"New Age" y cristianismo:
Entre el diálogo y la ruptura

Lo que expondré en esta colaboración, no pretende ni repetir ni resumir el valioso documento "Jesucristo portador del agua viva", cuya primera entrega se ofrece en el presente número de Eclesia. Se pueden considerar como reflexiones complementarias al documento, desde nuestro suelo hispano. Me baso en mi obra: "New Age y Cristianismo", Bac, Madrid 1998.

Desde el contexto hispano

¿Cómo y por qué me interesé por el tema de la "New Age". Señalo algunas experiencias: Hace algunos años, Luis, universitario me invita a leer libros sobre un nuevo paradigma científico: lo holonímico; diversos adolescentes se interesan por el espiritismo, el cuerpo astral, los chakras, y la reencarnación; comienzo a escuchar que estamos en una nueva Era: Acuario; gente de mediana edad escucha RNE 3 Y las nuevas músicas presentadas por R. Tercet; se compra el Gregoriano de Silos como moda de la "New Age"; mi ciudad se empapela con carteles sobre gnosis, esoterismo, ciencias ocultas, o cursillos de autorrealización promovidos por sectas y movimientos nuevos de matriz no cristiana; en TVE 2 se proyectan documentales sobre la madre Gaia; en diversos monasterios se imparten cursos de Zen, Yoga y técnicas orientales; y, en los kioscos de prensa, en revistas como "Muy Interesante", "Natura", "Integral", "Año 2000", "Milenio", se abordan temas de ecología profunda, de androginia, de nueva espiritualidad...

A la luz de dichas experiencias, pronto me doy cuenta de que la "New Age" nace como una especie de sensibilidad "epocal", principalmente en los países y naciones de los llamados primeros mundos. Cuando se tiene el estómago lleno, hay que llenar también la cabeza y el corazón. Este nuevo fenómeno aflora como un gran pulpo, con tentáculos en todos los ámbitos culturales, pero al que es muy difícil descubrir los ojos y el cerebro.

La "New Age" (la "Era Acuario") me atrevería a definirla como verdadera bomba de relojería para las religiones. Porque no se trata sólo de una religión más, ni de un nuevo movimiento o una nueva secta. Es una completa "gnosis", o 'visión integral de la realidad. Y, lo que es más grave, no se enfrenta con el cristianismo, ni con las religiones en general, sino que se instala en ellos; e incluso utilizando su mismo lenguaje, su misma espiritualidad y sus mismos símbolos, los da un sentido completamente diferente.

Estábamos acostumbrados a convivir creyentes con no creyentes, agnósticos y practicantes. Habíamos oído hablar de las grandes religiones como algo familiar; pero hoy ha nacido algo nuevo. Lo delatan palabras como: "channeling"; "metaphysic centers"; terapias renovadas; meditación transcendental; cienciología y nueva gnosis.

 

Una primera aproximación al fenómeno del "New Age"

Una de las características más importantes del "New Age" es la búsqueda personal de autorrealización. Estamos frente a un nuevo narcisismo donde se impone la vida privada, la utopía individualista y la revalorización de las propias experiencias personales. Este narcisismo, sin embargo, es compatible con la tendencia a pensar en planetario (en clave holonímica) en el sentido de que nos acercamos a pasos agigantados a una nueva sociedad, a un mundo nuevo, donde ni la política ni la religión ni las costumbres serán motivo de separación o de odio.

Junto al narcisismo y a la tendencia a pensar en planetario, asistimos a un nuevo desplazamiento de lo religioso y a un nuevo despertar religioso, algo así como una "nueva espiritualidad para una nueva era", una especie de "retorno de lo sagrado-reprimido".

Podemos resumir la sensibilidad de la "New Age" en cinco adjetivos:

1. Holística (todo se interrelaciona en la realidad);

2. ecológica (la tierra es un ser viviente: Gaia);

3. andrógina (complementariedad de sexos);

4. mística (redescubre lo religioso en la vida cotidiana);

5. mundial: o planetaria (la gran y silenciosa conspiración de los hijos de Acuario).

 

Origen y principales protagonistas de la "New Age"

Podemos resumir, en principio, la historia del "New Age" en estas coordenadas:

Antecedentes: Nos situamos entre los años 1920-1940. Autores y corrientes que, desde Norteamérica, redescubren la religiosidad, cultura y literatura orientales, y se abren a nuevos campos de experimentación de la mente y del espíritu (esoterismo, espiritismo, etc). Como ejemplo, Paul Le Cour.

