ULTIMA
CENA
DE KARANLIK
KILISE
b)
Arte capadocio
c) Monasterio Karanlik Kilise de Goreme
d) Pintura de Ultima Cena de Karanlik Kilise
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a)
Capadocia
El Imperio bizantino fue el héroe que logró introducir en Capadocia, junto al
Cristianismo, la afirmación de una nueva cultura, de corte romano,
griego, ortodoxo y oriental.
En
este sentido, el arte bizantino “supo introducir los conceptos clásicos de la
Antigüedad, creando al mismo tiempo su propio sistema de categorías”. Son
palabras de Núñez Rodríguez, que añade que si la romanidad cobró
protagonismo con su emperador Justiniano (s. VI), tras la querella iconoclasta (ss.
VIII-IX) Bizancio despertará hacia una cultura menos urbana y más teológica y
monástica (ss. IX-XV), donde lo griego será el hilo conductor[1].
A lo largo de este largo periodo de tiempo, el Imperio bizantino basará
sus recursos en unirse ante posibles cismas doctrinales, y defenderse del
enemigo exterior llamado Islam. Una línea
dura de ortodoxia artística (el orden divino del Pantocrátor, canónico
en el centro de la fe), y otra línea distendida (la piedad por multitud de santas imágenes),
llevarán a Bizancio a conseguir este doble objetivo, por el periodo de más de
1.100 años.
Fueron focos de intensidad artística bizantina, en estos 11 siglos[2]:
-Justiniano
(527-565), insistente en la romanidad y paleocristianismo,
-dinastía
Heraclia (610-617), retrocedora de la iconografía imperial y promotora de
lo griego,
-periodo
iconoclasta (726-843), fomentador del exilio de iconodulos hacia el
occidente,
-dinastía
de los Macedonios (867-1056), introductora de la acción del icono sobre su
receptor,
-dinastía
de los Paleólogos (1259-1453), gran restauradora de la vieja y triunfal
imaginería cristológica y mariana.
Tras el asalto de los turcos sobre Estambul, Moscú tomará el relevo de
Constantinopla, y el Imperio bizantino prácticamente desaparecerá.
Situada entre Nevsehir-Nisa (a 17 km) y Urgup (a 6 km), fue fundada sobre
el valle Avcilar (lit. “eh, aquí no puedes ver”), y recibió la visita del
mismo San
Pablo en su camino hacia la nevada Galacia. Con el tiempo, llegará a
ser motivo de los ataques sarracenos de los s. VII-XI[3].
Con más de 400 capillas y oratorios entre rocas y montañas, Goreme fue
el centro
espiritual que inspiró a los grandes monjes y pensadores de la
Iglesia oriental, destacando la Iglesia de la Hebilla (Tokali Kilise), la
Iglesia de la Sandalia (Karikli Kilise), la Iglesia de la Virgen Maria (Meryem
Ana Kilisesi), la Iglesia de la Manzana (Elmali Kilise), la Iglesia de la
Serpiente (Yilanli Kilise), la Iglesia de Santa Bárbara (Barbara Kilisesi), la
Iglesia de Nazar (Nazar Kilisesi) y la Iglesia Oscura (Karanlik Kilise).
b) Arte capadocio
Fue el resultado de la fusión, como se insinuó en la introducción,
entre el recipiente hitita anatolio y el espíritu misionero-filosófico del
Cristianismo.
En efecto, tras recibir el evangelio de San Pablo y ver fundadas ya las
primeras escuelas misionales en Galacia, Pisidia, Iconio, Perge… en el 40-50
d.C, junto con personal de apoyo que iba y venía a través de los Taurus,
pronto la Capadocia pasó a ser un enorme centro espiritual y filosófico. Así,
bajo las figuras y comunidades de San Basilio de Cesarea, San Gregorio de Nisa y
San Gregorio Nacianceno[4],
pequeños monasterios y ermitas fueron repoblando la geografía capadocia, al
mismo tiempo que la vida cristiana continuaba desarrollándose bajo las viejas
ciudades hititas.
Se
trató de iglesias construidas sin apenas estructura arquitectónica, 50 metros
bajo tierra o sobre una colina inaccesible, y en los valles intransitables. Tras
declararse libre el cristianismo el 313, y poco después con la fundación
oriental de Constantinopla, el 324, otro conjunto de iglesias fueron construidas
al aire libre, introduciéndose los usos e iconografía justinianea.
