HOMILIA DEL III DOMINGO DE ADVIENTO.- CICLO B

 

“ERES TU EL QUE HA DE VENIR O TENEMOS QUE ESPERAR A OTRO”

 

1.- INTRODUCCIÓN

 

Surgió un hombre por Dios que se llamaba Juan este venía como testigo para dar testimonio de la luz para que por él todos vinieran a la fe.

San Juan Bautista dio tres testimonios de Cristo

El evangelista San Juan nos presenta en el evangelio de hoy, el primer testimonio de Bautista sobre Jesús para demostrar lo que había dicho en el prólogo de su evangelio, que Juan no era la luz, sino que vino a dar testimonio de la luz, de la llegada del Mesías anunciado.  

 

2.- ¿CUÁNDO JUAN DIO ESTE TESTIMONIO?

 

Este testimonio lo dio Juan cuando las autoridades centrales religiosas y políticas de Jerusalén que eran los sumos sacerdotes, decidieron enviar a Juan sacerdotes y levitas para preguntarle si él era el Mesías.

El motivo de esta pregunta era que en aquel tiempo había una máxima expectación mesiánica, tal es la razón de ser de los monjes de Qumran.

Se creía que el tiempo del Mesías se había cumplido ya porque se daban las dos condiciones anunciadas por los profetas:

      2.1 Ya no era Judá quien tenía el cetro del gobierno.

      2.2 Habían transcurrido las setenta semanas de Daniel.

      2.3 Pero fue la figura de ascética y la predicación de San Juan Bautista lo que más contribuyó a crear esta psicología mesiánica en las multitudes.

           Juan Bautista se presenta con una gran austeridad de vida y con una  vestidura que evocaba la de los antiguos profetas de Israel; que desde hacía casi 500 años no había vuelto a aparecer ninguno. Y su escenario era el desierto de donde se esperaba saldría el Mesías. El anuncio de que llegó el Reino de Dios produjo tan gran conmoción que el pueblo que acudía en masa a bautizarse, y todos juzgaban en sus corazones que tal vez Juan era el Mesías.

 

3.- ¿PORQUÉ LAS AUTORIDADES ENVIARON SACERDOTES PARA INVESTIGAR?

 

Las autoridades enviaron a preguntar a Juan, a unos sacerdotes, porqué éstos eran lo que debían investigar lo referente a un pseudo-profeta y también enviaron a unos levitas porque al ser estos los liturgistas y ritualistas del culto, debían averiguar por qué Juan Bautista había introducido un nuevo bautismo colectivo.

 

 4.- ¿LE PREGUNTARON TU QUIEN ERES?

 

El CONFESÓ SIN RESERVAS: YO NO SOY EL MESÍAS

Hay una fuerza particular en esta negación y consiste en que Juan sin vacilaciones, ni ambigüedades, confesó la verdad y acabó para siempre la sospecha de que él era el Mesías QUE TENÍAN CIERTAS SECTAS BAUTISTAS.

 

5.- ¿ERES ELÍAS?

El dijo NO LO SOY.

¿Eres Elías anunciado por Malaquías? Dijo no

Los rabinos creían que según la profecía de Malaquías (4,5) que el precursor del Mesías sería Elías que no había muerto pues fue arrebatado en un carro de fuego (2 Reg, 2,11) y a quién atribuían las siguientes funciones:

    5.1  Reprochar a Israel sus infidelidades para que se convirtiera.

    5.2  Resolver cuestiones difíciles que aún no estaban zanjadas.

5.3  Restituiría al templo el vaso del maná, la redoma del agua de la purificación, la vara de Aarón y la ampolla con el aceite de la unción mesiánica.

5.4  Daría al Mesías la consagración real y le anunciaría al pueblo.

 

Pero el retorno premesiánico de Elías no tenía valor real sino simbólico, Jesús hizo ver que no se trataba de la venida de Elías en persona sino de su misión de precursor que era la de restablecer todas las cosas en orden a preparar la manifestación del Mesías.

En este sentido Elías había venido ya en el Bautista porque éste actuaba “en el espíritu y poder de Elías” según había sido anunciado por el ángel que se apareció a Zacarías, padre de Juan (Lucas 1, 17)

 

6.- ¿ERES EL PROFETA?

 

EL RESPONDIÓ: NO

Juan comprendió que querían decir” ERES EL PROFETA ANUNCIADO POR MOISÉS” (DEUTERONOMIO 18, 18-19) cuando dijo: “El Señor suscitará para ti, entre tus hermanos, un profeta como me suscitó a mí; a él oirás”.

Este profeta ha sido entendido como el Mesías:

    6.1  Por los judíos que esperaban al Mesías como un nuevo Moisés, el profeta por excelencia (Num 12, 7) que renovaría centuplicados los prodigios del Éxodo.
Por eso Juan entendió el profeta en un sentido equivalente al Mesías; de ahí su respuesta negativa.

    6.2  Por las personas que vieron el milagro de la multiplicación de los panes decían”Verdaderamente este es el Profeta que tenía que venir al mundo” identificando el Profeta con el Mesías.

    6.3  También en los Hechos de los apóstoles se aplicó ese anuncio a Cristo.

 

7.- ¿QUE DICES DE TI MISMO?

 

Quién eres pues, para que demos respuesta a los que nos han enviado?

