MARGARITA DE ESCOCIA, SANTA
La infancia de M. está íntimamente ligada a las vicisitudes de la corona de
Inglaterra a mediados del s. xI. N. en Hungría en 1046; su padre, Eduardo, era
hijo del rey Edmundo de Inglaterra -y sobrino de S. Eduardo el Confesor-, que
había sido asesinado en 1016, y su trono usurpado por el danés Canuto. Los hijos
del rey Edmundo fueron enviados a la corte de Suecia, y de allí se refugiaron en
Hungría donde vivieron en el destierro (la madre de M., Ágata, era nieta del
emperador Conrado II y hermana de la reina de Hungría). Cuando Eduardo el
Confesor (v.) fue coronado rey de Inglaterra, hizo llamar al padre de M., al
parecer para nombrarle heredero, pues Eduardo no tenía hijos. Hacia 1056, M. y
su hermano Edgar llegaron con su padre a Inglaterra donde fueron recibidos con
todos los honores. Poco después, su padre murió, y el hermano de M. quedó como
uno de los presuntos herederos. Sin embargo, cuando murió Eduardo el Confesor en
1066, el trono fue reclamado por Harold, cuñado del difunto rey. Edgar, como era
aún joven y había vivido en el extranjero, no tenía suficientes seguidores para
hacer valer sus derechos, ni en contra de Harold ni en contra de Guillermo el
Conquistador, que derrotó a Harold en la famosa batalla de Hastings y tomó
posesión del trono de Inglaterra. Y así, de nuevo, temiendo la tiranía del
conquistador, Edgar y M. se refugiaron en la corte de Escocia (v. INGLATERRA II).
El rey de Escocia era entonces Malcolm III, a quien Eduardo había ayudado
a conquistar de nuevo su trono, en 1057, de las manos de Macbeth, el asesino del
padre de Malcolm. Éste se compadeció de M. y de su hermano, pues él también
había sufrido las ansiedades del destierro. Protegió a Edgar contra Guillermo y
se casó con M. en 1070 (v. ESCOCIA II). M. supo conquistar el corazón del rey
que era tosco, pero poseía buenos sentimientos, y de este modo influyó
grandemente durante su reinado. Los historiadores dan fe de cómo Escocia se
convirtió a partir de entonces en una verdadera nación en la que mejoraron la
religión y la justicia. Los súbditos estaban contentos y Malcolm III era
reconocido como uno de los más virtuosos reyes de Escocia. En todo ello influyó
la mano de esta santa reina y esposa que templó el carácter del rey e inspiró en
él sentimientos cristianos. En M. sobresalen sobre todo los dones de piedad y
sabiduría. Como reina supo dedicarse a los deberes de su cargo, con sus
múltiples responsabilidades, pero sin olvidar sus deberes para con Dios:
oración, mortificación y obras de piedad. Su fama traspasó las fronteras de su
reino, y su prudencia en el gobierno de asuntos privados y públicos, cuidado de
sus súbditos, y autoridad real, fueron celebrados junto con su piedad. Tuvo ocho
hijos -seis varones y dos mujeres- a los que educó cristianamente. Tres de ellos
fueron reyes contribuyendo a la organización del gobierno de Escocia y a la
reforma del clero siguiendo los cánones establecidos, en Roma (Barlow, o. c. en
bibl. 159). Una de sus hijas se casó con Enrique I de Inglaterra. M., como buena
madre, protegió a sus hijos de los peligros de la corte y buscó sabios y
piadosos preceptores. Ella misma vigilaba su progreso y les instruía. Bajo la
influencia y la inspiración de M., Malcolm construyó la catedral de Durham.
M. el 16 nov. 1093, unos meses después de su marido. Fue canonizada por
Inocencio IV en 1251, y en 1693 su fiesta fue trasladada por Inocencio XII del
16 de noviembre al 10 de junio. Sus restos y los de su marido fueron trasladados
a España en tiempos de Felipe II, quien construyó en El Escorial una capilla en
honor de S. M. Pero la cabeza, que había sido llevada a Edimburgo por María
Estuardo, fue luego a parar a Douai, donde se conserva en una urna da plata.
BIBL.: Acta Sanct. lunii, 11,324-331; 1. R. BARNET, Margaret of Scotland, queen and saint, Londres 1926; F. BARLOw, The Feudal Kingdom of England, 2 ed. Londres 1961, 1042-1216; A. BUTLER, The Lives of Saints, II, Londres 1926, 307-314; D. Mc. ROBERTS, Margherita di Scozia, en Bibl. Sanct. 8,781-786
RICHARD A. P. STORK.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991