Cristianos laicos, Iglesia en el mundo
DPE
 

El 19 de noviembre de 1991, en Asamblea Plenaria de la CEE se aprobaba el documento "Los cristianos laicos, Iglesia en el mundo". Lleva como subtítulo "líneas de acción y propuestas para promover la correspondabilidad y participación de los laicos en la vida de la Iglesia y en la sociedad civil". Y, como motivo bíblico, el ya conocido de Christifideles Laici: "Id también vosotros a mi viña" (Mt 20,4).

¿Por qué se escribió dicho documento? Como se afirma expresamente en el Prólogo (nn.1-18), por la nueva situación de la sociedad española, para actualizar las orientaciones ofrecidas en el lejano 1972 , y a raíz de encuentros mantenidos entre laicos y obispos en 1990.

En resumen, se trata de animar a la comunidad cristiana, de responder a los problemas actuales y de proponer líneas de acción concretas.

El documento consta de cuatro grandes capítulos. Nos limitamos a ennumerar las líneas de acción y propuestas concretas de cada uno de ellos.

En el c. primero, titulado "Participación y corresponsabilidad de los laicos en la vida y misión de la Iglesia", propone: 1a. Animar la participación de los laicos en la vida de la comunidad; 2a. Impulsar los organismos colegiales y facilitar la participación de los laicos en la elaboración, realización y revisión de los planes de acción; 3a. Estimular la participación de los laicos en la evangelización misionera; 4a. Promover los ministerios y servicios laicales; 5a. Alentar la corresponsabilidad de los laicos desde el «ministerio de la comunidad».

El capítulo segundo se titula "Presencia pública de la Iglesia. Presencia de los laicos en la vida pública", y propone:

1a. Estimular la sensibilidad, conciencia social y participación de los cristianos laicos en la vida pública; 2a. Promover la presencia pública de la Iglesia y de los cristianos laicos en el marco de la evangelización; 3a. Promover el análisis de situaciones concretas, el discernimiento comunitario, las actuaciones públicas y la revisión de los procesos; 4a. Alentar la participación de los laicos en las instituciones civiles; 5a. Animar el reconocimiento y promoción de las asociaciones, movimientos e instituciones eclesiales; 6a. Clarificar los problemas implicados en la participación de los católicos en la vida pública y la presencia pública de la Iglesia y fomentar la formación socio-política de los católicos; 7a. Ofrecer el necesario y adecuado apoyo, orientación y acompañamiento pastoral a los cristianos laicos comprometidos en la vida pública.

El capítulo tercero se dedica a la formación de laicos, con las siguientes propuestas y líneas de acción: 1 a. Despertar la conciencia de la necesidad de la formación en todos los miembros de nuestras comunidades; 2a. Profundizar el sentido de la formación que hoy necesitan los laicos; 3a. Ofrecer un proyecto-marco de formación; 4a. Fomentar la formación de la dimensión socio-política de la fe en el marco de la formación integral; 5a. Promover la elaboración de planes y materiales de formación; 6a. Ofrecer materiales pedagógicos para facilitar la difusión y asimilación de los documentos de la Iglesia; 7a. Promover escuelas e instituciones de formación de laicos; 8a. Animar a los seminaristas, sacerdotes y religiosos a formarse adecuadamente para acompañar a los laicos.

Y, ya en el capítulo cuarto, titulado "Asociaciones, comunidades, grupos y movimientos", lanza las siguientes propuestas: 1a. Promover el asociacionismo como expresión y cauce eficaz de comunión y corresponsabilidad; 2a. Animar y orientar el discernimiento de las asociaciones y movimientos: principios fundamentales, criterios eclesiales de discernimiento y normas de reconocimiento; 3a. Alentar la inserción de las asociaciones y movimientos en la Iglesia particular; 4a. Impulsar la comunión y colaboración entre las asociaciones mediante los oportunos cauces de coordinación: en los ámbitos diocesano, interdiocesano e internacional; 5a. Impulsar la presencia pública de las asociaciones; 6a. Promover e impulsar la Acción Católica, en su doble vertiente, General y Especializada; 7a. Garantizar el acompañamiento pastoral de las asociaciones y movimientos.

En la conclusión final se recuerda la necesidad y urgencia de la nueva evangelziación y la responsabilidad de los laicos ante la misma.

BIBL. — CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, Documentos, n° 14, Edice, Madrid 1991.

Raúl Berzosa Martínez