PEDRO PASCUAL, SAN
Mercedario, obispo y mártir valenciano del s. XIII. Datan sólo de los s. XVII y
XVIII las biografías que poseemos de él hasta ahora. Se hace necesaria la
publicación de los documentos de los cuatro monarcas aragoneses Jaime I, Pedro
III, Alfonso III y Jaime II y las crónicas de la Orden de la Merced, que podrían
suministrar más noticias.
Vida. Los escritores que se han ocupado de él hasta 1900 dan como
verosímiles estos datos: n. en Valencia entre 1227 y 1230; a los 19 años ya era
canónigo de la recién restaurada Catedral de Valencia por designación de Jaime I
el Conquistador (v.); estudió después en París, sentándose acaso en los bancos
de las aulas de la Sorbona con S. Tomás de Aquino y S. Buenaventura, y también
en Roma. El P. Pedro Armengol Valenzuela, en 1901, publicó una biografía (v.
bibl.) en la que probó históricamente que hizo profesión religiosa en un
convento de la Merced (V. MERCEDARIOS) de Valencia ca. 1250. Los decretos-de la
Santa Sede de 1626 y 1731 contra las afirmaciones de los Trinitarios que le
tenían como religioso de su Orden también lo confirman. Se puede admitir que fue
ayo del infante Don Sancho de Aragón, hijo del rey Jaime I el Conquistador y
sobrino de Da Violante, esposa de Alfonso X Asimismo parece histórico su
apostolado en Cataluña y Aragón, pero no puede admitirse el que ejerciese como
obispo auxiliar de dicho infante en el Arzobispado de Toledo durante diez años
(1266-75) ni que fuese después abad del Monasterio de Trasmieras en la diócesis
de Braga en 1291-94. Es auténtico su martirio sufrido en Granada después de
haber regido la diócesis de Jaén desde el 27 feb. 1296 hasta el 21 oct. 1300.
Como obispo de Jaén había sido designado por el papa Bonifacio VIII (v.);
probablemente el Papa había tratado a P. P. en París y mantenía con él amistad,
si bien la propuesta del nombramiento procedió del rey de Aragón. Era, en
efecto, Jaime II de Aragón (v.), en los años de 1294-97, dueño del territorio de
Jaén; monarca cristiano, entendía la religión con una cierta libertad y lo mismo
se aliaba con los príncipes cristianos que con los reyes musulmanes cuando
mediaba un motivo político o militar. En 1294 firmó un tratado de amistad con el
rey de Granada Mahomed II Ben Yusuf el Rojo, llamado por los cristianos
Aboadille Abemnamar, musulmán fanático. El año siguiente el monarca aragonés
acudió a Anagni para entrevistarse con Bonifacio VIII y en aquella ocasión debió
de arreglar el nombramiento de fr. P. P., el mercedario tan querido suyo. Jaime
II aceptó del Papael título de Capitán de la Iglesia, comprometiéndose a acudir
a la Cruzada y a sostener la candidatura de Manfredo para rey de las Dos
Sicilias casándole además con una de sus hijas. Tuvo que volver de Italia con la
mayor urgencia porque el nazarí Aboadille había roto las paces con los
cristianos. Acaso acudió a las armas el Obispo de Jaén con las tropas
aragonesas, en 1297; y en la derrota de Arjona cayó prisionero del monarca
granadino. Éste se le llevó consigo, esperando obtener un buen rescate. Según
sus biógrafos, el Santo no quiso aprovecharse de las limosnas enviadas, pagando
con ellas el rescate de otros muchos cautivos, aunque parece lo más verosímil
que el fanatismo y odio a los cristianos fueron los verdugos que dieron la
corona del martirio a P. P., que fue decapitado en 1300.
Culto. Empezaron a tributárselo los Reyes Católicos cuando en 1492
edificaron una iglesia en el Cerro de los Mártires (la torre donde estuvo
prisionero P. P.) en Granada. El card. Moscoso Sandoval, siendo obispo de Jaén
(1649-56) mandó restaurar la aureola de la estatua de P. P. e instruyó tres
procesos para su canonización; en el tercero (1655) dio un decreto permitiendo
su culto público, culto que le tributaban ya los mercedarios; esta sentencia del
prelado de Jaén la aprobó el papa Clemente X en 14 ag. 1670. Así recibió
canónicamente el título de Santo. Más tarde, en distintas fechas, se concedieron
y aprobaron oficios litúrgicos y misas para los mercedarios y diversas diócesis
como Valencia, Jaén, Granada y Toledo; después se extendió su culto a toda
España. Se celebra su fiesta el 6 de diciembre.
Escritos. Proceden de su época de cautiverio. Se nos conservan en un
códice del Vaticano y en otros de El Escorial. Escribió tres obras en lemosín:
destaca la Pequeña Biblia, llamada en el original Disputa del Bisbe de Jaén
contra los jueos sobre la católica; en ella están también los opúsculos sobre
personajes bíblicos auténticos y apócrifos, de los que hay versiones latinas e
italiana. En la Biblioteca Escurialense existen sus obras castellanas: el cód.
Viridario contiene varias: Glosa del Paternoster; Tratado de la Trinidad;
Tratado de los que dicen que hay fados el ventura, horas menguadas, signos y
planetas en que nacen los hombres; Disputa o Impugnación de la secta de Mahoma y
defensa de la ley cristiana. No se les dan títulos iguales ya desde 1901 que
publicó toda la producción literaria del Santo el P. Valenzuela.
BIBL.: Obras: ed. P. ARMENGOI. VALENZUELA, 4 vol. Roma 1906-08; íD, Biografía o vida de San Pedro Pascual, religioso de la Merced, obispo de Jaén y mártir glorioso de Cristo, Roma 1901 (en ella recopiló otras seis vidas que comienzan en 1600 y se repitieron sustancialmente hasta 1704); V. PASCUAL y BELTRÁN, en Anales del centro de Cultura valenciana, 5 (Valencia 1944) 82-97.
A. RUIZ GUTIÉRREZ.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991