IGLESIA ORTODOXA I
Con el nombre de ortodoxa se conoce a la iglesia oriental bizantina que se
separó de la Iglesia católica romana en 1054, tras la excomunión lanzada en
Santa Sofía de Constantinopla por el Legado pontificio card. Humberto de Silva
Cándida, contra el Patriarca constantinopolitano Miguel Cerulario (v. CISMA II;
FOCIO; CERULARIO).
A raíz de su separación de Roma, se fue fragmentando en iglesias
autónomas, que han conservado la unidad doctrinal y de culto, pero no la de
jurisdicción. La razón última de esta subdivisión en iglesias independientes
estriba en el concepto episcopal-patriarcal nacido en Oriente acerca de la
estructura jurídica de la Iglesia, acoplado a la realidad política e histórica
de Bizancio. Esta concepción de Iglesia estatal se fue extendiendo desde la
Iglesia ortodoxa griega hacia los pueblos de raza eslava, culminando en el
pueblo ruso.
A continuación ofrecemos una panorámica de la situación actual de las
diversas circunscripciones ortodoxas haciendo referencia a la historia de cada
una de ellas.
1. Patriarcado Ecuménico de Constantinopla. Al separarse de Roma el
Patriarcado Ecuménico de Constantinopla se separaron con él todas las iglesias
pertenecientes a su demarcación jurídica, sin que se lograra la reunificación, a
pesar de los intentos de los Emperadores romanos de Oriente de la estirpe de los
Paleólogos (S. XIII y XV). Cuando cayó Constantinopla en poder de los turcos
(1453) éstos sometieron al Patriarca Ecuménico todos los territorios cristianos
del imperio conquistado por ellos. Constantinopla no sólo tenía una primacía
honorífica sobre los otros obispados orientales, sino también una primacía de
jurisdicción, a par con el rango político de la ciudad. Al disminuir la
importancia política decreció paralelamente su influjo eclesiástico, dando lugar
a un progresivo relajamiento de la unidad ortodoxa. Actualmente su campo de
influjo es reducido. Bajo su jurisdicción se hallan los ortodoxos del
arzobispado de la misma Constantinopla, junto con las metrópolis de Calcedonia,
Derki y los exarcados (u obispados muy lejanos de la sede patriarcal) de América
-donde se encuentra la parte más numerosa del Patriarcado- y de Europa
Occidental y Central (v. 8), incluyendo todo ello un millón y medio de almas
aproximadamente. Hay que añadir la república monástica del Monte Athos (v.), con
sólo 5.000 miembros, pero de un profundo influjo (V. t. CONSTANTINOPLA III).
2. Iglesia ortodoxa autocéfala de Grecia. Las comunidades de Grecia,
muchas de ellas fundadas por San Pablo, formaron la provincia eclesiástica de
Iliria y desde el s. IV estaban bajo la jurisdicción directa del Patriarcado de
Roma. A partir del a. 730 esta provincia pasó bajo la jurisdicción del Patriarca
Ecuménico de Constantinopla, implicándose con él después en el Cisma de Oriente.
Al concluir la guerra de liberación de Grecia del dominio turco en 1829, los
ortodoxos se constituyeron en iglesia autocéfala, separándose de la jurisdicción
del Patriarca Ecuménico de Constantinopla. Subordinada primeramente a la
autoridad civil, desde 1923 y por obra del arzobispo Crisóstomo Papadópolos, el
Santo Sínodo no se encuentra bajo el rey de Grecia, sino bajo el arzobispo de
Atenas, aunque su vinculación con el Estado sigue siendo estrecha. Cuenta hoy
con más de siete millones de fieles. A pesarde las dificultades y vicisitudes
por las que ha atravesado, la iglesia ortodoxa griega trabaja seriamente por la
elevación del nivel intelectual, religioso y moral de sus fieles (V. t. GRECIA
VIII).
3. Iglesia autocéfala de Chipre. De fundación paulina (ca. 45), desde su
emancipación respecto al Patriarcado de Antioquía a partir del Concilio de Éfeso
(a. 431), la iglesia de Chipre se vinculó íntimamente al Emperador romano de
Oriente. Dominada la isla por los árabes (s. VII) y conquistada por cristianos
occidentales (S. XII, Ricardo Corazón de León; S. XV-XVI, bajo dominio
veneciano), la iglesia chipriota fue sometida a una fuerte presión latinizante
que provocó la aversión contra Roma y contra todo lo occidental. La dominación
turca (a. 1571) eliminó ampliamente la vida religiosa cristiana, principalmente
al adherirse la iglesia de Chipre al movimiento general griego de liberación (a.
1821). En 1878 pasa la isla a manos inglesas. La iglesia ortodoxa se mostró a la
sazón favorable a la unión con Grecia, lo que desencadenó una serie de
persecuciones por parte de las autoridades inglesas. Después de un largo periodo
de sede vacante (193347) y tras el efímero gobierno eclesiástico de Leontios de
Palos, ocupó la sede arzobispal de Chipre Makarios III, defensor de la unidad (hénosis;
v.) con Grecia, a quien apoyan los arzobispos ortodoxos de Atenas y de
Alejandría. Cuenta con algo menos de medio millón de fieles, con un buen nivel
de observancia religiosa (v. t. CHIPRE III).
