Vida. Pianista y compositor polaco; n. en ZelazowaWola el 23 abr. 1810 y
m. en París el 17 oct. 1849. Célebre a los nueve años como pianista e
improvisador. En 1830 sale de Polonia; en 1831 se instala en París, donde
residirá habitualmente frecuentando la alta sociedad. Recibe clases de
Kalkbrenner. Liszt (v.) es su amigo, intérprete e incluso biógrafo. Se
relaciona con Balzac, Heine, Berlioz y Delacroix. A los 25 años encuentra
a George Sand (v.). Durante una decena de años hay entre ellos amor y
protección maternal de ésta hacia Ch. enfermo. En 1838 va a Mallorca
buscando alivio a su salud, pero se agrava y regresa a Nohant. En esta
época compone lo mejor de su obra. Rotas las relaciones con su amante, Ch.
termina sus días en las dificultades de la pobreza y la enfermedad.
Realiza un viaje a Inglaterra, obtiene éxitos como virtuoso, pero al
volver a París no compone más. Cuando murió su corazón fue llevado a la
iglesia de la Santa Cruz de Varsovia y su cuerpo recibió sepultura en el
cementerio de Pére Lachaise.
juicio. Ch. crea siempre para el piano; incluso en aquellas obras,
muy pocas, en las que otro instrumento se le une, es aquél quien da
sentido a cuanto ocurre. En su música es interesante el sentido de la
ornamentación melódica y de la armonía; su genial intuición anticipa cosas
que serían normales en Wagner o en los impresionistas. Pocas músicas han
gozado de parecida popularidad; mientras se toque el piano, Ch. tendrá un
puesto privilegiado; sin embargo, sus valores musicales intrínsecos han
sido objeto de frecuente polémica. Los dos extremos de la discusión
podrían estar representados, de una parte, por Liszt: «Encerrándose en el
cuadro exclusivo del piano, Chopin, a nuestro entender, ha dado prueba de
una de las cualidades más esenciales a un escritor: la justa apreciación
de la forma en la cual le ha sido dado destacar, y sin embargo, este
hecho, por el que le reconocemos un justo mérito, dañó a la importancia de
su fama». De otra, Leibowitz: «Si Chopin ha sido el más genial de todos
los compositores - aficionados, ha sido también el más superficial y
aficionado de todos los genios». Se ha insistido en que la preocupación
instrumental de Ch. perjudicó sus valores musicales. Así, V. D'Indy señala
dos graves errores: 1) las tonalidades escogidas atienden más a las
exigencias de la digitación que a la lógica constructiva de la obra; 2)
son frecuentes los pasajes escritos pensando únicamente en el virtuosismo,
pero inútiles para el equilibrio de la composición. Según algunos, la
imperfección de la forma es evidente en las sonatas en las que se
encuentra ausente todo espíritu de construcción y coordinación de ideas. A
esta objeción responden otros diciendo que no se debe medir estas obras
con una unidad que es incongruente. (Cfr. A. de Salazar, Los grandes
compositores de la época romántica, 2 ed. Madrid 1958). Ch., como Schumann,
no acepta una reproducción servil de la forma clásica, que desde Beethoven
busca una transformación hacia una mayor unidad entre sus diversas partes.
Para Ch., las formas tradicionales permanecen sólo en cuanto marco
externo. Lo verdaderamente importante es el contenido: un mundo musical
completamente nuevo, original y de decisiva influencia para toda la música
romántica. No es adecuado separar sus valores pianísticos de los puramente
musicales intentando abstraer su obra del medio elegido para manifestarla.
Ciertamente es imposible adentrarse en Ch. sin servirse del piano, pero en
ello, precisamente, está su grandeza y su aportación a la música. Una
comparación con la obra de sus seguidores, Liszt, por ej., nos muestra la
diferencia fundamental entre la utilización del piano como puro
instrumento y su empleo por una necesidad netamente musical. Ello explica
la resistencia de Ch. a ser orquestado, lo que aparece como una cualidad
más en su favor. Los pasajes más pianísticos nunca son recursos fáciles o
convencionales. Las italianizantes ornamentaciones melódicas dejan en Ch.
de ser artificio para convertirse en necesario discurso musical.
Obras. Dos Conciertos para piano y orquesta. El op. 11 en mi menor,
comúnmente designado como primero, es posterior al op. 21 en fa menor. En
ambos la orquesta se limita a acompañar ligeramente al solista. Estudios:
Gran virtuoso del piano, sus estudios son obra fundamental, aún hoy, para
el conocimiento profundo de la técnica del instrumento. Fuerza de los
dedos, extensión, dobles notas, octavas, acordes, pasajes del pulgar,
juego polifónico, etc., son tratados y trabajados de forma inmejorable.
Con ellos inicia una forma musical que, por encima de sus valores de mera
gimnasia instrumental, alcanza la solución a cada problema técnico,
planteándolo en su misma esencia musical. Cuatro Baladas: Esta forma
adquiere en Ch. una nueva significación propia del romanticismo, más
próxima al poema sinfónico que a la balada medieval. Mazurcas, Valses,
Polonesas: Las populares danzas de Polonia y de Austria son estilizadas en
tres de sus más famosas colecciones. En las Polonesas el sentimiento
patrio de Ch. y sus acentos guerreros y heroicos bastan para destruir toda
una leyenda de música sentimental y blanda. Nocturnos: Tienen un
precedente en los de Field, creador de esta forma. Son el mejor exponente
de su italianizante ornamentación melódica. 24 Preludios: el op. 28, a
pesar del carácter de improvisación de estas pequeñas obras, constituye
una de las más bellas e interesantes composiciones de Ch. Tres sonatas: La
más clásica de las estructuras musicales es llevada al mundo de la
libertad formal y expresiva del romanticismo e incluyen algunas de sus más
populares páginas. Scherzos: Esta forma, que en las sonatas de Beethoven
alcanza su perfecta organización, se independiza en Ch. como obra
autónoma. Hay que añadir, entre las obras más características: Impromptus,
Berceuse, Barcarola, Tarantella, Variaciones, Allegro de Concierto, Rondós,
Tres Estudios, Dos Preludios, Fantasía en Fa menor. Música de Cámara:
Sonata para piano y cello, Trío para piano, violín y cello, y algunas
melodías.
Discografía: Estudios: Decca LX3091; Voz de su Amo ASDL 943,
Nocturnos: Voz de su Amo: LALP 604/5; Valses: Regal 33LCX--115; Baladas:
Voz de su Amo ASDL 913; Sonatas: Decca LXT 5452; Conciertos: RCA 3216040;
Preludios: Decca LXT 2837; Polonesas: Philis A02268L.
BIBL.: A. CORTOT, Ediciones de
Trabajo (para el estudio técnico de sus obras, especialmente de los
estudios); R. LAFFONT, Aspects de Chopin, 1952; F. LISZT, Chopin, Madrid
1964; -H. BIDOU, Chopin, París 1925; A. WEISSMAN, Chopin, Berlín 1912; E.
GAUCHE, Chopin, sa vie et ses oeuvres, París 1921; GIBERT, Chopin, vida y
obras, Barcelona 1919; SLONIMSKY, Chopiniana; some materials for a
biography, Nueva York 1948.
MANUEL CASTILLO.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp,
1991
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