Abominación y desolación
Biblia
En el discurso de Jesús al subir a Jerusalén para
celebrar la pascua (Mc 13), se habla de la «abominación de la desolación» como
señal anticipada de la ruina y destrucción ya inminente del mundo. Con esta
expresión se alude probablemente al -> anticristo, que se sienta en el templo y
que, por su hostilidad a Dios, impide a los creyentes orar en él y deja así
desierto el santuario. Cierto que, por el mensaje de Jesús, el santuario ha
perdido su importancia para los cristianos, pero el anuncio de la desolación del
templo debe dar a los cristianos una idea plástica del espanto que causa la
aparición de los poderes hostiles a la divinidad y que impiden la obra de
Cristo.