4. Patriarcado ortodoxo de Alejandría. Fundada, según antigua tradición,
por S. Marcos, era la más célebre sede de la antigua iglesia oriental y
comprendió hasta quince provincias eclesiásticas en Egipto, Libia, e isla de
Cerdeña. Se separó inicialmente de la unidad eclesiástica por el monofisismo (s.
VI). El Patriarcado que se mantenía en la fe recta estaba integrado
principalmente por inmigrantes griegos, afectos al Emperador (melquitas; v.),
pero se apartó definitivamente de Roma desde el S. XI, junto con el Patriarca de
Constantinopla. Durante la dominación mahometana el Patriarca ortodoxo hubo de
residir habitualmente en Constantinopla. A mediados del S. XVI se inicia una
mejora relativa de la situación que iría progresando hasta el S. XVIII, aunque
no se consolidaría hasta finales del XIX con el Patriarca Sophronios IV y sobre
todo en el S. XX con los Patriarcas Photios (m. 1925) y Meletios II (m. 1935).
Cuenta con unos 150.000 fieles en Alejandría, en Etiopía, en Alto Egipto, en
Trípoli, Sudán, Cartago y en el exarcado de América septentrional (V. t.
ALEJANDRÍA VII).
5. Patriarcado ortodoxo de Antioquía. Antes de su separación llegó a
contar con quince provincias eclesiásticas con 220 diócesis en una extensión que
iba desde el Éufrates al Nilo. Se fue desmembrando por las herejías de Arrio
(v.) y Nestorio (v.) y, sobre todo, por el monofisismo (v.) aceptado
principalmente en la Mesopotamia septentrional y en varios distritos cercanos a
Antioquía. En Egipto sólo permanecieron fieles a la fe recta los melquitas o
imperiales (empleados y oficiales bizantinos); en Antioquía, en cambio, se
adhirieron a la fe de la Iglesia, aunque también se separaron de Roma en el S.
XI. Por razón de la dominación y opresión turca, el Patriarca de Antioquía se
trasladó a Damasco (fines S. XIII). Como consecuencia de las persecuciones
turcas del pasado siglo se originó una nutrida diáspora, principalmente a
Norteamérica (75.000 fieles). En Siria, Líbano y Turquía el Patriarcado cuenta
con unos 300.000 fieles (v. t. ANTIOQUÍA V; SIRIA VII).
6. Patriarcado ortodoxo de Jerusalén. La más antigua comunidad cristiana
ha pasado por múltiples vicisitudes. Dispersada el a. 70 d. C. fue a reaparecer
logrando que su obispo fuera reconocido como metropolitano en el Conc. de Nicea
(a. 325) y como Patriarca en el de Calcedonia (a. 451). Destruida la ciudad
nuevamente por los persas (a. 614) y reconquistada por el emperador occidental
Heraclio (a. 630), cayó después en poder árabe (a. 637). El conquistador Omar
Chattab dejó en su cargo al Patriarca y la iglesia de Jerusalén pudo
desenvolverse en una relativa paz durante dos siglos. Los califas egipcios de la
dinastía fatimí (v.) pusieron brusco final a esta situación llegando a destruir
incluso la iglesia del Santo Sepulcro a comienzos del S. XI. Antes de la entrada
victoriosa de los cruzados (a. 1099) en la Ciudad Santa, el Patriarca se había
pasado al cisma de Cerulario. A la llegada de aquéllos el Patriarca ortodoxo se
estableció en Constantinopla hasta el a. 1187 en que fueron expulsados de
Jerusalén los occidentales. La dominación turca respetó la situación de este
Patriarcado. La mayor parte de los fieles del mismo son en la actualidad árabes
de los estados de Israel y de Jordania (v. t. ISRAEL IV; JORDANIA V).
7. El Patriarcado de Moscú. El cristianismo fue introducido en Rusia a
finales del S. X por obra del emperador Vladimiro, que se había hecho bautizar
en Constantinopla el a. 989 y había contraído matrimonio con la princesa
bizantina Ana, hermana del Emperador Basilio II. La ciudad de Kiev, con ayuda
del clero de Constantinopla, se constituyó en sede episcopal e incluso llegó a
ser metrópoli (a. 1035), pero permaneciendo durante seis siglos sólo como
sufragánea de Constantinopla. Esta vinculación con Oriente llevó a la iglesia
rusa a la separación de Roma con ocasión del cisma oriental. La larga dominación
mogólica (1240-1480), aparte de haber inyectado en el temperamento ruso,
generalmente apacible, venas de crueldad, influyó en el cambio de sede
metropolitana, que se trasladó de Kiev a Moscú, donde residía el príncipe ruso
que impuso su primacía, bajo la soberanía mogólica. La iglesia rusa fue, durante
este periodo de dominación mogólica, el aglutinante del pueblo ruso, aspirando a
independizarse del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, lo que verificó el
a. 1448, cuando el Patriarcado se negó a reconocer al metropolitano elegido por
el Sínodo ruso. La boda de un príncipe ruso (Iván III, 1505) con una princesa
bizantina (Sofía, nieta del último Emperador de. Oriente, Constantino XI),
favoreció la idea de que Moscú, al recoger la herencia de Bizancio, se
consideraba como tercera Roma, y representó un auge político y religioso para
Rusia. El 23 en. 1589 la sede metropolitana de Moscú fue elevada a la dignidad
de Patriarcado.
