Movimiento religioso de origen protestante y americano, dirigido contra la
teología liberal (v.) y la ciencia moderna y, en especial, contra la idea
de la evolución. Los fundadores de ese movimiento adoptaron como base los
siguientes artículos fundamentales: la inspiración de la Biblia, el
nacimiento virginal de Cristo, la reconciliación por la muerte de Cristo,
los milagros, la resurrección corporal y la segunda venida de Cristo. El
deseo de fidelidad a verdades cristianas esenciales se une en el f. a una
actitud rígidamente protestante (de ahí su oposición a todo acercamiento
al catolicismo), a un neto intelectualismo fideísta y a un simplismo
teológico, del que forma parte el recurso a una interpretación no ya
literal sino literalista de la Biblia. Es un movimiento de carácter más
bien popular, aunque también influyó en otras esferas.
El F. tiene su origen en diversas conferencias bíblicas -sobre los
años 70 del siglo pasado-, pronunciadas cuando la fe cristiana se veía
ante la amenaza del darwinismo. El movimiento quedó consolidado con la
publicación de la obra en 12 tomos titulada The Fundamentals, A Testimony
of the Truth, 1910-1912, editada por A. C. Dixon y R. A. Torrey. La 1
Guerra mundial entorpeció transitoriamente la organización del f., pero el
clima bélico y el ambiente inmoral de entonces le dieron un nuevo impulso.
En 1918 se fundó la World's Christian Fundamentals Association, que
durante un decenio constituyó el núcleo básico del movimiento. El 1 jul.
1920, 7'he Watchman Examiner -semanario anabaptista- hizo un llamamiento a
una cruzada en favor de los fundamentalistas. El movimiento tenía dos
grandes fines: 1) la restauración del evangelio bíblico en las iglesias
americanas; 2) combatir la secularización del ambiente público en América.
Para conseguir el primer fin se hizo un serio esfuerzo de evangelización
entre los alejados de la fe. Y para dar un conocimiento más profundo a los
convertidos se pronunciaron conferencias bíblicas. Al mismo tiempo, los
fundamentalistas declararon una guerra sin cuartel al modernismo (v.).
Esto acarreó serias dificultades en todas las grandes corporaciones
reformadas (v.). Fue especialmente dura la lucha entre los baptistas (v.)
-opuestos desde siempre a la suscripción de una fórmula de fe- y entre los
metodistas (v.), los cuales acostumbraban a resaltar más la experiencia
religiosa que el consentimiento en sus 25 artículos. Surgieron partidos
ortodoxos y modernistas dentro de las diversas confesiones. Se fundaron
anti-revistas (p. ej., «The Christian Standard» contra «The Christian
Century») y anti-facultades, p. ej., el Northern Baptist Theological
Seminary contra la Divinity School en Chicago; y, entre los
presbiterianos, el Westminster Theological Seminary contra el Princeton en
Filadelfia. Entre los baptistas, hubo escisiones en el interior de los
sínodos existentes, e incluso algunos crearon una nueva iglesia
fundamentalista: The American Conference el Undenominational Churches.
Con el fin de impedir la progresiva secularización de la vida
pública, se hizo un esfuerzo en diversos parlamentos para que se aprobara
una ley que prohibiera bajo castigo el enseñar en las escuelas la teoría
de la evolución. Acaudillaba esta moción el noble William Jennings Bryan,
por tres veces candidato demócrata a la presidencia y ministro de Asuntos
Exteriores (con Wilson) hasta 1915. En jul. 1925 se llegó al famoso
proceso de los simios en Dayton, en el cual el maestro Scopes fue
condenado por haber tratado el tema de la evolución dentro de la enseñanza
escolar. Durante los años siguientes, los fundamentalistas desarrollaron
una lucha continuada contra reales o supuestas intromisiones de los
comunistas y de los judíos en los medios estatales y eclesiásticos.
Durante la II Guerra mundial, al principio, algunos directores del f.
adoptaron una actitud benévola con relación a Hitler (a causa de su
antisemitismo), llegando incluso a aplicarle pasajes bíblicos donde veían
profetizado al dictador como un mensajero de Dios. Pero la alianza con
Stalin les produjo serios quebraderos de cabeza, hasta forzarles a una
nueva exégesis.
El f. ha motivado la fundación de innumerables sectas pequeñas,
muchas de las cuales conceden gran importancia a la doctrina sobre la
santificación y sobre la segunda venida de Cristo (con tendencias
milenaristas; v. MILENARISMO). En 1952, la Revised Standard Version (V.
BIBLIA, VERSIONES DE LA), que ofrece un texto unitario de la Biblia para
todos los protestantes, provocó una decidida protesta de los
fundamentalistas. Estos se oponen también al movimiento ecuménico, por
supuestas tendencias comunistas (o masónicas), y catolizantes. En 1948,
como protesta contra la Conferencia mundial de iglesias (V. ECUMENISMO),
en Amsterdam, 55 pequeñas comunidades de 23 países -pertenecientes al f.-
se unieron en el International Council of Christian Churches.
La teología dialéctica (v.) satisfizo en parte a los
fundamentalistas por su renovación de muchos conceptos bíblicos (como el
de pecado y gracia), influyendo, p. ej., en Walter M. Horton y R. Niebuhr;
pero, por otra parte, la encontraron demasiado crítica con relación a la
Biblia y a la historia de Israel. En la actualidad, el f. no reviste gran
importancia, se reduce a ciertos grupos reaccionarios. El f. no ha
constituido un movimiento creador, sino, solamente una reacción contra
ataques reales o supuestos a la fe cristiana. Se caracteriza por una
marcada aversión a los métodos y resultados de las ciencias naturales y de
la investigación histórica. Influyeron en el f. motivos muy complejos, p.
ej., de tipo político-económico, e incluso, la contraposición entre la
inteligencia de la ciudad y la ignorancia campesina. Sin embargo,
prescindiendo de muchos detalles que bajo el prisma de nuestra mentalidad
actual ridiculizan un tanto al f., hemos de reconocer en él una fuerte
autoafirmación de la fe. Y el signo antirreligioso con que se presentó la
ciencia de finales del s. xtx, hace en parte comprensible y justifica la
reacción del f. Sin embargo, en este y en todos los casos, la
contraposición tenaz de una fe poco reflexionada a la razón no conduce a
nada positivo.
BIBL.: O. W. HEICK, Amerikanische
Theologie in Geschiehte und Gegenu,art, Breklum 1954, 95 ss.; art.
Fundamentalismus, en RGG 11,1178; E. C. VADERLAAN (ed.), Fundamentalismus
versus Modernism, Nueva York 1925; M. SHIPLEY, The upar on modern science,
Nueva York-Londres 1927; S. G. COLE, The History of Fundamentalism, Nueva
York 1931 ; E. A. WHITE, Science and Religion in American thought,
Stanford y Oxford 1952; N. F. FURNISS, The Fundamentalist Controversy
1918-1931, New Haven 1954; G. KENNEDY (ed.), Evolution and Religion,
Boston 1957; C. GlUSSANi, La teologia protestante en América, Barcelona
1965.
RAÚL GABÁS.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp,
1991
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