FILISTEOS, II. RELIGIÓN.


Las noticias que tenemos sobre la religión de los f. provienen en su mayor parte del A. T. Tanto sus dioses como sus prácticas de culto demuestran la total y rápida asimilación al ambiente cananeo que sufrió este pueblo de origen mediterráneo en Palestina. Como los israelitas el Arca, los f. llevaban sus dioses a las batallas (2 Sam 5,21) y depositaban en sus templos como trofeos el botín de guerra, bien sea armas (1 Sam 31,9 ss.; cfr. 21,10), bien el Arca de la Alianza (1 Sam 5,2). En el libro de los jueces (16,23 ss.), se describe una fiesta con sacrificios de acción de gracias a Dagón en Gaza (v.) La afirmación (Rahtjen) de que las cinco satrapías f. estaban confederadas en una anfictionía político-religiosa, no pasa de ser mera sugerencia.
      Panteón filisteo. El dios nacional Dagón tenía un templo en 'Asdód (1 Sam 5,1 ss.) y otro en Gaza (Idc 16,23). De la persistencia de su culto en la región filistea dan fe la inscripción fenicia de Esmunanasar, s. IV a. C., que llama a las ciudades limítrofes de Dor y Jaffa «tierras gloriosas de Dagón», y la destrucción de su templo en Azot ('Asdód) por Jonatán en el 146 a. C. (1 Mach 10,83). Según lo indica su nombre (hebreo dágán=trigo, grano) Dagón es el dios de la fertilidad del campo. El origen de este dios radica probablemente en la Alta Mesopotamia atestado como componente teofórico en la onomástica acádica del s. XXIV a. C. Cuando los f. se asentaron en la costa sur de Palestina en el s. XIII a. C., Dagón contaba ya con una larga vida en el panteón cananeo de donde lo tomaron (v. CANAÁN II). En los s. XV y XIV a. C. es venerado en Ugarit (v.) como padre de Baal (v.) y allí se le dedican un templo y dos estelas. En las cartas de El Amarna (s. XIV a. C.) aparece un príncipe del sur de Palestina (¿región filistea?) llamado Dagantakala, y prefilisteo es igualmente el topónimo Beth-Dagón (los 15,41), ciudad de Judá cercana a la llanura filistea.
      En Ecrón los f. veneraban a Baal Zebub (dios de las moscas), dios al que se le atribuían poderes sobre la salud (2 Reg 1,2 ss.); Zebub en este pasaje bíblico es probablemente una deformación irónica de Zebul, «príncipe», título dado en los poemas de Ugarit a Baal, el dios cananeo de las tormentas y el que ocupa un rango preeminente entre las demás divinidades. Igual grafía tiene en el N.T. (Mt 12,24.27 y paral.: Beelzebul, príncipe de los demonios).
      Los f. daban culto también a Astarot (v. ASTARTÉ), diosa cananea de la fecundidad, según 1 Sam 31,10 (el texto paral. 1 Par 10,10 corrige: Dagón! ). Su templo debió estar en Ascalón, pues Heródoto (1,105) dice que los Escitas saquearon en esta villa, ca. 630 a. C., el templo de Afrodita Urania o Atargatis, denominación siria tardía de Astarté (Diodoro, II,4). Y una inscripción de Delos (v.) recoge el voto de un piadoso ascalonita a la diosa Astarté de Palestina.
      Un ostracón egipcio de fecha próxima a la invasión f. habla de la diosa Anat venerada en Gaza, a la que los faraones envían ofrendas para su fiesta. «La virgen Anat» de Ugarit, diosa cananea de la guerra, hermana y esposa de Baal, es introducida en Egipto por los hicsos (v.), donde goza desde entonces de gran favor; implantado por ellos su culto en Gaza, es fácil que continuase vigente entre los filisteos.
      Horon (etimol.: el que está en lo profundo), dios de los infiernos, es una divinidad cananea conocida en los poemas de Ugarit que lo celebran como protector del hombre contra las fieras salvajes y en las inscripciones fenicias de los s. vtii y vii a. C. Horon (o Hauron) es conocido en Palestina antes de la llegada de los filisteos; aparece en el antropónimo hauranuabum (textos de Execración egipcios, s. XIX a. C.) y en el topónimo Beth-,Horon (los 10,10), ciudad de Efraím. Una inscripción de Delos del s. ii a. C. dice que Auronas (HHauron) es el dios de Iamnia, ciudad costera de Filistea, y un ostracón del s. viii a. C. encontrado en t. Qasile, emplazamiento costero vecino a Filistea señala: «oro de Ofir para byt hrn, 30 siclos»: Byt hrn deberá interpretarse aquí como «templo de Horon», no Beth Horon, la ciudad anteriormente mencionada. Que los f. diesen culto al dios Horon, es una hipótesis justificada: como en el caso de Dagón y Astarté, la veneración de este dios en la época helenística en la región filistea deberá remontarse al tiempo de los antiguos filisteos.
     
      V. t.: CANAÁN II.
     
     

BIBL.: M. DELCOR, Philistins, en DB (Suppl.); W. F. ALBRIGHT, Archaeology and the Religion of Israel, Baltimore 1942; M. J. DAHOOD, Ancient Semitic Deities in Syria and Palestine, Roma 1958; B. D. RAHTJEN, Philistine and Hebrew Amphictionies, «lourn. Near East. Stud.» (1965) 100 ss.

 

E. OLÁVARRI GOICOECHEA.

Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991