LUCIANO DE ANTIOQUÍA, SAN
Iniciador de la Escuela teológica antioquena, las fuentes y testimonios sobre
él, no siempre claros ni concordantes, hacen oscuros algunos aspectos de su
vida. Según Eusebio de Cesarea (Historia ecclesiastica 8,13,2: PG 20,773), era
un sacerdote excelente en Antioquía. Llevó una vida continente, y era muy
versado en las disciplinas sagradas, sobre todo en la S. E. (Vita Lucían¡, ed.
Bidez, 187); revisó la traducción griega del A. T. de los Setenta según el
original hebreo (v. BIBLIA VI, 2). Sus discípulos, numerosos e insignes,
siguieron casi todos a uno de ellos, Arrio (v.), por lo que S. Alejandro de
Alejandría y S. Epifanio le consideran padre del arrianismo. Pero en cambio, S.
Atanasio, que tanto combatió a los arrianos, no le atribuye error alguno; y S.
Juan Crisóstomo (también alumno de Antioquía más tarde) pronunció en el a. 387
un famoso panegírico en el día de su fiesta (7 enero, cfr. PG 50,519-526).
Algunos de sus discípulos invocaron la autoridad de L., cuando ya era venerado
como mártir, para defender sus propias ideas arrianas (cfr. G. Bardy, Le simbole
de Lucien d'Antioche, «Recherches de science religieuse», 1912, 139-155 y
230-244). Sobre sus discípulos, aspecto doctrinal de su enseñanza, y algún dato
más de su vida, v. el art. sobre la Escuela teológica de Antioquía, en ANTIOQUÍA
DE SIRIA IV.
Envuelto en la condenación y deposición del obispo de Antioquía Pablo de
Samosata (v.), estuvo excluido de la comunidad durante el episcopado de los tres
sucesores de Pablo, y admitido de nuevo ca.285. En los primeros años del s. IV,
L. está preso en Nicomedia, después de haber defendido intrépidamente la fe ante
los perseguidores (Rufino, Hist. eccl. 9,6,3). Conducido a presencia del
emperador Maximino Daia, en el 312, expuso en una elocuente apología la doctrina
cristiana; por lo cual fue reducido a prisión, donde sufrió el martirio del
hambre. Es tradición que, atado con grillos, sin poder incorporarse, consagró el
pan y el vino que pusieron sobre su pecho, para tomar así la Eucaristía él mismo
y ser distribuida a sus hermanos en la fe. M. en Nicomedia, el 7 en. 312, día en
que la Iglesia lo recuerda en el Martirologio Romano.
V. t.: ARRIO.Y ARRIANISMO; ANTIOQUÍA DE SIRIA IV.
BIBL.: Fliche-Martin, 11,350 ss.; J. M. SAUGET, Luciano di Antiochia, en Bibl. Sanct., 8,262-265; G. BARDY, Lucien d'A., en DTC 1X,1024-1031; íD, Recherches sur S. Lucien d'A. et son École, París 1936; A. D'ALEs, Autour de Lucien d'Antioche, «Melanges de I'Université St. Joseph de Beyrouth» 21 (1937-38) 185202; A. MERCATI, Di alcune testimonianze anoche sulle cure bibliche de S. Luciano, «Biblica» 24 (1943) 1-17; H. RIEDMATTEN, Les Actes du procés de Paul de Samosate, Friburgo 1952, 110115; J. ZIEGLER, Hat Lukian den griech. Sir rezensiert?, «Biblica» 40 (1959) 210-229.
J. GUILLÉN CABAÑERO.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991