Se trata de un fenómeno religioso, o mejor, un conjunto de fenómenos
rituales y mágicos con ciertos rasgos comunes y característicos. Se
encuentra principalmente, en Eurasia septentrional, anque también en otras
partes del mundo con formas, a veces, distintas; hay huellas de ch. en la
India antigua, en China, en Irán, en Asia Central y en los indios de
América, pero, sobre todo, abunda en los pueblos primitivos de Siberia.
Sin embargo, M. Eliade subraya que debe hacerse una diferencia entre las
religiones dominadas por los conceptos y las técnicas chamánicas y entre
aquellas en las que el ch. es sólo un epifenómeno. La palabra chaman tiene
su origen en la lengua de los tunguses de Manchuria y los rusos la han
introducido en la etnología; hay autores que la relacionan con la palabra
sánscrita, shramana (asceta) y se la encuentra en chino, sha-men.
El chaman es esencialmente un mediador entre el mundo invisible,
sobrenatural, lleno de espíritus y divinidades, y el mundo humano,
especialmente el de su tribu. El ch.no se enseña a cualquiera, sino que
requiere un don especial, la recepción de este don por el chaman, a veces
dolorosa, y en sus principios se acompaña de fenómenos psico-neuróticos.
Se pensaba que correspondía a enfermedades psicópatas o epilépticas. Los
estudios médicos han demostrado que tales afirmaciones no pueden
generalizarse. Después de la toma de posesión por los espíritus, que a
veces tiene un carácter dramático, el joven aprende su oficio en casa de
un chaman y recibe una iniciación y el conocimiento de las técnicas, los
rituales y las lenguas de los espíritus (v. ESPíRITU ii). El chaman puede
evocar a los espíritus del clan (v.) y, de esta forma, tiene un papel
importante en él. Los espíritus que ayudan al chaman pertenecen a diversas
clases: espíritus de la naturaleza; almas de chamanes; muertos,
antepasados, genios, dioses. No se trata de una posesión (v. PosEsos)
propiamente dicha, como se encuentra en África o en el espiritismo (v.)
moderno, sino más bien, de un estado especial en el que «el alma» del
chaman viaja por el reino de los muertos, por el cielo, por el mundo
inferior, por las aguas; -al contrario de la posesión, es libre y, una vez
despertado, cuenta sus viajes. Ernst Arbman define la sesión chamánica
como un estado de absorción autósugestiva que la psicología religiosa
llama trance. Además, el chaman es el dueño de los espíritus y no su
servidor, como expone U. Harva en sus trabajos. La sesión chamánica se
celebra en una tienda que se rodea de figuritas esculpidas en forma de
animales, de gran importancia en el ritual; se ha demostrado la estrecha
relación que existe entre el ch. y el mundo animal, lo que no debe
extrañar, ya que estos pueblos son cazadores. El chaman se viste con un
ropaje que evoca a una animal (pájaro, oso, reno) y utiliza un tambor,
elemento muy importante en el ritual; se le considera como a un ser
viviente, con poderes sobrenaturales, poseído por espíritus.
El chaman es el intermediario religioso entre el clan y los
espíritus; o bien envía su alma al mundo de los dioses, o bien se deja
inspirar por éstos, que entonces hablan por su boca. Sirve para conducir a
un muerto del clan a su morada, para curar a los enfermos, apartar las
desgracias colectivas, obtener la ayuda de los espíritus en las faenas de
pesca o de caza, adivinar el porvenir, apaciguar las tempestades, etc. El
ch. es, pues, un fenómeno complejo, religioso y social y tuvo una
importancia considerable en todas las sociedades primitivas; a veces, el
chaman llega a tener funciones sacerdotales propiamente dichas (v.
SACERDOCIO I). Ivar Paulson lo define como una especie de místico
primitivo y mago a la vez. V. t.: ÁFRICA VII; AMÉRICA VI; AVES IV; CABALLO
II.
BIBL.: A. CLOSS, Chamanismo, en
F. KÓNIG, Diccionario de las Religiones, Barcelona 1964, 331-335; M.
ELIADE, Le chamanisme et, les techniques archaiques de 1'extase, París
1951; U. HARVA, Les représentations religieuses des peuples altaiques,
París 1959; L. VAJDA, Zur phaseologischen Stellung des Schamanismus, «Uralaltaische
Jahrbücher», 31, Gotinga 1959; H. FINDEISEN, Das Schamanentrlm als
spiritische Religion, «Ethnos», 25,3-4, Estocolmo 1961; íD, Schamanentum,
Stuttgart 1957; 1. PAULSON, A. HULTKRANTZ y K. JETTMAR, Les religions
arctiques et linnoises, París 1965, 126-143, 280-285, 376-395.
J. ROGER RIVIÍ:RE.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp,
1991
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