Fundación: Entre los años 19401960, Y marcados por la experiencia existencial y dramática de la guerra mundial, se buscan nuevos mensajes morales, éticos y religiosos para reconstruir las bases de una nueva humanidad y sociedad. Ante el desastre de las contiendas mundiales no sirven ni la religiosidad ni la ética tradicionales. Sobresale Alice A. Bailey.

Consolidación: Ya situados en los años 1960-1980, ante la experiencia optimista del desarrollismo, del progreso, de la sociedad del bienestar, junto al "boom" de las psicologías humanistas y no directivas del emblemático "Instituto Esalem", y arropados por los movimientos sociales alternativos de los años 60, el "New Age" va adquiriendo consistencia en su utopía de una fraternidad planetaria, y en el ensalzamiento de lo espiritual.

Madurez: Desde los años 1980, asistimos a la última generación del "New Age". El nuevo paradigma científico, de cuño holístico y eco lógico, las nuevas corrientes musicales katárticas y minimalistas, y el desarrollo de nuevas formas de psicologismo humanista, van definitivamente invadiendo diversos campos y niveles, avalado todo ello por los mass media. Aquí se sitúa el fenómeno de M. Fergurson y su libro "La conspiración de Acuario".

Actualmente, según M. Parodi-G. Ferrari, el centro de referencia de este movimiento cultural se centra en Nueva York, en la denominada "Escuela Arcana" o "Lucis Trust", antes denominada "Lucis Publishing Company", y que gestiona el "Templo de la Comprensión".

Según J. Bosch, las principales comunidades que sustentan el "New Age" serían: Findhorn (Escocia), Lama Foundation (Nuevo México), Renaissance Community (Massachussets), Stelle Community (Illinois), New Vrindaban (West Virginia), The Universal Brotherhood (Australia), Le Domaine du Bonfin (Francia), Yodfat (Israel), Yamatoyama (Japón), The Riverside Community (Nueva Zelanda). Y, en España: Ahimsa (Barcelona), Asociación de Psicología Humanista de Cataluña (Barcelona), Estel (Barcelona), KyberTao (Barcelona), Bios (Bilbao), Aldaba (Madrid), Amipsa (Madrid), Asociación española de Ciencias Mentales (Madrid), Telegrama (Valencia). Centro del Desarrollo Potencial Humano (Santander), Comunidad Holística (Sevilla). Como autores-divulgadores más conocidos en la actualidad se pueden citar a Marilyn Ferguson, David Spangler, Baba Ram Dass, Enrique Barrios, o Fitjof Capra.

 

Rasgos espirituales que definen la "New Age"

¿Por qué se denomina al "New Age" también como "Era de Acuario"? Porque nos encontraríamos casi al final de un ciclo astronómico (Piscis) e inicio de otro (Acuario). Hubo un tiempo en el que se vivió bajo el signo de Tauro, y aparecieron los imperios y religiones de Mesopotamia. Vino después Aries, y floreció la religión judía. El signo de Piscis, que comenzó su reinado el 21 de marzo del primer año de nuestra era, ha sido denominado "crístico" (IXCIS). Hacia el año 2016, el sol entrará en el signo de Acuario, y este signo traerá consigo una nueva religiosidad mundial capaz de reconciliar todas las demás religiones. Acuario va a suponer un nuevo orden mundial, una humanidad nueva, y una nueva religión: Ganímedes, vertiendo agua sobre el mundo, es símbolo de abundancia. La "New Age" comportará una era de amor, concordia y luz, de verdadera liberación del espíritu. Se habla del retorno de un nuevo Cristo: no el histórico Jesús de Nazaret, sino de Maitreya.

¿Qué rasgos espirituales o teológicos definen la New Age?:

a) Una nueva divinidad, desdoblada en dos realidades:

1. Una especie de principio de totalidad frente al monoteísmo.

2. Gaia (Gea) la diosa madre Tierra, entendida como ser planetario, organismo vivo, y cuyo "órgano ejecutor" sería la humanidad.

 

b) Reencarnación positiva: se entiende como evolución optimista hacia la perfección total subjetiva y personal, según los diversos niveles de conciencia adquiridos. No es la reencarnación clásica oriental (más bien purgativa y purificativa), sino la positiva: porque en cada vida conseguimos niveles de conciencia cada vez más superiores.

Unido al tema de esta reencarnación en sentido positivo, y para encontrar una base fiable y plausible, se encontraría la creencia en cuerpos energéticos, entre ellos un "cuerpo astral", y en la importancia y sentido de los "chakras", o centros de energía personales.

