DOMINICANA, REPÚBLICA. HISTORIA DE LA IGLESIA.


La R. D. junto con la actual de Haití, llamada Española (Hispaniola en latín) desde Cristóbal Colón, fue el núcleo de la organización civil y eclesiástica del Nuevo Mundo durante los primeros decenios del s. XVI. Su historia está unida a todos los sucesos y personajes de relieve de las Indias españolas desde 1492 a 1560 aprox. Las primeras sedes episcopales, arzobispado, universidad, audiencia, elementos todos de primordial importancia en la América española, se vinculan a esta isla. Allí tuvieron lugar los primeros ensayos de la encomienda, de la esclavitud y de las campañas antiesclavistas de los dominicos, a los que pronto se unió el P. Las Casas (v.), primero como clérigo y luego como un miembro más de la Orden.
      Fray Bernardo Boyl, de la Orden de los mínimos en el momento de su actuación en Indias, fue el primer vicario o delegado de la Santa Sede en América, cargo que no prosperó luego a causa del Real Patronato de Indias. Llevó consigo algunos clérigos y religiosos en la segunda expedición de Colón, de tantas esperanzas y desengaños. Como Boyl no estaba preparado para aquella empresa ni para actuar con los castellanos en Indias, en circunstancias tan extraordinariamente especiales, regresó al poco tiempo en medio de una gran impresión de fracaso personal y colectivo. La administración espiritual quedó con ello maltrecha y a merced de los vaivenes tumultuosos de los primeros tiempos, descritos por Las Casas y otros historiadores contemporáneos, no menos que por los documentos oficiales.
      Santo Domingo (v.), capital y única archidiócesis de la actual R. D., conoció todas las esperanzas y todos los desencantos en este terreno. No se supo entablar el contacto entre los recién venidos y los indígenas sobre bases justas y equitativas, ni en lo referente a la cuestión social y política, ni acerca de la evangelización. Se introdujo el trabajo y diversas formas de esclavitud y encomienda; disminuyeron los indios y se sustituyeron por los traídos de otras islas o tierras vecinas y pronto por los negros. Los conquistadores iban y venían sin afincar definitivamente en La Española. Con esto se produjo el estancamiento en lo civil y en lo religioso.
      Hubo fundaciones de las principales órdenes religiosas desde el principio, pero sin mucho desarrollo en una población escasa, y así se explica que los obispos en sus informes ponderen el abandono y la ignorancia reinantes a fines del s. XVI y en tiempos sucesivos. Se fundó un seminario en 1603. Hacia 1640, había unos 12.000 hab. aprox. de origen español, a los que había que agregar unos 5.000 negros. Algunos años después se cuentan unos 40 sacerdotes diocesanos, incluyendo los 18 empleados en la catedral, y otros 40 religiosos de las tres órdenes (franciscanos, dominicos y mercedarios), con sólo dos conventos femeninos. En todo el s. XVII los informes eclesiásticos eran pesimistas, y sólo en el s. XVIII se inició una lenta mejoría religiosa.
      Breve historia de las diócesis más importantes. Fracasado el primer plan de episcopado americano, con un metropolitano y dos sedes sufragáneas en la isla (1504), porque no incluía la concesión del Patronato Real, se llegó el 28 jul. 1511 a conceder dos diócesis para Santo Domingo y una para Puerto Rico. Las sedes de La Española eran Santo Domingo y Concepción de la Vega, cuyos primeros titulares fueron fray GARCÍA de Padilla para Santo Domingo y Pedro Suárez de Deza para la Concepción. El primero murió antes de ser consagrado, mientras que el segundo llegó a la Concepción a fines de 1514 o principios de 1515. Propuso planes de evangelización y consolidamiento. En 1510 habían llegado los dominicos, como antes los franciscanos, y hubo una relativa mejoría espiritual. Se emprendieron misiones y expediciones. Alejandro Geraldini, elegido en 1516 y m. el 8 mar. 1524, fue el primer obispo efectivo de Santo Domingo. En 1528 se unieron las dos diócesis de la isla, y fue designado obispo Sebastián Ramírez de Fuenleal, trasladado a Tuy en 1538. El 1 feb. 1546 se decretó el cese de la jurisdicción metropolitana de Sevilla en Indias y la promoción a sedes arzobispales de Santo Domingo, México y Lima. La primera contaba con las sufragáneas de Puerto Rico, Cuba, Venezuela, Santa Marta, Cartagena y Comayagua. Cartagena pasó a Santa Fe en 1564 y Santa Marta en 1577. Con la independencia, perdió Santo Domingo sus diócesis sufragáneas, hasta que el 25 sept. 1953 se creó la nueva provincia eclesiástica de Santo Domingo, pero restringida a los límites de su república. Se erigieron las diócesis de Santiago de los Caballeros y La Vega, más la prelatura nullius de San Juan de la Maguana. El 1 abr. 1959 se erigió la diócesis de Nuestra Señora de La Altagracia en Higüey, con dos provincias civiles destacadas de la archidiócesis de Santo Domingo.
      Relaciones entre la Iglesia y el Estado. Desde la independencia han sido buenas en general. En las diversas Constituciones se ha reconocido a la religión católica como la oficial, aunque con libertad de cultos. Trujillo (v.) que tuvo el control del gobierno desde 1930 a 1961, continuó esa línea y llegó a firmar, el 16 jun. 1954, un Concordato, que entonces se juzgó favorable. La posterior oposición de algunos obispos y los abusos sociales denunciados llevaron a Trujillo a hostilizar a la Iglesia. Desde 1961 son buenas las relaciones. En 1935 se nombró un nuncio en la R. D. El seminario Santo Tomás de Aquino ha llegado a contar con más de 220 alumnos. Ha mejorado mucho la instrucción, con miles de nuevas escuelas. Dentro del clima de relaciones entre la Iglesia y el Estado, aquélla contribuye a la solución de los graves conflictos sociales, pero tiene escaso personal y recursos.
      Organización eclesiástica. Consta de una archidiócesis. y cuatro diócesis sufragáneas, cuyos datos (Ann. Pont. 1971) son los siguientes: Archidiócesis de Santo Domingo: 8.000 Km², 65 parroquias, 203 sacerdotes y 1.085.000 fieles. Diócesis: La Vega: 8.000 Km², 36 parroquias, 74 sacerdotes y 714.000 fieles; Nuestra Señora de La Altagracia en Higüey: 7.000 Km², 13 parroquias, 16 sacerdotes y 275.000 fieles; Santiago de los Caballeros: 21.000 Km², 37 parroquias, 87 sacerdotes y 1.025.000 fieles; San Juan de la Maguana: 14.200 Km², 29 parroquias, 48 sacerdotes y 545.000 fieles.
      Además de estos casi 4 millones de católicos hay en la R. D. unos 30.000 protestantes y varios centenares de judíos.
     
     

BIBL.: B. DE LAS CASAS, Historia de las Indias, Madrid 1957; J. G. GARCÍA, Compendio de la Historia de Santo Domingo, Santo Domingo 1893-1906; A. YBOT LEEN, La Iglesia y los eclesiásticos españoles en la empresa de Indias, en A. BALLESTEROS, Historia de América y de los pueblos americanos, XVI y XVII, Barcelona y Madrid 1954 y 1961; A. VALLELLANO, La Compañia de Jesús en Santo Domingo durante el dominio hispánico, Santo Domingo 1950.

 

LEÓN LOPETEGUI.

Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991