No
obstante, la declaración del Islam de conquistar la bizantina Jerusalen-632, y
la posterior humillación árabe sobre los bizantinos en terreno sirio, en la
batalla de Yarmuk-636[5],
había provocado la vuelta a los subsuelos hititas de la población capadocia, y
la instalación de distintas themas-puntos
fortificados de campesinos, por todos los montes Taurus[6].
Tras
el breve periodo de guerra iconoclasta[7],
iniciado por León III y su prohibición de los iconos-726 y terminado por
Teodora y su declaración de libertad a los iconos-843, y tras la permisión de
cultos bizantinos dado por los Selyucidas musulmanes en 1071, miles de capillas
y casas monacales fueron levantadas por toda la Capadocia[8],
presentando iconografías de estilo sencillo, temática fija, equilibrio entre
interiores y exteriores[9].
b.1) Decorado bizantino
Fue, sin duda, el gran patrimonio que nos legó el mundo bizantino, tal y
como se ha contemplado en la Karanlik Kilise de Goreme.
Pero
no fue fácil de conseguir, ni tuvo demasiados precedentes con los que
inspirarse.
Fue animada a la causa por la paleocristiana y ya libre de culto Roma, y
sostenida por su colosal arquitectura basilical imperial, cuando Bizancio y su
Iconografía supieron ser las hijas adelantadas de un Imperio que agonizaba[10],
y que se dedicaba a poner en sus manos todo su legado cultural.
Pero vayamos al origen, a la técnica que originó este mosaico de
mosaicos que fue el decorado bizantino. Dos fueron los pasos dados, básicamente[11]:
-se
dibujaba el boceto del diseño, sobre una capa de revestimiento de yeso,
-se
pegaban por encima trocitos de piedra, ladrillo o vidrios coloreados.
Con la época de esplendor de Justiniano, el uso del fondo de oro dio a las composiciones una espectacularidad de la que ya no se volvería atrás, hasta terminado el reinado de los Paleólogos. La composición de colores, la naturalidad de la obra, la policromía y las inscripciones griegas que relatan el tema o al personaje, siguen impresionando, hoy en día, al espectador.
c)
Monasterio Karanlik Kilise de Goreme
Ubicado
al final de la cadena de Iglesias de Avcilar-Goreme, al aire libre, el
Monasterio de Karanlik
Kilise es llamado también como Iglesia Oscura, debido a que sólo posee una
ventana comunicadora con el exterior, y a que muy poca iluminación directa
puede entrar en su interior.
Fue
construido, como complejo monástico, hacia el 965-1000[12],
fecha anterior al permiso de libertad de culto concedido por los selyucidas
musulmanes a Bizancio en 1071, y dentro del gran fervor restaurador capadocio
del s. XI sobre la vieja y triunfal imaginería cristológico-mariana. Fue uno
de los preludios artísticos de lo que supondrá artísticamente la dinastía de
los Paleólogos (1259-1453) sobre el resto del Imperio bizantino.
Pudo
ser llevado a cabo gracias a la financiación e interés puesto en él de 4
benefactores, representados en los frescos de su interior[13].
Sufrió un derrumbe en torno al bloque rocoso que sustentaba la fachada
principal[14],
y una vez llegada la invasión turca del s. XV, fue utilizado como palomar hasta
1950, año en que comenzaron los 14 años que duró el raspado de excrementos de
palomas en las paredes.
Intentaremos resumirla a partir del preciso análisis hecho por el
doctor Rodley[15],
que cifra en 4 los grandes espacios monacales de Karanlik:
-Vestíbulo
de entrada. Situado en la antigua fachada principal, en su planta
baja o primer piso, y abierto hacia el exterior. Estuvo decorado con pinturas
rojas ornamentales, decorativas de nichos ciegos en la pared trasera, y
plasmadoras de las cruces-medallones griegas. Estuvo dividido en 3 secciones,
divididas por pilares (de rudimentarios capiteles) que hacían además la tarea
de sustentación de la techumbre, alargada y sobre una cornisa lisa de piedra.
-Habitáculo
monacal. Situado en la antigua fachada principal, en su planta
segunda, organizaba las habitaciones de los monjes en torno a un patio pequeño
y de forma irregular, el cual hoy se ve en las ruinas que quedan de la fachada
principal. Ese patio hacía también las veces de nártex de la Iglesia monacal,
situada exactamente en la parte trasera del complejo, ocupando 3 pisos de
altura.