 

c) Una nueva cristología. La base de la nueva Era se centra en el nuevo regreso de Cristo. Pero de un Cristo total: capaz de unificar las fuerzas espirituales de la humanidad, resumidas en el triángulo Luz-Amor-Poder. El nuevo Cristo se llamará también "Logos Solan", y equivale al Maestro de la Verdad, que se reencarna, en cada época zodiacal; ahora bajo el nombre de Maitreya.

 

d) Una nueva teología cósmica o cosmología inspirada en la visión de Teilhard de Chardin, pero dando un paso más: de Cristo se pasa a la fusión impersonal con la conciencia y la energía universales y eternas.

e) Una espiritualidad experimentada personalmente: sin mediaciones institucionales (Iglesias) o sacramentales

La persona humana es religiosa en el fondo de su existencia, pero no religiosa o religada a un Dios personal. Es religiosa en relación a un sentimiento y percepción originaria de la vida, de la naturaleza, de la percepción de sus leyes, de la inmersión en la corriente "ecológica" de la vida misma. Es religioso quien conoce vivencialmente el sentido misterioso de la vida. .

 

Los desafíos de la "New Age"

Resumimos, con diversos autores los siguientes puntos divergentes con relación al cristianismo:

1. Frente a la enseñanza bíblica en la Trinidad, que contempla el papel único de Cristo, la Nueva Era lo convierte en un simple maestro de la humanidad, no en el Salvador.

2. Frente a la enseñanza bíblica de que el hombre es pecador y morirá una sola vez debiendo comparecer ante el Dios de la justicia [Hb 9, 27-2B], la Nueva Era insiste en que el pecado no existe, sino que es ignorancia o imperfección por estar a un nivel inferior de conciencia personal. Igualmente se admite la reencarnación.

3. Frente a la enseñanza bíblica que insiste en que la salvación nos viene dada por la gracia de Dios a través del misterio pascual de Cristo [Rm 3, 1926; Ef 1, 7-B], la Nueva Era propugna una especie de pelagianismo, o visión optimista de la persona humana, en cuanto la persona humana se salva por sí misma, y alcanza por sí misma la perfección, mediante diversas técnicas.

4. Frente a la enseñanza bíblica en un Dios personal, distinto de la creación [Gn 11] la Nueva Era no admite un Dios personal y cae en una especie de panteísmo emergente, en el que la tierra es la diosa por excelencia.

5. Frente a la enseñanza bíblica que insiste en la necesidad de orar [Mt 6,5], la Nueva Era centra toda su atención en una especie de meditación que no deja de ser un diálogo con uno mismo, sin abrirse a la transcendencia ni a la relación con un Dios personal.

6. Frente a la revelación bíblica de una consumación final (escatología) relacionada con la definitiva venida de Cristo [Act 3, 19], la Nueva Era se debate entre una transformación de lo existente, o la llegada de seres de otros planetas.

 

¿Tiene futuro la "New Age"?

Para algunos, su futuro es muy grande porque aporta las claves del siglo XXI. Otros afirman que, comienza ya a dar señales de cansancio por "su excesiva comercialización" y por sus propios límites "no parece vislumbrarse esa edad de oro acuariana que prometía". Ante el desgaste comercial y de imagen que está sufriendo, los ideólogos comienzan a hablar de "Next Stage" o "Next Age", subrayando aún más su mentalidad narcisista e individualista.

Permítaseme un doble apunte crítico: por un lado, ante la "New Age" nos encontraríamos en una versión modernizada del sueño neoliberal norteamericano que desembocará en el fenómeno de la globalización "económica". Sostengo en este sentido que la "New Age" es como el "alma o espíritu" de la globalización económica neo liberal. Baste leer, para reafirmar esta postura, las obras de Novak, Bell, Berger y Fukuyama. Por otro lado, y al final de este recorrido afirmamos que la moda de la "New Age" se esfumará pero las preguntas planteadas por ella permanecerán. Preguntas que hacen referencia al sentido del hombre, de la naturaleza, y de la divinidad. Preguntas a las que el cristianismo ha sabido y sabrá responder desde el misterio profundo e integral de Jesucristo, verdadera y única fuente de agua viva.

 

Raúl Berzosa Martínez. Provicario general de la diócesis de Burgos

 

[Publicado en ECCLESIA, n1. 3.163, 26 julio 2003, 6-8]