N. en Florencia el 2 abr. 1566, en el seno de la familia Camillo di Geri de Pazzi-Maddalena María di messer Lorenzo Buondelte. Es bautizada el día siguiente en la iglesia de S. Juan Bautista con el nombre de Catalina. El 25 feb. 1574 entra en el convento de S. Giovannino dei Cavalieri para iniciar su educación. El 25 mar. 1576 hace su primera comunión y el 19 de abril del mismo año hace voto de virginidad. Desde el 14 de agosto hasta fines del año 1582 vive en el convento de las carmelitas (v.) de S. María de los Ángeles para conocer su Regla y forma de vida. El 1 de diciembre del mismo año entra definitivamente en este convento. El privilegio de comulgar diariamente que poseen estas religiosas influye decisivamente en Catalina Pazzi para escogerlo. El 30 en. 1583 viste el hábito con el nombre de María Magdalena y comienza el noviciado. Sucesivamente emite su profesión religiosa, y desempeña luego los cargos de Vicemaestra de novicias, Maestra y Superiora de la comunidad. Tras breve enfermedad m. el 25 mayo 1607. Es beatificada por Urbano VIII el 8 mayo 1626 y canonizada por Clemente IX el 28 abr. 1669. Su fiesta se celebra el 29 de mayo (en el calendario de la Orden el 25 de mayo).
      M. M. ha sido llamada la «santa de los éxtasis»; ciertamente es un caso singular en la hagiografía cristiana por la abundancia, intensidad y variedad con que tienen lugar en su vida estos fenómenos, que comienzan con el inicio de su vida religiosa; al principio, muy frecuentes, luego más espaciados. A esos fenómenos místicos extraordinarios (v.), se añaden terribles pruebas: enfermedades físicas, tentaciones, aridez espiritual, etc., que la santa acepta con gusto; suyo es el lema, en efecto, «pati, non mori» (padecer, no morir).
      Por mandato de su confesor y de la superiora de la comunidad dictó la relación de sus éxtasis (v.) que escribían las novicias y religiosas del convento y luego ella revisaba, corregía y aprobaba. Estas relaciones ocupan cinco manuscritos conservados en el convento de S. María de los Ángeles de Florencia. Sus títulos son: Libro de los cuarenta días, Libro de los coloquios, Libro de las revelaciones e inteligencias, Libro de la probación, Libro de la renovación de la Iglesia. Otra obra de la santa es: Ammaestramenti e avvisi, escrita para instruir a sus novicias.
      Doctrina. La forma en que fueron redactados los escritos de M. M. y su misma estructura hacen muy difícil una síntesis sistemática de su contenido, aunque tienen un profundo e irrompible nexo vital. El lenguaje en queestán escritos es irregular, eruptivo e incandescente, lleno de símbolos y de metáforas. EJ suyo es el lenguaje típico de los místicos. La espiritualidad de M. M. tiene una característica marcadamente trinitaria, cristocéntrica y mariana. La creación, dice, es obra de un consejo eterno de las Tres Personas y fruto de un «amor excesivo». La creatura se opuso a ese consejo y opuso el suyo contrario, intentando convertirse en Dios. Por esto perdió cuanto había recibido. Pero el inmenso amor de Dios no podía dejar a la creatura en ese estado, y por un nuevo consejo el Verbo, sometiéndose al Padre y con la concurrencia del Espíritu Santo, se hizo creatura, encontrando así el modo de «recrear» al hombre. Este consejo es el comienzo de la historia de la salvación en que la Virgen María tiene una parte importante. Pero el reencuentro de la creatura con el creador postula la colaboración del hombre, exige una transformación, para la que es necesario un «diluvio de lágrimas». El alma debe llegar a su propia «aniquilación» para llegar a unirse a Dios como Dios se «aniquiló a sí mismo para llegar al alma...». Así conseguirá el alma «transformarse en Dios».
      M. M. no creó una escuela ni un sistema doctrinal en el sentido técnico de estos términos. Pero su influencia fue muy grande, sobre todo en la espiritualidad del barroco. El punto culminante lo alcanza en las fechas inmediatas a su beatificación y canonización, 1626 y 1669. En el s. XVIII disminuye su influencia, pero nunca llega a perderse del todo. Es en Italia donde mayor irradiación produce su doctrina, pero alcanza a toda Europa.
     
     

BIBL.: V. PUCCINI, Vita de la Madre Suor Maria Maddalena de' Pazzi, Florencia 1609; Tutte le opere di S. Maria Maddalena d'Pazzi, 8 vol. Florencia 1960 ss.; ALBERTO DE LA VIRGEN DEL CARMEN, S. María Magdalena de Pazzi, vida, abras, doctrina, Madrid 1957; E. ANCILLI, Santa Maria Maddalena de Pazzi, Estas¡, dottina, inllusso, «Bibliotheca carmelitica» 4, Roma 1967; íD, María Maddalena de Pazzi, en Bibl. Sanct. 8,1107-1131; R. LóPEZ-MELUS, Magdalena, Roma 1966

ALBERTO DE LA SAGRADA FAMILIA.