Analogía
Biblia


La palabra significa «semejanza» o «relación» y, desde el punto de vista de la capacidad y actividad cognoscitiva del hombre, es una de las ideas filosóficas y teológicas más profundas y de más ricos resultados. La realidad de -> Dios, las verdades de la fe cristiana y hasta la realidad fundamental humana sólo se pueden comprender «analógicamente»; no se puede obtener una visión directa ni a partir de la experiencia (conocimiento empírico) ni a partir del pensamiento conceptual (reflexión). Sólo son experimentables —y por tanto conceptualmente concebibles— las cosas singulares, las propiedades, los objetos, las cualidades externas, etc. (= el «ente»). Pero la esencia y el sentido del todo (= el «ser») sólo son accesibles por encima del ente, nunca directamente y "en Sí» (-> Misterio). En consecuencia, todo discurso sobre Dios, p. ej., topa con un límite decisivo, del que siempre se debe estar consciente. Si, con todo, se hacen afirmaciones sobre Dios (o el mundo, la persona humana, etcétera) esto sólo tiene sentido y sólo es posible bajo el presupuesto de la estructura analógica del ser y, respectivamente, del pensar. Si partimos de esta estructura fundamental del conocimiento humano, obtendremos las siguientes conclusiones:

  1. Los modos de hablar simbólicos, o a través de imágenes, tienen validez permanente en el ámbito religioso. Las comparaciones y -> parábolas bíblicas transmiten intuiciones irremplazables de la realidad de Dios. En su interpretación (-> Desmitización, -> Historia) y, respectivamente, en la «traducción» del contenido propio de este lenguaje figurado (-> Hermenéutica, -> Intención, -> Kerygma) compete a la investigación crítica una función fundamental, pero el papel del -> lenguaje en imágenes sigue siendo insustituible.

  2. El método del pensamiento deductivo, que de lo conocido y experimentable pasa a lo desconocido e inaccesible a la experiencia, está justificado, desde un punto de vista crítico, con la condición de que los resultados se entiendan no como conocimientos adecuados (prueba, definición), sino como experiencias límite, que sólo se pueden como tantear.

  3. Una mentalidad antropológica (-> Antropología), que parta de categorías personales, está en una posición excelente para abrir un camino hacia el encuentro y, respectivamente, el conocimiento de Dios. Por este camino resulta posible pensar, de una manera lógicamente responsable (analógicamente), tanto la realidad de Dios como la estructura trascendente del hombre y del mundo. -> Posibilidad, -> Comprensión de sí mismo.