 

¿Qué dices de ti mismo? Dijo él: ¿YO? Soyla voz del que clama en el desierto, enderezad el camino del Señor” como dijo el profeta Isaías.

 

El Bautista se define aplicándose en sentido acomodaticio unas palabras de Isaías, que pronunció al anunciar la vuelta del pueblo de la cautividad de Babilonia y la interpretó como que Dios viene en medio de su pueblo; y se figura ser él un heraldo que dice “Una voz clama en el desierto preparad el camino de Yahvé” (Is 40, 3).

 

8.- ¿PORQUE BAUTIZAS?

 

Los enviados que eran fariseos especialistas en la Ley que formaban un grupo en el Sanedrín. Le preguntaron:
¿PORQUÉ BAUTIZAS? ” SI NO ERES EL MESÍAS, NI ELÍAS, NI EL PROFETA

Contestó, “Yo bautizo en agua” pero en medio de vosotros hay uno a quién vosotros no conocéis, que viene detrás de mí y a quién yo no soy digno de desatar la correa de sus sandalias.

A la primera parte de la respuestaYo bautizo en aguase espera la contraposiciónpero él os bautizará en Espíritu Santo” como se dice en los sinópticos (Mat 3,11; Marcos 1,8; Luc 3,15), en los Hechos de los Apóstoles y en el mismo San Juan 1, 31-33).

Pero Juan la omite deliberadamente aunque la conoce, para atraer la atención en exclusiva sobre Jesús, dando al mismo tiempo a entender que su bautismo solo tiene la función de preparar la venida del Señor (Dufour)

En lugar de contraponer su bautismo al de Cristo hace el elogio de éste en contraposición consigo mismo.

El Bautismo de agua de Juan sólo tiene la misión de preparar la venida del Señor.

 

9.- EN MEDIO DE VOSOTROS HAY UNO A QUIEN NO CONOCEIS

 

Para conocerlo se necesita una revelación de arriba. La manifestación del Mesías no se debe a especulaciones humanas sino solo a la iniciativa divina, pertenece al orden de la revelación./Cf 1, 33)

A quién no soy digno de desatar la correa de sus sandalias.

Todo se ha dicho en la Antigua Alianza;  es preciso reconocer su realización en el tiempo oportuno.

La presencia del Mesías va a cumplir el pasado de Israel; lo único que falta es identificar a Aquel que viene.

 

10.- EL TESTIMONIO DE JUAN TIENE UNA IMPORTANCIA EXTRAORDINARIA

 

Este testimonio de Juan tiene muchísima importancia, para creer en la verdad sobrecogedora de que el Verbo habitó entre nosotros:

 

  10.1 Por la gran autoridad que San Juan tenía ante el pueblo.

  10.2 Por la forma en que dio su testimonio

No lo dio por propia iniciativa o por propio motivo, lo que le haría sospechoso, sino       cuando fue interrogado, por quienes tenían autoridad máxima, derivada de su profesión y además eran enviados a propósito por las autoridades religiosas de Israel.

10.3 Por que la autoridad y predicación de San Juan Bautista está atestiguada

El más célebre historiador judío de aquel tiempo Flavio Josefo, se hace eco de la actividad de San Juan Bautista, de su bautismo y del movimiento creado en torno a él.

 

APLICACIÓN A NUESTRA VIDA

 

11.- COMO DEBE ENTENDERSE “ENDEREZAD LOS CAMINOS DEL SEÑOR”

Cuando Juan dice enderezad los caminos del Señor ha de entenderse:

      11.1 Enderezarlos con una fe más profunda

               Porque este testimonio de Juan nos confirma la verdad sobrecogedora de la           Encarnación del Verbo, y de que el Verbo habitó entre nosotros para redimirnos y salvarnos.

      11.2 Allanarlos con la humildad

              Que nos enseña S. Juan Bautista

      11.3 Disponer nuestro ánimo con la conversión.

              Que implica una ruptura con el pecado incluso venial y una inmersión en el ámbito del amor de Cristo por su Espíritu, para así, ser testigos de la esperanza y de la alegría.

 

12.- PARA SER TESTIGOS DE LA ESPERANZA Y DE LA ALEGRÍA DE LA SALVACIÓN

 

Cristo es nuestro único Salvador, es el único que puede salvarnos pero necesita y quiere nuestra ayuda, y en estos tiempos más que nunca, pues el mundo aparece cada vez más como un desierto en el orden espiritual.

 

Ha querido que seamos colaboradores con él no solo en nuestra salvación sino también en la salvación del mundo porque él respeta las leyes de la vida humana que son de libertad y de solidaridad.

 

Con nuestra vida realizada en el amor, debemos ser testigos de la transformación que produce en el hombre la luz de la Verdad que es Cristo para que viéndola los demás pongan en él la esperanza de su liberación.

Rebosaremos de gozo si recordamos las palabras de Cristo,” quién practicare estas cosas, y se las enseñare así a los hombres será grande en el Reino de los Cielos”. Así, estaremos siempre alegres (2ª Lectura) y con nuestra sonrisa permanente expresión de nuestro gozo interior, llevaremos al mundo la alegría de la salvación y suscitaremos la pregunta:

¡Qué secreta esperanza alegra la vida de esa persona! Y por ello suscitará también en nosotros el deseo de buscarla.