TEMA 32:
EL
SACRAMENTO DE LA PENITENCIA
32.1) Reconciliación y penitencia en la Sagrada
Escritura.
32.2) Cristo transmite a la Iglesia la potestad de
perdonar los pecados
32.3) Estructura sacramental de la reconciliación
cristiana.
32.4) Partes del sacramento.
32.5) Forma de la celebración del sacramento; la
confesión personal, forma ordinaria.
32.1 Reconciliación y penitencia en la Sagrada
Escritura.
AT: Es clara la idea de que por un
pecado hay que hacer penitencia para reconciliarse con Dios. Habiendo
introducido el pecado ( hatˆ, pesha, awon) una ruptura de las relaciones
personales entre Dios y el hombre, la reanudación del diálogo con Dios supone
que el hombre comience por quitar el obstáculo que él mismo ha puesto. Es el
volver a Dios de 1Re. 8, 33-48. Se expresa con el verbo shub que es
retornar. En los LXX se traduce por epistrefein. También se usa niham
que es arrepentirse con desgarro. En los LXX se traduce por metanoein.
En todo el AT es sabido y reconocido que sólo Dios
puede perdonar.
Una manifestación clara de esto lo encontramos en
los profetas y sobretodo en los salmos penitenciales.
NT: El NT empieza con una clara
llamada al arrepentimiento y a la penitencia por los pecados (Mt 3, 1-2). El
mismo Cristo manifiesta que no ha venido a llamar a los justos sino a los
pecadores que son los que necesitan médico (Mt 9, 12-13). A ese perdón que
Cristo ofrece debe preceder el arrepentimiento y la conversión (Mc 1, 15; Mt 4,
17).
Esa metanoia implica un cambio de mentalidad, de
vida y de conducta. Además de predicar el perdón, Cristo mismo perdona los
pecados (Mt 9, 1-8; Mc 2, 1-12; Lc 5, 17-26) por propia autoridad y muestra su
potestad por medio de milagros. Él adelanta el juicio final para juzgar y
perdonar siempre que sea preciso (Mt 18, 21-22).
32.2 Cristo transmite a la Iglesia la potestad de
perdonar pecados.
Este poder Cristo Dios lo confiere a la Iglesia. Lo
vemos en Mt 16, 17-19; Mt 18, 15-18 y Jn 20, 19-23.
Mt 16, 17-19 ‘Tú eres Pedro y sobre
esta piedra edificaré mi Iglesia y te daré las llaves del Reino de los cielos:
lo que atares en la tierra, quedará atado en el Cielo, y lo que desatares en la
tierra quedará desatado en el Cielo.
En este texto encontramos tres afirmaciones
fundamentales:
a. Pedro es la Piedra inquebrantable sobre la que se
edifica la Iglesia. Es su jefe visible.
b. Pedro tiene las llaves del Reino. Es poder
vicario.
c. Ejercerá ese poder vicario atando y desatando:
¿Qué es atar y desatar? Tiene dos sentidos.
a) Es declarar con autoridad que una cosa es
permitida o prohibida en relación con la ley de Dios.
b) Puede significar también excomulgar y volver a
admitir. Así pues, Pedro tiene poder magisterial para interpretar la doctrina y
la ley de Cristo y también el poder disciplinar de juzgar, de excluir de la
Iglesia y poder admitir de nuevo.
Mt 18, 15-18. En este texto el poder de
atar y desatar se pronuncia en el contexto de la corrección fraterna y se
extiende a los Doce Apóstoles.
Jn 20, 19-23. "Paz a vosotros,
como el Padre me ha enviado, también os envío yo a vosotros. Recibid el Espíritu
Santo, a quienes perdonareis los pecados les serán perdonados; a quienes se los
retuviereis les serán retenidos."
En estos textos vemos que esta potestad es
universal, de carácter judicial, de índole sacramental y de institución
divina.
32.3 Estructura sacramental de la reconciliación
cristiana.
Siguiendo la estructura escolástica, todo
sacramento tiene una materia y una forma. Como en la penitencia no hay presencia
de ninguna realidad corporal sino de acciones morales, se aplica la teoría
hilefórmica analógicamente: Los actos del penitente (contrición, confesión y
satisfacción) son la cuasi materia del sacramento, y la absolución del
sacerdote es la forma. Es así como el Cc. de Trento (Ds 1704) enseña: "
La forma del sacramento de la penitencia, en la que está puesta principalmente
su virtud, consiste en aquellas palabras del ministro: "Yo te
absuelvo..." (...) y son cuasi materia de este sacramento los actos mismos
del sacramento..."
32.4 Partes del sacramento.
Contrición del corazón.
Es un dolor del alma y una detestación del pecado cometido con la resolución
de no volver a pecar ( Cc. de Trento DS 1676).
Si brota del amor de Dios amado sobre todas las
cosas se llama contrición perfecta: Perdona los pecados veniales, y si
comprende la determinación de recurrir prontamente como sea posible a la
confesión sacramental, perdona los pecados mortales (Cc. de Trento DS 1677).
Si brota de la consideración de la fealdad del
pecado o del temor de la condenación eterna, la contrición es imperfecta o
de atrición. Es un impulso del Espíritu Santo y perdona los pecados
veniales.
Antes de confesar los pecados conviene hacer un
diligente examen de conciencia.
Confesión de los pecados. Es
una parte esencial del sacramento. El penitente debe enumerar todos los
pecados mortales de que tiene conciencia tras un diligente examen (Cc. de Trento
DS 1680). Además, es conveniente confesar también los veniales.
Satisfacción. La absolución
sacramental quita el pecado, pero no remedia los daños que éste causó.
Liberado del pecado, el penitente debe recobrar la plena salud espiritual. Debe
satisfacer apropiadamente por sus pecados, por la pena temporal que permanece
tras perdonarse la culpa. También se le llama penitencia sacramental.
32.5 Forma de la celebración del sacramento; la
confesión personal, forma ordinaria del sacramento.
En el Ordo Poenitentiae de 1973 se recogen tres
formas de penitencia:
Rito A: Reconciliación individual de
los penitentes con confesión y absolución personal. Constituye el único modo
ordinario de la celebración sacramental.
Rito B: Reconciliación de muchos
penitentes con confesión y absolución individuales insertados en el marco de
una celebración penitencial comunitaria.
Rito C: Reconciliación de varios
penitentes con confesión y absolución general, que se puede realizar si: Hay
penuria de confesores + gran número de penitentes + si éstos, sin culpa por su
parte, se encuentran privados durante largo tiempo de la gracia del sacramento o
de la sagrada comunión. No hacerlo así es un claro abuso.
Es
una gentileza de http://www.servicato.com
para la
BIBLIOTECA BÁSICA DEL CRISTIANO