Llamado así para distinguirlo de Arnobio de Sicca. Semipelagiano. No se encuentra en la Antigüedad cristiana testimonio explícito sobre él. A. mismo se sitúa entre los monjes «sanetos et nonnos» (Commentarii in Psalmos: PL 53, 552). Más que galo, parece de origen africano. Posiblemente llega a Roma entre los a. 428-432, quizá huyendo de la invasión de los bárbaros. Es cierto que habitaba en esta ciudad alrededor del a. 450, manteniendo buenas relaciones con la alta sociedad. El título de obispo que le otorgan algunos manuscritos tal vez sea fantasía de copistas.

Obras. Bajo su nombre nos llega Commentarii in Psalmos, una explicación alegórica a los Salmos donde combate la doctrina agustiniana de la gracia. Parece que deben atribuírsela además las siguientes obras: Expositiunculae in Evangelium (Pequeños comentarios al Evangelio), informe colección de escolios a los evangelios de S. Mateo, S. Lucas y S. Juan. Conflictus Arnobii catholici cum Serapione Aegyptio, llamado también Monomachia adversos haereses diversas, relato de un coloquio de dos días tenido en Roma entre Serapión, partidario de la Cristología de Eutiques y A., que se vanagloria de ser el portavoz de la Santa Sede, y donde se muestra acérrimo defensor de la Cristología de S. Cirilo de Alejandría ; G. Morin atribuye esta obra a A. por las analogías existentes con los Commentarii. Libro a Gregoria, escrito ascético dirigido a una dama romana consolándola en su infeliz matrimonio; S. Isidoro de Sevilla (De viris illustribus, 19: PL 83, 1093) lo atribuye a S. Juan Crisóstomo. Praedestinatus (El predestinado), tratado en tres libros descubierto por J. Sirmonden un manuscrito de la biblioteca de Reims y publicado bajo este título en 1643; G. Morin lo atribuye a A. por el parentesco de contenido y estilo con las obras citadas; es necesario tener presente que, si bien existe parecido entre Praedestinatus y Commentarii, no se ve tan clara la unidad de estilo y contenido entre Praedestinatus y Monomachia.

La fecha de composición del Praedestinatus es posterior al a. 432, ya que en esa fecha había muerto el papa Celestino (PL 53, 585) y se cita la herejía de Nestorio como condenada. No es posterior al a. 451, ya que no se cita la condenación de Eutiques. Tal vez deba situarse en el pontificado de Sixto III (432-40) y no en el de S. León (440-61). El papa Sixto fue mucho más blando con el pelagianismo que S. León I Magno, y él mismo, siendo sacerdote en Roma, se mostró favorable a los pelagianos (S. Agustín, Epistola 194: PL 33, 874). Su subida al pontificado pudo parecer el momento para lanzar esta obra de contenido semipelagiano. El autor, en un pequeño prólogo, da la razón de la misma: bajo el nombre de S. Agustín se están propalando graves errores sobre la predestinación que es necesario descubrir. La obra consta de tres libros: el primero es una historia de las herejías plagiada del De Haeresibus de S. Agustín, añadiendo dos nuevas herejías: nestorianismo y predestinacionismo. El libro II se presenta como transcripción de una obra puesta en circulación bajo el nombre de S. Agustín por la herejía de los Praedestinati. Contiene graves errores: predestinación absoluta al cielo y al infierno, negación de la voluntad salvífica universal. El libro a que alude el autor nos es totalmente desconocido y no se encuentra citado en la literatura cristiana del s. V. El libro III va destinado a refutar la doctrina del Seudoagustín, defendiendo posturas pelagianas y semipelagianas: niega la gracia interior y el pecado original en tanto que reatus.