BIBLIA
Arte
LA BIBLIA EN EL ARTE. Desde el
punto de vista artístico la B. ha ocupado un destacado lugar en el arte
de muchos siglos.
Además de inspirar la B. la mayor parte de los monumentos
románicos y góticos, en las miniaturas (v.) del s. X encontramos
vestigios muy anteriores. La B. de S. Millán de la Cogolla de la R. A.
de la Historia y el Salterio de la' catedral de León son copias de
manuscritos del s. vil verificadas en el X y XI. El arsenal bíblico de
los ms. llamados «beatos» (de Beato de Liébana, v.) es incalculable,
muchas de sus páginas miniadas son hoy motivo decorativo, y sumamente
expresivo, de las B. modernas, dentro de su ingenuidad y arte; en los
Comentarios al Apocalipsis de Beato destaca la miniatura de tema
escatológico acompañado de tradición veterotestamentaria: Árbol de
Nabucodonosor, Visión del Cordero, Arca de Noé, etc. Toda esta miniatura
es debida a una escuela cuya impronta se deja sentir en Biblias,
Antifonarios y' libros de gran difusión monástica de las que nos queda
muy poco; los beatos y B. catalanas dan pie para pensar en una escuela
norteafricana, similar a la andaluza. El más bello códice conservado de
trazo bíblico es el Pentateuco de Ashburnham (Bibl. Nacional de París),
hecho bajo el influjo de las corrientes artísticas de Persia y Bizancio.
Hasta el s. xiv se empleó para estas bellísimas obras solamente el
pergamino. La letra utilizada hasta el s. xi es la visigoda; luego bajo
el influjo de las escuelas de Carlomagno y de sus conquistas se impondrá
la hermosa caligrafía carolina. Conservamos una B. anterior al s. x: la
B. de León escrita por Sancho y Florencio en el 960 y profusamente
historiada.
Una de las series más importantes dentro de la miniatura medieval
la constituyen el Apocalipsis de S. Juan y la Profecía de Daniel
redactado ca. el 784 en S. Toribío de Liébana por Beato (v.), monje de aquella abadía. La difusión de
sus copias alcanzó Francia, Italia, y Alemania; hay siete copias del s.
x, siete del xI, nueve del ni, y dos del xvi. Las miniaturas de los
beatos son de estilo exuberante y audaz y están dentro del tipo
mozárabe. Es también muy importante la escuela catalana, simultánea á la
miniatura mozárabe. Las B. de Ripoll (Vaticano) y Roda (París) son los
ejemplares más profusamente ilustrados de la Edad Media; la miniatura de
estos libros tendrá su eco en la escultura de la época, como en las
portadas de Ripoll y Moissac. Entre los s. xi y XII decae la miniatura
mozárabe y comienza en Castilla también la carolingia junto con su
escritura; ejemplo la B. de Burgos. Hay otras B. de esta época no menos
interesantes: B. de León de 1162 (S. Isidoro), B. de Ávila, etc.
Alfonso X el Sabio (v.) introduce la escritura gótica. A la vez
que las Cantigas, se pintan y escriben en los monasterios textos
bíblicos de escritura descuidada y colores tipificados, pero de gran
valor. De esta época es la B. de Uclés inédita y curiosísima, copia de
miniaturas carolingias y mozárabes ya muy tardías. En Castilla en el
primer tercio del s. xv tenemos un ejemplar de incomparable valor: la B.
de Alba, traducida por Mose Arrajel de Guadalajara (v. vi, 9A,
castellanas 1), que parece ser trabajo en colaboración; se aparta de la
iconografía habitual y tiene un acusado realismo; se encuentra en los
últimos pasos de la miniatura castellana. Samuel Bergo nos dice que
dentro de la decoración de B. no se ha producido cosa similar a la B.
I13 de El Escorial; el maestro de esta joya es Pedro de Toledo de
escuela andaluza.
Sin embargo, la proyección de la B. no se acaba en el arte de la
miniatura.
Todos los museos del mundo tienen un patrimonio más o menos
abundante de cuadros y creaciones emanadas de esa fuente inagotable. En
particular el Mus. del Prado parece en muchas ocasiones una B. abierta
al color y la perfección de la imagen escriturística, de tal manera que
podemos recorrer en los cuadros todo el sentido del texto sagrado. Y es
que los artistas no en vano bebieron en los raudales de la fuente de
inspiración del cristianismo.
El Génesis nos lo pinta P. Brueghel, en su escena del Paraíso.
Franck el Mozo nos dará la escena del Pecado. Bayeu la reconvención por
el mismo. Rubens y Tiziano reiteran los mismos temas con su particular
movimiento y colorido. Noé tiene en los Bassano maravillosas escenas
antes y después del Diluvio. Tiépolo nos pintará el paso de Los Ángeles
con Abraham. En Ribera encontramos el sueño de Jacob. José ocupa un
lugar destacada en las pinturas de Castillo y sobre todo en uri lienzo
del Tintoretto. Los reyes de Judá, David y Salomón, serán representados
magistralmente por Rubens y Caravaggio. Rembrandt es también uno de los
aficionados al tema bíblico; sus mejores temas: Jesús arroja a los
mercaderes del Templo, Ecce Homo, Crucifixión. Cada uno de los libros
del A. T. tendrán una mano maestra que retrate a sus personajes: Judit,
Tobías, evocan los lienzos de Rubens y Tiziano y los de otros muchos
pintores. Miguel Ángel en la capilla Sixtina es un narrador mudo de la
S. E., allí nos hablan el color y el movimiento de profetas y sibilas en
cuadros y personajes imponentes. Los profetas, los apóstoles, los santos
del N. T., netamente bíblicos, hallan también cuidadosa y particular
acogida por los mismos pintores, y en tal manera que la B. formada por
todo ese patrimonio artístico jamás podría ser igualada por el arte más
ambicioso. V. t.: MINIATURA.
F. SAGREDO FERNÁNDEZ.
BIBL.: J. D. BORDONA, Catálogo de la Exposición de Códices miniados españoles, Madrid 1929; J. GUERRERO LoviLLo, Miniatura Gótica Castellana, Madrid 1956; Museo del Prado, Catalogo, Madrid 1956; W. NEuss, Die Katalanische Bibel Illustration... und die Altspanische Buchmalerei, BonnLeipzig 1922; H. CORNELL, Biblia pauperum, Estocolmo 1925; V. POLENTINOS, Biblia pauperum, en' Enc. Bibl. 1,11901191; J. D. STEFANESCU, Iconographie de la Bible, París 1938; L. DE BRUYNE y E. LAYAGNINO, La Biblia nell'Arte, en Enciclopedia Cattolica, II, Vaticano 1949, 15801587; M. VLOBERG, La Biblia en el arte, en A. RoBERT y A. TRICOT, Iniciación bíblica, México 1957; A. M. ROMANINI, Bible cycles in art, en New Catholic Encyclopedia, 2, Nueva York 1967, 524532.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991