vida por otra persona. Ella ha sacrificado, por ejemplo, el haber podido surgir, el haber podido hacer otras cosas; pero ella lo entregó todo para efecto de que nosotros, sus hijos, podamos llegar a lugares donde ella no pudo acceder, o para que nos podamos sentir realizados como personas. Yo creo que aquí hay una clara manifestación de Dios" (2).

               "Para mí un signo claro que me demuestra que Dios se revela es la gente que 'gasta' su vida por una situación determinada de explotación. Por ejemplo, el chiquillo de Valparaíso que se crucificó para manifestar los males que los aquejaban como estudiantes, sabiendo que lo iban a sacar y lo iban a agarrar a palos y que esa protesta no iba a pasar a mayores y que, en el fondo, no iba a lograr su objetivo. O el caso de Gandhi, un hombre en el que sin duda actuó Dios" (2).

               "Cuando murió Jarlan, Dios se manifestó. Fue un hombre que, al entregar su vida, movilizó ¿a cuántos? Otro momento en que se manifestó fue cuando tomaron detenida a una señora de la comunidad los de la CNI, porque a los 3 días la devolvieron, y pudieron ser muchos más días; se manifestó también en lo que dijo cuando se reunió la comunidad: 'perdono a los que me torturaron'" (1).

            -Muchos, finalmente, ven al Papa Juan Pablo II como una gran revelación de Dios:

               "Hoy Dios se revela, por ejemplo, en el Papa, porque habla en nombre de Dios con una convicción tal, que no se puede dudar que es Dios quien se revela a través suyo" (59).

               "La mayor revelación de Dios en nuestro mundo es el Papa, ya que llega a todos los rincones del mundo entregando su mensaje" (62).

               "Sin ir más allá, el Papa Juan Pablo II, ¿qué es lo que hace sino revelar lo que Dios quiere de los hombres?" (49).

               "Una de las personas más importantes para mí, que es como un símbolo de la manifestación de Dios o de Jesús en la tierra, es el Papa. Porque nos da un verdadero ejemplo de cómo debemos actuar nosotros" (25).

               "El Papa yo lo considero un verdadero profeta viajando por el mundo entero. Lo admirable en él es su resistencia que sólo es posible, creo yo, por la gracia de Dios. Y su vivo interés en informarse de la realidad de cada país, para dirigir sus discursos tan convincentes" (50).

               "Otra experiencia importante donde Dios se manifestó y actuó en mi vida fue la visita del Santo Padre. En esa oportunidad nos juntamos a escuchar las transmisiones radiales; para mí ha sido un encuentro con el Señor en las palabras del Papa para la familia, sintiendo el amor de Dios como Padre para el pueblo de Chile" (47).

               "En Chile con la venida del Papa se vio que Dios se manifestó en gran manera" (18).

               "Un signo de revelación es el Papa, como instrumento de Dios" (80).

            Un entrevistado duda, pero no tanto por el Papa mismo, cuanto por los frutos de su visita en Chile:

               "Los frutos los veo lejanos" (24).

 

            c4) En la actual historia de dolor y solidaridad

 

            La cuarta zona de revelación actual de Dios de Dios es la historia de dolor y de solidaridad de estos 15 años en Chile. Esto vale para los mismos que sufren:

               "Hay mucho dolor, y el dolor creo que hace caminar, hace pensar más a la gente; la única parte donde ven ellos que pueden ser acogidos es en el Padre. Entonces ellos se acercan a la Iglesia. Buscan alguien que les pueda dar una mano en el sentido espiritual, no sólo en sus necesidades básicas. El pueblo busca lo espiritual, porque de por sí es religioso. La presencia de Dios está ahí" (1).

               "El pueblo ve presente a Dios, y si no se ha dejado desfallecer en la lucha es porque Dios está presente" (43).

               "Yo empecé a creer en el Señor a través de mis hermanos y de sus dolores. Ver que en momentos en que estábamos cesantes todos en mi comunidad empezó a aparecer ansiedad de agarrarse a la vida; quien primero nos ayudó fue un señor que ni siquiera teníamos idea quién era. De repente apareció y comenzó a dialogar con nosotros constantemente, para que nos organizáramos en olla común" (32).

 

            Vale, sobre todo, como interpelación, para todos nosotros, tanto frente a cada caso concreto como frente al país como un todo.

            -Frente a cada caso concreto:

               "Hoy Dios se nos muestra como el pobre y hambriento del Africa, como el torturado, como familias marginadas en nuestra patria. Hechos en los que veo que Dios nos interpela" (69).

               "Dios se me manifiesta cada vez que veo a alguien que sufre por las injusticias sociales" (78).

               "Veo que Dios se me está manifestando en una persona que está tirada en la calle. Yo entonces ayudo a esa persona por solamente mi fe. Esa persona es una manifestación de Dios hacia mí; yo estoy viendo esa manifestación y, al ayudarlo, mi fe se acrecienta" (18).

            -Mirando la situación del país como un todo:

               "La realidad actual pone al católico a prueba. Nos encontramos en un momento difícil, en que hay muchas tentaciones para ser presa del odio. Hoy día, si yo quiero ser honesto con Dios, tengo que sentirme hermano de todos, pero existen algunos que realmente cuesta mucho sentirlos hermanos. Pero lo lindo es saber que Dios nos llama a través de eso. Tengo que tratar a mis semejantes con una infinita paciencia, con ternura y con mucha comprensión y con un amor universal" (32).

               "Dios se nos revela especialmente cuando nos desviamos, cuando creamos nuestros propios proyectos y nos olvidamos de El. En esos momentos es cuando se nos revela con más fuerza. Y se nos revela para mostrarnos algo distinto, para darse a conocer, para que lo conozcamos. Y quizá en estos tiempos duros y difíciles Dios se nos puede estar mostrando, nos puede estar señalando un proyecto con el fin de hacer un pueblo más unido, más cristiano, más sensible a los valores que hemos perdido y que hay que volver a encontrar" (5).

            -Muchos reconocen la presencia de Dios en las acciones de solidaridad de los que buscan ayudar a resolver los problemas surgidos en estos años:

               "Dios se hace presente cada vez que hay acciones de solidaridad con los demás, cuando nos unimos a trabajar juntos, cuando tenemos nuestras reuniones y escuchamos a los demás, sus problemas y alegrías" (6).

               "Hoy se manifiesta Dios en la solidaridad de muchos. Pensando en el tiempo de Moisés, el Señor quiere salvar a un pueblo, y por eso ha enviado personas solidarias, personas de sindicatos para que defiendan su fábrica; otros tratan de organizarse" (44).

               "Dios está en los signos de sufrimiento, porque es ahí donde se siente el apoyo y la solidaridad de vivir como hermanos; porque cuando hay bienestar es cuando tendemos a ser individualistas. Por ejemplo, cómo se manifiesta Dios en todas las organizaciones solidarias, en las comunidades eclesiales de base. En los años de sufrimiento en Chile, cómo gente no creyente pero de buena voluntad han descubierto un Dios verdadero. Dios está en los signos de vida, de solidaridad, de apertura al otro" (10).

               "El Señor me habla más en acontecimientos vividos y compartidos; no me habla personalmente. El preocuparse de la gente, de cómo está, de su situación. En esto, hay un hecho muy significativo que me hace ver la manifestación de Dios. Hace dos años, en el 'Via Crucis' de la zona hubo un acontecimiento que me emocionó mucho. Se hizo un gesto que fue signo de Dios y éste fue el dar a los hermanos más pobres alguna prenda de la ropa que uno andaba trayendo en ese momento. Ese gesto fue muy profundo y me marcó. Ver todas las cruces con ropas y zapatos fue  algo elocuente. Estas cosas me dicen mucho, me enseñan: el preocuparse de los demás dando lo que tenemos y no lo que nos sobra" (5).

            -Un entrevistado se refiere también a otros acontecimientos de nuestra historia actual, pero más allá de Chile:

               "Ahora mismo, yo creo que Dios influye en el problema de EE.UU. con Rusia, que por fin están tratando de tener un poco más de paz entre ellos mismos, y las armas están quedando no de lado totalmente, pero ya hay un tratado de paz, ya hay un paso. Yo creo que la única persona que influye en eso es Dios. Como que está abriendo los ojos al hombre, como que le está diciendo: '¿qué sacan con tener tanta arma, de qué les vale si hay mucha gente que se está muriendo de hambre?'" (25).

 

            c5) Algunos fundamentos

 

            Termino recogiendo algunas expresiones de los entrevistados, que pueden servir como fundamentación teórica a esta forma de revelación de Dios en la historia actual:

               "Dios se manifiesta hoy en los signos de los tiempos, en la historia personal de cada hombre. Porque el Señor se hace presente y va tejiendo la historia de salvación" (71).

               "Estoy segura que de todo se vale el Señor para decirnos lo que El quiere decirnos. No es necesario que se le aparezca un angelito a uno y con voz suavecita le diga lo que el Señor quiere que uno haga; sino que en todo, aunque sean cosas malas que no se entienden, en los atentados, en las matanzas, algo quiere decir El" (37).

               "Dios, en su forma de manifestarse al mundo, está involucrado directamente con las acciones de los seres humanos" (26).

               "Su Reino no está en los cielos, está concretamente aquí en la tierra. El es la vida, la paz y la justicia; El se manifiesta en nosotros y en las pequeñas obras; Dios actúa en los hombres y su Reino está aquí con el amor y la esperanza" (9).

               "El Evangelio tiene que ser aplicado en el día de hoy, ¿cómo? Frente a la realidad que se está viviendo. Hay cosas que pueden ser analizadas en base a lo que la fe nos dice a través de los Evangelios y de otros acontecimientos que están reflejando la acción del hombre; pero detrás de ellos siempre tendríamos que encontrar un elemento de revelación, o sea, si es que Dios los aprueba o los desaprueba" (21).

 

            d) El papel de la Iglesia en la transmisión de la revelación

 

            Muchos entrevistados piensan que Dios se sigue revelando hoy por medio de la Iglesia, en ella:

               "Dios se revela hoy día a través de los hombres. Se revela en la Iglesia, que es la portadora de Dios" (66).

               "Yo conocí mi fe en la Iglesia. La revelación y conocimiento de Dios no lo he tenido solo, sino en medio de un grupo de personas" (70).

               "Todos somos Iglesia y, sin ella, estaríamos desamparados, nada tendría sentido; en otras palabras, no habría mensaje de salvación ni sabiduría" (62).

               "La Iglesia es la verdadera salvadora, porque ella fue fundada por Cristo. Y ella sigue mostrándonos lo que Cristo nos quiso decir. Pero también estoy consciente que otras Iglesias nos pueden llevar a la salvación, en especial las cristianas" (67).

               "Dios se sigue revelando también en la Iglesia; en ella conocí a Dios y me lleva a lo social, a meterme en lo que sucede en la sociedad. La Iglesia me lleva a Dios, a pesar de todos los problemas que pasan. Al participar en ella más estoy con Dios, en ella conocí a Dios y en ella sigo conociéndolo" (11).

               "La Iglesia es el vínculo más cercano que tenemos los cristianos para acercarnos más a Dios. Por medio de ella escuchamos su Palabra y lo que Dios exige de nosotros, como por ejemplo el cumplimiento de los mandamientos" (50).

               "Dios, después de la Encarnación en su Hijo, tiene que encarnarse en otras personas mediante el Espíritu Santo; otras personas que son las que recibieron el legado de Jesús. En el fondo, para continuar lo que estaba haciendo Jesús" (2).

 

            Una persona, que se declara atea, niega toda vinculación de la Iglesia con Dios:

               "Dios es una fuerza de la naturaleza, con la cual nada tiene que ver la Iglesia" (82).

 

            Algunos entrevistados explicitan aspectos particulares de la Iglesia en los que ellos han experimentado la revelación de Dios. Se menciona los sacramentos, especialmente la Eucaristía, también el Magisterio.

            -Los sacramentos:

               "Hoy también se está revelando el Padre por medio de los sacramentos; el Señor está igualmente actuando por medio de su Evangelio, en el que nos hace conocer la verdad" (58).

               "Como seres humanos necesitamos de signos; por ejemplo, para revelarnos que somos hijos adoptivos, nos pone el sacramento del bautismo" (48).

            -La Eucaristía:

               "Experimento a Dios también cuando acudo a los sacramentos, especialmente la Eucaristía y la Reconciliación" (78).

               "A Dios lo descubro con mayor facilidad en los actos de oración, sobre todo en la Eucaristía. Estos instantes de encuentro y comunicación con Dios son muy importantes para mí, ya que me ponen en comunicación con Dios con mayor felicidad y con mayor intensidad. En la oración y específicamente en los instantes de silencio, ya que en esos instantes me puedo abrir a Dios" (69).

               "El Señor se me revela en la Eucaristía, en la comunión" (60).

            -El Magisterio lo menciona una persona 'motu proprio'; añado las respuestas de dos a quienes el entrevistador les preguntó explícitamente si creían en la infalibilidad papal:

               "Creo que la Iglesia es la que tiene la última palabra y la que puede interpretar con autoridad la Sagrada Escritura. Por eso existe un magisterio de la Iglesia, que nos da orientaciones a todos los cristianos, y es por eso que cada domingo en la Eucaristía el sacerdote explica la Palabra de Dios" (38).

               "Los católicos debemos respetar el Magisterio, pero personalmente no lo veo tan claro, pues el Papa es un hombre con posibilidades de equivocarse" (73).

               "Ese tipo de cosas [la infalibilidad papal] están muy lejos para mí, me cuesta mucho entenderlo; pero en todo caso no tiene mucha importancia, porque el Papa está lejos y nunca sé lo que dice" (74).

            -Aparece también el problema de la acción actual de la Iglesia chilena en lo político y social, y se alude a sus divisiones internas:

               "Antes la Iglesia era como más cerrada, casi puro rezar, pero nada más; y ahora se juegan de verdad y no les importa lo que se pase por ello. Me gusta como está la Iglesia ahora. Es tan injusto que se maltrate a las personas, y por otros que son iguales a ellas. Yo estoy segura que ayudaría a todos los que pudiera, aunque me tomaran presa. Bueno, eso digo ahora, pero quizás en el momento me daría miedo y no haría nada. Por eso también creo que es bueno lo que hace la Iglesia: es valiente y hace lo que deberíamos hacer todos. Pero, a pesar de todo lo que se dice, nadie puede negar que la Iglesia chilena está dividida, tanto en el pensamiento como en la acción. Hay Pastores que se juegan y se arriesgan por Chile en estos duros y dolorosos momentos, pero otros sectores, con actitudes poco claras y arriesgadas, se hacen cómplices de este sistema. Creo que esta situación debilita fuerzas y no permite una incidencia real en todo lo que estamos viviendo. La Iglesia no son sólo los Pastores, pero ellos son los que orientan al pueblo, a nosotros. La mayoría de los chilenos somos o nos decimos católicos; si la voz y el llamado de quienes son cabeza visible fuera claro, algo de todo lo que estamos viviendo habría cambiado" (37).

