CANCHO
ROANO
b)
Teorías sobre Cancho Roano
d)
Materiales en Cancho Roano
g)
Final de Cancho Roano
Existió
del 550 a.C al 370 a.C, en la comarca de Zalamea de la Serena-Extremadura, y
constituye el yacimiento arqueológico que mejor ejemplifica los complejos
procesos de Tartessos y su desaparición casi atlántida del mapa. Su corto período
de actividad es significativo, dada la riqueza y nivel social en él alcanzado.
El
edificio fue construido hacia el 550
a.C, tuvo ampliaciones y modificaciones posteriores[1],
y fue finalmente destruido hacia el 370 a.C. mediante un incendio, ya fuese
accidental o intencional-ritual.
Supone
un yacimiento excepcional y único, sin duda alguna, tanto por su forma, tamaño
y estado de conservación, como por los objetos encontrados.
Existen
diversas teorías en torno al origen, finalidad y utilidad del llamado Santuario
de Cancho Roano.
Sólo
más tarde, a medida que progresaron las excavaciones, se vio que realmente
Cancho Roano no era eso. Y se aportaron varias teorías, que dicen que Cancho
Roano era:
-un
zigurat
mesopotámico, único de estas características en Europa occidental[2],
-un
templo,
con diferentes funciones religiosas, como lo atestiguan los altares y ofrendas
-un
santuario
semita, situado en el interior de la península
-un
santuario
fenicio, por la presencia del foso y de las áreas de ofrendas
-un
palacio
sirio-palestino, dada la magnitud del edificio y su grandiosidad
-un
palacio indígena,
de un reyezuelo local, que encarga su construcción a los fenicios
-un
palacio
fenicio, de un aristócrata que participó en la colonización
-un
centro
comercial, si nos atenemos a los objetos de vino, aceite y almacenes
exteriores
-un
almacén
sirio-palestino, con fábricas al estilo de Al Mina
-un
centro económico-político,
desde donde la divinidad jugaba un papel central
-un
palacio-santuario,
dada su forma de “U”, bastante compleja y con multitud de funciones
-un
prostíbulo
sagrado, dentro de la presencia fenicia orientalizante en la zona
Incluso se ha querido ver en el complejo de Cancho Roano a un verdadero tanatorio o quemadero
de cadáveres. Y es que realmente, todavía quedan muchos interrogantes por
resolver, como el tipo de relación que tenía este edificio con la necrópolis
de época ibérica y el poblado que se sitúan en sus inmediaciones.
Lo
que sí queda claro es que Cancho Roano fue un centro donde se desarrollaban
diversas actividades. Nos centraremos principalmente en tres: la religiosa, la
comercial y la política, aunque personalmente esta tercera política o palacial
es incompatible con la idea oriental de unión cultual y comercial.
El
Santuario de Cancho Roano fue construido mirando hacia el Este, y rodeado por
una muralla y una fosa de agua, llena de forma permanente. Al parecer la idea de
sus constructores fue que mantuviese esta lámina de agua permanente y durante
todo el año.
El
elemento principal de este yacimiento es un edificio monumental de adobes de
planta cuadrangular, construido sobre un zócalo o podio de piedra y organizado
en torno a un patio, abierto por un lado, cuyas habitaciones aparecieron
completamente rellenas de cenizas, entre las que se incluían restos de animales
y enseres de uso doméstico.
Se
conservan, así mismo, restos importantes de distintos espacios de almacenes,
estancias y zona sacra.
Sus
tres plantas, el foso defensivo, la muralla y los sillares encontrados de tipo
ciclópeo, así como habitaciones como la denominada Habitación 7, la más importante[14],
hacen de Cancho Roano una difícil lectura todavía sin descifrar.
Las
excavaciones de Cancho Roano comenzaron en 1978, dirigidas por el arqueólogo J.
Maluquer Motes, y se prolongaron a lo largo de los años 1980-90 bajo
las órdenes de Celestino Pérez. El
yacimiento, dada la importancia de lo descubierto, fue declarado Monumento
Nacional en 1986.
Aparte
los hallazgos normales en toda excavación[15],
los excavadores hacen hincapié en el hallazgo de:
-un
aríbalo de Naucratis de mediados del s. VI a.C, en el exterior,
-bocados
de caballo de bronce y ornamentos para las riendas,
-pesas
de bronce, elementos de balanzas y una pepita de oro
-fusayolas,
collares y brazaletes,
-la
ausencia de armas defensivas u ofensivas
Parece
claro que, por un lado el ya estudiado edificio, y por otro, los presentes
materiales arqueológicos, amortizan definitivamente a Cancho Roano, y siguen
sin despejar hipótesis sobre su origen y finalidad.
No cabe duda de que la mayoría de los materiales encontrados en Cancho
Roano no son autóctonos sino orientales, en concreto fenicios y etruscos. Y son
varias las hipótesis de cómo y de dónde han podido llegar hasta aquí.