-Refectorio.
En los sótanos del monasterio, conectado con el habitáculo de los monjes, del
segundo piso monacal, por medio de una puerta secundaria y escalinata circular,
y también conectado con el vestíbulo de entrada del primer piso monacal, por
medio de unas escaleras de piedra. Se trataba de una larga habitación con
techumbre lisa de piedra, dotada con una larga mesa de piedra, de brazos
recortados a modo de asiento, y que sigue intacta con el paso de los siglos.
-Iglesia
monacal. Situada en la parte trasera del monasterio, ocupaba la
altura de las dos plantas de las dependencias de los monjes, más otra tercera añadida
para el cincelado de las bóvedas. Se trata de una iglesia de planta central de
cruz griega, con 5 cúpulas sostenidas por 4 columnas. Posee 3 ábsides, uno
grande y dos pequeños a ambos costados. Sus escalinatas de piedra están
desgastadas por la erosión, y su tendencia a la altura es acusada y entendible,
dada la falta de espacio horizontal.
Excavada
sobre roca, poca luz penetra en el interior de la Iglesia monacal de Karanlik.
Esto es lo que ha permitido mantener la calidad de la pintura, y con mayor
vivacidad los colores de los frescos. Todos ellos representan bellamente algunas
escenas de la Biblia.
Cabe
destacar las escenas en fresco del Pantocrátor-bendición
de Jesús, la Ultima Cena, los Magos
del Oriente, la Anástasis-Descenso
a los infiernos, el Bautismo de Jesús,
la Crucifixión de Jesús, la Apostasia-Traición
de Judas, San Marcos y San Juan… Fijémonos
en algunas de ellas.
Interesante temática innovadora dentro de los cánones bizantinos[16],
y en las tipologías seguidas respecto a cada uno de los apóstoles. De ellos
cabe destacar:
-3
aparecen imberbes, los hermanos Juan y Santiago, y quizás su amigo y discípulo
del Bautista Felipe,
-2
aparecen con dalmática, quizás Juan y Mateo,
-1
aparece separado del resto, Judas Iscariote,
-1
mete la mano en el vino, a especie de maestro de ceremonias…
También se introduce un pescado gigante en vez del pan, las copas del
vino de un rojo nada mezclado con el agua, y 6 cubiertos para la fracción del
pescado. Jesús aparece con la filacteria, o rollo de los libros de la Biblia,
en su mano izquierda, al tiempo que bendice con su derecha los alimentos (doble
gesto de los Pantocrátor). Sobre el fondo aparece la Jerusalén celeste y,
posiblemente bajo el símbolo del fuego, el Espíritu Santo (especie de “fuego
salvador”, según las epigrafías adyacentes).
Otros
elementos que entran en juego en la composición son:
-el
paisaje conceptual, en este caso sin fondo de oro, pero con paisajes
referentes a escenas evangélicas (como los 2 edificios arquitectónicos de la
Jerusalén celeste, y el fuego purificador del Espíritu);
-la
perspectiva abatida, o vista frontal y desde arriba (como en el gigante
pescado que ocupa la mesa central, que además está jerarquizado);
-el
recurso a la isocefalia, manteniendo todas las cabezas a la misma altura,
salvo la de la figura que se quiere resaltar (las de todos los apóstoles, que
se mantienen en línea recta los 11, y sobre cuyas cabezas la de Pedro aparece
preeminente);
-el hieratismo de rostros y gestos, sin realismo ni tratamientos en los rasgos faciales, y siguiendo el idealismo de figuras-esquema del s. X.
ed.
Mercaba
Diócesis
de Cartagena-Murcia
Indice
general: www.mercaba.org/GET/cartel-enciclopedia.htm
_______________________________________
[1] cf. NUÑEZ RODRIGUEZ, M; “Bizancio, a la búsqueda de una civilización propia”, en RAMIREZ, J.A (dir.); Historia del Arte, vol. II: La Edad Media, ed. Alianza, Madrid 2008, p. 19.
[2] cf. NUÑEZ RODRIGUEZ, M., op.cit, pp. 20-21.
[3]
Dado que no desistían en su empeño de encontrar grandes botines, agrarios,
mineros o población, para sus consumos o para hacer proselitismo (cf. Ibid.,
p. 22).