 

            Algunos alumnos plantearon el tema de la tradición y el tradicionalismo en la Iglesia. Las respuestas fueron las que siguen:

               "Yo creo que es bueno ser tradicionalista en materia de fe. Hay cosas que se pueden cambiar, por la evolución del hombre y su modernización. Pero hay tradiciones que se deben mantener, por ejemplo el ir a Misa con una vestimenta seria. Hay chiquillas que van con 'shorts', eso no me gusta" (7).

               "Yo pienso que no es bueno ser tradicionalista en materia de fe, porque la Iglesia tiene que ir  avanzando junto con los pueblos, la técnica, la industria, y abrirse a la comunidad y no quedarse en el pasado" (47).

               "Pienso que la tradición marca, encuadra, viene de antiguo. Siempre van llevando la fe de la misma forma que los abuelitos, y es bien fome. A ellos puede que les llegue mucho, pero a mí no" (48).

               "Yo pienso que hay que ir con el tiempo, haciéndose con el tiempo, pero teniendo el cuidado de no perder el fondo mismo. Hoy no se puede enseñar el catecismo como algo que aprender de memoria, es necesario explicar y hacer que la Palabra de Dios toque por dentro a los niños" (8).

 

            1.3. La revelación de Dios por creación

 

            El tema de la revelación de Dios por creación lo podemos exponer en dos párrafos: la naturaleza en general y el ser humano.

 

            a) Dios se revela en la naturaleza

 

            Algunas respuestas refieren sobre todo al acto de la creación, presente en la naturaleza que nos rodea:

               "La revelación máxima de Dios es la creación misma, el poder observarlo en la naturaleza y en los hombres" (40).

               "Dios se manifiesta no sólo a través de las personas sino también en las cosas que nos rodean, en la naturaleza" (25).

               "En el contacto con la naturaleza descubro a Dios como el ser que creó el universo para que lo contempláramos y a la vez contempláramos la mano de Dios" (79).

 

            Uno contrapone la teoría de la evolución a la fe en la creación, y opta por la fe:

               "Digan lo que digan muchos, que el mundo fue hecho por evolución, visión científica u otra, seguiré creyendo siempre que todo fue creado por voluntad de Dios. El dirige el mundo y el destino de la vida. El es el dador de la vida, creó la naturaleza, los árboles, el agua, los animales, todo, todo lo que existe. También al mismo tiempo El está en todo. Aunque la misma teoría de la evolución pueda ser verdad, sigo creyendo que es por la voluntad de Dios, porque todo lo que vemos, todo lo que se mueve, se mueve porque tiene vida, y Dios es la vida misma" (11).

 

            Otras respuestas subrayan diversos aspectos de la naturaleza, como su perfección misteriosa, inaccesible al hombre, su belleza, su grandeza y magnificencia.

            -Perfección:

               "Yo creo que nos basta abrir los ojos y contemplar todo lo que nos rodea y decir: 'así actúa Dios'. En la naturaleza, en las flores, en el niño que nace. Yo lo veo en la parte donde yo trabajo, en la clínica. Al ver nacer un niño, uno se pregunta: '¿Cómo?' Uno sabe el proceso biológico, pero hay muchas cosas que uno no sabe en el misterio de la vida" (25).

               "Creo que la manifestación de Dios está no sólo en los hombres sino en todo. Es cosa de imaginarse o de ver cómo es la creación, tanto en la naturaleza propia de los seres inteligentes como en la de los seres no inteligentes. El hecho de pensar un poco cómo es la creación de una vida, cómo se forma, cómo tiene sus características propias, es una manifestación de Dios o de un Creador que, con un infinito perfeccionamiento, ha hecho las cosas así como son, dando también la multiplicación de esa misma vida con iguales características" (26).

            -Belleza:

               "He experimentado a Dios también en la naturaleza, tan perfecta y maravillosa. Por ejemplo, la hermosura de una flor que no ha sido tocada por el hombre, que nació de una semilla. Admiro su color, su textura, toda su belleza y la capacidad de atraer todas las miradas, todos los ojos sobre ella. También he descubierto a Dios en el viento, en el mar, en su inmensidad, su color azul y tantas otras cosas que alberga; y pensar que todo eso ha sido creado por Dios. Frente a tanta grandeza y hermosura realmente me siento muy impresionada y muy pequeña" (35).

               "En la naturaleza se revela Dios porque es bella, y me imagino a Jesús que me acompaña" (9).

               "Su presencia en la naturaleza es tan real, que no creo que ni siquiera las personas que dicen negar la existencia de Dios puedan evitar sentirse conmovidas al contemplar la belleza de un cielo cuajado de estrellas, y que esto los lleve a pensar en un ser de orden superior, creador de toda esa belleza y armonía que captan. Yo no dudo de la presencia del Señor en la creación entera; es el amor del Padre que se manifiesta  en ella; la ha creado toda para el hombre, el que para llegar al equilibrio debe relacionarse armónicamente con ella" (38).

               "Dios se revela en la creación, en una gota de rocío bañada  por la luz del sol en la mañana" (59).

               "Descubro a Dios sobre todo en la naturaleza. En las obras de arte clásicas un poco, pero es en la naturaleza donde más lo descubro. A mí me gusta mucho la montaña; encontrar a dos mil o tres mil metros una florcita pequeña maravillosa me fascina y veo que es obra de Dios. No digamos nada del silencio que hay en esas alturas, que invita a la meditación: como que me encuentro más cerquita de Dios" (50).

            -Grandeza y magnificencia:

               "En la naturaleza veo la obra de Dios. Para mí es muy significativa una montaña, ya que en ella veo la magnificencia de Dios. Otro elemento es el mar y su maravillosa extensión. En general, todos estos elementos de la naturaleza me muestran la grandeza de Dios" (69).

 

            Algunos descubren en la naturaleza una revelación del amor de Dios:

               "Yo siempre he dicho que la naturaleza es el amor de Dios hecho perfección; la naturaleza es perfecta y Dios en eso quiso demostrarnos su Amor. Descubro a Dios en la naturaleza, y eso me invita y me empuja, me motiva a seguir. Al ver paz y todo tan lindo y perfecto, a mí me dan ganas de ser así, igual a ella, dócil, y a estar siempre tratando de superarme" (37).

               "La creación para nosotros sería el primer signo de revelación de Dios, porque ahí se muestra todo como es, y lo hace por amor, creando las cosas y con especial amor al hombre, que lo hizo a su imagen" (19).

               "¿Cómo es Dios? Es el amor, es la vida. ¡Qué cosa más hermosa! ¿Cómo decirlo? Es Padre, es el amor sublime, es el ser superior, supremo, en quien todas las creaturas tenemos que pensar y sentir su presencia en todo orden de cosas. El se ha revelado en la naturaleza misma, es el Creador" (8).

 

            b) Dios se revela en la naturaleza del hombre

 

            Algunos entrevistados afirman que sienten la presencia de Dios en ellos mismos:

               "Dios se manifiesta siempre, no sólo en las cosas materiales, sino principalmente en las espirituales, ya que muchísimas veces uno siente la presencia de Dios en uno mismo, con tanta seguridad, que no podría ser otra cosa" (28).

               "De repente, al Reino de Dios lo descubro en mí misma" (35).

               "Hay momentos en que veo más claramente la presencia del Señor, con más facilidad. En una pieza oscura, donde estén prendidas algunas velitas, que sea un ambiente acogedor, donde pueda estar tranquila y en silencio, porque generalmente uno anda con tantas presiones que es difícil buscar a Dios en todo. El silencio me ayuda a pensar mejor, a estar más tranquila, y eso me hace ir sacando barro, todo lo que tengo dentro de mí, y ver que a pesar de todo Dios está conmigo, está aquí" (37).

               "A veces me dejo un día para estar conmigo. Y he sentido que ese día el estar conmigo es estar con Dios, escucharlo a El. Preguntarme cómo estoy, qué estoy haciendo, etc. Pero el espacio hay que hacerlo, y en eso hay que tener voluntad, dejar todo lo demás para estar conmigo misma. Creo que es importante dejarle un 'huequito' a Dios, porque así toma más sentido lo que una está haciendo. No importando si la actividad es un fracaso o una alegría. Pero tenemos que dejarnos ese espacio para nosotros y para que Dios entre en nosotros" (3).

 

            Hay entrevistados que fundamentan el hecho de esta revelación de Dios en el hombre, sea remitiendo a que ha sido creado a imagen y semejanza de Dios, sea a su alma, su espíritu, su palabra, incluso sus sentidos corporales.

            -Creado a imagen y semejanza de Dios:

               "Podemos pensar en una revelación de Dios a través de nosotros, por el hecho de que somos hechos a imagen y semejanza de Dios; pero no es ésa toda la revelación, sino parte de ella" (26).

               "El hombre puede conocer a Dios dentro de él, puede descubrir en sí mismo el Dios que ya tiene, porque fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios, tenemos parte de El en nosotros" (27).

            -Lo que el hombre es: espíritu y cuerpo:

               "A Dios es posible conocerlo por lo espiritual que tenemos en nosotros, con el alma" (76).

               "Habría que hablar de una revelación a través de la naturaleza en el sentido amplio de la palabra, incluyendo la naturaleza del hombre. Dentro de la naturaleza del hombre está la palabra como uno de los medios por los que Dios se revela; pero es una revelación de Dios como principio del ser de las cosas, no es una revelación como Dios mismo" (22).

               "Se puede conocer a Dios y se lo conoce con todos los órganos de los sentidos, porque lo conozco en cada una de las personas que encuentro" (75).

            -Un entrevistado argumenta a partir de la "esencia" del hombre, que consiste en definitiva en que es creado a imagen y semejanza de Dios:

               "Creo que efectivamente hay comunicación entre Dios y los hombres. Siempre tiendo a pensar que esto está asociado a un esfuerzo de las personas por mejorar o ser más rigurosas consigo mismas, por imponerse ciertas exigencias tratando de percibir cuánto de lo que son es parte de la contaminación que han vivido durante su vida, y cuánto de lo que mantienen en un momento de su vida efectivamente tiene que ver con su esencia. Yo creo que Dios se hace presente y se manifiesta en las personas cada vez que ellas intentan volver a su propia esencia. Yo creo que cuando las personas advierten lo que son en esencia inevitablemente adquieren la fe. La comunicación de Dios, entonces, no la veo asociada necesariamente a la historia, sino más bien a nuestro carácter de personas, a la disposición personal, que hace que se creen ciertas condiciones ambientales, ciertas exigencias personales que a uno lo aproximan al momento en que puda sentir efectivamente la presencia de Dios. Por eso, yo tiendo a asociar el reforzamiento de la fe a apreciar que Dios está con nosotros y en nosotros, o sea, a aceptar esa idea que el hombre ha sido hecho a imagen y semejanza de Dios y, en consecuencia, en la medida en que las personas se acercan más a lo que es su esencia, y la advierten y la sienten y la hacen consciente, están adquiriendo o reforzando o fortaleciendo su fe. Si a mí me dijeran cuál es la mejor manera de acercarse a Dios, yo creo que la mejor forma es intentando apreciar lo que somos" (55).

 

            Un entrevistado afirma que esta presencia de Dios en el hombre abarca también a los no creyentes:

               "¿Los no creyentes? Creo que Dios está con ellos. Dios no separa. La Iglesia también los debe acoger" (41).

 

            1.4. Revelación y Fe

 

            Revelación y fe están íntimamente unidas. Lo afirman muchos. Algunos ejemplos:

               "Para mí la fe implica revelación; es como una ecuación matemática" (2).

               "La revelación sirve para confirmar más la fe en Dios" (15).

               "La revelación está en la historia del hombre y tiene que decirle algo, y este algo tiene que llevarlo a actuar en lo que hace con fe" (23).

 

            Para algunos, la revelación es condición de la fe:

               "Si Dios no se hubiera revelado, ¿cómo creeríamos en El? Si esto no hubiera sucedido, quizás el hombre hubiera llegado a conocerlo por el intelecto; pero eso no es tener fe, eso es saber que Dios existe, es sólo saber, pero no creer. Dios, al revelarse, se mostró al hombre" (27).

               "Fe como correlativo de revelación es el acto de asentimiento del que recibe una revelación y la acepta como verdadera" (22).

 

            Para otros, la fe es condición de la revelación:

               "Sin la fe no se puede entender lo que Dios quiere decir. La revelación es un movimiento: Dios se da a conocer continuamente, lentamente, y hay que ir captando esa revelación" (33).

               "Creo que yo he llegado a creer sin darme cuenta. No he tenido revelaciones de Dios precisamente. Las manifestaciones de Dios las vi después de haber creído, de tener fe. Aunque quizás mi familia ha sido la que ha colaborado en todo esto junto con Dios, y yo creo y tengo fe por lo visto y oído en mi familia primeramente. Pero la verdad es que no estoy segura" (6).

 

            Un entrevistado roza el tema de razón y fe:

               "Fe es ignorancia. La fe nace de la ignorancia. A través de la revelación viene la fe, pero ella nace en ignorancia. A través de la revelación sabemos que hay un Dios, pero a Él no lo podemos demostrar; por lo tanto, yo ignoro si Dios existe o no; pero a través de su revelación yo sé que Él está ahí siempre, y eso es pura fe. A través de la fe se puede lograr la seguridad de que Dios existe; pero, para la gente que lo necesita, esto va acompañado de revelaciones" (18).

 


 

            2. Fe

 

            2.1. Qué se entiende por fe

 

            Los entrevistados, al preguntárseles qué entienden por fe, suelen pensar de inmediato en la fe cristiana, al menos en una fe religiosa. Excepto uno, que hace una distinción entre fe humana y fe sobrenatural:

               "Distingo perfectamente fe humana y fe sobrenatural. Fe humana es algo de todos los días; es la fe natural en lo que hago, en las personas, etc. Por fe sobrenatural entiendo algo que es un don de Dios; es una gracia, una virtud teologal y, por lo tanto, la moción de la voluntad al intelecto para asentir está respaldada y fundada en la gracia" (22).

            Los que se refieren a la fe cristiana destacan algún rasgo particular suyo. A veces, se trata de aspectos complementarios; pero, en ocasiones, nos encontramos en presencia de concepciones divergentes de la fe. Se señalan también lo que podemos llamar consecuencias de la fe para el creyente. A menudo, se mencionan otros sectores de la vida humana con los que la fe establece alguna relación. Veamos cada uno de estos puntos.

 

            a) Diversos aspectos de la fe

 

            Tres son los rasgos principales de la fe que mencionan los entrevistados.

 

            a1) La fe es don de Dios

 

            La fe es un don de Dios, gratuito, que no responde a méritos nuestros:

            "La fe viene de Dios, porque Él se reveló en Jesucristo; para mí la fe es un regalo de Dios" (45).

