Urbanismo. Doctrina Social Cristiana. 
 
Las palabras u. y urbanización tienen en la 
documentación social del magisterio reciente de la Iglesia un sentido amplio, 
cuyas líneas de demarcación hay que fijar a la luz de los textos pertinentes. 
Por urbanización se entiende el proceso concentrador de la población en las 
ciudades, el incremento numérico y territorial de éstas y el aumento cualitativo 
de la significación política, económica y sociológica de las grandes urbes en el 
conjunto de cada nación. Por u., la ciencia, técnica y teoría de esas 
agrupaciones humanas.
El Conc. Vaticano II se hace eco de los problemas que plantean las formas de 
urbanización que surgen en la época actual. Junto con la industrialización, la 
urbanización está creando nuevas formas de cultura de masas, de las que nacen 
nuevos modos de sentir, actuar y descansar (cfr. Gaudium et spes, 54). La 
urbanización es en sí misma uno de los elementos integrantes de la profunda 
transformación que está experimentando la Humanidad (cfr. Decr. Ad gentes, 20).
Paulo VI, a su vez, constata este fenómeno. La emigración del campo a la ciudad 
refuerza de manera sensible este proceso de urbanización creciente: «es un 
fenómeno social de todos conocido el del desarrollo vertiginoso de muchos 
centros urbanos, los cuales actualmente polarizan aquellos vastos movimientos de 
las poblaciones que abandonan zonas rurales en busca de una existencia humana 
mejor» (Paulo VI, La visita, L'Oss. Romano, 12 mayo 1965). Positiva en sí misma, 
la urbanización puede, sin embargo, crear graves desequilibrios duraderos a 
causa de la forma desacertada con que a veces se la canaliza: «Mas no puede 
ocultarse que este proceso histórico-social encierra a su vez peligros y riesgos 
que no deben ser ignorados. De una parte, la urbanización misma, si no se lleva 
a cabo con mucha inteligencia, con intervención prudente de la autoridad, con la 
suficiente disponibilidad de medios materiales, produce tantos desequilibrios 
sociales, humanos, culturales y religiosos que sus buenos efectos quedan sin 
eficacia o muy comprometidos al menos durante el periodo de asentamiento de la 
población» (ib.).
La urbanización presenta problemas en dos vertientes: una exterior, más técnica, 
y otra social, interna, que plantea problemas morales, p. ej., en lo que se 
refiere a la especulación de 'las zonas edificables. «No se ignora, p. ej., el 
hecho de que el desarrollo acelerado de algunas zonas puede dar ocasión a graves 
abusos de especulación de solares, lo que ocasiona graves daños a la sociedad y 
es origen de explotación por parte de pocas personas inconscientes. Contra tales 
abusos el individuo queda inerme y solamente los órganos sociales, una 
legislación prudente y un poder ejecutivo decidido y moralmente íntegro, estarán 
en grado de poner eficaz remedio» (ib.). Además de la especulación (v. 
ESPECULACIÓN III) se deben evitar los efectos deshumanizadores provocados en 
ocasiones por la urbanización. «El hombre experimenta una nueva soledad, no ya 
de cara a una naturaleza hostil que le ha costado siglos dominar, sino en medio 
de una muchedumbre anónima que le rodea y dentro de la cual se siente como 
extraño... En lugar de favorecer el encuentro fraternal y la ayuda mutua, la 
ciudad desarrolla las discriminaciones y también las indiferencias; se presta a 
nuevas formas de explotación y de dominio, de las que algunos, especulando con 
las necesidades de los demás, sacan ganancias inadmisibles. Detrás de `las 
fachadas se esconden muchas miserias, ignoradas aun por los vecinos más 
cercanos; otras aparecen allí donde la dignidad del hombre zozobra; 
delincuencia, criminalidad, droga, erotismo» (Paulo VI, Carta apost. Octogesima 
adveniens, 10). Para un cristiano, por tanto, la ordenación del desarrollo 
urbano a gran escala se ha convertido en objeto nuevo, original, de aplicación 
de los criterios y del espíritu de la justicia social (cfr. ib. 12).
Atención específica requiere también el problema de la vivienda. Para ello, v. 
VIVIENDA III.
J. L. GUTIÉRREZ GARCÍA. 
 
BIBL.: M. FERRER REGALES, El proceso de 
superpoblación urbana, Madrid 1972; J. L. GUTIÉRREZ-GARCÍA, Urbanización, en 
Conceptos fundamentales de la Doctrina Social de la Iglesia, IV, Madrid 1971, 
428-431.
 
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991