Ensayista, periodista, crítico, poeta, polemista y novelista inglés;
converso y apologista del catolicismo. N. en Londres el 29 mayo 1874.
Estudió en la St. Paul's School, donde-obtuvo el premio Milton de poesía.
En 1891 pasó a estudiar arte en la Slade School y luego inició sus
actividades como crítico artístico y literario en la revista The Bookman.
Su primer libro, El caballero sin freno y otros poemas, apareció en 1900,
y al año siguiente publicó The Defendant (El demandado), colección de
artículos periodísticos en los que con una prosa original se ataca a los
pesimistas victorianos de fin de siglo, y se defiende el convencionalismo
de manera muy poco convencional, con lo que Ch. se ganó el título de
maestro en paradojas. Mientras tanto, Ch. inició su brillante y duradera
colaboración de «dimes y diretes» en el Illustrated London News. Y en 1925
funda el G. K.'s Weekly (El semanario de G. K.).
Ch. se autor de buenos ensayos y buenos versos, aun cuando estos
últimos arrastran casi siempre un lastre expositivo y doctrinal, y en los
primeros predomina el genio periodístico que busca el efecto del momento.
Dominó el humor y la «salida» inesperada y chocante, y cultivó el arte de
presentar lo usual con una luz insólita, dando nueva vitalidad a la
sabiduría popular, si bien su técnica se fue amanerando con el paso de los
años. Optimista por temperamento, se burlaba de las cavilaciones que
amargaban la vida de tantos de sus contemporáneos. Para él los métodos de
la filosofía y de la ciencia son arbitrarios, presentan un aspecto parcial
y desligado de la realidad, y preocupan tan sólo a quienes les confieren
categoría de forma exclusiva del conocimiento. Por el contrario la
sabiduría segura se halla en los valores de la tradición que superan el
subjetivismo puritano. La ligazón de esa experiencia es la religión,
posibilitada por la autoridad. La sumisión del individuo a dicha autoridad
fundamental constituye la verdadera libertad. En el aspecto
histórico-social, según Ch. la máxima armonía se alcanza durante la Edad
Media, cuando los gremios ofrecían un margen al sentimiento
individualista, en el marco corporativo sólidamente establecido sobre
bases espirituales.
En 1912 Cecil Chesterton, hermano de Gilbert K. Ch., funda con
Hilaire Belloc (v.) el semanario político «Eye Witness», que al
abandonarlo Belloc se convierte en el «New Witness» dirigido por Cecil.
Este muere en 1917 y Ch. pasa a dirigir la revista. Poco después Ch. se
convierte al catolicismo, en 1922, pasando a ser un apologista de su fe en
todos los terrenos, manteniendo constantes polémicas sobre el divorcio, la
disminución de la natalidad, la eugenesia, etc.
En su poesía, que muchos consideran lo mejor de su obra y que oscila
entre la retórica y el humorismo, destacan The baladd of the White Horse
(La balada del caballo blanco), 1911, donde finge referirse a la
Inglaterra del rey Alfredo; Collected Poems (1927); Wine, Water and Song
(Vino, agua y canciones, 1914); La balada de Santa Bárbara (1922) y
Lepanto (1929), obra genial de la poesía narrativa. En muchos de sus
poemas se atacan males ideológicos o sociales en un tono festivo, pero
firme. Sus ensayos abarcan un campo muy amplio y han contribuido
considerablemente a las críticas adversas de prolífico, excesivo,
efectista, contradictorio, rebuscado... Tm~elve Types (Doce tipos), 1902,
original y libre de posteriores amaneramientos, es una de las mejores
colecciones. Heretics (1905) y Orthodoxy (1908),son hitos notables de su
proceso espiritual. Tremendous Trifles (Tremendas bagatelas), 1909, y
What's Wrong With the World? (¿Qué va mal en el mundo?), 1910, muestran ya
una utilización intensiva de la antítesis y de la sublimación de lo
trivial. Otros títulos de ensayos y estudios incluyen A Miscellany of Men
(Una miscelánea de hombres), 1912; The New Jerusalem (1920); La
superstición del divorcio (1920); The Everlasting Man (El hombre
sempiterno), 1925; Hablando en general (1928), y Ensayos católicos (1929).
La mayoría de los críticos coinciden en valorar muy positivamente
las biografías de literatos y críticas de las obras de éstos que Ch.
inició con el excelente estudio Robert Browning (1903), llevó a un punto
muy alto con Charles Dickens (1906) y Appreciations and Criticisms of the
Works of Charles Dickens (1911), Y prosiguió con George Bernard Shauv
(1909), quien naturalmente no era de su gusto, William Blake (1910), The
Victorian Age in Literature (La época victoriana en literatura), 1913,
genial, llena de color y de opiniones discutibles, William Cobbett (1926),
Robert Louis Stevenson (1927) y Chaucer (1932). Carácter distinto tienen
las biografías de St. Francis of Assisi (1923) y St. Thomas Aquinas
(1933), en las que se ofrece una visión del cristianismo que rechaza la
unilateral idea espiritualista y platónica.
La novela es, con seguridad, la faceta menos afortunada de Ch.: The
Napoleon of Notting Hill (1904) trata de una imaginaria batalla en los
suburbios de Londres y se refiere al tema de los ideales gremios
medievales. Otros títulos son The Man who was thursday (El hombre que fue
jueves), 1908; The Ball and the Cross (La esfera y la cruz), 1914, con
alusiones al protestantismo y al catolicismo; Manalíve! (¡Hombre!), 1912,
y The Flying Inn (La hostelería volante), 1914. Más permanencia alcanzaron
la serie de novelas cortas del padre Brown, ascético sacerdote metido a
detective que utiliza un método verdaderamente anti-Sherlock Holmes, ya
que se basa, no en la exterioridad empírica de las pruebas materiales sino
en la comprensión del alma del delincuente, adquirida por el padre Brown
en el confesonario. Esta serie inimitable, que combina la intriga, el
crimen, la piedad y el buen humor, comprende los siguientes títulos: The
innocence of Father Brown (La inocencia del padre Brown), 1911; The wisdom
of Father Brown (La sensatez del padre Brown), 1914; The incredulity of
Father Brown (La incredulidad del padre Brown), 1928; The Secret of Father
Brown (El secreto del padre Brown), 1927; y The scandal of Father Brown
(El escándalo del padre Brown), 1935. Es también muy conocida El hombre
que sabía demasiado y otras historias (1922). Ch. intentó el teatro, sin
demasiada fortuna, con Magic (Magia), 1913, y The Judgment of Dr. Johnson
(1927). Tiene cierto interés el libro de viajes What I saw in América (Lo
que vi en América), 1922. M. en Beaconsfield el 14 jun. 1936.
BIBL.: G. K. CHESTERTON, Obras
completas, Barcelona 1952; fD, Autobiografía, Madrid 1959; M. EVANS, G. K.
Chesterton, Cambridge 1939; H. BELLOC, On the place of Chesterton in
English Letters, Nueva York 1940; M. WARD, Gilbert Keith Chesterton,
Londres 1944; íD, Return to Chesterton, Londres 1952.
RICARDO JORDANA.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp,
1991
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