La
aportación
fenicia está principalmente presente por la decoración en marfil de
parte del edificio. Importado éste de África, y elaborado muy probablemente
por un artesano fenicio radicado en la Península, o quizás adscrito al
santuario. Los fenicios podían estar interesados, igualmente, en el sur de la
Extremadura hispana para obtener el oro nativo del Tajo, o del estaño
superficial.
El
influjo
etrusco llegaría a esta región vía Cádiz. Los etruscos estarían
interesados en los mismos metales. La abundancia de oro en el período
orientalizante presupone unas relaciones muy estrechas, quizás por intermediación
de los fenicios, con los centros ricos en oro.
Aunque
se desconoce con exactitud su función, el carácter religioso-cultual de
Cancho Roano es innegable, debido al templo y altares que contiene.
Su
estructura
recuerda a los santuarios del Próximo Oriente, especialmente a los hilani
del área siria. Es posible también que Cancho Roano estuviese dedicado a una
divinidad.
Ello
parece deducirse de la sala principal del edificio, que era un rectángulo
separado de
las habitaciones colindantes, pero por el que se accede a él a través de un témenos.
Además, este centro cultual o templo dentro del edificio, fue
cuidadosamente preservado, cubriéndolo de tierra, de la destrucción final.
La
función económica-comercial
de Cancho Roano es indudable. Los hallazgos de cerámicas áticas de excelente
calidad, muestran que este lugar era un centro comercial muy activo entre el
mundo colonial de la costa y el interior de la península durante los ss. VI
y V a.C.
Es
difícil saber los productos con que se comerciaría, pero podemos suponer que
el estaño del noroeste y el oro y la plata locales debieron ser objeto de ese
comercio, además de productos agropecuarios como lana, curtidos, etc.
En
el santuario trabajaban artesanos de todo género, que vendían sus productos a
los visitantes o fabricarían ofrendas. Estos artesanos trabajaban los bronces,
las cerámicas, el marfil, y confeccionarían los vestidos[18]
y restos de vajillas.
Más difícil parece incluir el aspecto
político-palacial, e incluso conciliar con las dos primeras
utilidades mencionadas. Salvando los palacios griegos pre-arcaicos, minoicos y
micénicos[19],
parece imposible:
-atribuir
la triple función a una inconexa mentalidad indígena,
-relacionar
la triple función con la mentalidad oriental.
La ausencia de tumbas y armadura sería la segunda de las ausencias
palaciales en Cancho Roano. Quedaría por investigar quién o qué grupo de
personas serían los guardianes o custodios del complejo religioso-comercial, o
a quién o qué pueblo tendría que pertenecer.
Cancho
Roano fue abandonado por los tartesios antes de dos siglos después de haberlo
construido:
-incendiándolo
en primer lugar, en una especie de acto ritual, con todas las pertenencias en su
interior,
-sellándolo
posteriormente con tierra.
Sostiene la tesis del incendio la abundancia
de cenizas que rellenan todas las habitaciones, debidas al hundimiento del
edificio sobre sí mismo[20],
después del incendio que “debió ser intencionado y ritual”.
Es
difícil conocer las causas exactas del final de este centro atrayente y
multiusos. Se tiene la sensación, por la riqueza de los hallazgos, que cuando
fue destruido, Cancho Roano era un enclave próspero. Existen dos causas
aparentes:
-por
causas políticas de otro tipo, como el final
de una dinastía,
-por
las nuevas
rutas comerciales griegas, que ahora lo harán: no a partir de Cádiz
y Huelva
En
todo caso, y a falta de conocimientos, el final de Cancho Roano parece estar en
relación con la etapa postartésica y los procesos que se desarrollaron en la
península los ss. V y IV a.C.
________________________________
[1]
Según
la secuencia:
-rústica
cabaña,
-primer
edificio arcilloso,
[2]
Teoría de los más extremistas.
[3]
Hipótesis en la que concuerdan casi todos los autores.
[4]
Según defiende el profesor ALMAGRO.
[5]
Teoría que más convence a BLAZQUEZ.
[6]
Visión de MALUQUER.
[7]
Teoría aportada por ALVAR.
[8]
Nueva sugerencia de BLAZQUEZ.
[9]
Posibilidad apuntada por SALINAS.
[10]
Apunte defendido por LOPEZ-PARDO.
[11]
Opción por la que se inclina BENDALA.
[12]
Hipótesis más recurrida hoy en día.
[13]
Hipótesis aportada por GORBEA.
[14]
En palabras del profesor S. C. PEREZ.
[15]
Tales como cerámica indígena, ungüentarios platillos, y cerámica griega
en elevada proporción.
[16]
Lo que hace pensar en un lugar de mercado o trueque.
[17]
Tan sólo descubriéndose la presencia de un puñal, y nada más.
[18]
Pues en el sector norte aparecieron ánforas pesas de telar, agujas y
fusayolas, indicativos de la industria textil allí desarrollada.
[19]
De mitos, no cultos en cuanto tal, y siempre politeístas.
[20]
En opinión de los excavadores.
[21]
A través de la Vía de la Plata.
[22]
Con el objetivo de alcanzar las minas de Cástulo y de Sisapo, en Sierra
Morena Oriental.