Tiempo libre y pastoral infanto-juvenil
DPE
 

La pastoral de tiempo libre, para los niños, adolescentes y jóvenes, está de moda desde los años 60. Se ha descubierto progresivamente que el tiempo libre es un ámbito privilegiado para la educación y para la evangelización.

La educación y evangelización en el tiempo libre se considera no-formal reglada, a diferencia de la propiamente escolar, y adquiere su pedagogía y metodología propias. Se habla, en este sentido, de pedagogía activo-transformadora, en cuanto el propio educando cobra un protagonismo especial y único. El, el educando, es el responsable principal de educarse en el tiempo libre. El tiempo libre es liberador, y debe llegar a ser libre para liberarse y liberar. Estamos hablando, por lo tanto, de ese tiempo libre programado de forma no obligada para una formación integral de su persona en todas sus áreas: psicoafectiva, cultural, social, estética y ético-religiosa.

Para el educando, niño o joven, la educación en el tiempo libre, y ya desde la dimensión de la fe, encuentra dos referentes: el equipo de monitores y el propio grupo en el que se desenvuelve. Allí, en estas dos mediaciones privilegiadas, el educando descubrirá la persona y buena nueva de Jesucristo y, lo más importante, aprenderá a releer la vida desde la fe y los valores del Evangelio.

Aun siendo muy importante y necesaria la educación en el tiempo libre, corre un serio peligro: el ser manipulada para sustituir o rellenar vacíos de otras pastorales específicas infanto-juveniles. Claramente hay que subrayar que la educación en el tiempo libre es complementaria de otras formaciones. Y, en cualquier caso, el niño o joven, necesita una comunidad eclesial de referencia donde el proceso catequético y evangelizador se inicie, se mantenga y se culmine.

Volviendo a la pastoral específica en el TL, ésta debe apostar, en su pedagogía, por una conjunción de "reflexión-acción-transformación", en la línea ya conocida del "ver-juzgar-actuar", es decir, partir de la vida volver a la vida, transformándola desde los valores y actitudes cristianos.

Algunas de las técnicas pedagógicas en la educación en el TL son los documentos, dramatizaciones, expresiones corporales, talleres, actividades lúdicas, acciones de calle, campamentos, convivencias, celebraciones puntuales, etc.

Finalizamos señalando que dos de los mayores retos que sufre esta educación en el TL es la creación de verdaderos y genuinos centros de tiempo libre en nuestras iglesias locales y movimientos, y la integración y vertebración entre grupos de pastoral en el TL y grupos de referencia de pastoral ordinaria.

Toda una apuesta de futuro y con futuro.

BIBL. — Revista "Monitor-Educador", de la Federación de Escuelas Cristianas de Tiempo Libre.

Raúl Berzosa Martínez