               "Fe es creer firmemente en un ideal o más bien en Dios, en Jesús. Ser sincero y estar aferrado a la creencia. Pero yo diría que la fe no entiende, sino que se adquiere por gracia de Dios" (20).

               "Tener fe es más que creer; la fe es un don, y el hombre responde con su forma de ser y de actuar" (34).

 

            Los que añaden algo más, subrayan sea las repercusiones morales de la fe en la conducta humana, sea algún elemento del contenido de la fe.

            -Repercusiones morales:

               "La fe es algo que Dios nos entrega a todos, y algunos la desarrollan más que otros. Es la fuerza que Dios nos da para enfrentar las cosas" (72).

               "La fe es un don que me permite creer en algo y seguir el camino de Jesús, tratando de llegar a la perfección como él. Me permite ser mejor cristiano en medio de mi familia y amigos" (61).

               "La fe es un don gratuito de Dios, al cual el hombre debe responder; es una fuerza que te impulsa a hacer ciertas cosas, de las cuales tú no esperas recompensa, sino que es un acto también gratuito" (39).

            -Contenidos de la fe:

               "La fe es un don de Dios, es lo que nos mueve a hacer cosas por los demás. Creer que existe Dios, creer en la resurrección. Si uno creyera que se va a morir mañana y no pasa nada, no haría ninguna cosa. En la resurrección está el fundamento de nuestra fe, la esperanza en un Reino" (44).

               "La fe no es algo que nosotros tenemos porque la pedimos, sino que es algo que Dios pone en nosotros. Es creer en un ser poderoso, absoluto, omnipotente, sin llegar a tocarlo; creer en eso que no podemos ver" (71).

               "La fe sobrenatural es un regalo de Dios al cual no tenemos acceso por mérito. De alguna manera es como una prefiguración del conocimiento que Dios tiene de sí mismo; misteriosamente, no sé cómo, pero algo del conocimiento que Dios tiene de sí mismo y del asentimiento que da Dios a sí mismo hay en la fe. Opaco y apagado, pero algo de eso hay" (22).

 

            a2) La fe es confianza

 

            La fe es confianza del ser humano; confianza en Dios, pero también en sí mismo. Veamos primero la fe como confianza en Dios o en Jesús.

            -Algún entrevistado lo expresa en forma muy genérica, como necesidad de confianza "en algo":

            "Fe es la confianza que tenemos en algo. Primero que nada, todos los hombres, como género hombre, estamos llamados -o sentimos una parte de nosotros que nos llama- a tener una base, algo que nos apoye. Algunos creemos en Dios, otros creen en otras cosas, pero todos tiene una fe en algo" (52).

            -La mayoría de los entrevistados habla de confianza en Dios, del apoyo y respaldo que de Él se recibe:

               "Fe es creer, confiar en algo que no se ha visto. Es creer en Dios. Sé que en el momento en que lo necesite, Él me va a ayudar, va a estar siempre al lado mío. Con la fe siento apoyo, hay algo en que puedo apoyarme" (15).

               "Fe es creer en alguien, aceptar los planes de Dios, porque sólo en Él se debe tener fe; aunque a veces se tiene fe en las personas, pero es fácil perderla, porque si nos traicionan ya no confiamos más en ellas. Fe, para mí, es confianza y esperanza en Dios, es una espera que nos evoca seguridad, porque creemos que Dios no nos traiciona. Porque a Dios se le tiene fe y se le cree" (19).

               "Tener fe es ponerse en las manos de Dios; y si mi hijo no se mejora, ¿voy a perder la fe? Más bien es tener fe en que voy a aceptar lo que le vaya a pasar a mi hijo, en que todo va a ser para mejor, ya sea que se enferme y sane o que se muera. Para mí, la fe es depositarse en las manos de Dios y querer aceptar su voluntad y no lo que yo quiera. Es cierto que hay que pedirle a Dios; pero más que rogarle que se haga determinada cosa, hay que pedirle que se haga su voluntad, porque si no es condicionar la fe" (27).

               "Dios es para mí un guía, un incentivo; me siento respaldado, hago las cosas más confiado" (30).

               "Para mí, la fe es una confianza plena en Dios. He vivido una vida que me muestra la existencia de Dios, pero a través de acontecimientos. Sé que existe un Ser y que lo he sentido en la vida. Ahora, en todo esto no sé si tiene que ver el hecho de ser bautizado y de vivir en una familia cristiana. Con otra experiencia de vida, no sé si habría creído. Por ello, siento que la fe con pruebas es una fe muy débil. La fe tiene que ser una fe ciega, sin pruebas, de una gran confianza" (5).

            -Un entrevistado pone el ejemplo de Abrahán:

               "La fidelidad de Abrahán hacia Dios, la forma de sacrificar a su propio hijo, eso lo hace quien de verdad tiene una profunda fe; aquí veo que Abrahán supo confiar en Dios siempre" (36).

            -Otros hablan de fe en Cristo; aunque, quizá, cuando la gente habla de "Dios" está pensando de hecho en Cristo; entonces, todo lo anterior cabría también aquí:

               "La fe es la confianza de los sentidos hacia un ser, hacia algo; en este caso, hacia Dios que nos ama. Es la gran confianza y amor que le tengo a Cristo, ya que Él es nuestro Padre; y, en general, un gran amor a toda la familia de Dios: Padre, Hijo, la Virgen, etc." (67).

               "Fe es tener confianza en algo, creer en Jesús, el gran amigo; estar al lado de Jesús, aunque caiga mil veces" (53).

            -De nuevo, algunos entrevistados explicitan la consecuencia moral:

               "La fe es para mí fiarme, es creer en la persona de Dios; es compromiso unido al don y la tarea, porque me tengo que comprometer a hacer realidad eso que creo. En este momento se necesita tener bastante fe para aceptar que tenemos una historia negativa: saber que Dios está aquí, que camina con nosotros y que todo esto tiene una razón" (10).

            -Otros explicitan algún contenido de la fe:

               "La fe es para mí el creer en Dios, tener confianza en Él; es creer que la vida no termina aquí, que hay otra vida mejor, y estar seguro de creer que Dios nos va a dar una vida mucho mejor que la que tenemos ahora" (6).

 

            En cuanto a la fe como confianza en uno mismo, encontramos algunos matices.

            -Hay entrevistados que de la confianza en Dios se pasan inmediatamente a la confianza en uno mismo que de ahí brota; algunos lo hacen citando la frase de base bíblica "la fe mueve montañas":

               "La fe mueve montañas; esto significa que la fuerza interior y la confianza en Dios sobrepasan cualquier límite humano y, como consecuencia, el hombre es capaz de hacer lo que se propone" (46).

               "Para mí, la fe es sinónimo de poder, porque -como dice el Evangelio- la fe mueve montañas, traslada montes, como dice el Señor, y yo lo he comprobado. Naturalmente, en el camino del Señor; porque a veces uno puede poner fe en las cosas humanas, en un hombre, y si él falla, se acaba la fe" (14).

            -Otros entrevistados yuxtaponen ambas formas de confianza:

               "Tener fe es creer en algo, en algo que realmente existe. Es la fe en Dios, con la firme convicción de que un día lo voy a ver así también. Siempre que hago algo, lo hago con fe, y me resulta, pues si no tengo en mí esa creencia, me parece que algo me falta. Con fe siempre me resultan las cosas, lo he experimentado. Es fe también creer que lo que uno está realizando es obra de Dios y es para Él" (31).

               "Antes que nada, para mí la fe es creer en Dios. Algo así como sentir confianza en sí mismo, algo que percibo en otras personas" (68).

               "La fe, para mí, es confianza en Dios, en sí mismo, porque de lo contrario uno no se realiza" (81).

            -Pero hay también entrevistados que definen directamente la fe como confianza en uno mismo:

               "Por lo que me han enseñado, la fe es como la confianza que tiene uno hacia sus cosas: trabajos, estudios, etc. Es ser optimista. Es la fuerza que necesitas para hacer tus cosas" (7).

               "Para mí, la fe es creer que puedo hacer algo por mí, que soy capaz de lograr las metas que me pongo" (30).

 

            a3) La fe es creer lo que no vemos

 

            Por último, la fe aparece también como creer lo que no vemos, como no poner en duda lo que no podemos comprobar.

            -Creer lo que no vemos:

               "La fe es creer en una realidad que no vemos, pero que sí sentimos, y que existe. Sabemos que existe por lo que se ha creado" (51).

               "La fe, para mí, es algo consustancial al hombre, algo que te hace creer sin que tú tengas una prueba concreta, material, visible, de lo que tú piensas que existe. Pienso que todos tienen fe; una cosa distiunta es descubrirla. Para mí es importante, porque pienso que gracias a ella puedo seguir adelante en la vida" (46).

               "Los primeros elementos que asocio con la fe son la esperanza, la constancia y el actuar como cristiano. En el fondo, el tener fe en alguien que no veo es difícil" (2).

               "La fe la defino como el creer en alguien que no veo, pero siento. Por ejemplo, yo comparo a Dios con el aire, que está ahí y no depende de nosotros el que esté, sino que está y nos es necesario. Así también es Dios, jugando un rol importante en nuestras vidas, al cual no lo veo, pero lo siento" (40).

            -No poner en duda lo que no podemos comprobar:

               "La fe es no poner en duda. Por el hecho de ser monitor, uno tiene que creer. Por ejemplo, cuando algún muchacho me dice: 'no vine a la reunión por esto o lo otro', yo le digo: 'muy bien, yo te creo'" (54).

               "Fe es creer en algo. Es no tener duda en lo que se cree. Por ejemplo, tener fe en determinada persona. Yo creo en ella, en lo que me dice. Para con Dios, es la certeza de que Él existe, que mi fe es profunda" (4).

 

            b) Diversas concepciones de la fe

 

            Las respuestas que agrupo en este párrafo no parecen aludir a aspectos posiblemente complementarios de una fe compleja, sino a concepciones globales divergentes de la fe, no compatibilizables entre sí.

            Antes de entrar en el detalle de estas concepciones, partamos con los entrevistados que hacen "tipologías" de la fe, es decir, descripciones de diversas formas de vivir y comprender la fe.

            -Uno hace una tipología de tres casilleros, según la procedencia social de los creyentes:

               "La vivencia de fe dentro del mundo moderno yo la divido en tres. 1) Poblaciones y gente de los campos, o sea, la gente sencilla. Ahí veo más fuerte la vivencia de la fe hoy, siento que se ayudan, que hay solidaridad. 2) Mundo estudiantil. Lo veo más cuestionable; se pregunta por qué Dios, por qué la fe, porque se ve otro mundo, lleno de otras cosas, avances; hay más ciencia, por eso se confunden y no ven la necesidad de Dios para darle sentido a la vida. 3) Alta sociedad o los ricos. Pienso que la fe es para ellos una teoría; saben que la fe es regalo de Dios, pero no la practican" (23).

            -Otros entrevistados dividen en dos categorías: piedad y olvido de Dios, rebeldía y aceptación, debilidad y fuerza:

               "A Chile en general lo siento un pueblo piadoso, creyente; lo manifiesta, como usted podrá ver, en las procesiones. Pero también hay un olvido de Dios, porque el hombre de hoy cree bastarse a sí mismo por lo que tiene" (24).

               "Yo estoy más bien entre los que tienen una fe rebelde, que tiende siempre, en una primera reacción, a poner en tela de juicio lo que está pasando, o lo que le está ocurriendo a una persona, o lo injusta que puede ser una situación. Yo he podido apreciar muchas veces, en la idea de la aceptación, una presencia de Dios que no necesariamente está ligada a la idea de conformismo" (55).

               "Es la confianza en el Señor la que puede cambiar el mundo; yo tengo poca fe. Si uno confía plenamente en el Señor, se hacen cosas que uno cree que es imposible que se hagan. He ido creciendo en la fe. Hay que entregarle a Dios todo, ése es el secreto" (45).

               "Siento que mi fe es débil, que necesito afirmarme más, ya que, si tuviera verdadera fe, como dice Cristo podría mover montañas" (53).

 

            Algunos entrevistados conciben la fe aparentemente en contraposición con los que acentúan exclusivamente su rasgo de confianza. Por ejemplo, este entrevistado que subraya la adhesión a Cristo como lo central de la fe:

               "Fe es la adhesión a algo o a alguien. La fe se entiende muchas veces como la confianza, la seguridad que puede dar una persona a la cual uno le tiene fe; yo creo que es un malentendido este concepto. Para mí, fe es adhesión a alguien, en este caso -dentro de un contexto cristiano- a Cristo. La fe no es sólo una creencia, sino que implica una forma de ser, una forma de actuar. Porque si la fe fuera sólo algo que se cree, sería sólo algo intelectual; en cambio la fe -cuando se trata de una adhesión- es diferente, pues uno espera algo, cree" (21).

 

            Hay, por último, entrevistados para quienes la fe sigue definiéndose como un conjunto de creencias (o dogmas) y de normas morales:

               "La fe es una forma de expresión de una determinada manera de actuar en base a una doctrina, o en base a un determinado comportamiento, que lleva al hombre a cumplir una meta o un cierto anhelo o deseo (en sentido general de fe)" (26).

               "El primer concepto que aprendí de la fe fue: 'creer lo que Dios nos ha revelado y la santa madre Iglesia nos enseña'. Era aceptar al pie de la letra verdades que se enseñaban. Pero yo creo que la fe es dinámica, es acoger y comprometerse" (10).

               "La fe es una respuesta a una creencia por formación familiar, una enseñanza que nos han dado mis padres a todos mis hermanos" (29).

 

            c) Las consecuencias de la fe para el creyente

 

            Muchos entrevistados, que parecen hablar de su propia experiencia de fe, señalan una consecuencia envolvente, englobante: la fe transforma sicológicamente a la persona:

               "La fe libera y ayuda. Es el mayor don de este tiempo: libera de tensiones" (8).

               "Este mirar a los demás, con la ayuda de Dios, me ha hecho más sensible, más bondadosa, más paciente, y me ha hecho amar más a los demás, a mi prójimo. Creo que he aprendido a ayudar a los demás, para que todos cambiemos y cambie el mundo" (77).

               "Con fe, uno ve las cosas de otra manera, las ve más calmadas, no es tan agresivo, porque la fe quita la agresividad, y comprende uno más las cosas; sin fe, yo creo que uno no comprende, no mira, no hace nada, sino que es todo agresividad. La fe es algo muy lindo que uno tiene que tener" (56).

 

            Esta transformación tiene un aspecto que deriva directamente de la fe como confianza en Dios: la fe es una ayuda, un motor para la vida del creyente.

            -Algunos ejemplos genéricos:

               "Yo creo que la fe es el motor de todo lo que uno hace, hasta el hecho de estar estudiando. Yo creo que por algo me dieron la posibilidad de hacerlo, y espero seguir pensando así" (13).

