Compositor ruso; n. el 7 mayo 1840 y m. el 6 nov. 1893. Su talento musical
se despertó desde pequeño, aunque no lo cultivó hasta bastante tarde.
Estudia Derecho en San Petersburgo y trabaja como empleado de Hacienda
entre 1859 y 1863, fecha en que dimite para estudiar con Anton Rubinstein
en el Conservatorio de San Petersburgo. En 1866 es nombrado profesor de
Teoría en el Conservatorio de Moscú. En 1873 estrena su primera ópera,
Eugenio Oneguin, con texto de Pushkin, pero el fracaso y en especial la
desaprobación de Rubinstein, le hacen desistir del camino operístico, que
no reemprenderá hasta el final de su vida. De carácter tímido y nervioso,
toda su vida se vio marcada por trastornos de este tipo. Su matrimonio en
1877 apenas duró unas semanas, tras las que fue disuelto, marchando el
compositor al extranjero protegido por Mme. von Meck, una rica admiradora
a la que jamás vio ni habló, pero que le protegió económicamente hasta
1890.
Desde 1888 gozó de una pensión del zar y vivió alternativamente con
su hermana o en las propiedades de Mme. von Meck, cuando ésta se hallaba
ausente. A partir de 1887 se presenta como director de sus propias obras
en Rusia y en las grandes ciudades europeas. Murió a causa del cólera
contraído por beber agua infectada.
De una manera casi increíble, los críticos occidentales se han
mantenido hasta hace poco empeñados en demostrar el universalismo
germanizante de Ch. frente al nacionalismo de Glinka y los Cinco. Sin
embargo, Ch. no sólo es el más importante de los músicos rusos, sino
también el más ruso de ellos, aunque en raras ocasiones utilizara el
folklore. Hoy día los rusos le consideran como su autor nacional por
excelencia. Heredero del sinfonismo germánico, lo transforma y asimila,
inyectándole una sentimentalidad rusa y una orquestación esplendorosa y
moderna que por primera vez no tiene influencia alemana. Aunque a veces su
desequilibrio anímico se trasluce en su obra y tiene pasajes blandos o
triviales, las mejores páginas de Ch. es cuentan entre lo más escogido de
la música europea.
Entre las obras de Ch. cabe destacar las destinadas al teatro, y
entre ellas las óperas, a pesar del relativo poco éxito que en su vida
gozaron. Eugenio Oneguin y La dama -de Pique, de 1879 a 1890
respectivamente, muestran con amplitud el talento musical del compositor.
Mucho más célebres, aunque no siempre mejores, son sus ballets, entre los
que descuella Cascanueces, obra verdaderamente perfecta, de una cristalina
orquestación, y que influirá notablemente en la Petrushka de Strawinski.
Muy conocidos también son El lago de los cisnes, clásico del ballet
blanco, y La bella durmiente. Entre su producción sinfónica contamos seis
sinfonías de las que sólo se ejecutan normalmente las tres últimas, la
Cuarta Sinfonía en f a menor, algo menos conseguida orquestalmente que
otras piezas del autor, data de 1877. La Quinta Sinfonía, escrita en 1888,
es probablemente la más perfecta de las suyas, aunque cede en popularidad
ante la Sexta Sinfonía en si menor, llamada Patética, favorita de los
públicos a pesar de cierta morbosidad de contenido. Entre los conciertos
destacan los dos Conciertos para piano, de los que el primero, en si bemol
menor, es el más conocido pese a ser mejor el segundo, en sol mayor. Su
Concierto para violín y orquesta en re mayor, escrito en 1878, encontró
muchos obstáculos para su estreno, pues las grandes dificultades técnicas
asustaron a los divos de la época, que lo declararon inejecutable. Hoy es
pieza obligada del repertorio violinístico. Del resto de su producción
sinfónica cabe destacar la obertura-fantasía Romeo y Julieta. Menos
afortunados son otros poemas sinfónicos como Hamlet, Francesca da Rímini o
el popular Capricho italiano. Tampoco lo es una de sus obras más famosas,
la Obertura 1812, escrita para conmemorar el aniversario de la campaña
rusa de Napoleón. Entre la música de cámara se ha popularizado la Serenata
para cuerdas.
BIBL.: I. STRAWINSKY, Poética
musical, París 1935; M. R. HOFFMANN, Tchaikowsky, París 1959.
TOMÁS MARCO.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp,
1991
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