Testimoniad el amor de Dios a los niños

Discurso al personal del hospital «Bambino Gesu" de Roma, 13 de diciembre

El hospital pediátrico "Bambino Gesu" de Roma está celebrando el 130º aniversario de su fundación. Juan Pablo II ha visitado este centro en dos ocasiones: en 1979 y en 1982. Ahora, con motivo de esta conmemoración, los médicos, enfermeros y personal auxiliar han querido escuchar su palabra. Su Santidad los recibió en audiencia el día 13 de diciembre. Al comienzo del encuentro pronunció unas palabras el profesor Adriano Bompiani, director del hospital, y el Santo Padre respondió con el discurso que ofrecemos a continuación.

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Amadísimos hermanos y hermanas:

1. Me alegra daros mi cordial bienvenida a cada uno. Os agradezco de corazón esta visita, que habéis querido hacerme con ocasión de las celebraciones del 130° aniversario de la fundación del hospital «Bambino Gesu». Vuestra presencia testimonia la tradición de atención y apoyo que une al actual Sucesor del apóstol Pedro, como en el pasado a sus venerados predecesores, con esta benemérita institución, sobre todo desde 1924, año en que la noble familia romana Salviati quiso donarlo a la Santa Sede.

Saludo, en particular al profesor Adriano Bompiani, director del hospital y le agradezco las amables palabras que ha querido dirigirme en vuestro nombre. Saludo a los ilustres miembros del consejo de administración. Asimismo dirijo mi afectuoso saludo a los médicos, al personal y a las Hijas de la Caridad, manifestándoles mi estima cordial y mi aprccio por el empeño con que se prodigan al servicio de los niños enfermos.

Misión socio-caritativa

2. E1 130° aniversario del hospital «Bambino Gesu», celebrado en el umbral del año 2000 con importantes manifestaciones científicas nacionales e internacionales, constituye una magnifica ocasión para subrayar la importancia que esta institución ha adquirido en el ámbito de la pediatría moderna. Este acontecimiento también pone de relieve el espíritu de dedicación amorosa a los niños enfermos, que ha caracterizado siempre la larga historia de vuestro centro sanitario. Inaugurado poco antes de la desaparición del Estado pontificio gracias a la clarividente iniciativa de la familia Salviati, ha atravesado los dificiles años del último tramo del siglo XIX y todo el siglo XX, permaneciendo siempre fiel a su misión. En esta línea, ha desarrollado progresivamente las competencias científicas y la dimensión socio-caritativa, gracias al compromiso constante e iluminado del personal médico y religioso, y a la participación de un número creciente de personas buenas y de instituciones públicas y privadas.

Teniendo en cuenta los humildes orígenes de vuestra historia en el barrio Régola, sorprende constatar su desarrollo sucesivo, gracias al cual, con el traslado a la sede del Janículo, la donación a la Santa Sede y la nueva configuración jurídica y estructural, el hospital «Bambino Gesu» se ha convertido en una de las instituciones europeas más importantes en su campo.

Amor preferencial de Jesús por los niños

3. En la sociedad actual se presta cada vez mayor atención al mundo de la infancia y se consolida la conciencia del respeto debido a su inalienable derecho a la vida, a la familia, a la salud, a la instrucción y a la educación religiosa y civil, así como a la rigurosa defensa de su inocencia. A pesar de eso, a menudo los niños sufren aún graves vejaciones y violencias, especialmente en las regiones mas pobres del mundo y en los países afectados por la guerra y el hambre. Están amenazados por el egoísmo y búsqueda de bienestar material, que a veces domina a los padres, dejando de cumplir su deber de una presencia educativa, la cual se expresa mediante una diligente cercanía a sus hijos y la escucha de los problemas relacionados con su crecimiento e inserción en la sociedad.

La Iglesia sigue proclamando en todas partes la centralidad del niño, objeto de particular amor por parte de Jesús, que en él ve el modelo de quienes están llamadlos a acoger el reino de Dios (cf. Mc 10, 14). Las frecuentes intervenciones del Magisterio y las innumerables instituciones educativas y sanitarias católicas presentes en todo el mundo testimonian este cuidado especial, sobre todo donde la vida y el futuro de la infancia están más amenazados.

El hospital «Bambino Gesú» se inserta en este marco, llevando a cabo una valiosa obra en favor dc los niños enfermos, con su servicio diario en las tres sedes —Roma, Palidoro y Santa Marinella—, así como con sus misiones humanitarias en algunos países del tercer mundo y de Europa oriental, y con la importante contribución que sus ilustres clínicos dan a la investigación científica. De este modo, va acreditándose cada vez más como expresión concreta y significativa del amor de la Iglesia a la infancia.

Un servicio necesario

4. Amadísimos hermanos y hermanas, a la vez que doy gracias al Señor por la laudable y benemérita labor desarrollada ya desde sus comienzos por el hospital «Bambino Gesú», deseo manifestar también mi satisfacción por el generoso y continuo esfuerzo realizado por los agentes sanitarios en favor de los niños enfermos y de sus familias. Os animo a todos a proseguir con constante dedicación este servicio tan valioso y necesario.

Os expreso mis mejores deseos de que vuestro competente trabajo contribuya a lograr objetivos cada vez más prometedores en el ámbito de la medicina y la cirugía infantiles. Pido en mi oración para que vuestra generosidad sepa testimoniar constantemente la ternura del Dios de la vida y dar esperanza a cuantos deben afrontar el misterio del dolor inocente.

Encomiendo estos deseos a la Virgen María, a la que el pueblo cristiano invoca como «Salud de los enfermos» y el evangelista san Lucas presenta en actitud solícita hacia la vida naciente. Con estos sentimientos, imparto de corazón al consejo de administración, a los ilustres clínicos, al personal, a los amigos del hospital «Bambino Gesú» y, de modo especial, a los niños internados y a sus familias, una especial bendición apostólica.