A partir de Pedro el Grande (1689-1725) tanto el pueblo ruso como la
iglesia rusa pasó por una larga fase de dictadura zarista hasta el 15 mar. 1917,
en que el zarismo y con él el Sínodo de la Iglesia rusa se vinieron abajo. Al
año siguiente el bolchevismo estableció la separación de la Iglesia y del Estado
y llevó a cabo una sangrienta persecución religiosa, reduciendo casi en un
ochenta por ciento los efectivos eclesiásticos: sólo 28 obispos, 5.665
sacerdotes y 30.000 diáconos quedaron a principios de 1941. Por razones tácticas
el gobierno soviético cambió su política antirreligiosa durante la II Guerra
mundial, permitiendo la elección de un nuevo Patriarca para Moscú (8 sept.
1943). Como resultado de esta nueva situación de relativa tolerancia, según
datos de 1955, el número de obispos había ascendido a 69 y el de sacerdotes a
32.000, habiendo sido restituidas al culto unas 25.000 iglesias en lugar de las
4.225 iglesias de 1941. Aunque la libertad religiosa otorgada por el gobierno
soviético no implique un cambio ideológico por parte del comunismo (v.), que no
sólo es ateo sino antiteísta, y sea además muy limitada y condicionada, ha
permitido que la iglesia rusa sea la única que muestre al ciudadano la
existencia de una actitud espiritual distinta del ateísmo y materialismo
dialéctico (V. t. UNIÓN SOVIÉTICA VI).
En el orden jurídico el Patriarcado de Moscú se ha ido anexionando
distritos ortodoxos de territorios que pasaron, a la dominación rusa como
consecuencia de la II Guerra mundial, imponiendo esta anexión incluso a
comunidades y diócesis católicas. La situación de las iglesias ortodoxas en los
países de régimen comunista ha quedado en esta forma:a) Países bálticos:
Iglesias ortodoxas de Estonia, Letonia y Lituania dependientes del Patriarcado
Ecuménico de Constantinopla, pero sometidas violentamente al Patriarcado de
Moscú en 1940. b) Katholikado ortodoxo cíe Georgia: El Patriarca de Moscú
reconoce su autocefalia o independencia teórica. c) Iglesia autocéfala de
Polonia: Reconocimiento teórico de la autocefalia, pero vinculación práctica a
Moscú, ya que el metropolita es ruso. d) Iglesia autocéfala de Checoslovaquia:
Aunque a consecuencia de la guerra perdió la mayoría de sus miembros, incorporó
a otros 300.000 de la diócesis eslovaca de Preusov. A más de ésta cuenta con
otras 3 diócesis: Praga, Olmütz y Maijailovee con un total de 314 parroquias. Su
situación es algo más favorable por una cierta protección del Estado. e) Iglesia
autónoma de Hungría: Sujeta a la jurisdicción del Patriarca de Moscú, quien le
otorgó la autonomía en 1949, es la Iglesia ortodoxa más reducida y cuenta con
60.000 fieles. f) Patriarcado de Rumania: Muy vinculado al de Moscú, aunque
jurídicamente independiente, abarca más de 12 millones de fieles y tiene una
situación similar a la iglesia ortodoxa en Rusia. g) Patriarcado de Bulgaria:
Constituido en 1953 (con la desaprobación del Patriarcado Ecuménico y de las
Iglesias de Grecia y Chipre) es el más reciente de los Patriarcados ortodoxos y
cuenta con unos 6 millones de fieles. h) Iglesia autocéfala de Albania: Con unos
220.000 fieles; se desarrolla en condiciones precarias bajo la persecución
bolchevique, con grave carencia de sacerdotes y con obispos mediatizados por el
comunismo. i) Patriarcado Serbio: Unidos desde el S. IX al Patriarcado de
Constantinopla, los serbios no fueron arrastrados por el cisma del S. XI, sino
dos siglos más tarde por la intervención del monje Sava Pasko, quien logró se
constituyeran en iglesia autocéfala. En 1355 fue elevada a la dignidad de
Patriarcado. Al fundarse el Estado yugoslavo (a. 1918) el Patriarcado se
estableció en Belgrado. Bajo el gobierno del mariscal Tito ha sido duramente
perseguida, si bien por diversas razones, sobre todo de naturaleza artística, el
Estado restaura algunos templos e incluso monasterios (V. t. ESTONIA III; LETO
NIA III; LITUANIA III; POLONIA VI; CHECOSLOVAQUIA V1; HUNGRÍA VI; RUMANIA VI;
BULGARIA V; ALBANIA V; YUGOSI-AVIA VI).
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F. MENDOZA RUIZ.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991