BARAQUÍAS
Categoría: Religión No Cristiana
En hebreo Berekyáh o Berekyáhú
abreviación de yeberekyáhú, «Yahwéh bendice», es nombre de diversos
israelitas: 1. Un hijo de Zorobabel (v.) (1 Par 3, 20). 2. Un levita,
padre de Asaf, del tiempo de David (1 Par 6, 24; 15, 17). 3. Un levita,
hijo de Asá, de una aldea de Netopat (1 Par 9, 16). 4. Uno de los cuatro
levitas santificados para llevar en hombros el Arca de la Alianza en el
reinado de David (v.) (1 Par 15, 23). 5. Uno de los jefes de la tribu de
Efraín, bajo el reinado de Pecaj en Israel (2 Par 28, 1215). 6. Un hijo
de Mesezabel y padre de Mesulam, que tomó parte en la restauración de
los muros de Jerusalén a la vuelta del destierro babilónico (Neh 3,
4.30; 6, 18). 7. Padre de un tal Zacarías tomado como testigo por Isaías
en uno de sus vaticinios (Is 8, 2). 8. Padre de Zacarías (v.), uno de
los 12 profetas menores (Zach 1, 1.7). 9. El padre de Zacarías, del que
dice Jesús que fue muerto «entre el templo y el altar» (Mt 23, 35),
pasaje sobre el que se discute mucho y al que nos referimos aquí. No
parece dudoso que Jesús se refiera a Zacarías, hijo del sacerdote Yóyada,
lapidado por orden de Joás, rey de Judá (836797), en el atrio de la casa
del Señor, que gritó al morir: «Vea Yahwéh y Él lo requiera» (2 Par 24,
22), evocando el grito de la sangre de Abel contra Caín (Gen 4, 10).
Aunque un siglo más tarde se mencionara el nombre de otro profeta,
Urías, al que el rey joaquim (608598) hizo degollar (ler 26, 23), pudo
Jesús referirse a la historia del pueblo judío entre Abel y Zacarías,
unidos por sus sangres clamando venganza. El hecho de que se considerara
B. padre de Zacarías ha dado pie a la conjetura de que Yóyada llevara
también este nombre. Lo más probable es que se trate de una glosa
explicativa, introducida por algún copista, que confundió al hijo de
Yóyada con el profeta Zacarías (Zach 1, 1). Ya S. jerónimo notaba que en
el evangelio apócrifo de los Nazareos se leía «hijo de Yóyada», en lugar
de B. (PL 26, 174), faltando este nombre en el códice Sinaftico, en el
lugar paralelo de S. Lucas (Lc 11, 51) y en los escritos rabínicos y
talmúdicos relacionados con este episodio (cfr. H. L. Strack P.
Billerbeck, o. c. en bibl.).
Hay, en cambio, otro asesinato en el templo, relatado por Flavio
Josefo, en el que algunos han pretendido indebidamente ver reflejado el
pasaje evangélico: «Los zelotas y los idumeos se hartaron de dar muerte
a los habitantes... Proyectaban asesinar a Zacarías, hijo de Baruk, uno
de los ciudadanos más eminentes... Compareció Zacarías ante ellos
acusado de traicionarlos con los romanos y de haber mandado llamar a
Vespasiano... Zacarías se percató de que no podía salvarse..., y se
atrevió a hablar con entera franqueza... Los setenta jueces sentenciaron
que el culpable era inocente, prefiriendo morir con él a que se les
achacase después la culpa de su muerte. Los zelotas se levantaron
enojados contra los jueces... Los dos más atrevidos acometieron a
Zacarías y le mataron en medio del templo...» (Las guerras de los
judíos, IV, 5, 4, Barcelona 1952, 198). Si la referencia a este
asesinato queda totalmente excluida por la cronología y la fidelidad
histórica del evangelista, la sugerencia de que sea la muerte de
Zacarías, relatada en el libro de las Crónicas o Paralipómenos, el
último atentado consignado en la historia bíblica indica indirectamente
que los judíos, en tiempo de Jesús, consideraban ya cerrado el canon (v.
BIBLIA II) del A. T. con dicho libro.
J. PRADO GONZÁLEZ.
BIBL.: E. IACQUIER, Barachie, en DB 1, 1447; H. L. STRACKP. BILLERBECK, Komentar zum Neuen Testament aus Talmud und Midrasch, Munich 1922, I, 94043; M. DE TUYA, Biblia comentada, II, Madrid 1964, 512 ss.; S. DEL PÁRArno, La Sagrada Escritura. N. T., II, Madrid 1964, 248.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991