[4]
Conocidos como los padres del Oriente cristiano, y auténticos artífices de
la unificación del cristianismo, haciendo superar conflictos entre las
distintas filas, plasmando la perfecta imagen de Cristo como Dios, y
atrayendo a los paganos que se oponían racionalmente.
SAN
GREGORIO DE NAZIANZO compitió con los escritores paganos con enorme
vitalidad, fundando una literatura cristiana plena y haciendo
renacer las antiguas formas griegas.
SAN
BASILIO DE CESAREA insistió en la creación de escuelas cristianas,
implantando medios de educación superior, e incluyendo la antigua poesía
griega.
SAN
GREGORIO DE NISA basó la vida perfecta en la contemplación de Dios, no
como mero conjunto de dogmas, y sí en una perfecta unión con El.
La
“filosofía capadocia”, pues, partió siempre de la voluntad humana
hacia el bien:
-formando
las virtudes cristianas según la educación platónica, según la
naturaleza de cada hombre, con el debido adiestramiento, con la ayuda
divina.
-divulgando el clasicismo positivo, como maestros de retórica que eran, empleando el movimiento neo-ático del segundo movimiento sofista, y con un nuevo tipo de prosa rítmica acentuada, a la que sujetaban toda oración.
[5] Aprovechando una tormenta de arena para atacar, y siguiendo luego la técnica del tornafuye (semi-retirada + envolvimiento), los 20.000 árabes de JALID derrotaron a los 100.000 bizantinos de HERACLIO, 70.000 de ellos degollados allí mismo.
[6] Aun así, los ejércitos del califa OMAR lograron provocar estragos y martirios en la Anatolia, en sendas campañas del 717 y 718.
[7] En cuya época y lugares fueron sustituidas las bellas y antiguas iconografías por otras llevadas al extremo de la simpleza conceptual, simbolizando bajo líneas, triángulos y círculos, a los santos, Trinidad y Pantocrátor, y como bien han quedado plasmadas en muchas antiguas iglesias de Goreme, Ihlara y Soganli.
[8] Nada más que en las ruinas de Zelve se han contabilizado unas 400 capillas y casas monacales, en los siglos X-XI de oro del Arte bizantino (cf. DEMIR, O., op.cit, pp. 14-15).
[9] Como ya empezó a retomarse en la Iglesia de la Cúpula de Soganli (cf. Ibid., p. 14).
[10] Fundada en el 324-330 por CONSTANTINO I EL GRANDE como la nueva Roma, sobre la antigua y estratégicamente situada colonia griega de Bizancio (s. VII a.C), Constantinopla fue fundada según los más avanzados sistemas militares y urbanos, desbordando en materiales constructivos y privilegios en cuanto a arte e intelectualidad (cf. RODRIGUEZ VELASCO, M., op.cit, p. 4).
[11]
cf. ASKIT, I., op.cit, pp. 10-11.
[12] Según los estudios arqueológicos de EPSTEIN-1975, y no posterior al año 1050, según KRAUTHEIMER (KRAUTHEIMER, R; Arquitectura cristiana y bizantina, ed. Cátedra, Madrid 1984, p. 581).
[13]
Según las epigrafías griegas, plasmadas encima de sus imágenes, y
no sin dificultades de interpretación por el estado de las mismas, estaríamos
hablando del:
-Suplicante
siervo de Dios, JUAN ENTALMATIKOS-donante,
-Suplicante
del siervo de Dios, el sacerdote NIKEPHOROS,
-Suplicante
del siervo de Dios, BASIANOS,
-Suplicante del siervo de Dios, GENETHLIOS.
[14] Hoy en día, de la fachada principal sólo se conserva el nártex o patio separador de la Iglesia respecto de las dependencias monacales, que fueron las que se vinieron abajo, a excepción del refectorio (cf. MAGI; G; Arte e historia de Turquía, ed. Bonechi, Ankara 1996, p. 56).
[15] Arqueólogo británico del Imperio bizantino, catedrático de la universidad de Cambridge, y primero en dar al complejo de Karanlik la categoría de monacal, y no sólo cultual. No obstante las oscuras explicaciones dadas por RODLEY en su obra Cave monasteries of Byzantine Cappadocia, publicada en Cambridge-2010, pp. 48-56, éstas resultan muy intuitivas al recomponer piezas inconexas y muy deterioradas por la erosión y enorme humedad invernal de la zona.