               "Lo que estoy haciendo, participar en la olla común y animar a la comunidad cristiana, me ha ayudado a quitar vanidad, orgullo, y a aprender a ser humilde; aceptar que soy pobre y puedo hacer algo por los demás aun sin dinero, y ello es evangelizar: ahí está la manifestación de mi fe. De no ser por ella, no iría a la reunión los lunes a las ocho de la noche, no me preocuparía cuando llueve si están mojados o no. Al principio, me gustaba que me halagaran por lo que hacía; ahora no, cumplo con lo que el Señor me pide y obedezco porque me quiere y yo lo quiero. ¡Ah! pero también me enojo con Él cuando me angustio por la falta de dinero, alimentos u otras cosas; pero creo que si todo lo tuviera no sería como soy ahora" (44).

               "La fe es como un impulso, una fuerza que me impulsa a luchar; es una energía que está presente en la vida, en todos" (29).

               "Dios nos da fuerza, nos da el ánimo, el valor, porque necesitamos contar con alguien para desahogarnos. Debemos confiar en Él. Donde nosotros podemos estar de lleno con Él es en la Eucaristía, porque nos une más a Cristo" (25).

               "Dios se me revela como ayuda, consejero y sicólogo. Porque cuando rezo le cuento mis problemas y preocupaciones, y Él me da la respuesta que necesito, me tira p'arriba y me dice en qué estoy mal. Por eso digo que es sicólogo" (72).

               "Ahora la fe la veo como algo más interior, que me mueve, me da seguridad en determinadas cosas. Es un regalo de arriba" (74).

               "La fe es saber que alguien está a mi lado, me acompaña en mi vida, me aconseja sobre el rumbo que tengo que tomar. Frente a un problema, hay 'algo' que te ayuda. Sin fe, no tendría fuerza, no conocería que Dios está presente en el hermano" (43).

               "A Dios le concedo el título de 'Autor de mi alegría', de lo que me pasa. En los momentos en que hay dolores, la fe revitaliza" (41).

               "La fe es algo que una lleva, que la hace hacer tantas cosas. La fe ocupa en mi vida uno de los primeros lugares, porque sin fe no haríamos nada" (56).

            -La fe ayuda muy particularmente en los momentos difíciles de la vida:

               "He demostrado mi fe cuando falleció mi hija de dos años y medio: pensé que en ese momento se iba con Dios. Creía en un más allá, en un Dios que recibe a los santos y que por lo tanto recibía a mi hija que no tenía pecado. Me arrodillé y pedí al Señor que, si era su voluntad, la hiciera vivir, y de no ser así, se la entregaba, porque también lo quería a Él" (44).

               "He demostrado tener fe las veces que he tenido paciencia. Por ejemplo, el golpe que recibí por la separación de mis padres. Uno no encuentra razones, sólo se pone a llorar; pero creo en ese alguien que me va a ayudar. También he tenido fe cuando se quemó mi casa y nos quedamos sin nada. Tengo fe cuando he saludado a un enemigo" (9).

               "Cuando he tenido una hija enferma, mi marido no ha tenido trabajo, yo he pedido con fe, y el Señor sabe lo que necesito; hago las cosas con tanta fe, que Dios me oye" (16).

            -La fe, dicen otros, es una ayuda para salir de uno mismo y darse a los demás:

               "La fe me sirve para vivir una vida más en común, con nuestras familias y amigos, y así compartir con ellos la fe. Y esto, a la vez, me va acercando más a Dios" (67).

               "La fe es el motor que me permite ser más persona y más cristiano; es lo que me ayuda a valorar realmente mi capacidad de entrega a los demás" (61).

               "Dios se ha manifestado haciéndome tener un sentimiento profundo de amor. Entregar, enseñar a otros lo que he aprendido. Transmitir lo que el Señor ha hecho por mí: crecer en amor, en liberación. Antes, liberación era sólo una palabra; luego me significó ser libre de ataduras, como la de ser esclava del lavado, del planchado, y descubrir que tengo tiempo para otras cosas, a pesar del trabajo. Siempre he sido trabajadora y fuera de casa -soy lavandera-, pero me doy tiempo para la actividad con MOANI" (44).

               -Más a fondo, la fe es lo que da sentido a la vida, le da plenitud y gozo:

               "Mi fe la aprecio mucho, porque me da sentido; nunca he sentido más deseos de vivir que cuando creí en Cristo y me acerqué a Él. Ahí Él le dio un verdadero sentido a mi vida y, si no fuera así, mi vida sería nada, se apagaría como una vela, y esto me da miedo" (35).

               "La fe ha sido sumamente importante, le ha dado un sentido a mi vida; ha sido absolutamente determinante, me ha dado un sentido de búsqueda de lo que Dios quiere de mí, me ha presentado la oportunidad de ponerme al servicio, en mi quehacer diario. En la familia, me ha ayudado a educar a mis hijos, sobre todo en libertad" (33).

               "Mi fe me sirve para vivir en plenitud el presente. Vivir implica un montón de cosas: angustias, ilusiones, también tentaciones" (24).

               "Mi fe la defino como el don más hermoso que poseo; es un tesoro natural y divino que me da esperanza de vida, me ayuda a superar las adversidades de mi vida matrimonial, profesional y de relaciones sociales. Esa fe creo que me viene de Dios, nace en lo profundo de mi ser. Me ha servido para realizar mis anhelos, para superar enfermedades y crisis afectivas, existenciales, y para seguir soportando esta vida que es tan dura y dolorosa" (59).

               "Desde que estoy en la comunidad le tomé más el gusto a la vida; ahora sé apreciar la vida y ahora le doy todas las noches gracias a Dios" (65).

               "La fe me sirve para vivir feliz, tener esperanza y para ver todo más limpio" (62).

               "Dios nos trae valores y nos enseña a valorarnos a nosotros mismos, y nos trae el valor moral" (32).

            -Algunos entrevistados, argumentando a partir de lo que ellos ven en los no creyentes, fundamentalmente que su vida no tiene sentido, confirman lo que acabamos de reseñar, sobre la fe como fuente de sentido:

               "Las personas que no tienen fe son personas inseguras, que tienen falta de estabilidad en sus pensamientos, que piensan para sí mismas, que son autosuficientes. Son personas que no valen nada y que no pueden hacer nada" (67).

               "Pienso que la persona que no tiene fe es la persona más triste, que vive en la absoluta oscuridad o que no le interesa el futuro de su vida" (59).

               "Es una persona vacía, que no ha mirado a su alrededor, que no ha visto las maravillosas cosas que Jesús nos ha dado en esta vida, empezando por la misma vida" (60).

               "Toda esta apreciación de lo bueno que es cuidar la fe y fortalecerla la asocio siempre a experiencias prácticas, que dicen relación con lo que yo he visto que ocurre en las personas que no tienen fe. Muchas veces he pensado que sería bueno que todos tuvieran fe, porque con fe la vida se vive mejor; o sea, es como una conclusión práctica, te das cuenta. Yo he puesto en tela de juicio mi fe, y esos momentos son de inconformismo, rebeldía, dolor. La fe la veo en mi vida asociada a la idea de fundamento, de sostén, de pilar; la siento como un soporte para todo aquello que pueda advertir yo como tarea. No sé si será porque soy muy ingeniero para mis cosas, pero tiendo a ver la fe asociada a un aspecto muy práctico de la vida; si soy capaz de comunicarme bien, y soy capaz de que otra persona me entienda lo que he querido transmitirle, entonces siento que mi fe aumenta. O sea, siempre la fe unida de una forma o de otra a la idea de un cierto optimismo, la idea de la esperanza en el fondo; o sea, la fe siempre como fundamento, como esencia" (55).

              

            Otras consecuencias de la fe que se señalan es que da normas de vida que ayudan a ser bueno, y que es un impulso para la misión.

            -La fe da normas de vida:

               "La fe me ha dado visiones y motivaciones para ser bueno. Aunque el mundo en que vivimos no estimula a ser bueno, sino que al contrario, sin embargo mi fe me ha ayudado y ha sido la motivadora interna, lo apropiado para superar la mediocridad" (39).

               "La fe me sirve, porque creo en algo donde me dan normas, normas que me dan la garantía de lo que es bueno para mí" (53).

               "La fe me tiene como en tensión (en el buen sentido), me hace estar alerta; en cierta forma encauza mi modo de vivir, le pone límites. Sería distinto si no tuviera fe, no actuaría igual" (34).

               "Si yo creo en Cristo, tengo que sentirlo y vivirlo dentro de mí, y actuar de acuerdo a lo que Él me enseña" (25).

            -La fe impulsa a la misión:

               "Cuando una siente que Él está presente, una no se conforma con sentirlo dentro, sino que quiere entregárselo a todos los demás, con alegría. Es algo que yo no te lo puedo explicar, es algo que se siente dentro de una, pero que no puede guardarlo para sí, es una entrega" (1).

               "Tengo que hablar de la fe; y, cuando no lo hago, sufro" (68).

               "Dios nos ama y nos da algo, y esto tenemos que entregarlo a la humanidad" (23).

               "Expreso mi fe haciendo que todos tengan fe, y esto lo hago con ejemplos, es decir, poniendo en práctica lo que yo creo; la razón creo que es porque no puedo guardarme para mí algo tan grande y hermoso" (77).

            -Un entrevistado, sin embargo, se resiste expresamente a esta consecuencia misionera de la fe:

               "No trato de testimoniar la fe con una evangelización o predicación igual que los evangélicos. Sino que la entiendo como algo interno que se demuestra en los actos concretos de todos los días" (39).

 

            d) Las relaciones de la fe con la vida humana

 

            Un entrevistado expresa el carácter totalizante de la fe, es decir, que la fe debe impregnar la totalidad de la vida humana:

               "No hay ningún aspecto de la vida que se escape a la vida de fe" (27).

            En otras entrevistas se encuentran detallados algunos sectores más precisos de la existencia humana, como el compromiso vital y de acción y la práctica eclesial de la fe, vistos como implicaciones necesarias de la fe; también aparecen las relaciones que la fe no puede dejar de establecer con la razón o con la cultura y la historia. Veamos estos cuatro sectores de la existencia humana impregnados de la fe.

 

            d1) La fe implica un compromiso de toda la vida

 

            La fe es una forma de vida:

               "Mi fe no es solamente creer en un ser, sino creer también en una forma de vida, y la forma de vida llevada a la acción es compartir y tratar de transmitir eso a la demás gente, sobre todo a aquel que necesita de mí" (2).

            Es tan fuerte esta dimensión de compromiso vital de la fe, que el mismo entrevistado recién citado habla de ateos que tienen "fe inconsciente", porque viven como deben vivir los creyentes:

               "Yo vislumbro que hay fe consciente y fe inconsciente. Hay casos en que la gente tiene fe inconscientemente y dicen ser ateos; pero yo me doy cuenta de que ellos tienen fe, porque su modelo de vida es el que podría llevar cualquier cristiano" (2).

 

            El compromiso de la fe viene de Dios y consiste en cumplir su voluntad.

            -Algunos ejemplos genéricos:

               "Conociendo a Dios, nos vamos a conocer a nosotros mismos. Y después de conocerlo vamos a saber exactamente cuál es la tarea y función que debemos desempeñar nosotros en nuestro paso aquí en la tierra" (26).

               "A veces, cuando uno tiene que optar hacer esto o lo otro, cuando no tengo claro qué hacer, rezo para arriba, al Jefe, y después, cuando sé lo que tengo que hacer, sé que Dios me ha ayudado o mostrado lo que debo hacer; y también siento que a veces Dios pone en mí lo que tengo que hacer directamente. Uno se siente mejor cuando siente que la decisión que tomó no fue a su propia pinta o capricho, sino que fue en complicidad con Dios" (13).

            -Cumplir la voluntad de Dios es algo que implica superar la mera emoción, el puro sentimiento, y afianzar la fe en un acto de voluntad:

               "Pienso que muchas sensaciones o muchos sentimientos sólo pueden perdurar en la medida en que van acompañados de un acto de voluntad; entonces, de ahí que personas que intentan ser mensajeros o portavoces de lo que es la presencia de Dios o de lo que debiera ser, inevitablemente adoptan un comportamiento o compromiso que no sólo está asociado a su convencimiento, a su sentimiento, a sus emociones, sino que, para hacerlo constante, deben asumir un acto de voluntad" (55).

            -Pero este acto de voluntad no nos resulta fácil:

               "Todos podemos escuchar la Palabra de Dios; algunos pueden entenderla; y responder, también algunos. Lo que cuesta no es escuchar, lo que cuesta es practicar. Se necesita mucha fe" (7).

               "El hombre responde a Dios en su vida diaria. Dios pone responsabilidades en nuestro camino. Cada momento es un momento para responder. Muchas veces tenemos grandes deseos, pero no somos capaces de cumplir. Nuestra capacidad es limitada" (8).

 

            El compromiso de la fe es fundamentalmente un compromiso de amor al prójimo, sobre todo a los pobres y necesitados.

            -Amor al prójimo:

               "Yo creo que la mejor forma de relacionarnos con Dios en esta época que estamos viviendo es a través de nuestros semejantes. En la medida en que yo esté haciendo algo por alguien, me acerco cada día más a Dios. Y la oración" (25).

               "A Dios que se me comunica le contesto con mi entrega, con mis acciones, con el amor al prójimo. A Dios lo sentimos, vivimos en Él y Él vive en nosotros; el compromiso es comunicarlo. Es un tesoro de amor. Dios es amor, nosotros debemos dar amor. Dios es entrega, nosotros debemos entregarnos. Muchas veces no podemos hablar de Dios, pero lo podemos manifestar con nuestra vida: con nuestro amor y nuestro servicio" (8).

               "La fe es una creencia en Jesús, pero no encerrada, sino entregada con el compromiso. Así es como creo que debe ser mi fe en Cristo, como lo mandó Él mismo: 'Amense unos a otros como yo los amé'" (60).

            -Amor a los pobres y necesitados:

               "Cristo se encuentra en cada persona y si nosotros queremos pagarle a Cristo -eso de 'pagarle' entre comillas-, pagarle todo lo que sufrió por nosotros, la mejor manera es ayudarle en toda la gente. Él está en toda la gente, pero especialmente hay que ayudarle en los pobres, en los niños, en los indefensos. Por eso voy en las vacaciones a atender a los niños de las colonias. Además que, cuando se hace la experiencia, se da cuenta de que una es la que más gana" (37).

               "La capacidad para hacer viva y expresiva mi fe la he volcado en el trabajo junto a los niños, ya que lo hago con gran entusiasmo y también intento que no se me noten las penas, pues todo el mundo las tiene, ya que hay problemas a diario, de distinta índole; pero siempre que llego a dar clases me olvido de los problemas y me entrego de lleno al trabajo" (31).

