SCHUSTER, ILDEFONSO


Entre las múltiples facetas de su vida, como monje benedictino y como Cardenal Arzobispo de Milán, sobresale como liturgista por su Liber Sacramentorum. Nació en Roma el 18 en. 1880. Su padre era oriundo de Baviera y vino a Roma para alistarse como suboficial en los Zuavos Pontificios, y, al quedar viudo, se casó en segundas nupcias con Ana María Tutzer, oriunda de Bolzano, de la cual tuvo dos hijos, el futuro cardenal, que en el Bautismo recibió el nombre de Alfredo, y Julia, más tarde religiosa de la Caridad. En nov. de 1891, Alfredo ingresó en la Abadía de San Pablo de Roma como niño oblato, con intención de hacerse monje y sacerdote. Comenzó el Noviciado el 13 nov. 1896 y cambió su nombre por el deIldefonso. La crónica de San Pablo lo describe como novicio «dócil, piadoso y estudioso, pero de salud precaria». Hizo su profesión monástica el 13 nov. 1899. Frecuentó las clases del Pontificio Ateneo de San Anselmo de Roma, donde consiguió el grado de Doctor en Filosofía. Fue ordenado sacerdote el 19 mar. 1904.
     
      En 1908 fue nombrado Maestro de Novicios de la Abadía de San Pablo y el 5 abr. 1918 fue elegido Abad-Ordinario de la misma Abadía. Su capacidad intelectual y su laboriosidad le permitieron, junto con esos cargos de responsabilidad, ejercer el profesorado en la Pontificia Scuola Superiore di Musica Sacra, en el Pontificio Istituto Orientale y en el Pontificio Ateneo de San Anselmo. Benedicto XV le nombró Consultor de las SS. Congregaciones de Ritos y Religiosos, y Pío XI le llamó a formar parte de la de Estudios y Universidades (hoy Congr. de la Enseñanza) y lo envió como Visitador Apostólico de diversos Seminarios y Colegios Extranjeros de Roma. Fue miembro de la Directiva del Collegium Cultorum Martyrum y de la Commissione Pontificia di Arqueología Sacra y obtuvo por oposición el título de Consejero de la Arcadia Romana. En el Congreso de Abades de 1920 fue nombrado por aclamación miembro del Consejo del Primado de su Orden; fue también Procurador General de la Congr. monástica Casinense.
     
      El 16 jul. 1929 Pío XI le impuso la birreta cardenalicia y el 22 de ese mismo mes y año lo consagró Arzobispo de Milán. Se saben cuáles fueron sus sentimientos en aquel momento: «El arzobispo es ante todo una víctima. Tendré la gloria de dar el corazón, la sangre y la vida por la santa Iglesia en Milán y de seguir los pasos de aquellos héroes de santidad cuya Cátedra santa voy a ocupar indignamente». Su acción pastoral fue extraordinaria en momentos muy difíciles. En su elogio fúnebre el entonces card. Roncalli, luego papa Juan XXIII, dijo en la Misa exequial de Milán: «superó la actividad de San Carlos, la actividad exterior del mismo cardenal Ferrari de tan cara, santa y bendita memoria... Nadie podrá atentar contra la perfecta buena fe del cardenal Schuster, contra su lealtad noble y grande, contra la pureza de su piedad misericordiosa». Murió el 30 ag. 1954.
     
      Ha dejado publicadas muchas obras y artículos. Merece una atención especial su Liber sacramentorum, en 9 volúmenes, publicados en Turín entre 1919-29; empleó en ella unos 15 años; ha sido traducida a las lenguas principales (en español, en Barcelona 1934 por Herder, 2a ed. en 1956). Se trata de un rico y completo comentario al Misal Romano, con estudios profundos sobre temas litúrgicos, tratados con ciencia, erudición, unción religiosa y sentido pastoral. Otras obras suyas son: L'imperiale Abbazia di Farfa, tip. Vaticana, 1921; Profilo biografico del monaco D. Placido Riccardi, Roma 1922; Per la cittá Santa sulle orme di María, Roma 1925; S. Benedicti Regula Monasteriorum, Alba 1945; La vita monastica nel pensiero di S. Benedetto, Viboldone 1949; Un pensiero quotidiano sulla Regula di S. Benedetto, 8 vol., Viboldone 1950-51; etc. Publicó también numerosos artículos en «Rivista Storico-Benedittina», «Revue Bénédictine», «Rivista Liturgica», «Ressegna Gregoriana», «Revue Liturgique et Monastique», «Opus Dei», etc. Sus notables y reconocidas virtudes han suscitado un gran movimiento de veneración hacia él; ha sido incoado su proceso de beatificación y canonización.
     
     

BIBL.: E. TERRANEO, La giornata del Card. Schuster, Milán 1958; ÍD, Il Servo di Dio Card. Ildefonso Schuster, Milán 1962; VARIOS, Lettere del l'amicizia di Ildefonso Schuster, Módena 1965; T. LECCISOTTI, II Cardinale Schuster, Milán 1969.

 

M. GARRIDO BONAÑO.

Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991