PINTURA AMBIENTAL
b) Características de Pintura ambiental
c)
Smithson
d)
De María
e)
Claude
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Nació
en 1968 en Estados Unidos, y contó con una vertiente paralela británica. Se
expandió en los años
70 a través de la Galería Dwan
de New York, desde la 1ª exposición que realizó en 1968.
Su
término
vino de los apelativos que se le dieron de Earth Works (en Estados Unidos) y
Land Art (en Europa).
Surgió
como un intento de ampliar
los límites del arte, sobre todo en lo relativo a materiales y
localizaciones.
Se
adentra en el mundo
de la naturaleza, buscando lienzos vírgenes que no sean telas ni
superficies de madera, sino la propia naturaleza, en la que se aplicarán
directamente todos los recursos pictóricos.
Realiza,
así mismo, una
crítica ecologista a ultranza, criticando el deterioro del espacio
natural, los peligros de la contaminación, el consumismo desmedido… Pretende
preservar el planeta y elevar al propio planeta a obra de arte.
Busca
el aislamiento,
tanto personal del pintor como del lugar a pintar. Las obras se hacen en
espacios naturales aislados, inviolados, llenos de paz y religiosidad. Se pinta
en el agua, en la tierra, en el horizonte… Los paisajes no son ya el telón de
fondo, sino una nueva identidad y la clave interpretativa de la obra.
Persigue
una religiosidad de comunión
entre hombre y tierra, mediante la adaptación que tiene que hacer el
hombre de la naturaleza creada por Dios en naturaleza creada a su propia imagen,
a forma de creador demiurgo. El paisaje es algo que crea el pintor.
Predominan
las creaciones
efímeras. Algunas de ellas conceptuales, de difícil desciframiento
o chamánicas, indigenistas, ritualistas y prehistóricas, pero todas tendentes
a desaparecer. Y es que precisamente busca eso, que la obra se auto-erosione, se
pierda, se descomponga, acabe siendo borrada.
Muchas
de sus obras emplean el lenguaje
geométrico minimalista, para su propia medida de la tierra (de geo-tierra
y metría-medida).
Ingeniero
norteamericano, Robert Smithson (1938-1973) fue el creador del denominado
“estilo de frontera” o “gestos del oeste”, muriendo en un accidente de
avión cuando volvía de hacer una de sus obras.
Desarrolló
su vida
laboral como profesor de dibujo en New York, al mismo tiempo que
empleaba para sus dibujos diferentes espacios suburbanos que quería reconvertir[1].
Fue también asesor para obras públicas de los EE.UU.
En cuanto a su obra pictórica, trató de interferir directamente en la naturaleza, dejando plasmada su firma con su propio cuerpo. Usó el caballete y difuminó el paisaje, sin líneas ni división alguna, ampliando y abriendo sus perspectivas. En su Artforum-1968 reclamó que dentro del mundo natural se incluyera un propio testimonio poético, a forma de frase moralizante que nos hiciera conscientes de este mundo que se está fracturando. También utilizó sus obras para homenajear a otros artistas.
Destaca
su Malecón-1970,
pintura de 4,5 m. realizada en un lago de agua salada de Utah. Se trata de una
iconografía de carácter espiritual, donde la forma de espiral aporta el
sentido del eterno retorno. Muestra el momento creativo y forma que la piedra
produce sobre el lago, a forma de registro fotográfico.
Destaca su Rampa Amarilla-1973, meandro de piedra de un lugar recóndito de Texas, cerca del aeropuerto de Dallas. Trata de demostrar que el sentido artístico puede combinarse con la ingeniería. Explota las posibilidades del paisaje, dando a entender que los accidentes naturales no sólo se producen en la naturaleza, sino que también en la mente humana, e incluso con dimensiones inmensas.
d)
De María
Historiador
norteamericano, Walter de María (1935-2013) fue el primero en utilizar la
naturaleza como soporte potencial para la obra pictórica, en su intento por no
separar arte, naturaleza y espacio.