            -El amor implicado en la fe lleva consigo también el respeto a los derechos de los demás:

               "Testimonio mi fe cristiana cumpliendo con la palabra de Cristo, es decir, haciendo lo que Él me dice. Trato de vivir su palabra con los demás, ya sea respetando sus derechos, respetando lo que piensan..." (67).

               "Si se tiene fe, primero que nada hay que tener respeto por el otro. Si yo no respeto el ser humano, no estoy respetando a Dios, porque el ser humano está hecho a imagen y semejanza de Dios y Dios respeta al hombre: el amor con que Él lo ama es infinito" (32).

            -Este amor al prójimo puede realizarse también a través de la oración:

               "Mi fe me hace pensar que podría realizar muchas cosas, como ser visitar a los enfermos, trabajar en instituciones, viajar por el mundo entregando lo que el Señor me ha dado; pero mi condición de esposa, de madre, de dueña de casa me limita a vivir mi fe dentro de mi medio que, por supuesto, no es muy amplio físicamente; pero mi parte de trabajo por el Reino la hago desde mi hogar a través de la oración; más bien, diría en oración de acción universal unida a la fe de la Iglesia y en los campos y necesidades que el Señor me va mostrando" (14).

 

            El compromiso vital de la fe es, por último, un compromiso con la historia que nos toca vivir:

               "La fe no puede estar fuera de la realidad y sobre todo de la realidad contingente del país -aunque así lo quisieran algunos: que sólo se hable de fe y amor al prójimo en las iglesias-. Yo diría que la fe nos llama a un compromiso con Dios y con los hombres, y esto encierra toda la vida de dolor y sufrimiento de los hombres, los derechos humanos, etc." (19).

               "La fe no nos puede sacar del mundo o de su realidad; en este caso, la de Chile. Una realidad de opresión y de torturas. En estos momentos fuertes no podemos dejar de lado la fe: ésta nos ayuda a tener esperanza que esto cambiará" (20).

               "Pienso que la fe tiene implicancia y compromiso con el hombre y su historia; ahora más que nunca lo descubro. Y lo descubro en mí mismo, pues se me han abierto los ojos, ya que antes mi postura era muy de parroquia, por decirlo así, era muy conservadora; pero he ido aprendiendo que el compromiso a que nos lleva la fe debe ir más allá de la sola oración y vida en comunidad, o sea, tiene más acción. El compromiso implica acción y es un compromiso, por supuesto, con la historia y sobre todo en el tiempo que vivimos ahora: son tiempos difíciles, donde vemos que los valores cristianos están siendo marginados de la sociedad, y nosotros estamos llamados a despertar esa historia y demostrar que Dios siempre se está manifestando y quiere algo bueno para nosotros. Somos nosotros los llamados a llevar este mensaje de Jesús" (52).

           

            d2) La fe implica un compromiso con la Iglesia

 

            El compromiso con la Iglesia se traduce en la práctica de la moral y de los sacramentos que ella propone, en el gobernar la propia vida de acuerdo a las orientaciones de sus Pastores, y en el participar en sus comunidades. La fe no la puede vivir cada uno a su manera:

               "Sin una participación en la Iglesia, la fe no se alimenta, queda ahí no más, aunque la participación no se le puede pedir a todos por igual. Pero si no le podemos exigir a todos una participación en comunidades, por lo menos participar bien en Misa, leer las cartas pastorales, vivir la Semana Santa, etc. Y no quedarse encerrado en su casa, viviendo la fe a su manera" (27).

               "La fe no es pura voluntad. Para mí, todo mi accionar es motivado profundamente por el Evangelio, por las enseñanzas de los Obispos, aunque no por todo lo que dicen; pero, en general, dentro de la enseñanza y la temática de la Iglesia. Tampoco tengo una fe que me obligue a andar de rito en rito, como el ir todos los Domingos a Misa y cumplir con todos los sacramentos. Voy a Misa cuando siento que debo estar, y comulgo también cuando lo siento. Hay momentos, sí, en los que me margino solo, me pongo rebelde. Lo que ayuda a mi fe son los retiros espirituales, que es algo que necesito. No es algo que me impongo sino que es una necesidad de repensar lo que vivo, reflexionar, fortalecerme" (5).

           

            d3) Las relaciones entre fe y razón

 

            En cuanto a las relaciones entre fe y razón nos encontramos con dos posturas opuestas: los que tienden a negar que haya alguna relación y los que la afirman.

            Entre los que tienden a negar que haya relación se encuentran tres argumentos: la fe tiene que superar los cuestionamientos que vienen de la razón, pero desde sí misma, sin entrar en el terreno racional; la fe es asunto de vivencia o sentimiento, no de razón; la fe se justifica y fundamenta no por la vía de la razón sino por la de la experiencia.

            -La fe debe superar los cuestionamientos de la razón desde sí misma:

               "Lo que dificulta el vivir cristiano hoy es el que hay cosas que a uno lo llevan a intentar dejar la fe, pues no siempre tiene una muy clara explicación; pero el desafío está en ser capaz de renunciar un poquito siquiera a uno mismo, para ver más allá. No hay que dejarse llevar por la razón o por lo que a uno lo tienta" (74).

               "A veces llego a cuestionar algunas cosas de la Iglesia, pero al final siempre triunfa la fe" (29).

               "La fe me mantiene firme, me ayuda a comprender lo que no puedo conocer por medio de la razón. Para no vacilar frente a los misterios de la Iglesia y los milagros de Jesús" (20).

            -La fe es asunto de vivencia o sentimiento, no de razón:

               "Creo que la fe es algo que se siente y no que se piensa. Pero en realidad no lo tengo claro. Tiendo a pensar que sí, que la fe tiene que ver con el sentimiento y no con la razón. Esto es lo que he creído desde chico y no me he cuestionado los porqué. Desde que tengo conciencia he recibido la fe" (6).

               "Fe es para mí como una vivencia. No se puede entrar a definirla, ya que sería como limitarla" (13).

               "En la fe yo no tomo en cuenta la razón. Para mí la fe tiene que ver con el sentimiento. Si uno racionaliza, la fe se pierde. Siento que la razón no tiene nada que ver con la fe" (5).

               "Creo que es superdifícil explicar la fe, porque ya al hablar de ella la estamos racionalizando. Más que nada, la fe es un sentimiento, uno la siente. Creo que Dios nos ha dado algo y la persona tiene que responderle, y esa respuesta es la fe" (3).

               "El conocimiento de Dios es intuitivo; no es racional, es emocional. El ser humano puede tener la percepción, pero no el conocimiento de Dios. La fe, por eso, la asocio con la sensibilidad, con la percepción de los sentidos. No la veo como acto de racionalidad; pero la veo como algo más positivo" (82).

               "Yo creo que la razón tiene algo que aportarle a la fe, en la medida en que me cuestiono racionalmente. Pero me es tan difícil explicarme tantas cosas. Y llego a la conclusión que hay cuestiones que no se pueden explicar no más. Es como tratar de explicar un sentimiento como el amor, por ejemplo. Uno lo siente, simplemente, y trata de agradar al máximo a la persona que ama. La fe es igual, creo. Claro que uno a veces cae en ser demasiado racionalista y trata de explicar todo. Para mí, en definitiva, la fe es una vivencia. No hago una separación entre mi fe y las actividades sociales. Para mí, eso es seguir a Cristo. A lo mejor soy muy vivencial y a veces pienso que debo ser más racional y tener una base más sólida por ese lado. Pero creo que no es lo más importante, pues hay cosas que no se pueden explicar no más" (3).

            -La fe se justifica por la vía de la experiencia:

               "Más que dar razón de mi fe, voy por la línea de exponer una experiencia. Hay actitudes, acciones, opciones concretas que justifican mi fe. Si uno razona mucho, la fe comienza a ser fe de conocimiento y no fe de experiencia" (70).

 

            Entre los entrevistados que tienden a afirmar una relación positiva o necesaria de la fe con la razón, se encuentran diversos matices.

            -Uno acepta "dar razón" de la fe en el sentido de "dar mensaje o recado" de ella, no en el de argumentar racionalmente:

               "Hoy, por la situación que vive el hombre, creo que es muy importante dar razón de la fe que uno profesa, pero siempre y cuando esté tomada en la siguiente acepción: recado, mensaje, aviso; pues creo que quien está empapado de Cristo no sólo lo anuncia porque sea importante hacerlo, sino porque simplemente no puede dejar de anunciarse aquello que nos quema por dentro y de lo que rebosa el ser. Ahora, en la otra acepción de razón -argumento o demostración que se aduce en apoyo de alguna cosa- no creo, pues estoy convencida de que la fe es un don del Espíritu y, por lo tanto, pertenece al plano del espíritu, ámbito que supera la esfera de la inteligencia o esfera razonable" (38).

            -Otro entrevistado distingue razón e inteligencia, para afirmar una relación de la fe con la razón y negarla con la inteligencia:

               "La inteligencia es algo más fácil de derrumbar. Cuando me dicen que alguien está más capacitado para tener fe que otro porque es más inteligente, es demostrable fácilmente que no es así, al ver a alguien que no tiene un gran coeficiente intelectual y sin embargo tiene una fe que se manifiesta de forma más rica; en ese tipo de gente yo veo que se manifiesta el mayor grado de confianza en que vendrán tiempos mejores. La razón, en cambio, sí se relaciona con la fe, porque creo que en la gente que actúa irracionalmente, sin medir las consecuencias de lo que puede venir, en esa gente yo creo que no hay fe, porque la fe la veo acompañada de un acto racional" (2).

            -Un tercero plantea diferencias y relaciones entre fe y razón, pero afirma las relaciones:

               "Por un lado, veo que razón y fe son diferentes, porque la razón que sabe y piensa busca sólo la respuesta a este nivel, que las cosas sean evidentes y lógicas; pero es difícil que sólo con esta forma de ser se encuentre a Dios y se crea en todo lo que pide; esto yo lo encuentro más que nada creyendo. Pero, por otro lado, también veo que se relacionan y que la razón también nos da conocimientos que nos ayudan a ver mejor. Yo creo en Dios y pienso mucho en Él. Y más lo quiero a medida que más lo conozco" (11).

            -Varios entrevistados afirman la necesidad de la relación de la fe con la razón:

               "El creer por creer no es mi base. Yo creo cuando comprendo lo que creo. Y pienso, para poder comprender y así poder juzgar. El creer es bueno, pero la razón es el otro gran aporte para que sea una creencia como respuesta válida y no creencia infantil" (12).

               "He sentido la necesidad de creer no sólo así por así, sino que es bueno desentrañar los contenidos. ¿Es verdad todo lo que leemos? ¿Por qué? Es tan razonable creer como no creer; y también lo es la posibilidad de que algunas cosas en las que creo no sean verdad" (10).

               "Hay que leer la Biblia, saber, aprender cosas que enseña la Biblia, analizarla, pensarla y comentarla" (17).

               "Para mí la fe es comprender, a través de los pequeños trozos que leo en la Biblia, lo que dice Jesús y comprender a las personas" (9).

               "Yo debo estar muy seguro en lo que creo; si no, sería una fe irracional" (69).

            -Por último, un entrevistado afirma que a Dios se le puede conocer por la razón y por la fe, pero que se trata de un Dios distinto en cada caso:

               "Existen muchos caminos para poder llegar a conocer a Dios; por ejemplo, intelectualmente; pero, por otro lado, está el don de la fe. Es distinto el Dios que conozco a través del intelecto del que puedo conocer por la fe. También observando la naturaleza no cabe la menor duda que alguien la hizo o la ordenó" (27).

 

            d4) Las relaciones de la fe con la cultura y la historia

 

            Pocos entrevistados tocan este último tema. Dos de ellos se refieren a la influencia que la fe -no necesariamente la fe católica- ha ejercido en la historia:

               "Yo diría que la fe humana, la que usamos todos los días, es un pilar fundamental de la historia. Sin ella no se habría podido hacer lo que se ha hecho; sin esta fe diaria, el hombre estaría estancado. En cuanto a la fe sobrenatural, creo que ha cambiado la faz de la tierra; los apóstoles cambiaron la historia después de Pentecostés, cuando tuvieron fe viva en lo que Cristo les había dicho" (22).

               "Si uno piensa en la historia general de la humanidad, creo que la fe ha sido bastante decidora, para bien o para mal; estoy hablando de la fe cristiana o de cualquiera otra fe religiosa. Estoy pensando ahora en los islámicos: hay que ver cómo han  influido. Una invasión de Europa, una permanencia en España de 8 siglos fue con un propósito impulsado por la fe. La guerra santa, la expansión del Islam ha tenido una repercusión hasta ahora en la cultura. Desde la perspectiva cristiana podemos decir lo mismo, en el sentido que muchos elementos de nuestra cultura provienen de los judíos, un pueblo en que la fe, la historia y la cultura estaban enteramente entremezcladas. Tenemos igualmente otro ejemplo de influencia: la fe cristiana y el Imperio Romano. Aquí hay una influencia recíproca que nos ha llegado hasta nuestros días. La Edad Media es otro momento fuerte. Hay una cultura teocéntrica, una visión del mundo desde la fe. Creo, en definitiva, que ha habido una implicancia de la fe en la historia, ya sea para bien o para mal. Yo creo que la fe 'pura' o 'bien entendida' a lo mejor no habría llevado a equivocaciones, pero entiendo que la fe inmersa en una cultura determinada o dentro de otros deseos humanos arrastró a la humanidad a un tipo de conflictos que hasta nuestros días siguen vigentes, como por ejemplo la guerra que por razones de fe tienen Inglaterra e Irlanda" (21).

 

            Un entrevistado habla de la influencia de la cultura sobre la fe:

               "Personalmente me resisto a la idea que en función de la fe yo tenga que limitar lo que es mi idea de la vida o, mejor dicho, me rebelo ante la idea de una fe opresora, asociada a lo que es moralmente aceptable o no. La moral no siempre está asociada a una presencia de Dios, sino más bien a lo que a los hombres les parece razonable que ocurra o no ocurra para el buen funcionamiento del hombre en sociedad" (55).

 

            2.2. La vida de la fe: origen, crecimiento, obstáculos

 

            Hasta aquí hemos recogido afirmaciones que se refieren a lo que podemos llamar la "estructura" de la fe, sus líneas fundamentales más bien estáticas. Claro que, al pasar, han aparecido también referencias al carácter dinámico de la fe, a su dimensión de vida en desarrollo. Detengámonos ahora en este aspecto de la fe. Podemos distinguir tres tipos de afirmaciones, referidas en primer lugar a su origen, luego a su crecimiento y las crisis por las que atraviesa y, finalmente, a los obstáculos que debe enfrentar.

 

            a) El origen de la fe

 

            Se presentan en las diversas entrevistas cuatro versiones diferentes acerca del origen de la fe.

