EDISON, THOMAS ALVA


Nacimiento y primeras vicisitudes. Inventor fecundo en diversas ramas de la técnica. N. en Milan (Ohio, EE. UU.) el 11 feb. 1847, de familia muy humilde, originaria de Holanda por su padre y de Escocia por su madre; sus abuelos habían emigrado por razones políticas. E. recibió instrucción primaria de su madre, antigua institutriz; mostró desde su infancia gran desenvoltura aunque primeramente escasa predisposición para los estudios. A los 12 años, para poder ayudar a su familia, se dedicó a la venta ambulante de periódicos en la línea férrea de Port Huron (Michigan), donde residía, a Detroit, en viaje gratuito en el furgón del tren, a la vez que admitía encargos como recadero. Mostró posteriormente curiosidad por la Física y la Química, si bien no llegó a adquirir conocimientos fundamentales; menor era su afición por las Matemáticas. Eran sobresalientes sus dotes de inventiva, laboriosidad y perseverancia, que fueron las características propias de toda su carrera. Sufrió adversidades en sus diferentes empleos, en los que no fue tenido como modelo de funcionario debido a sus constantes distracciones y preocupaciones inventivas.
     
      Inventor fecundo. Se colocó como telegrafista en la estación del ferrocarril de Port Huron, según se dice, gracias a la protección especial dispensada por el jefe de aquella dependencia, como gratitud por haber salvado E. a un hijo de aquél de ser arrollado por el tren. Imaginó pronto un sistema de transmisión automática de signos telegráficos, primera de sus invenciones. Más tarde puso a punto un sistema duplex de comunicación que permitía la transmisión simultánea de dos telegramas, uno en cada sentido. En 1868 se trasladó a Boston, donde inició la fabricación de los dispositivos de su invención, consiguiendo vender los derechos de patente de un registrador automático de cotizaciones bursátiles, que suponía perfeccionamientos notables de una máquina ya existente y que llamaron la atención del presidente de la Gold and Stock Telegraph Co., recibiendo la importante cifra de 40.000 dólares como precio. Este dinero le sirvió para montar en Menlo Park, en 1876, un laboratorio, donde trabajó con ahínco, lo que le valió pronto singular reputación técnica. Mostró facultades extraordinarias para mejorar realizaciones de otros y darles perfección y aplicaciones sugestivas.
     
      La invención que dio a E. la gran popularidad en su tiempo fue la del fonógrafo, partiendo de una primitiva máquina de registro de sonidos sobre la que, en perfeccionamientos sucesivos, consiguió el fenómeno inverso: la conversión de la huella del registro en sonido. Descubrió también el llamado efecto Edison, de la conducción termoiónica en el vacío, entre un hilo incandescente y una placa metálica separada, que fue la idea inicial para llegar a las válvulas (v. VÁLVULAS II, 2) utilizadas en las instalaciones de telecomunicación.
     
      Realizó con valor práctico de utilización la primera lámpara de incandescencia de alumbrado, con filamento de carbón (1879), gracias a su clarividencia de síntesis y aprovechando realizaciones anteriores en la materia. Diseñó los accesorios eléctricos apropiados para la utilización de las lámparas en el alumbrado doméstico, en sustitución del aceite y petróleo; con ello industrializó la luz eléctrica, con su prodigiosa posibilidad de distribución y haciéndola llegar a todos los hogares.
     
      La fama de E. le proporcionó un sinnúmero de ofertas de trabajos y ocupaciones en las técnicas más diferentes. La Automatic Telegraph de Nueva York le encomendó la adaptación de las líneas que tenía instaladas a las modalidades de los servicios, misión que cumplió brillantemente, introduciendo además otras mejoras de su propia iniciativa, como era la de obtener la impresión de los telegramas en tipos de letras alfabéticas, en lugar de hacerlo en los signos del sistema Morse (combinaciones de puntos y rayas).
     
      E. estuvo a punto de realizar en su tiempo de fiebre inventiva la telegrafía sin hilos, con motivo de sus experiencias de comunicación desde trenes en marcha con el exterior; su falta de preparación científica fundamental no le permitió ver los fenómenos en su verdadera naturaleza, pues consideró que la transmisión era producida por efectos de inducción cuando realmente se trataba de verdadera transmisión hertziana. Entre otras ideas felices tuvo las de mejoramiento de los mecanismos en las máquinas de escribir; perfeccionó los micrófonos con la introducción del electrodo de carbón; logró obtener hierro de ciertas arenas marinas y de determinadas rocas: realizó experiencias con figuras luminosas que fueron utilizadas para la puesta a punto del cinematógrafo; y hasta más de 1.300 patentes de invención fueron inscritas, basadas todas ellas en trabajos suyos.
     
      El Gobierno de su país, con motivo de la I Guerra mundial, en 1917, solicitó su ayuda y servicios encomendándole determinadas investigaciones y entre ellas la detección a distancia de la presencia de submarinos enemigos; terminada la guerra, se relacionó con Henry Ford para la obtención de caucho artificial.
     
      Honores y muerte. Entre los honores que recibió E.destacan el nombramiento de Comendador de la Legión de Honor francesa (1889), la admisión en la Academia Nacional de Ciencias de los EE. UU. (1927) y la Medalla de Oro del Congreso (1928). M. el 18 oct. 1931 en West Orange.
     
     

BIBL.: PUTMAN, Thomas AlBa Edison, Nueva York 1958; J. P. TEMPLE, Edison, el hombre, Barcelona 1952; M. L. MORALES, Edison, Barcelona 1957; 1. M. GALINDO, Thomas Alva Edison, en Forjadores del Mundo Contemporáneo, III, Barcelona 1960, 195203.

 

EMILIO NOVOA.

Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991