Desarrolló
su vida
laboral como profesor de arte en la universidad de California, y
ejecutó todos sus trabajos artísticos con estructuras primarias y
minimalistas.
En
cuanto a su obra
pictórica, trató de alcanzar la idea artística de lo sublime.
También incorporó matices auditivos en sus obras, siempre que se le presentó
la ocasión.
Destaca
su Una milla,
dibujo de tiza-1968, dos líneas paralelas a una distancia de 3,6 m,
pintadas con arcilla arenosa. Están en medio de un desierto y no hay nada
alrededor, lo que invita a contemplar lo infinito e inalterable. El propio De
María se retrató boca abajo en el centro, par ver si podía tocar ambas líneas.
Destaca su Campo de relámpagos-1977, tormenta eléctrica de verano. Para ello se trasladó De María a este lugar, esperó a que lloviera, y mientras tanto fue colocando una serie de pararrayos de punta afilada, alrededor de una superficie de 1 x 1,6 km. Ese espacio debía ser el lienzo sobre el que trabajar, una vez empezara a llover. En efecto, los pararrayos se convirtieron en transmisores entre las nubes y la tierra, provocando un circuito eléctrico. Lo bello quedó así sumergido en lo sublime: era imposible pintar un rayo de forma natural, pero no imposible provocarlo y estar preparado. El proceso quedó registrado en las fotografías.
e)
Claude
Escultor
búlgaro americanizado, Christo Claude (1935-2009) fue el primero en utilizar la
naturaleza como soporte potencial para la obra escultórica[2],
junto a su inseparable mujer Jean[3].
Desarrolló
su vida
laboral planificando y ejecutando originales y costosos proyectos[4]
de decoración medio-ambiental, que la gente pudo contemplar tanto en Estados
Unidos como en Europa y Extremo Oriente.
Su
obra escultórica
consistió en utilizar lienzos sintéticos para cubrir superficies de carácter
natural, dejando además que los espectadores participaran en ella[5].
e.1) Obras de Claude
Destaca
su Islas
Solitarias-1983, que cubrió una isla natural de la bahía de Miami
con una tela sintética de color rosa. Estuvo expuesta durante dos semanas, y
protegida por equipos de salvamento. Convirtió las islas en manchas de color en
medio del mar.
Destaca
su Sombrillas-1991,
enormes sombrillas de 8 m. diámetro que provocó dos accidentes con dos muertos[6],
y cuyo proyecto se llevó a cabo de forma paralela en:
-California,
donde se colocaron 1.760 sombrillas amarillas sobre paisajes abiertos y áridos,
-Japón,
donde se colocaron casi 1.000 sombrillas azules sobre paisaje verde y montañoso.
Destaca
su Puertas-2005,
en el Central Park de New York. Se trata de 7.053 entradas de puerta al parque,
compuestas por grandes columnas de metal y grandes colgaduras de color azafrán
en su parte superior. Intenta, así, convertir el parque en un espacio místico
zen:
-al
repetir reiteradamente el número de puertas iguales,
-al cambiar por completo la identidad y color del parque.
ed.
Mercaba
Diócesis
de Cartagena-Murcia
Indice
general: www.mercaba.org/GET/cartel-enciclopedia.htm
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[1]
Tales como la Bahía Hudson de New York o lagos del desierto californiano,
en los que pudo intervenir profesionalmente.
[2]
Idea que ya había ido desarrollando en Bulgaria, cuando se ganaba la vida
haciendo escaparates en los que cubría el mobiliario del escaparate con
telas.
[3]
Ciudadana marroquí que emigró a Alemania y luego a Estados Unidos, sin
conocer su propia identidad (dado que sus antepasados también habían sido
emigrantes).
[4]
Pues varias veces acabaron en la bancarrota, ya que casi todo el dinero que
generaban lo dedicaban a una fundación.
[5]
Entregando un trozo de tela de las piezas expuestas a las personas visitaban
el proyecto.
[6]
Uno porque se voló una sombrilla y se le echó encima, y otro en la
instalación de las sombrillas.