 

            a1) La herencia familiar

 

            La inmensa mayoría señala que la fe viene de la familia, por influencia sobre todo de la madre, en muchos casos también de la mabuelita. La fe es, así, herencia tradicional. Junto a la influencia de la familia se menciona la de los profesores del colegio, la de la gente de la comunidad cristiana, etc. Sin embargo, estos entrevistados reconocen que, en algún momento, ha debido intervenir también un factor personal: la experiencia personal de la fe que lleva a optar por ella como adulto:

               "Dios se ha manifestado en mi vida primero en la vivencia con mis padres, porque de ellos recibí la fe" (24).

               "Admiro a mi madre, que para mí fue un ejemplo de fe. La fe la llevaba a realizar buenas obras y nunca se atemorizó" (58).

               "La fe la recibí desde mi hogar, de mis padres. Ellos eran protestantes, muy rigoristas, y desde pequeño me educaron en la severidad religiosa. Siendo yo joven me volví rebelde, porque me imponían sus costumbres y su fe; por eso abandoné las iglesias" (59).

               "Los padres nos inculcan que Dios existe y uno lo va descubriendo" (17).

               "La fe me la transmitieron mi papá y mi mamá. También los sacerdotes, religiosas y laicos que han estado conmigo. Mi papá nos leía de la Biblia el Nuevo Testamento, mi mamá se sabía el Génesis y el Éxodo y nos lo relataba como un cuento. Ellos veían en cada cosa la presencia de Dios y su amor: en la buena siembra, en un regalo, en el buen día, en el cariño del vecino. Eran agradecidos por el trabajo, por la comida, por la solidaridad de los vecinos en las dificultades. Entonces eso yo lo vivo igual, he aprendido que todo viene de Dios" (44).

               "Me transmitió la fe mi madre, una mujer de Iglesia que, aun a sus 70 años, sigue trabajando activamente; y un sacerdote norteamericano, que me hizo plantearme respecto a Dios, su Iglesia y Cristo. Ahí descubrí al Dios cercano y vivo entre nosotros en su Iglesia, de la cual yo formaba parte y en la cual debía asumir un compromiso" (71).

               "La fe la tiene uno desde cabro chico. Uno crece con la fe que le enseñan sus padres o en la capilla; pero después piensa y se da cuenta que si cree en Dios tiene que comprometerse de verdad con su propio pueblo y darse cuenta que Cristo sufre hoy en sus hermanos perseguidos, hambrientos, asesinados, exiliados. Para eso Dios nos da razón, para que pensemos y nos demos cuenta" (64).

               "Mi mamá me presentó una imagen de Dios. Pero recuerdo sobre todo a mi abuela, la que me decía que Dios estaba en todas partes, especialmente en la Iglesia como templo, pero en todos los otros lugares también" (42).

               "En realidad, creo por herencia. Mi madre me llevaba a la Iglesia desde chica; por esto creo en Jesucristo, la Iglesia, los santos. La fe se me transmitió familiarmente. Pero no fue solamente esto; ha habido también otros momentos de descubrimiento de mi fe: en los momentos en que empecé a trabajar en la Iglesia -no sólo la ida a Misa-, cuando participé en los movimientos de acción católica. Luego seguí comprometiéndome más en la comunidad de base. En cada etapa fui conociendo más a Dios, que es puro amor" (11).

               "La fe me la transmitió en primer lugar mi madre, una mujer que confiaba activamente, que esperaba, a pesar de no saber mucho: tenía como se dice hoy la fe del carbonero. Desde que tengo uso de razón la escuchaba decir: 'hay que tener paciencia y fe'. También pienso que personas de fe han influido en mí" (10).

               "La fe me provino por herencia. Mi mamá me mandaba a Misa cuando niño. Una vez que hube hecho la primera comunión me dejaron libre. Entré a la capilla por interés por una niña, pero luego me di cuenta que yo podía aportar algo, y comencé haciendo el aseo, para prepararme y ser monitor" (54).

               "Al principio recibí la fe por tradición, ya que en el bautismo no me preguntaron si quería ser católico o no, era guagua. Pero después le fui tomando el gustito, y me sentí con el derecho a decidir si seguir o no" (53).

               "Mi mamá y mi abuela son dos personas que me han enseñado a creer en Dios y me lo han demostrado con sus propias vidas. El ambiente de mi casa siempre ha sido bien religioso, y la presencia de Dios en mi familia ha sido por medio de ellas" (6).

               "Desde niña recibí mi bautismo, hice la primera comunión con mucha fe, y mis padres me inculcaron esto y yo lo he sabido apreciar, practicándolo; y también lo he enseñado a mis hijos. Creo que es un gran valor que me inculcaron" (31).

               "Creo que tengo la fe desde niño. En esto tiene mucho que ver mi madre. Una fe de niño como la de cualquier niño, sin mayores problemas. Fue algo natural. Es como para un niño de hoy día, en el sentido que para éste es fácil pensar en un ser 'superpoderoso', como por ejemplo Superman. Para mí se trataba de creer en un Dios que no entendía, en la Virgen, en los santos -todos en un mismo nivel- y de aceptar que éstos tenían algo de poderoso. En definitiva, fue una primera instancia recibida de parte de mi madre. Luego, esta fe fue profundizándose en el Colegio. Felizmente tuve a mi alrededor sacerdotes que desde muy pequeño -estudié todas las preparatorias y humanidades en un colegio de Iglesia- me enseñaron y me dieron muy buena base -tal vez alguien podría pensar que eran valores muy conceptuales-, pero eso fue muy importante en mi vida, ya que con esa forma de creer viví una buena parte de mi vida" (21).

               "La entrega de la fe partió en mi niñez por medio de mis padres, pero lo que ahora he descubierto de la fe me lo ha transmitido la comunidad en la que participo" (43).

               "La fe vendría siendo ese anhelo propio, interno de cada uno de nosotros, en donde uno cree algo tanto por la propia familia como por lo que va recibiendo de acuerdo a una enseñanza religiosa; cosas que a uno, sin duda, lo mantienen dentro de la idea de que así como se reciben son las cosas" (26).

 

            Una persona atea explica su ateísmo actual también como herencia familiar, lo que confirma la importancia de la familia en el origen de la fe:

               "No nací en familia católica. Mi madre tenía una fe débil. El ateísmo de mi padre era muy fuerte. Yo me eduqué así. Era muy querida y apreciada por mi padre, que me adoraba. Quiero muchísimo a mi madre, pero la fe no tuvo fuerza en mi hogar. No existió otra cosa. Lo natural es no creer. ¿Por qué tendría que creer? Es muy importante la formación que se recibe. A mí me angustia qué va a pasar cuando me muera. Me preocupa eso, pero no puedo creer racionalmente en todas esas cosas, que no las encuentro lógicas" (82).

 

            a2) El ejemplo de los creyentes

 

            En una línea semejante a la anterior, se afirma la influencia del ejemplo de otros creyentes sobre la propia fe:

               "Porque he visto cómo la gente se preocupa de los demás, porque he recibido bondad, cuidado, por eso puedo creer que hay un Dios que está por encima de todo y de todas las personas, que es el que hace que sean buenos" (22).

               "Yo no puedo tener fe por los que no creen, porque la fe es personal. Pero sí como ejemplo, porque mucha gente puede creer por medio de mi testimonio; si ven que yo tengo una fe firme en Dios, ellos también lo pueden hacer" (19).

               "Yo creo que es importante el ejemplo que otras personas nos dan. Por ejemplo, una actitud que toma alguien para ayudar a una persona. Otro diría que para qué, si yo también tengo problemas. Entonces esa persona explica que lo hace porque Jesús hizo tal o cual cosa. Entonces uno comienza a darse cuenta de quién es Cristo, empieza a informarse más" (25).

               "Desde niña tuve buenos maestros. Lo que me faltó en mi casa -la enseñanza de lo que es la vida- me lo enseñaron mis maestros y profesores. Ellos me encauzaron en la vida. Después, por el conocimiento de buenos sacerdotes y personas de mi población. Siempre he tenido suerte de conocer buenas personas que me han dado ejemplos. Uno se dice: ¿por qué yo no puedo ser como ellos? Fuera de eso, he conocido a Dios por la parte sentimental o espiritual, como tú lo quieras llamar: mirando el mar, contemplando las flores, los pájaros, la música. Yo siempre encuentro a Dios en todo. Especialmente en esas personas, los sacerdotes, que son capaces de entregar la vida por sus hermanos. Esos hechos me dicen constantemente que estoy conociendo a Dios, y quiero parecerme un poquito a esas personas que uno toma como ejemplos. Le debo mucho también a mi párroco de la época que me ayudó a entender la reforma de la Iglesia. Conocí a Don Fernando Ariztía, a Don Manuel Larraín, que fue director espíritual mío, y a varios sacerdotes que eran asesores de las juventudes obreras. Por ahí conocí otra Iglesia, que es la que a mí me gusta. Ahora, como catequista pienso que influye mucho en las personas la formación que hayan recibido. Que los padres y catequistas pueden hacer mucho por las futuras generaciones. Darles un buen ejemplo de Cristo. No tanto hablarles de Dios ni de cosas religiosas, ni tanta Misa. Con que haya una convivencia sana en el hogar, eso mismo irá motivando el crecimiento de la fe. Una buena catequesis puede hacer mucho" (4).

 

            a3) Los acontecimientos de la vida personal

 

            Varios entrevistados afirman que la fe nace de repente, por acontecimientos que vive la persona, que la llevan a convertirse:

               "Antes, mi manera de ser era un tipo bueno para las fiestas, la marihuana; de repente, después de mi Confirmación, descubrí a Dios" (30).

               "Creo sinceramente que yo tengo fe, y la siento como un regalo de Dios, porque veo que no todos tienen fe. Gracias a la fe yo sigo a Dios y soy cristiana. Yo creo que a mí la fe me llegó de repente y empezó poco a poco. Ahora la siento mucho más fuerte. Eso me lleva a entregarme a los demás más que a hablar de ella. Eso, creo, es lo importante. Siento que gracias a la fe yo he tenido un cambio. Yo nunca conocí a Dios a través de mi familia. No recuerdo haber rezado cuando niña. A veces iba a Misa con mi mamá, pero nada más. Más bien fue una inquietud que me fue naciendo siendo ya grande. Creo que fue a partir de un hecho concreto, de una búsqueda de mí misma, a través de un cambio de carrera en la Universidad.. Me sentía sola. Andaba como perdida. Sentí como una angustia. No sentía el apoyo de nadie. No encontraba sentido en la carrera que había elegido, Ingeniería. Poco a poco sentí la compañía de mi mamá. Recuerdo que me dijo por qué no rezaba un poquito. Así comencé a acercarme a Dios y a dejar tiempo para mí y se me fueron aclarando muchas cosas. A veces en esos problemas me sentía conversando con Jesucristo. Sentía que me daba ánimos, que me decía que no me apurara, que me sintiera segura. Eso me dio más tranquilidad. Pienso, ahora, que en todo eso actuó Dios. Tuve una especie de conversión. De ahí no me he separado más de Él. En Él tuve un apoyo, algo concreto. Finalmente me cambié de carrera" (3).

               "Creo sinceramente que yo tengo fe, y la siento como un regalo de Dios, porque veo que no todos tienen fe. Gracias a ella yo lo sigo y soy cristiana. Yo creo que a mí la fe me llegó de repente y empezó de a poco. Ahora la siento mucho más fuerte. Eso me lleva a entregarme a los demás más que a hablar de ella. Eso, creo, es lo importante. Siento que gracias a ella yo he tenido un cambio" (3).

               "La fe nace en la persona de repente, o está siempre en ella. Porque hay personas que no tienen conocimiento, ni de religión, ni de Dios, ni de nada, y sin embargo de repente sienten que hay algo más grande. Lo vi en mi padre. Ahora me pongo a pensar lo que hace la oración de una persona: mi madre rezó 60 años por la conversión de mi padre, que era masón de la alta masonería, y al final se convirtió" ( 1).

               "Cuando pienso en la fe, siempre pienso en mi experiencia personal, puesto que para mí la fe es un caminar continuo que tiene que ver con mi experiencia de vida. Por eso también tengo que remontarme a mi historia personal.La fe en mi vida tiene dos etapas: una cuando era muy poco consciente de lo que decía ser, y otra, cuando se me invita a trabajar en el Comité Propaz. Fue en ese trabajo solidario donde descubrí una fe encarnada. No una fe nacida de textos, de la Biblia, de asistir a clases de teología. Fue una fe que descubrí en la práctica, con el grupo de personas con que trabajaba. Una cosa importante era reflexionar el trabajo para poder tener fuerzas, vitalizarse, obtener confianza en lo que se hacía. Y aquí destaco la reflexión que vivía en un grupo, con el que me reunía una vez a la semana para tener Misa y compartir el trabajo realizado durante los seis días anteriores. Todo esto me enseñó a ser más sensible, lo que a su vez me despertó la necesidad de orar mucho para alimentar mi fe; necesidad de escuchar a las personas y no sólo de ayudar y de entregar cosas materiales. Vi lo espiritual como más importante. El ofrecimiento de ir a trabajar en el Comité Propaz lo siento como algo de Dios; es decir, Dios me muestra otra cosa distinta, algo jamás esperado, acontecimiento radical que me hace despertar y ver mis equivocaciones con respecto a lo que significa ser cristiano y tener fe" (5).

 

            En un caso, no se trata de la conversión a la fe, sino de una conversión dentro de la fe, que ya se tenía, gracias a una enfermedad:

               "Una depresión que tuve me hizo tomar conciencia de un enfrentamiento que estaba viviendo entre una fe racional y una fe más vivencial o afectiva. Todavía ganaba la parte intelectual. Faltaba el elemento que quebrara esa parte intelectaul y que a uno lo hundiera en un pozo, en un abismo realmente sin salida, en algo donde uno llega al fondo. Lo único que cabía aquí era un grito de desesperación. Un grito no basado en la ley, sino en esperar una gratuidad absoluta; o sea, una salvación al estilo de San Pablo, de pura gracia. Fui salvado, gracias a que comencé un tratamiento siquiátrico. Una persona que me escuche podrá decir que es un tratamiento igual que otro y que estoy confundiendo los planos. Pero para mí no hay confusión de planos, para mí la experiencia más fuerte de un Dios que se ha hecho presente en mi vida ha sido esto: haber salido de este hoyo. Yo ya no espero nada de mis propias fuerzas, pues me di cuenta de que las fuerzas humanas no pueden hacer nada: por más que trataba de arañar para subir de ese pozo, no hubo caso" (21).

