HOMILIA DEL XX DOMINGO ORDINARIO.- CICLO C

NO HE VENIDO A TRAER PAZ, SINO DIVISIÓN

En este Evangelio el fuego que Jesús ha venido a prender, es el amor divino que purifica al hombre de las escorias del pecado y le va asemejando a Dios hasta convertirlo en una llama de amor viva.

Jesús es el portador de este fuego del amor de Dios por medio de la implantación del Reinado del amor de Dios.

1º) Pero para que comience este fuego dice Jesús:

"TENGO QUE PASAR POR UN BAUTISMO Y QUE ANGUSTIA HASTA QUE SE CUMPLA". Se refería a su muerte en la Cruz por amor como bautismo de sangre, desde donde atraería a todos hacia al amor de Dios manifestado en él, por su Espíritu enviado el día de Pentecostés.

En este día fue encendido el fuego del amor de Dios que es su Espíritu.

2º) Este amor debiera conducir "a la paz" que es obra de la justicia y del amor (porque el amor no comete injusticia alguna) pero con frecuencia conducirá al odio debido a la reacción que causa la vida de los que son justos y en este caso fieles al evangelio.

La reacción es lo que dice el impío en el Antiguo Testamento:

"Acechemos al justo porque nos es enojoso, su conducta es para nosotros un reproche".

3º) Este amor de Cristo debiera también conducir "a la unidad de todos" sin embargo conducirá a la división por la resistencia de algunos a seguir a Cristo.

4º) Por eso después de Cristo más que antes, la humanidad entera se dividirá en dos bloques.

a) La ciudad de Dios

Dominada por el amor y la civilización del amor.

    1. La ciudad del mundo

Dominada por la concupiscencia: de la carne, de los ojos y la soberbia de la vida, que conducirá a la "cultura de la muerte" a saber aborto, eutanasia, experimento con embriones.

5º) Jesús dijo que la división romperá los vínculos familiares más íntimos, como estamos viendo hoy día, por ejemplo:

Chicas jóvenes se apartan de sus padres porque no les permiten el aborto, o se van a vivir con otros chicos y chicas en un piso como matrimonios.

No solo en la familia, también nosotros en múltiples ocasiones nos veremos obligados a definirnos por la justicia o la injusticia.

6º) Esto supone una dura lucha porque:

a) El Reino de este mundo está lleno de crueldad y de injusticia.

Lo que sucedió a Jeremías, que hemos leído en la primera lectura es un ejemplo, el profeta sometido a tortura a causa de que anunciaba la palabra de Dios que se oponía al ciego deseo de Israel de ir a la guerra.

    1. Porque ahora se quiere imponer por medio de leyes perversas.

7º) La dureza de la lucha no debe desanimarnos, recordemos lo que dice San Pablo en la segunda lectura (Heb 12, 1-4)

"UNA NUBE INGENTE DE TESTIGOS NOS RODEA, POR TANTO QUITÉMONOS LO QUE NOS ESTORBA Y EL PECADO QUE NOS ATA, Y CORRAMOS EN LA CARRERA QUE NOS TOCA; SIN RETIRARNOS, FIJOS LOS OJOS EN EL QUE INICIÓ Y COMPLETA NUESTRA FE: JESUCRISTO"