27 de Junio
San Ladislao de Hungría († 1095)
Pasó su niñez y juventud en un ambiente cargado de intrigas políticas y
dinásticas, y en 1077, Ladislao ocupó el trono de Hungría. Inmediatamente
fueron negados sus derechos reales por su hermanastro Salomón, quien tomó
las armas contra él, pero fue derrotado en el campo de batalla por el
soberano húngaro.
Su piedad tan fervorosa como bien equilibrada se expresaba en su celo por la
fe, en el escrupuloso cumplimiento de sus deberes religiosos, en su estricta
moral y en la austeridad de su vida. Se había despojado de toda ambición
personal, y sólo por su sentido de la obligación, aceptaba la dignidad que
le habían echado sobre las espaldas. Dentro del propio territorio de
Hungría, el rey tuvo que soportar numerosas invaciones por parte de tribus
bárbaras a quienes vención triunfalmente y entregó todos sus esfuerzos para
que ellos conociecen el cristianismo.
A solicitud suya, la Santa Sede reconoció como dignos de veneración al rey
Esteban I, a su hijo Emeric, así como a Gerardo, el obispo mártir. Falleció
en Bohemia, a principios del año 1095 cuando sólo tenía cincuenta y cinco
años de edad.