 

            a4) La naturaleza del hombre

 

            Dos entrevistados señalan un posible origen antropológico de la fe; la fe, para ellos, radica en lo que el hombre es:

               "Para mí, la fe proviene de algo que hay en el hombre, que lo impulsa a tener fe, es decir, que lo inclina a buscar lo trascendental. Si uno hace un recorrido por la historia de la humanidad, el hombre desde que aparece en la tierra tiene atisbos, tiene chsipazos, deseos de una conexión con un ser especial, un ser no de esta realidad o que muchas veces lo pudo confundir con seres de esta realidad: el viento, el fuego, etc. Pero creo que en el hombre hay algo que lo lleva a la búsqueda de un ser trascendental. Yo creo que se trata de ese algo que Dios ha puesto en el corazón del hombre" (21).

               "La fe es algo que a uno le nace. Es un confiar ciego en Dios. No sé cómo sigue viviendo la fe en mí. Los deseos que tengo de saber de Dios, de hablar con Él -aunque rezo muy poco- me vienen al corazón y brotan en mí. Por eso creo que el tener fe en Dios no es algo que venga porque uno quiera, o por mandas, o por milagros" (6).

 

            En esta misma línea responden otros dos, a quienes se les pide su opinión sobre los no creyentes:

               "Yo creo que el hombre es naturalmente creyente, pero que no tenga fe en Dios es otra cosa. La humanidad entera a lo largo de su historia ha hecho notar concretamente que el hombre cree en algo: en sí mismo, en el hombre o en Dios. Quizá influido por las diversas visiones del mundo y del hombre, por las ideologías, se transforme en un ateo teórico; pero, a pesar de esto, subyace en él un estrato de fe, de creer en algo" (39).

               "Yo no creo encontrar personas que no crean en nada. Que no crean en Dios es una cosa, pero que creen en algo, sí lo creen; y para mí ése es el camino que los puede llevar a Dios. Ya que si no creen en algo que trascienda lo puramente humano, sus expectativas no superarán nunca la barrera de la muerte" (40).

 

            b) El crecimiento y las crisis de la fe

 

            Varios entrevistados expresan su experiencia de haber crecido en la fe:

               "Mi fe debiera ser mucho más. La considero regular-buena, no excelente. Faltan muchas cosas por superar, como por ejemplo el dejarse llevar por los propios impulsos. Los santos son los que han sabido vivir su fe en plenitud. Cristo es el modelo y, para alcanzarlo, falta mucho. La fe ha sido un proceso de toda la vida: ha ido cambiando, progresando, madurando, ampliándose..." (39).

               "Comparo mi fe a una semilla de mostaza, que debe ir creciendo y madurando cada día, para ayudar a otros también en este crecimiento" (61).

               "Yo pienso que la fe va creciendo; en ningún modo está estática, porque a medida que voy viviendo, a medida que voy conociendo, a medida que voy teniendo contacto con la naturaleza, con los seres que a mí me rodean, voy creciendo en la fe. Porque si de verdad soy cristiana, de verdad amo al Padre, voy a querer crecer en la fe. Y voy a poder, en cierta forma, cotrarrestar todo lo que me sea contrario" (51).

               "Siento que la fe es algo que está en mí y aun cuando he tenido pruebas -como el fallecimiento de familiares, la carencia de bienes- no se termina la fe, sino que la reafirmo" (44).

 

            Algunos entrevistados exponen también las cosas que ayudan a alimentar y fortalecer la fe, a hacerla crecer: la oración, pero también la acción inspirada en la fe; el conocimiento de Dios, pero no sólo teórico sino también a partir de la práctica del pueblo; la comunidad de fe, pero también el contacto con los que tienen menos fe o incluso con los no creyentes.

            -Oración y acción:

               "La fe es don de Dios; la tenemos o no. Y si la poseemos, tenemos que alimentarla por medio de los sacramentos, la Palabra de Dios; y tenemos que vivirla. Es lo que nos dicen los Pastores: hay que vivenciar con obras la fe" (24).

               "La fe es un proceso que nunca termina. Yo creo que la fe es algo que debe alimentarse por medio de la oración, la reflexión, la vida en comunidad, el amor, etc. Uno va creciendo en la fe, va teniendo toda la experiencia que tuvo Jesús en su vida. Uno nunca puede decir que tiene toda la fe que Dios te puede dar, siempre nos ofrece más" (52).

               "De por sí la fe crece. Viendo que se pueden hacer cosas más positivas, con fe hay que hacer cosas mayores" (15).

               "Ahora siento mi fe crecida. La fe tiene que crecer y tiene que actuar. No se puede tener un Dios estático. Sin obras no hay fe, se achica, es fe muerta. Con obras debe mostrarse y así puede crecer" (24).

            -Conocimiento teórico y práctico:

               "La fe es inamovible. Perderla es espantoso. La persona va profundizando su fe a medida que va conociendo más; y a medida que va conociendo más, más desea saber. El conocimiento es una gracia de Dios" (8)

               "Alimento mi fe cuando aprendo más de Dios, ya sea por lo que los teólogos dicen, ya sea por ir aprendiendo en la práctica del pueblo, ir viendo a Dios en esa práctica" (43).

            -Comunidad y no creyentes:

               "Es difícil saber qué papel juega la Iglesia en mi fe; pero lo que tengo claro es que necesito de la comunidad para crecer en mi fe, y esto lo he vivido así, no sólo porque se nos diga que el que se aleja de la comunidad pierde la fe" (6).

               "Realmente uno aprende muchas veces con el que tiene menos fe que uno mismo. El compartirla con otros me hace bien y me ayuda mucho; he ido aprendiendo mucho de lo que los otros me han ido entregando" (66).

               "Desde el punto de vista de la fe, personas no creyentes me han ayudado mucho porque me han hecho crecer, me han hecho ver quién soy, en qué creo y por qué creo" (5).

 

            La fe puede pasar por dudas y crisis. Pero éstas son ocasión de un crecimiento:

               "Creo que siento la fe, y gracias a Dios la siento. Hay momentos que uno quisiera vivirla más fuertemente; son momentos en que uno duda y en que uno quisiera tener más fe. En esos momentos yo rezo" (13).

               "En la experiencia que uno va teniendo de Dios influye mucho la familia, especialmente en la infancia y la adolescencia; pero llega un momento en que esa fe uno la empieza a cuestionar y se hace preguntas más radicales de quién es realmente ese Dios que me han dado a conocer en mi familia y en la Iglesia. Luego vienen las crisis y un período de madurez y de compromiso más consciente en la fe. Gracias a Dios tuve la suerte de contestarme a mí misma que la fe implica amar a alguien a quien no vemos corporalmente con nuestros ojos, que no lo podemos tocar; pues cuando uno cree en algo, generalmente lo afirma porque ha tenido una experiencia clara; en cambio, cuando se habla de fe, nos ponemos como entre la espada y la pared, es como otra dimensión de las cosas. Personalmente, en mí se ha ido desarrollando de una manera bien sólida, pues en esta vida son muchas las pruebas que nuestro Dios nos envía para probar nuestra fe, pero he sabido sacar de estas experiencias más fe; así, la fe ha ido como madurando, aunque creo que me falta mucho para actuar de una manera plenamente llena de fe, pues tener fe implica un abandono constante en las manos del Padre" (57).

 

            Algunos entrevistados señalan que la fe también puede decaer, incluso perderse:

               "La fe no es siempre igual. Uno no nace con la misma fe, porque ésta es dada por Dios a través del tiempo, y por medio de la Palabra de Dios podemos crecer. Pero a través de los malos ejemplos o de la falta de preocupación, por la falta de oración, la fe puede decrecer" (20).

               "En la fe siempre se puede crecer, madurar y aumentar, ya sea leyendo la Palabra de Dios, por medio de la oración, etc. Y puede decrecer, cuando no se cumple de parte de Dios o de los santos una manda -aunque para mí es muy mala medida, porque la fe no debe tener un sentido comercial: 'yo tengo fe en Dios, mientras se cumplan mis desos'-. Y, por otra parte, es evidente que una persona puede perder la fe por los malos ejemplos que ve de curas, monjas, religiosos y laicos comprometidos. Finalmente serían la falta de testimonio, la falta de oración y la falta de amor lo que me puede hacer perder la fe" (19).

               "Tuve la suerte de ser formado en una fe robusta, tanto en casa -por mi madre- como en el colegio. Paulatinamente, a través del tiempo, esta fe en vez de hacerse una fe de tipo más bien personal, profunda, una fe más bien afectiva y vivencial, se fue transformando en una fe racional, apoyada en el cumplimiento de la ley, pensando que ese cumplimiento me daría la felicidad o vida eterna" (21).

 

            Quizá peor que perder la fe es ese vaivén que se produce en ella según estemos bien -y entonces no nos acordamos de Dios-, o estemos en aflicción, en cuyo caso acudimos a Él:

               "La fe puede aumentar o disminuir. Cuando las cosas van muy bien, a veces nuestra fe es cada vez menor, porque no la necesitamos casi para estar felices, para que todo resulte bien; en cambio, cuando viene la aflicción, nos volvemos a Él y poco menos que llegamos a exigirle a Dios determinadas cosas" (28).

               "A veces uno confunde realmente en quién tiene fe, porque cuando está bien como que no se nota la fe en Dios, pero cuando está mal o tiene problemas, ahí se acentúa más" (19).

 

            c) Los obstáculos a la fe

 

            Se mencionan diversos obstáculos a la fe, que pueden reducirse a tres tipos: obstáculos personales, culturales e históricos.

 

            c1) Los obstáculos personales

 

            Los entrevistados señalan, en primer lugar, obstáculos personales, interiores, que radican en el corazón de la persona. No querer o no poder ver la presencia de Dios; no querer hacer su voluntad, es decir, no dejar que Él actúe en nosotros; tener miedo a enfrentarnos a nosotros mismos y a entregarnos a la voluntad de Dios.

            -Dificultades para ver la presencia de Dios:

               "Uno vive tan centrado en uno mismo que no percibe la presencia de Dios" (25).

               "La revelación de Dios en el mundo se ha manifestado de diversas maneras, dándose a lo largo de la historia de la humanidad. Que no nos sepamos dar cuenta es otra cosa" (40).

               "Sé que Dios se reveló, porque me lo enseñaron así; pero no lo siento, cuesta, no lo entiendo" (34).

               "Quien no conoce a Dios es porque no ha querido conocerlo, o puede haber sido mal influido, probablemente en la infancia; o bien porque no ha llegado a conocer al Dios nuestro. También los no cristianos tienen su Dios, que puede ser el mismo, y ellos también tienen su manera de llegar a conocerlo. Si uno quisiera, podría encontrarlo todos los días y en todo momento; somos nosotros los que no lo buscamos, no lo escuchamos; a veces no queremos escucharlo, lo ignoramos. Tal vez Él se manifestaría mucho más si nosotros le pusiéramos más empeño. Yo creo que hay mucha flojera, especialmente en las personas que no están dedicadas" (28).

               "En el mundo actúa Dios, pero nadie lo ve; el hombre se pone rebelde y no escucha lo que dice Dios, no escucha al Papa, su mensajero. Aunque Dios es poderoso, deja actuar al hombre. Será cosa de Dios..." (41).

               "El hombre es el que duda y tal vez por la duda del hombre pueda no manifestarse Dios" (1).

               "El ateo es una persona que funciona solamente con su intelecto. Puede que haya avanzado tanto que oprime al espíritu y se convierte en un docto y no en un sabio" (12).

            -Dificultades para actuar según la voluntad de Dios:

               "El hombre a veces no toma la voluntad de Dios, toma su propia voluntad, se siente prepotente y, al sentirse prepotente, tal vez el Señor no se manifieste hasta que él se dé cuenta de su equivocación. Porque en algún momento de la vida la equivocación se reconoce" (1).

               "En la medida en que nosotros dejemos que Dios actúe, Él va a actuar. Pero muchas veces cerramos nuestro corazón para que Él actúe" (48).

               "De repente pienso que tengo comportamientos que de una u otra forma atentan contra lo que podría enriquecer mi fe, y que la debilitan en su presencia, en que yo la pueda sentir conscientemente" (55).

               "Se nota cuando Dios no se ha revelado a una persona, porque todo su actuar es contrario y opuesto al Evangelio de Jesús" (19).

            -Dificultades provenientes de diversos miedos:

               "Creo que hay un miedo también a conocerse uno mismo, a escuchar a Dios, porque el escuchar a Dios significa que pueden salir a luz las pifias. Es miedo a enfrentarse con uno mismo y con Dios" (3).

               "La gracia de Dios es notoria en nuestra vida, pero no siempre somos tan valientes como para enfrentar la vida en una entrega entera a la voluntad de Dios" (8).

 

            A veces, estos obstáculos -como la misma presencia de Dios que impiden ver- sólo se descubren más tarde, cuando se reflexiona sobre la propia vida:

               "La presencia de Dios está asociada a momentos que tienen una connotación muy distinta y que son susceptibles de apreciar precisamente cuando uno revisa su historia, pero que no son necesariamente percibidos en el instante mismo, sino que cuando uno busca cómo ha sido su vida, cuando intenta evaluarla, puede apreciar mucho mejor hacia atrás los momentos en los que se acercó a Dios o cuando sin darse cuenta estaba bloqueando su presencia" (55).

 

            c2) Los obstáculos culturales

 

            En segundo lugar, se mencionan obstáculos exteriores, que vienen de la cultura actual, del tipo de vida que nos obliga a llevar la sociedad:

               "En este momento creo que los hombres están respondiendo muy negativamente, creo que las personas se están poniendo negativas totales a la Iglesia, a Dios también, porque si somos negativos a la Iglesia somos negativos a Dios. Yo encuentro que se está actuando mal" (56).

               "A Dios Padre yo lo respeto mucho y trato de seguirlo al pie de la letra si es posible. Digo trato, porque estamos metidos en una sociedad que, en cierta forma, nos lleva por otros lugares y nos hace perdernos un poco" (51).

 

            Muchos entrevistados subrayan un problema capital: el mundo moderno dificulta enormemente que nos demos un tiempo tranquilo para entrar en nosotros mismos y escuchar a Dios:

               "Somos pocos los que nos dejamos tiempo y espacio para escucharlo y para hablar de El. Ni siquiera nos dejamos espacios para conocernos a nosotros mismos. Uno vive muy mecanizado, muy metido en sus cosas, y no se deja espacio ni siquiera para estar con uno mismo. Yo siento que eso me pasa a mí muy a menudo. Todos los días tengo cosas que hacer, llego cansada a casa, me duermo y listo. Y así sucesivamente al otro día. Es una cuestión de educación. A nosotros nos han metido en la cabeza que uno siempre tiene que estar haciendo cosas y no ser una persona reflexiva. Hay momentos en que todos necesitamos de la reflexión, y eso no nos lo han enseñado nunca. Eso es como perder el tiempo, es algo no productivo. La idea es ser siempre eficientes" (3).

               "Hay personas, que yo conozco, que se dejan un tiempo para escuchar a Dios. Pero la gran mayoría no lo hace. Están preocupados de un bienestar económico, de una educación, de una distracción. Los sábados y domingos buscan más bien un momento de relajación, de paseo, pero no de unión con Dios, de buscarlo. Además, influyen los mismos adelantos científicos y técnicos. Por ejemplo, la gente se encajona con la televisión. Ni siquiera es capaz de compartir con el resto de su familia. Está además el deseo de surgir, la preocupación material está antes que la espiritual" (4).

               "Creo que Dios se hace presente en una sociedad tan compleja como la actual en la que muchas veces los momentos para reflexionar, para pensar, incluso para alimentar esa fe regalada que tienen muchos o que hemos podido tener algunos, casi no existen; incluso, pese a eso, de repente Dios se hace presente" (55).

 

            Otros entrevistados mencionan problemas como el apego a lo material, la cultura de muerte, el adormecimiento que provocan los medios de comunicación social, el paganismo actual, la división de Chile, etc.:

               "Los hombres no tienen conciencia de revelación de Dios, hay apego a lo material, hay una construcción del mundo sin Dios" (24).

               "Muchas veces la cultura de muerte que vivimos trata de esconder la verdad, o que sean pocos los que luchen por ella" (52).

               "El mundo moderno ofrece oportunidades de crecer, siempre y cuando aproveche uno las lecciones que da la vida. Pero también adormece a la humanidad por los medios de comunicación, los conflictos, el odio" (12).

               "El mundo moderno me ofrece sólo vivir esta vida, y eso me puede llevar a la perdición, porque el mundo moderno es pagano, le importan las cosas sin importancia, el pasarlo bien solamente, y esto aleja de Dios. El mundo moderno tiene máquinas, computadores, etc. Pero tampoco podemos aislarnos de este mundo" (11).

               "Cuesta reconocer a primera vista la revelación de Dios, porque Chile está dividido y me parece que en la Biblia se dice: pueblo que está dividido se va a la ruina. Dios está presente, pero además del smog son muchas las cosas que impiden verlo mejor" (36).

               "Me parece que antes la gente era más creyente, y creo que ahora cuesta mucho más tener esta respuesta sincera y absoluta de fe. La gente está como desconfiada, está como a la defensiva" (31).

 

            Un obstáculo exterior serio es el mal ejemplo o la mala enseñanza religiosa recibida:

               "Hay personas que acogen a Dios, pero lo acogen mal. A mí eso me produce un conflicto. Por ejemplo, los pacos que reprimen en la calle, a lo mejor también son cristianos, pero ¿de qué manera acogen a Dios ellos? Eso a mí me cuestiona. ¿Por qué no todos entendemos la Palabra de Dios de la misma manera? A lo mejor yo soy muy cerrada y creo tener toda la razón, pero si todos acogiéramos realmente, por ejemplo, la opción por los pobres -que es la que yo creo que Cristo tenía-, no tendríamos el mundo que tenemos ahora, o al menos trataríamos de encaminarlo por otro lado" (3).

               "En el colegio católico donde yo me eduqué me di cuenta que la religión era algo negativo, y me alejé de ella. Era para mí un Dios desesperanzador, y yo pensaba y pienso que Dios es vida, es amor" (32).

 

            c3) Los obstáculos históricos: la injusticia

 

            Por último, un obstáculo radical -pero que descansa en un malentendido- es el odio y la injusticia que se ve en el mundo, que a muchos les hace imposible creer en la existencia de Dios. Porque -como expone uno de los entrevistados- no se ha captado que Dios da al hombre realmente libertad:

               "Un obstáculo para mi fe es el sufrimiento que veo en tantas personas de aquí y de otras partes del mundo, y que necesitan de El, y no sé por qué no les ayuda. Incluso cuando yo le pido algo, casi nunca me lo concede. Es cierto que yo no puedo forzarlo a que me dé lo que le pido, pero a veces su silencio me da mucho que pensar. Quizá por eso me cuesta entender muchas cosas" (6).

               "Conozco a una persona que no tiene fe, que cree no tenerla, pues dice que si Dios existe cómo puede existir tanto odio, miseria, etc. Pero no se ha dado cuenta que todo eso es fruto del pecado del hombre y no de Dios. Dios no quiere esto; pero como también el hombre es libre, desgraciadamente a veces elige el mal antes que el bien" (58).

 

            2.3. El papel de Dios y el papel del hombre en la fe

 

            La inmensa mayoría de los entrevistados, cuando se les pregunta por la acción de Dios y del hombre en la fe, reconocen que hay colaboración. Pero hay excepciones.

            -Uno afirma que la fe no es don de Dios sino fruto del esfuerzo del hombre solo:

               "La fe la tiene el hombre por sí mismo, no es don. El hombre tiene que esforzarse por encontrarla dentro de sí mismo" (7).

            -Otro entrevistado distingue entre la fe, puro don de Dios, y la gracia, que el hombre tiene que ganarse:

               "Para mí, la fe es un regalo de Dios, en el sentido que me da la fuerza y la constancia. Yo me he visto fuerte en la fe, pero no por mérito personal sino por el Señor. Pero la gracia hay que trabajarla, ganársela. La fe es cosa gratuita de Dios. Esto lo he experimentado en los momentos en que me he dado cuenta de mi debilidad personal. Para mí es claro que en todo lo que hago necesito volver a la raíz: la oración, la reflexión, el silencio" (5).

            -Otro, por último, se hace una pregunta que parece suponer que la fe hay que merecerla:

               "Lo que siempre me he preguntado es por qué Dios me regala la fe tan cariñosamente a mí, si yo no me la merezco" (71).

            -En el otro extremo, un entrevistado que ha tenido la experiencia de salir de un profundo estado depresivo, ayudado por un médico pero también por la oración, tiende a desconocer la acción del hombre:

               "Podrán decir que me sacó el médico -podrá ser cierto-, pero yo siento que el elemento de fe en un Dios que se ha hecho presente en mi vida, y muy presente,está ahí. Ya no espero nada de mis fuerzas, estoy convencido de que si me mantengo es por la gracia" (21).

 

            Entre los que afirman la necesidad de una colaboración del hombre y Dios, hay también matices.

            -Uno no sabe cuál acción es la decisiva, la de Dios o la del hombre:

               "Yo creo que Dios y el hombre colaboran en el encuentro de la persona con Dios. No sé si uno más que el otro, pero al encontrarse Dios con el hombre uno puede negarse a oírlo. No sé si Dios se niegue a oírnos. A veces creo que sí, pero no sé" (6).

            -Otros entrevistados saben que la acción decisiva es la de Dios:

               "Hay conversiones. Imagínese que los mismos alcohólicos dejan de tomar, porque encuentran fe en ellos mismos y en la ayuda que reciben de Dios y de su fe. Dios le gana al hombre, pero no se impone: le da mucha libertad al hombre, es muy blando. Si pusiera su mano de repente, cambiarían las cosas. Dios deja al hombre caer" (41).

               "La fe es la base, y la gracia es como una fuerza especial que nos viene, por ejemplo, a través de los sacramentos. La relación que existe es que la gracia viene a darle más fuerza a nuestra fe, y como a alimentar nuestra fe. Pero, pensando en el Bautismo, quizá primero está la gracia y después la fe; o sea, primero se recibe la gracia que te hace creer, como que hay una fuerza de Dios que se mete en mí, y eso me hace creer y de ahí parte la fe; eso es al comienzo, pero después está la fe y la gracia nos llega en determinados momentos. La gracia me va ayudando, me da como fuerza para mantenerme en el camino de fe, en el sentido que la fe vaya siendo cada vez más profunda; me va ayudando a comprometerme más con la fe" (27).

            -Un entrevistado reflexiona, sin embargo, en el carácter escondido de la acción de Dios en el creyente:

               "La actuación es escondida de parte de Dios, por lo cual se necesita un discernimiento para descubrir su acción" (42).

            -La mayoría de los entrevistados se refiere a la necesaria colaboración del hombre, de su voluntad, en el acto de la fe y, en general, en la vida de fe:

               "La fe que recibimos en el Bautismo, que es gracia y don del Espíritu Santo, es lo que tenemos que ir cultivando a través de toda nuestra vida, y consiste en creer en la revelación, en creer que Jesús es el Hijo de Dios, que Él ha venido del Padre. Entonces, todo esto uno lo cree. Aunque a veces se oscurece la fe, nada debemos temer, pues el Señor dice que camina con nosotros. Jesús me pide que demuestre mi fe en obras, viviendo el carisma de mi Congregación, y no con esfuerzo mío sino con la ayuda del Espíritu Santo, más la gracia de Dios. Es un desafío, ya que si vivo de una manera madura alcanzaré el premio de la felicidad eterna" (58).

               "El Señor tiene la iniciativa en la manifestación, a través por ejemplo de una comunidad  de  vida cristiana. A través de problemas, de imágenes, de coincidencias, y después uno tiene que acoger esto, abrirse a la manifestación para que siga creciendo. Es una relación de comunicación: Él me habla a mí, y si yo no le hablo, hasta ahí no más llegamos" (18).

               "La fe es un don gratuito hacia nosotros; después el Señor se nos da gratuitamente, en la medida en que mi fe la cuido y la alimento como la planta, y ella va creciendo" (48).

               "En la Iglesia me han dicho que la fe es una luz, una llama que tenemos dentro, y que dependerá de cómo la alimente el que tenga más o menos luz" (43).

               "El hombre ante la fe debe tener la actitud de disposición, de humildad para escuchar y aceptar. Disposición para actuar según lo que Dios nos pide" (25).

               "La actitud del hombre ante la fe yo la dividiría en dos acciones: una es el hecho de un conocimiento de la religión propiamente tal, de su doctrina, y la otra sería poner en práctica el conocimiento adquirido" (26).

               "La fe es un regalo, un don, una gracia, que me hace Dios. En mí se da una lucha frente a ese don, porque muchas realidades se presentan  más fuertes que Dios mismo. En el fondo, la fe es un arma para esa lucha; en ella creo, sin tener que ver" (73).

               "La presencia de Dios, cuando se hace evidente para las personas, yo creo que inevitablemente compromete sensaciones, sentimientos, el cuerpo, la voluntad, las emociones. En ese momento es cuando uno acoge o no esa presencia, y pienso que en ese momento lo que juega un rol fundamental es la voluntad" (55).

            -Un entrevistado usa una imagen que implica una "división del trabajo" entre Dios (la revelación) y el hombre (la fe):

               "La revelación es un regalo de Dios que hay que abrirlo para saber lo que contiene. El hombre es libre de aceptarlo o no" (79).

            -Un argumento que se da en apoyo de la necesaria colaboración de Dios y el hombre en la fe es que Jesús no actuó solo, sino con sus discípulos:

               "La colaboración de la persona humana es muy importante dentro de los designios de Dios, porque Él no estuvo solo, Él estaba rodeado siempre de sus apóstoles" (1).

            -Una señora afirma que Dios nunca falla, de modo que si algo no resulta bien es porque ha fallado la adecuada colaboración del hombre:

               "En mi manera de pensar -que está envuelta con lo que siento-, en las pequeñas y grandes cosas que hago, si no resultan es porque yo fallé, no El" (41).

 


 

            Lista de los entrevistados y sus características.

            Después de cada símbolo, entre paréntesis, una cifra indica el número de entrevistados que tienen esa característica.

                                                                                                            

            a) Para el sexo:

            H=hombre (37), M=mujer (45)

 

            b) Para la edad:

            la cifra, puesta junto al símbolo del sexo

            (entre 15 y 19 años, 16 entrevistados; entre 20 y 24, 15; entre 25 y 29, 5; entre 30 y 34, 8; entre 35 y 39, 4; entre 40 y 44, 5; entre 45 y 49, 6; entre 50 y 54, 10; entre 55 y 59, 6; entre 60 y 64, 1; entre 65 y 69, 2; entre 70 y 74, 1; entre 75 y 79, 1; sin dato, 2)

 

            c) Para el nivel educacional:

            P=enseñanza primaria, B=enseñanza básica (completa, 8; incompleta, 1)

            H=humanidades, M=enseñanza media (completa, 14; incompleta o cursándose, 11)

            U=estudios universitarios (completos, 16; cursándose, 15)

            T=estudios técnicos (completos, 7; cursándose, 1).

            Cuando se usa la letra mayúscula, se entiende que se ha cursado entero ese grado de la educación; cuando se usa la minúscula, es incompleto (la mayoría de las veces una cifra señala qué año de ese grado se terminó de cursar). Este dato va separado del anterior por una barra.

 

            d) Para el nivel de participación eclesial:

            N=no participa (4)

            A=agente pastoral (29)

            S=agente de solidaridad (3)

            R=religioso o religiosa (3)

            L=laico de participación regular en la Iglesia (17)

            l= laico de participación esporádica (3)

            G=laico que participa en grupo de Iglesia (12)

            F=laico que participa en movimiento apostólico o de formación (4)

            Cuando falta alguno de estos datos es porque el alumno no los consignó.

           

 
            e) Lista de los entrevistados y sus características:

 

 1: M74/H/A

21: H42/U/A

42: H19/M/A         

62: M45/U/L

 2: H24/U/L

22: H40/U/G

43: H28/m2/A

63: M58/  /

 3: M22/u/A

23: H21/M/A

44: M50/P/S

64: M22/T/

 4: M50/M/A

24: M45/T/G

45: M52/b3/G

65: M15/m/G

 5: H38/M/G

25: M24/T/A

46: M19/u2/N

66: H28/  /A

 6: M22/u1/G

26: H36/T/L

47: H40/U/A

67: H17/m4/L

 7: H19/M/L

27: M29/U/A

48: M20/u/G

68: M33/M/G

 8: M76/ /A

28: M50/H/L

49: H51/U/l

69: H20/u1/A

 9: M19/M/A

29: M30/M/G

50: M31/U/L

70: H19/u1/A

10: M42/U/R

30: H25/T/L

51: M33/m3/S

71: H47/H/A

11: M50/h2/A

31: M58/U/L

52: H23/T/A

72: H16/m2/l

12: H32/u/l

32: H38/P/A

53: M25/M/

73: M24/U/A

13: H17/u1/A

33: H48/U/F

54: H32/u/A

74: H45/P/G

14: M53/ /F

34: M22/u4/G

55: H37/U/

75: M20/u/

15: M15/m3/A

35: M24/T/A

56: M45/ /

76: M42/M/F

16: M42/ /L

36: H19/m4/L

57: M18/m5/G

77: M51/  /

17: M   /B/L

37: M15/m3/L

58: M65/U/R

78: H30/  /S

18: H17/m4/F

38: M  /u3/L

59: H68/U/N

79: H55/M/A

19: M24/u1/R

39: H22/u5/A

60: M33/m2/L

80: M53/m1/L

20: H58/P/L

40: M56/h2/A

61: H18/u1/A

81: H55/  /N

 

41: M54/P/A

 

82: M61/U/N